En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



miércoles, 26 de diciembre de 2012

NO A LA UNIVERSIDAD COLONIAL


Imagen tomada de la red





NO A LA UNIVERSIDAD COLONIAL




La universidad hace profesión de verdad.
                         J. Derrida

La universidad, además de ciencia, tiene que ser la sombra furiosa de la poesía.
                  Darío de Dies

                                   

Tenemos que preguntar[nos]: ¿Por qué fracasó la universidad? ¿Por qué tuvo que fracasar?
                         M. Heidegger

In principium poesis erat.

La universidad es un choque con la “política del saber” de los que resisten. Es un choque con los neofilósofos y con los poetas neovanguardistas de la metagramatización. Estos poetas, aunque hayan publicado más de diez libros, prosiguen inéditos porque las editoriales no poseen la líbido que la poesía derrama. Estas editoriales ni riegan ni esperman. La colonia, independentista o no, los prohibe. La “profesión de verdad” ha sido falseada colonialmente. Su yanquización ha sido la forma demokrática de pervertirla. La universidad hiede y ha sido putada.

El “nuevo bachillerato” de la Universidad de Puerto Rico no ha funcionado, porque su misión ha sido falseada. En los últimos trece años la Universidad ha dejado de serse. Ese “nuevo bachillerato” se ha convertido en algo inútil y en una deformación intelectual del trasfondo de todos los estudiantes que lo padecen. La universidad se ha convertido en un mito. El problema con este “nuevo bachillerato” es que los profesores saben que es inútil y no se manifiestan en su contra. Asumen el silencio de sus comités mansa, demokrática y appumente, y se hacen cómplices de la mediocridad que dicho bachillerato genera. No son cómplices de sus clases individualmente, porque algunas clases son excelentes y otras son las que dictan los esbirros. Las cloacas de Río Piedras huelen a gasolina. La universidad de la isla del crimen produce clones.

¡La universidad ha fracasado!

Una vez más nos vemos precisados a levantar la voz contra el fracaso de los neoliberales, contra el concepto de los técnicos de la universidad postmoderna y de la universidad neocolonialista. El intento de tecnologizar la universidad anexionista o muñocistamente es mezquino y empobrecedor. Los técnicos peroran y sainetisan. Los técnicos leperonizan y son hombres que pelafustean.  La misión de la universidad ha desaparecido en la realidad de los diezmos. Periodistas, estudiantes y profesores han sido fornicados por el anhelo hipercolonial de la estadidad: ¡el ser esclavos yanquis! Los politólogos de la radio y de la televisión se han corrompido sexoralmente y se han podrido y se han prostituido en el intento fallido de alcanzar el siddha. El atma de estos ha fracasado. La universidad demokrática produce estudiantitos. La universidad es el estercolero de la demokracia y viceversa: la demokracia es el estiércol de la universidad. (Los profesores estercoleran el saber de la libertá.) La universidad es la apariencia de los burócratas del infierno.[1]

La universidad se pauperrimiza. Y los estudiantes se han convertido, después de la derrota de la huelga (2010), en la miseria de la enajenación y en los condenados de la tierra. Son los articulistas “of the new Bachelor of Arts (B.A.)” y se consumen bajo el paternalismo de los profesores. Las humanidades declinan. Y el sentido de lo orgiástico y de lo orgásmico ha culminado. La literatura se anarquiza. Lo greco-romano se abandona. Los “neopoetas” no conocen a Ovidio: La metamorfosis. No hay latín, no hay griego antiguo. No conocen a Kafka, ni a Nietzsche, ni a Cioran. (Ni a Duras, ni a Martín Adán, ni a Lima). La mayoría de los estudiantes no saben conceptualizar, no saben sinonimizar; viven en la miseria de los sinónimos que los consume y le tienen terror a los neologismos. Y este movimiento poésico de la lengua hacia sí misma les resulta extraño yanquista-y-castellanamente. Este movimiento de la fuerza política e intelectual de la poesía porno-lírica los desorienta. Ignoran totalmente la poesía (del yo poesío), desconocen la realidad (del yo realido), e ignoran el laberinto asteriónico de lo antigramatical y de la libertá.

La universidad está en crisis.

Los estudiantes tienen que enfrentarse a su propia denigración y a su propia miseria con o sin el visto bueno de los profesores de derecha y de los burócratas muñocistas. Los estudiantes tienen que enfrentarse a la universidad como mercancía técnica del capitalismo. Tienen que enfrentarse al pensamiento (a la filosofía, al arte, a la política--al aburrimiento, a la babosidad, a lo fatuo, etc.--). La universidad tiene que renunciar políticamente a su propio suicidio. La universidad tiene que quemar sus propios ataúdes. Su propio “sementerio”. Tiene que enfrentarse a los burócratas, a los costumbristas, a los cristianos, a los nihilistas de la demokracia y a las celestinas y a los bugarrones de la paz.

Esto tiene que acaecer así, porque los estudiantes son el cuerpo y el alma de dichas estructuras vacías: los salones despojados de sus profesores-dionisiacos. Los estudiantes son la reciprocidad que la colonia ha pretendido arrebatarles: los estudiantes y los profesores como síndicos. Los estudiantes como los entes que nombren su presidente y sus decanos. No sólo se puede padecer la “ley”, sino que hay que ser parte de ella, hay que forjarla. Los estudiantes tienen que enamorar a Dike. Tienen que serla. Porque las Horas son la parte esencial de los que forjaron el tiempo de Kairós. Los estudiantes son los que pueden detener el tiempo acaecido de la “Casa de Estudios” (=Jaime Benítez). La universidad se ha tornado decadente. Y ella misma, anexionizada, se ha convertido en el sarcófago de los que pelearon para que la universidad no se les escurriera entre los dedos. Pero esto ha sucedido. Kairós se ha fatigado.

Kairós se limaba las uñas.  

La universidad olía y huele a podredumbre. La universidad huele a “welfare”. Olía y continúa oliendo a plutocracia. Los estudiantes, miserablemente, piden limosnas en las esquinas y en los kioscos de una universidad apolillada que los convierte en la purulencia misma del espíritu. El saber universal se ha suspendido. Se ha sustituido por el “saber” del simulacro de lo globalización. La universidad finge que sabe. Finge que performa. Finge que arde y que arte. Finge que premia a la belleza de los “poetas” inexistentes que celebran el turismo. Su libertá de expresión ha sido sodomizada: ¡No grafites! ¡No carteles! ¡No poesíes! ¡No haikus! ¡No pienses! ¡No aforismes! ¡No fumes, ni te arrebates, ni bebas! ¡Ni hagas el amor! (¡Sólo habla en inglés cretinamente en los corredores de los exágonos de la estupidez y de la muerte muñocista ahora, anexionista mañana.)

“La política del saber” ha sido suspendida. Los exégetas han sido castrados de la lengua (del falo y del clítoris). Las hermenéuticas latinoamericanas han sido arrojadas a la basura. Los zafacones están de pláceme. Las violaciones están de moda en todos los pasillos oscuros de la universidad. El feminismo se ha cosido los labios de la cara y se ha cosido los labios de las piernas. El amor libre también ha fracasado. El crimen aumenta. El suicidio se desborda de la latas de “carne beef”. Las vitrinas se han llenado de suicidas. El siddha es el secreto de los monjes, de los poetas, de los oshos y de los suzukis. El siddha es profundamente zen.

El silencio de la universidad es espantoso.


                                                  *****


25 de diciembre del 2012
Universidad de Puerto Rico



[1] Véase la película de Jean Cocteau: Orfeo. 


martes, 25 de diciembre de 2012

JODER EN AMÉRICA

Indran Amirthanayagam





    JODER EN AMÉRICA





Al peruano no lo jodas,
al chileno tampoco,
pero entre ellos
se joden con gusto.

Al argentino
le gusta joder.
El venezolano
está jodido

por células
dañadas,
el ecuatoriano,
gentil hombre,

jode solo
los sábados
por la noche,
el panameño

al son
de la rumba,
la plana,
la bomba.

El colombiano
jode por orgullo,
con gracia,
al escuchar

al piano
de Medellin,
el nicaragüense
por unas islas

y su honor
pero con pocos
barcos de patrulla
y mucha fé

en la corte ajena,
mexicanos, si,
chingados
( jodido

en la lengua
por haber
perdido
tejas,)

brazil a salvo
por falar
portugués,
y américa,

mi querida,
que se joda
celebrando
sus derechos,

rosetas
de arcoíris
en sus brazos.
América,

dos dólares
y una nueva
barba, jódete.
Voy

para un café,
un té,
un surtido
de frutas.

América,
este poema
se escribe
en español,

la lengua
más antigua
de la nueva
España.

América,
Allen Ginsberg
se murió.
América,

no vuelvas
a  joder
al sur
de la frontera.

Indran Amirthanayagam el 24 de diciembre, 2012 

lunes, 24 de diciembre de 2012

OS HE NACIDO YO

Yván Silen





OS HE NACIDO YO
(un 25 de diciembre):



                                    
A Luis de Góngora.





Os he nacido yo equivocadamente.
Os he nacido en un taxi roto, en
un taxi oxidado, como si me hubieran
clavado una espina entre los ojos, una

espina en el orificio del glande.  Os he
Nacido Cristo de Trappo iluminado
(un 25 extraviado de diciembre). Os
ha nacido un asesino en la ciudad de San Juan.

Os he nacido semen de Pascua: ¡incandecente,
lujurioso, tierno! Os he nacido suicidado
(edificando la República contra el ser). Os

he nacido con rosas marchitas en los dedos.
Os he nacido feto un 25 de diciembre, os he
nacido con espinas…debajo de la lengua.



II
Mientras por competir con la muerte
los vellos relumbrantes de tu vulva
(un 25 terrible de diciembre),
mientras con desdén en medio de tu lengua

te miro blanca tu lluvia bella, mientras
en cada labio de tus piernas por clavarte
rosas siguen mis ojos desangrados
por mamar de tu luciente teta gongoriana:

te gozo cuello y gozo culo y te gozo ave
(un 25 terrible de diciembre): un
falo de cristal, un falo vidrio de tu orgasmo.

No sólo de carne, o violeta rota, te vienes tú, y
te deshaces rosas, en nada, en ascua,
en sombra, en agua…un 25 terrible de diciembre.


24 de diciembre del 2012
Puerto Rico
©yvansilen


jueves, 20 de diciembre de 2012

FRANCISCO CONEJERO

Francisco Conejero





FRANCISCO CONEJERO




Por Ricardo Llopesa





            En el mundo del pensamiento existen hombres iluminados por la inteligencia que entregan su vida para alcanzar la luz de una idea, que es modelo de perfección. El precio que pagan es caro, porque se sacrifican en el anonimato sin pretender la difusión, ni el homenaje. Todo esto cuesta mucho estudio y búsqueda. Ellos son los iluminados.
            Son pocos, pero los hay. Son seres solitarios, alejados del espectáculo circense de la sociedad o la universidad, dotados de un talento particular y carentes de ese egoísmo cruel que proporciona la envidia. Una sociedad así sólo es posible en la utopía. Nuestro pensamiento occidental es un pensamiento anulado por el medio y el sistema. Y estos hombres especiales suelen aislarse dentro de su propia soledad para enriquecer su espiritu.
            A pocos kilómetros de Castellón, un lugar que se caracteriza por la crueldad del mal tiempo, con vientos gélidos procedentes del norte, pero ubicado frente al Mediterráneo, tiene su casa Francisco Conejero. Vive en una finca que ha convertido en su refugio y su paraíso, en compañía de Inés, su mujer.
            A los trece años Francisco quedó marcado por las secuelas de una meningitis a la que sobrevivió. Había escapado de la muerte en una de las épocas más oscura y falta de recursos. Pero de esa muerte surgió otro hombre. Estudió, se formó y nació otro Francisco, el que ahora es iluminado y pacifista, el que critica la injusticia y lo injusto. El humanista. El que viaja y dicta conferencias y dice que somos lo que comemos.
            Su finca es producto de la imaginación de este hombre de cabeza blanca, iluminado por la experiencia y la sabiduría, para quien la vida puede ser eterna si hay alguien que se lo proponga. Su finca está llena de vida ecológica. Ha hecho que en aquella tierra áspera florezca junto a la aceituna, el mango y el aguacate, el sonzapote y la guayaba, el plátano y la fruta de la pasión, junto a hortalizas propias de Francia o Alemania.
            Para Francisco Conejero lo importante es la alimentación. Dijo Séneca que la parte más importante del cuerpo era la cabeza, lo que pensamos. Pero no puede darse cuerpo sano sin mente sana, como sostuvo Platón.
            Estas son mis conclusiones después de escuchar sus sabias palabras sobre el lenguaje universal del Esperanto y la crisis de nuestro tiempo. Y de esto sabe mucho porque fue uno de sus fundadores en años en que ni siquiera sabíamos lo que era aquello. Vive como los antiguos persas y como ellos practica la sobriedad de la religión Bahá.


miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL TRÍPTICO ESENCIAL DE LEONARDO CHACÓN CORRALES

Miguel Fajardo Korea





EL TRÍPTICO ESENCIAL DE LEONARDO 

CHACÓN CORRALES




Lic. Miguel Fajardo Korea
Universidad Nacional de Costa Rica
Premio Nacional de Educación de Costa Rica



La selección del triatleta costarricense Leonardo Chacón Corrales como  Mariscal del Festival de la Luz por parte de la Municipalidad de San José; del diario La Nación, como uno de los personajes del año y del periódico Al Día como el deportista costarricense más popular del 2012,  se convierten en un tríptico de aciertos y en homenajes meritísimos a un ciudadano de la sociedad civil, quien nos ha dado una lección de coraje nacional, para emprender la lucha cotidiana con las responsabilidades que nos confiere la vida, en aras de forjar un mejor país para todos.
Él nace en Liberia, Guanacaste, el 29 de junio de 1984. Sus padres: Rafael Chacón Arrieta y Eugenia Corrales Arce.  Sus hermanos: Rolando, Magdalena y Rafael.
La vida es un tránsito. Un viaje, una faceta.  Una realidad. Lo que uno tenga en la ruta de la convicción. Por ello, en mi trabajo docente, durante 32 años -con colegiales y universitarios-, he tenido la feliz ocasión de servir a millares de jóvenes.  En esa línea, hay nombres que se guardan con especial afecto, por cuanto marcan una diferencia sustantiva en relación con los demás.  Leonardo Chacón Corrales es uno de ellos.
            Todo el país sabe quién es Leonardo Chacón Corrales.  El mejor triatleta nacional. Uno de los deportistas que, con base en el esfuerzo, la pasión, la humildad, la perseverancia y el coraje, se encuentra  en las listas de los mejores atletas del orbe.
            Destaco algunos contextos que me permiten esbozar este  acercamiento con un ser humano de excepción, a quien hemos dado seguimiento en su trayectoria.
            (*) La residencia de sus padres, que es la suya, dista  150 metros de mi casa, en el barrio San Roque de Liberia.  Es decir, soy testigo silencioso de su enorme espíritu de preparación deportiva.  Su ritmo oscila entre cuatro y  cinco horas diarias.  Muchas veces, el inicio de su ajetreada ronda de entrenamiento, fue nuestro reloj despertador de altas madrugadas.
            A pesar de ser su vecino, Leonardo Chacón Corrales, casi siempre está fuera del país, pues debe atender la intensa agenda de compromisos e invitaciones deportivas que recibe de diversos países del mundo.
            (*) Fue alumno del Liceo Laboratorio de Liberia (1997-2001).  Durante ese lustro, pudimos aquilatar las calidades humanas, académicas y su proyección deportiva.
(* )Tuve la dicha de ser su profesor durante el bienio (2000-2001).  Una calidad humana excepcional, donde sobresalía por su altísimo rendimiento académico, paralelo con su calidad de convivencia humana. Desde ahí, pude sopesar en él, con gran ventaja, cinco valores decisivos: disciplina, pasión, humildad, coraje y perseverancia. 
Leonardo se presentó en mi casa, el 26 de diciembre del 2001, para agradecerme el apoyo en la obtención de su bachillerato. Ese día, me obsequió  el libro “Para un hombre de éxito” (Lidia María Riba, 1998: 43). Un texto de claves, ideas y secretos para forjar el camino de los líderes y ganadores. 
En el 2010, en undécimo año, en el Liceo Laboratorio de Liberia, fui profesor de su hermano menor, Rafael Chacón Corrales, quien ya destaca en el triatlón. Ese año conversamos con Leonardo,  en esporádicas ocasiones.
Por todo ello, nos emocionó mucho su participación en los Juegos Olímpicos de Londres.  El 7 de agosto vimos por televisión su desempeño deportivo en el Hyde Park. El final es conocido por todo el país.  Estaba seguro de que Leonardo Chacón Corrales no se iba a dejar vencer fácilmente.  Sabía de su perseverancia confirmada. 
El coraje de Leonardo Chacón Corrales es uno de los valores y principios que le hace falta a nuestro país.  Sé que la figura pública y deportiva de Leonardo Chacón Corrales es un paradigma de entrega y lucha; de coraje y perseverancia. De motivación para niños, jóvenes y un proyecto país que debemos construir. Todos debemos aprender su lección de honestidad deportiva y humana.
Del libro “Para un hombre de éxito” (Riba, 1998: 43) que Leonardo me obsequió  hace 11 años, selecciono tres pensamientos que él ha de haber leído y aplicado en su extenso e intenso transitar deportivo: “Ganar no lo es todo, pero querer ganar sí lo es”, Vince Lombardi; “Cada ganador lleva sus cicatrices”, Herbert Casson; “Si hemos hecho lo mejor que pudimos hacer, ya hemos triunfado”, Wynn Davis.
La presencia de Leonardo Chacón Corrales fue un momento estelar para el reconocimiento nacional a uno de sus deportistas de mayor peso paradigmático, ejemplar en su comportamiento personal, como lo es la entrega en el despliegue físico y el esfuerzo individual de su especialidad deportiva, que debe planificar con Roberto Solano, su entrenador, uno de sus  más cercanos consejeros.    ¡Albricias, Leonardo Chacón Corrales!


viernes, 14 de diciembre de 2012

LOS CUENTOS DE CÉSAR GAVELA

César Gavela





LOS CUENTOS DE CÉSAR GAVELA





Por Ricardo Llopesa




            César Gavela es todo él de los pies a la cabeza un caballero de la literatura. Por noble y por hidalgo es de León, tierra de prosa y de poesía de la buena, donde las mismas cosas encuentran palabras distintas, como en los maestros Álvaro Cunqueiro o Torrente Ballester, nombres de buena cepa, que ahora tiene a Gamoneda y a Mateo Díez como la copa de un pino o un buen vino.
            Gavela acaba de publicar su tercera colección de cuentos, "El camino y otros pasos" (Madrid, Casa de Cartón, 2012), en una edición que sin ser de lujo vine cuidadosamente cuidada hasta en sus detalles más mínimos. Toma el pretexto de tomar como tema central el famoso Camino de Santiago para configurar toda una cosmogonía de personas y personajes que reflejan principalmente el mundo de los sueños.
            Gavela tuvo el honor de recibir de manos de Vargas Llosa el premio de narrativa "Vargas Llosa". Y Vargas Llosa lo felicitó porque César Gavela es un literato que pretende escribir novelas utilizando el género literario del minimalismo, llamado "prosema" por unos y por otros, "microrrelato". En Valencia es quien mejor escribe el prosema, el género superbreve del futuro, mitad prosa, mitad poesía, al que el poeta Pablo Antonio Cuadra llamó "prosema". De esta manera, César Gavela se converte en uno de los maestros de la lengua.
            Iba para notario, para alto rango de Magistrado o gobernador, pero no quiso, prefirió la literatura y la vocación de escritor. Lo suyo es el traspiés, lo breve. Empezó con la novela, pero se ha dado cuenta que la vena de la escritura reside en el lenguaje ágil y despierto a lo breve, que es como un dardo en el pensamiento. Y así cuenta. Su prosa es como el vuelo de una mariposa. Sin serlo tiene la sensibilidad de los poetas. Quizá lo hace inspirado por su tierra llena de lírica y agrietada por el dolor.
            "El camino y otros pasos" es su propia autobiografía disfrazada de palabras. A Valencia vino a conocer el mar y se encontró con una enorme llanura de agua tan azul como el cielo de León, y se quedó. Si yo estuviese bautizado diría que escribe como los ángeles. Esto me confirma que escribe con estilo, tiene su propio tono, su propio ritmo, su propio vocabulario, que es lo difícil de alcanzar.
            El mundo del futuro, para ser futuro, tendrá que inventar su propio futuro. Tendremos que romper los esquemas viejos y caducos impuestos por la tradición. César lo ha hecho. Sólo así alcanza el escritor la libertad de elegir su propio futuro.
            El libro de César Gavela se incorpora a este desfile de ruptura literaria que tímidamente empezó su andadura el siglo pasado. Aunque él por modestia dice no ser poeta, lo es. El ritmo de las palabras, los silencios, la brevedad de la oración y la precisión, lo delatan. Su prosa está cargada de aventura verbal. El último cuento, prosema o microrrelato, como se le quiera llamar, se titula “Finesterre”, el lugar donde acaba el mundo en la temida Costa de la Muerte, frente al mar de Galicia, y dice en apenas dos líneas: “Hasta que llega el día en que la vida ya tiene todo lo que la nada tiene. Su orden de piedra, la soledad de aire” o este otro titulado “La vida”, aún más breve: “Una pareja se come a besos en la plaza del Obradoiro. Y yo paso, y soy ellos”.


jueves, 13 de diciembre de 2012

ZONA DE CABOJATE

Miguel Fajardo Korea, Costa Rica





ZONA DE CABOJATE




El viaje de puerto
en puerto fue un arduo trabajo
para desamarrar las
lejanías terrestres.
El cabotaje desafió
los litorales,
se enrumbó hacia una conquista
de espacios sociopolíticos
para transportar volúmenes
de riqueza propia
desde la pampa abierta
frente al sol de siempre.
El cabotaje de las explotaciones
incluyó las periferias,
las regiones nodales o polarizadas,
donde la homogeneidad
no se consolida.
El cabotaje
se deslizó en el Golfo de Nicoya,
en las rutas costeras
y en el Litoral Pacífico,
en una articulación económica
desde 1860…
El amplio paisaje guanacasteco
divisó botes y bongos.
Los puertecitos del Tempisque
enlazaron la red fluvial,
afirmaron la geografía humana
desde Coyolar, Humo,
Bolsón, Manzanillo,
Ballena, Bebedero o Corozal.
El cabotaje estableció
territorios periféricos.
La red del cabotaje
se asoció con el transporte
del modelo agroexportador
y pretendió expandir
las zonas de colonización
como espacios vacíos.
El cabotaje reactivó
lanchas, botes y barcos
para establecer una red
y un sistema de comercialización
de la riqueza hacia otros lares.
El epicentro del cabotaje
guanacasteco se dirigió
a Puntarenas,
entre faros y boyas,
en la mitad del agua
que se bebió el Tempisque
con parada en los muellecitos
del tiempo Guanacaste.
Virgilio Caamaño
señaló los ejes del cabotaje:
-Los costeros a la Península de Nicoya-,
con una gama de sitios sin olvido:
Ario, Bajos Negros, Barco Quebrado,
Malpaís, Bejuco, Cabo Blanco,
Cabuya, Carrillo, Estero del Barco,
Las Peladas, Potreros,
Puerto Soley o Puerto Viejo.
-Los ríos de la Península-
con nombres mágicos en el agua:
Ballena, Bebedero, Bolsón,
Colorado, Pochote, Puerto Humo,
Puerto Jesús, Puerto Thiel…
Taboga.
En las rutas de cabotaje destacaron
el Golfo de Nicoya,
la senda del Tempisque
y Vuelta Afuera.
Cuarenta y cinco puertecitos
otorgaron diversidad humana
a los flujos comerciales sin horarios.
El destino cabotaje
fue el medio de sacrificar
el oro de la Sierra de Abangares,
que se extravió en la historia
del saqueo y la entrega insolente
sin condiciones fiscales  ni tributos
a quienes lo extrajeron y saquearon.
La zona de cabotaje
movilizó la producción
de granos básicos,
ganado, madera, hule, oro,
quesos, aves o cueros.
Los itinerarios de cabotaje
no se detuvieron
frente a los recios inviernos
ni en la melancolía,
pero vieron la explotación
en llamas
del almacenaje
o el trasiego,
antes de la hora de llegada.
Decidieron lanzarse al mar
contra las mareas
encendidas del ahogo,
contra el engaño de siempre.
El cabotaje cumplió su función
entre naves y puertos,
en la bravuconada del agua ilímite
que ancló todos los esfuerzos
para entrar o salir a diversas rutas
con la guía de los faros
donde se esconde la oscuridad
en las mareas de la explotación
de los centros de influencia,
que acrecentaron
las desigualdades
intrarregionales
desde todas las hojas
del árbol de orejas
contra fronteras estrechas,
en el Guanacaste eterno
de las visitas húmedas
en esta tierra  generosa
que amarra los pies
de los viajeros.


Del poemario “El Guanacaste eterno”, Miguel Fajardo Korea, Costa Rica