En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



viernes, 31 de agosto de 2007

A Oswaldo Escobar Velado_Roberto Armijo

Fotografía: Roberto Armijo, El Salvador 1937_París 1997. (Fotografía: La Prensa Gráfica)




A Oswaldo Escobar Velado



Si pudiera regresar tu voz
Si pudiera
Yo la dejaría
Aquí donde faltan tus labios
Porque siento por ti esta corona dolorosa y musical que me cubre.
Esta llagada materia de abejas y gorriones
Que educaron tus consejos
Tu palabra que vertías en los sitios silenciosos
Donde la ciudad descansaba entre el breve latido de las flores.
Cómo amabas la luz de la mañana
Esa luz que en las cafeterías se vuelve mariposa
Y navega como dormida en el humo de los cigarrillos.
Entonces tú temblabas como una enredadera
Eras un puñado de sílabas que oíamos con cariño
Y guardábamos religiosamente en el corazón.
Si pudiera traer tu voz
(Ya no tu sombra
porque tu sombra palpita en la raíz
en el vuelo de la mariposa)
Las llevaría por el mundo
Por los sitios donde se apaga la alegría del hombre.
A veces sueño hallarte a la vuelta de la tarde
O en las cafeterías
Donde te esperábamos ansiosos
Con la aromada taza de café.
Cómo hace falta tu voz hermano mío
Tu voz a veces dulce como el agua o como el mundo de las frutas,
Voz aromada y fresca.
Un día recuerdo en una aldea entre el canto de los pinos
Al escuchar tus poemas en labios de niñas campesinas
Sufrí tu ausencia
Sentí que hacías falta
Y comprendí que teníamos que recoger tu voz
Tu claro ejemplo y tu tristeza
Porque también eras triste como yo.
Por tu tristeza morías y te volvías yermo
Y en tu habitación de varón solitario
Entre la ausencia de los zapatos vacíos
De los trajes en las perchas
De las camisetas tiradas en el suelo
De los libros en los estantes silenciosos
Y de las fotografías de tu abuelo de tu negrito de sonrisa alegre
Te veía llorar
Andar como una bestia desolada y tímida.
Cómo buscabas entonces las guitarras
Y bebías caña y te embriagabas porque ya no podías sostener tu tristeza
Pero ahora has muerto
Allí están tus ojos duros apagados
Tu calavera tu semblante de ceniza.
Allí estás y pienso que yo y todos tus amigos nos hemos de morir.
Pero por ahora
Pero por ahora hermano mío
Recojo tu grito
Tu herencia musical
De enamorado amigo del mundo del niño y la naranja
De enamorado amigo del pájaro del hombre
Y de las guitarras jubilosas que pulsa la mano mágica del pueblo.
©Roberto Armijo.
Del Libro: La noche ciega al corazón que canta, El Salvador.
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martes, 28 de agosto de 2007

Perpetuada_Susana Giraudo

Fotografía: Susana Giraudo, Argentina





Perpetuada



Ella escribía versos de locura en papiros de musgo.

Escribió en el cielo caracteres con alas,
mensajes en la noche de los pájaros,
palabras nuevas desde el vacío umbroso de su valva .

Ella cantó cuando la tarde pudo deletrear su mirada
sobre su propio arpegio
copulaban ninfas y carderas .

Ella dibujó rosas para atrapar al viento
entre pétalos plenos ,
olorosos, redondos.

Sigue a su lado aún, perpetuada, sencilla

Ella mueve sus muslos tibios
al compás del pulso de su sangre, que
como el rastro de Adonis transforma en amapolas.

Ella le escribe delirios en las manos,
caricias inusuales, miel de brezo
sobre la piel hambrienta.

Ella vuelve a su canto,
a su escritura insomne.
Ella sigue e insiste
urdiendo sus milagros
(C)Susana Giraudo.
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domingo, 26 de agosto de 2007

Y mañana...florecerá el árbol y las hojas y el invierno_Mario Pleitez

Fotografía: Mario Pleitez, El Salvador





Y mañana... florecerá el árbol y las hojas y el invierno




Amigos de ayer
Presiento sus nostalgias en mi piel
Libros sin hojas en blanco convertidos en flor
Taladran mis pensamientos sin construir la metáfora.

La estrella en su tiritar
Alcanza su diestro menester
Flautas enardecidas
Ceniceros de porcelana
Fisuras de bisturí
Maja de volcanes vacíos

Huellas
Martirios
Fermentos
Lecturas
Estancos putrefactos
Calderos eferveciendo

Amantes de letrillas
Alejemos sombras furtivas
Juguemos con luces del atardecer
Me transformo en fantasma
Me lacero el pecho
Hilvano gargantas en campánulas
Pincelo cometas de papel
Polen sin cánones de tiempo
Ejércitos de sombras

He agotado las palabras para explicarme tu presencia
Verso aparecido de madrugada
Pero estas ahí
Sórdido
Inerme
Hierático
Holístico
Porque eres el heraldo
En el aniversario de los masacrados
Que gritan, gritan y gritan justicia

Nos sobran tres cuartos de dignidad
Del Prometeo que desafió a los dioses
Para demandar a los sicarios
Exiliados en el paraíso moderno,
Que promueven su dignidad de zopilotes.
©Mario Pleitez
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miércoles, 22 de agosto de 2007

Arte de negociar:balance financiero_María Inés Zaldívar

Fotografía: María Inés Zaldivar, Chile 1953







Arte de negociar: balance financiero




Se negocia con la
realidad
se negocia levemente
en carne
humana
en sangre y huesos
unos pocos más unos pocos menos,
depende.
Se transa en la Bolsa y
al mejor precio en el
Mercado de los Pecados Capitales
se compra o se vende el
más o menos
dolor
el más o menos
llanto

Se negocia con la realidad
con ganancia o con
pérdida,
depende.
Depende del cristal con que se
mire
y, claro, del
ojo

Ellos negociaron y ahí están.
Yo negocio y
ahí me ven,
gimnasia bancaria
que me estira los tendones
que me vuelve ágil entre
angustia, llanto, huesos, sangre y
otros valores del mercado

Realidad te atrapé, te
tengo controlada, dominada, financiada, casi
a no ser por una
punzada carnicera
enterrada en la
ingle derecha
que me obliga a galopar
con la silla de ruedas
incrustada en la espalda y
por este ojo de vidrio que
lagrimea
como queriendo lavar,
una a una,
todas las culpas de la humanidad
©María Inés Zaldívar, Chile, 1953
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lunes, 20 de agosto de 2007

Y yo te amaba_Lilian Jiménez

Pintura: René Magritte





Y yo te amaba



Y yo te amaba
antes que el rocío
cayera como lágrima en la tierra,
antes de que los campos
se inundaran de luz en la mañana,
antes que la materia
sacudiera el silencio
al revelar su signo.
Y yo te amaba desde siempre
y te buscaba en la espiral del tiempo:
en cada edad y en cada círculo
del porvenir incierto,
a través de la lluvia y de los mares,
a través de la sombra y del abismo,
a través de mi grito y de mi sueño.

En las calladas noches
esperaba tu barco
para que anclara un día
sobre mi corazón de fuego.
Y vencedor llegaste, desatado,
a mi sedienta isla
con esa magia que te ha dado el tacto.
¡Oh sitiador violento
de todos mis caminos!
Y vencedor llegaste perforante,
a turbar el silencio
de mi febril espera.
Y a mi viniste,
vertiginoso río,
sobre mis valles y montañas
a destrenzar los vientos
y a despertar los pájaros del sueño.
Y a mi viniste
con resplandor de estrella
hombre de musgo y de metal oscuro,
una pirámide, un templo
alzóse con tu imágen.
Fundiste entre mis aguas
tu rostro de granito.

Ahora la esperanza
como sedosa hiedra
ha subido segura por mis huesos.
Hay un incendio
de amor sobre mi pecho:
crecen las llamas de mi propia brasa.
Agitaste las pasiones
sobre el tendido valle de mi cuerpo:
vivió el calor la luz;
el vino de mi sangre derramose
en ondulante río,
crecieron las rosas del silencio
y un vendaval de ruiseñores
cantó la Primavera...

Por tu cuerpo de miel
sonríe un mundo musical,
de extraña aurora:
entretejidos sueños para el hombre
que vuelca su esperanza
en colectivos rostros.
Acaso en uno de tus puertos
quedóse un jeroglífico
quizás indescifrable...
Hay un cristal azúl sobre tu pecho
que refleja otra patria y otro siglo,
un vuelo de palomas por tus manos
y un olor a limón en tus colinas.
Eres la tierra
el rumor intacto
el agua transparente y la poesía.
Quisiera estar contigo
temblante cada noche
-gacela herida a tu costado-
donde siempre el silencio
tendiera ya sus alas.
En la callada pieza,
y se duermen los ecos y los ruidos;
cuando el gemir yacente no te puebla
y se quedan tus labios apagados
-amortajadas rosas del silencio-
tus poros brotan un sudor tranquilo
que va cayendo de tu piel oscura
como rocío de la noche inmensa:
quedando florecido
el trébol soledoso de mi cuerpo.

Hoy pudiste conducir
tu deseo hacia mis muros,
sumergirte gozoso
en los ocultos mares de mi gracia,
hombre de sed, de húmedo tacto,
descubridor de mis sentidos,
buceador en las aguas
de mis ríos lentos.
Tuyo es mi barro
con su antigua leyenda

de palpitantes sueños
y tuyo mi destino
de sinuosos cauces.

No me dejes a solas
con el roto silencio
y con la inocencia perdida.
No me dejes a solas
como temblante estatua
en luminoso fuego.
No me dejes en sonoroso
marea amurallada
en este laberinto de la vida.
Deja que mis ojos se sequen
de mirarte siempre
y mis palabras giren
llenas de júbilo
para buscar el viento.
©Lilian Jiménez
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miércoles, 15 de agosto de 2007

Donde nadie te conoce ni tiene amigos_Rolando Elías

Fotografía: Rolando Elías





Donde nadie te conoce ni tiene amigos




Te duele el corazón y estás como un extraño en la realidad

Despiertas
Y no sabes quién eres ni qué harás en la hora venidera

Es que la vida ha dado un giro de 180 grados
A tu alrededor
Llegas a casa donde pides paciencia
Y relatas la historia del último cansancio por la calle
Dices “mañana”
Y te vas a la cama con los ojos abiertos hasta el alba
Algo en ti pasa como de un mundo a otro
En lo que dura un sueño una hora de Dios
El despertar de una mañana en un país extraño
Y hostil
Donde nadie te conoce ni tienes amigos

Esto es grave te digo
Porque por encima de todo
El corazón anda dentro de ti como asustado.
©Herederos de Rolando Elías
Del libro: Esta palabra es mía. Editorial Rubén H. Dimas, El Salvador, 2006.
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martes, 14 de agosto de 2007

El caminante_Silvia Ethel Matus

Fotografía: Silvia Ethel Matus






El caminante



A mi papá Flaviano Matus
12/03/2006



Un día el caminante detiene
su peregrino ritmo
y se aleja…
de los afanes cotidianos
de los sueños
y empolvadas angustias.
los demás quedamos
con la intensidad de su vacío
de sus palabras resonantes
su figura y su mirada.

Padre y madre nuestra…
murmullos
doloridos
contristados.
velas solidarias
pasan entre manos
que se juntan.
Cristos redimiendo
los humanos errores.
Al centro el ausente
su seriedad es de otro reino,
Santa María
ruega por él
virgen bendita
ruega por nosotros…

Los olores se prenden de la tarde
panecillos, tamales y sonrisas
y el caminante se aleja
en el rito de el agua y el mirto
y nos mira
desde sus soledad desamparada,
el naranja del ocaso
irrumpe la oscuridad del día
y arropa la silueta del ausente.
©Silvia Ethel Matus
23 de Marzo 2006
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domingo, 12 de agosto de 2007

Mediodía_Vicente Rosales y Rosales

Fotografía:VIcente Rosales y Rosales






Mediodía

El día hincha sus llamas,
Buscan acribillados la sombra algunos asnos;
Y por entre las ramas
Levantan las cabezas y botan los duraznos.

Niños desherados de hambre y de sed maltrechos
Se acercan al pomar casi maduro.
Una niña harapienta muestra en parte los pechos
Y al ver que hurgo y deploro sus harapos deshechos
Se cubre con las manos el tesoro más puro.

Mi corazón se dora como un durazno. Siento
Deseos de ser árbol y darme en largos frutos
Y que me utilizaran en un ciento por ciento
Estos niños desnudos que por el desaliento
Viven entre las patas y el humor de los brutos.

El día allá en el fondo de un gran calor resuella;
Sobre un sonoro yunque desespera un martillo.
Dos niños comen tierra; la niña que es muy bella
Me ofrece desde lejos un durazno amarillo.
©Vicente Rosales y Rosales

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viernes, 10 de agosto de 2007

Salve! 15 de setembro_Erasmo Shallkytton

Fotografía: Erasmo Shalkytton(Brasil)





UM PRESENTE PARA EL SALVADOR - SALVE! 15 DE SETEMBRO



Descortina na central das Américas,
O teu largo sorriso faiscante,
Ó El Salvador!
De histórias e culturas invejáveis,
Já vai rasgar nos horizontes,
O nascimento de tua paz,
Abrilhantada no teu cósmico,
De montanhas eleváveis,
Pontificando o brio da beleza,
És tu, Ó El Salvador!
Do continente americano,
Da riqueza histórica,
Eternizada pelos teus grandes filhos,
Nas águas pacíficas de tuas praias,
Beijando o assoalho montanhês,
Esculpido pelas mãos divinas de Deus,
Voando livre em teus lagos de lírios,
Até chegar à costa do sol,
Ó REPÚBLICA EL SALVADOR!
Iluminado nos verdores,
Do parque El Impossible,
Venturas, é o teu dia,
Voam a liberdade salvadorenha,
No teu grito, lá do Izalco e Sonsonate,
Marca em tuas terras,
A cultura do primeiro homem,

Ó REPÚBLICA EL SALVADOR!
Em línguas, tradições e vida,
Da liberdade contagiante,
Já ultrapassastes os tempos,
Teu retrato é tua luta,
Tuas vitórias, é o teu povo,
De uma identidade nacional,
É na tua festa cívica tão longe,
Que nestes versos brancos,
Hei de te ofertar a tua suntuosidade,
Das palmáceas do coco babaçu,
Floresce do sulco Caxiense,
O balançar das palhas esmeraldinas,
Do entardecer nas auroras do Maranhão,
Elas vão balançar levemente,
Entre umas e outras no seu palhegal,
Batendo noutras sem cessar,
Como se as mãos fossem palhas,
Cá estivessem a ti parabenizar,
Na tua independência Nacional,

Ó REPÚBLICA EL SALVADOR!
EL SALVADOR EL SALARRUÉ!
Meu BRASIL verde e amarelo,
Também te exalta, lá de Salvador,
Senhor do Bonfim,
Receba este poema, El Salvador!
Do meu BRASIL querido,
Que neste dia quinze,
Vamos todos se alegrar,
Nas cadeias montanhosas,
Um dia, eu estarei por lá,
Escrevendo no ápice do fogo,
Daqueles caldeirões encantados,
Olhando as ondas do mar caribe,
Passeando la Tierra de los Volcanes,
Sei-o que só existe por lá,
De Caxias do Maranhão,
Segue mais rápido que a luz,
O meu e-mail pra te glorificar,
Singelas expressões nacionais,
Rogando na tua plena liberdade,
Do povo guerreiro salvadorenho,

SALVE! SALVE! 15 DE SETEMBRO
De duas faixas azuis e uma blanca,
Ó REPÚBLICA EL SALVADOR
Deste esplendor centroamérica,
Em teu solo um dia vou poetar.


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jueves, 9 de agosto de 2007

Democracia_Abel Fagundo

Fotografía: Abel Fagundo




Democracia



Hay que ver como se enluta el corazón de quien limpia las zanjas
y hay una fiesta cerebral en la despensa de los nuevos ricos.
La vida no miente, se le puede adornar con libros y estadísticas;
pero la verdad late en las esquinas
sin que la furia o la ignorancia puedan contenerla.

El paraíso es sólo una posibilidad
que necesita a todos para imponer su égida colosal,
a tiros o a mordidas se pueden sostener las utopías,
lo ideal es sostenerlas con el voto significante
de cada ser humano... A Correr,
este es un mundo que va quedando estrecho de personas.

Estrecho, Derecho, Belicoso,
un tiempo a la medida de los exterminios, de los La Vey,
con sus cruces retorcidas y el dinero fluyendo como un río
que cae en sus cascadas sobre las mismas notas del poder.
Música bárbara, la sinfónica de la muerte y el cañonazo.

Y los monarcas con su risilla caricaturesca
lista a tragarse un micrófono de chocolate.

Los colores de esos códigos de la era cybert,
el amarillo para esperar una muerte quizás,
el naranja para esperar la muerte toda, el desastre de América,
el mismo desastre que ciertos fratricidas
han ido sembrando en su nombre,
como minas de un horror que crecerá y se multiplicará
para fortuna de los fanáticos y los millonarios del holocausto..

El daño colateral de estar matando al mundo
es sólo un sacrificio para anclarse en los mares del futuro,
si quedan mares, si quedan costas, si quedan poetas
con los que hacer la hoguera de la paz occidental,
poetas que sirvan de combustible a esta revolución inversa,
en la que las águilas del mundo
van a comerse como postre nuestro cerebro cívico.
(Perteneciente al Libro Inédito, Calles al Sur)
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domingo, 5 de agosto de 2007

Elegía a la muerte de este río_José Antonio Escalona Escalona

Fotografía: José Antonio Escalona Escalona, cortesía de la poeta María Luisa Lázzaro




ELEGÍA A LA MUERTE DE ESTE RÍO



Ha muerto un río.
Este río ha muerto
--lo repito--
ha muerto.

Otro millón de muertes
a lo largo de su fértil curso
causó la muerte.

Murieron con él
—en sus dominios—
todos los colores de la dicha vegetal.

Y hasta las piedras
de su seco cauce: esqueleto mudo
de aquel cuerpo fluyente y rumoroso
dador de vida:
—venado solitario desde las cumbres,
lento tapir después
en la ardorosa tierra baja—
padre y señor de tres reinos.

Con estériles voces de ceniza
gritan los campos:


“¡Este río ha muerto de abandono!”
Lo dejaron morir
los mismos hombres que se fueron
tras las voces
—ilusorias—
de aquellas sirenas negras
salidas del fondo
de nuestro soterrado
mar de petrodólares.

Este río ha muerto
y con su muerte
mi campesino corazón se siente
–¡por segunda vez!--
huérfano de padre.

Ahora sólo habita
en sus márgenes borrosas
la soledad.
Y el viento.
Poema cortesía de María Luisa Lázzaro,

miércoles, 1 de agosto de 2007

Alguien escucha un disco de John Lennon_Domingo Faílde

Fotografía: Domingo Faílde





ALGUIEN ESCUCHA UN DISCO DE JOHN LENNON





Viene del lado inmóvil del tiempo, suena
desde una cueva oscura esa voz que nadie localiza,
flota en el aire,
se empoza en la nostalgia, como un presagio líquido,
surcando la penumbra gris del atardecer.
He aquí, en un remolino de pájaros, la música;
el vértigo indomable de la voz, y John Lennon
sueña, imagina, eleva
la construcción del grito, la precisión insomne
de la luz insaciada.
John Lennon, a lo lejos,
trepa por el crepúsculo,
y reverdece el cauce del calendario,
como si un maremoto,
recorriendo el declive de la memoria,
el velo del origen descorriera.
He aquí la perfección de la tristeza
que mide la distancia de la noche, su indescifrable código,
sus ocultos designios, en tanto
dilapida sus pétalos la duda.

No es acaso John Lennon quien cruza la avenida,
sino una sombra dulce que no borró la lluvia,
anclada a un tocadiscos que, pese a todo, suena,
mientras entre los sauces se atrinchera el otoño.
(De Náufrago de la lluvia, 1994)
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