En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



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sábado, 6 de junio de 2009

Cantata de augurios-María Eugenia Caseiro

María Eugenia Caseiro, CUBA-USA




Cantata de augurios



El tiempo que siempre pulveriza
la sombra en la escafandra de los sueños
es de un negror tan dulce como la noche abierta.
Aqueja su espesura
tupida bocanada de deslumbre
la llama del quinqué
conjuro contra la opacidad creciente.

La insaciable carretera de la noche
devoró la eternidad con sus techumbres
los vastos capítulos que en el dintel del tiempo
vacíos de inefable música
adoptaron el latido perenne de un reloj.

!Qué vasta soledad!
!Qué quieta población de incertidumbre
levita en el desvelo!
Y el azar, de color indistinto
irrumpe cual la noche,
detiene las hechuras en un punto
con ardua mansedumbre.
Derrumbará las puertas el azar
como marca del misterio en lo imprevisto.

Vuelve, siempre vuelve
esa ausencia de palabras justas
que atenta contra el ojo del Orisha
y va a endilgarnos su semilla de otredad.

Descalcés de una huella abroquelada
en la almohada mortecina
ese encallamiento en que la noche
hunde sus espuelas con frialdad.

!Qué inútil sosiego nos derrumba!
!Qué pobre lealtad nos hace ciegos
frágiles reclusos de una impronta
a la espera del anzuelo
cuyo lánguido cuello fracturado
miente y nos descubre.

El viento desviste la ocasión,
apaga la infidencia del quinqué que lucha por verter
con su lengua de lumbre un método infalible que destape la luz.
!Cómo mueren los caballos en el sueño
!Qué sacrílego incendio el que agonizas
i relinchan sus llamas con la prestidigitació n del fuego.

La luna en su vigilia como una runa impávida
ha clavado su estaca de asterisco mayor.
Con ojo sibilino amortaja el incesto
del viento y su razón
sobre el fieltro abisal en que se fraguan símbolos.

lunes, 9 de marzo de 2009

Soy un cristo salvaje en la pared-María Eugenia Caseiro

María Eugenia Caseiro, Cuba-USA

Fotografía: Willie Smith





____Soy un cristo salvaje en la pared____




Ínfimo fantoche ante el imperio de mis pies
duele la sombra a la pared.

Mis pies que caminaron el dolor
la llaga, el peso de la llaga,
crecieron como un nimbo sobre ella.

El dolor es parte de mis pies
como ellos del dolor dolor andado,
y hoy sostienen la precaria sombra
de mi cuerpo en la pared
arrastrando un cristo en estado salvaje
su destierro
el pulso cerrado a la respiración
el camino que sin mí no se detiene.

Hija de mis pies, yo soy su sombra
como la sombra es eco
de mi cristo en la pared.
31 de agosto 2004
___________
Leer más de esta poetisa, escritora y crítica, en Artepoética-Rostros y Versos y Laberinto del Torogoz

jueves, 5 de abril de 2007

Déjenme semántica inconversa_Poema de María Eugenia Caseiro



Fotografía: María Eugenia Caseiro




Déjenme semántica inconversa.


A Alejandro Drewes (Jens)


"Encima de tus heridas las ramas de los nervios se han dormido
y ahora son alas, páginas, oleaje, seres verdes."
Blanca Andreu (Cinco poemas para abdicar)


A pesar
de los páramos rodantes de las horas,
de la mariposa voraz
que afila el precipicio en que temblamos

A pesar
del sudario ceniciento de cartón
sobre el zapato muerto del oro decadente

A pesar
del insomnio y su fertilidad
donde despunta el tiempo y el reloj se apaga

A pesar
del crujir de la peste en la moneda de lo humano

Aún nos queda el verde
en su juego interminable.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Inútiles herrajes_poema de María Eugenia Caseiro




Inútiles herrajes

No sirvió hilvanar
o pegarlo en el botón
clavarle los latidos, anclarlo
zurcirlo al pizarrón
amarrarlo al cordón de la lámpara.

Tampoco el atarle
a otro cuerpo
a otro disfraz
sin lentejuelas ni alucinaciones.

De nada valió
fijarle estopa, alacenar guijarro
en el motor de la lengua
cortarle longitud a sus espejos
arrancar de cuajo la hélice de sus alfombras
quitarle las paletas y los remos
la escoba, las alas, el reloj.

Cuando la música dejó
de gotear y en el silencio
la espantada de sus ojos
fue una ráfaga
un relámpago de polvo
lo absolvió.