En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



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domingo, 17 de junio de 2007

El Alma Nacional_Poema de Roque Dalton

Fotografía: Roque Dalton




EL Alma Nacional



Patria dispersa: caes
como una pastillita de veneno en mis horas.

¿Quién eres tú, poblada de amos,
como la perra que se rasca junto a los mismos árboles
que mea? ¿Quién soportó tus símbolos,
tus gestos de doncella con olor a caoba,
sabiéndote arrasada por la baba del crápula?
¿A quién no tiernes harto con tu diminutez?
¿A quién aún convences de tributo y vigilia?
¿Cómo te llamas, si , despedazada,
eres todo el zar agónico en los charcos?

¿Quién eres,
sino este mico armado y numerado,
pastor de llaves y odio, que me alumbra la cara?

Ya me bastas, mi bella
madre durmiente que haces heder la noche de las cárceles:
ahora me corroen los deberes del acecho
que hacen del hijo bueno un desertor,
del pavito coqueto un pobre desvelado,
del pan de Dios un asaltante hambriento.
Penitenciaria Central, octubre 1960.
(De:Taberna y Otros Lugares
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domingo, 3 de junio de 2007

Para la paz_Poema de Roque Dalton

Fotografía: Roque Dalton





Para la paz



Será cuando la luna se despida del agua
con su corriente oculta de luz inenarrable.

Nos robaremos todos los fusiles,
apresuradamente.

No hay que matar al centinela, el pobre
sólo es función de un sueño colectivo
un uniforme repleto de suspiros
recordando el arado.
Dejémosle que beba ensimismado su luna y su granito.

Bastará con la sombra lanzándonos sus párpados
para llegar al punto.

Nos robaremos todos los fusiles,
irremisiblemente.

Habrá que transportarlos con cuidado,
pero sin detenerse
y abandonarlos entre detonaciones
en las piedras del patio.

Fuera de ahí, ya sólo el viento.

Tendremos todos los fusiles
alborozadamente.
No importará la escarcha momentánea
dándose de pedradas con el sudor de nuestro sobresalto,
ni la dudosa relación de nuestro aliento
con la ancha niebla, millonaria en espacios:
caminaremos hasta los sembradíos
y enterraremos esperanzadamente
a todos los fusiles
para que una raíz de pólvora haga estallar en mariposas
sus tallos minerales
en una primavera futural y altivarepleta de palomas.
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