En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



domingo, 11 de noviembre de 2012

POEMA DE ANSELMO SEQUEIRA

Anselmo Sequeira





POEMA DE ANSELMO SEQUEIRA


           

Anselmo Sequeira nació en Masaya, Nicaragua, en el siglo XIX en 1891 y murió en la misma ciudad en 1965, a la edad de setenta y cuatro años. Es el poeta por excelencia del erotismo, el hijo de Quevedo en Nicaragua, con una gran formación académica y autodidacta que vivió por encima de su tiempo. Incomprendido, insultado y apedreado fue objeto de burlas porque vivió en soledad y al margen de la propia sociedad con ideas suyas que aplicó a su propia vida. No fue un libertino pero cantó en sus poemas el sexo y la lujuria, y por esta razón el sector ligado a la iglesia trató de separarlo del resto de la sociedad.
            Su ejemplo como poeta es único es un país de poetas donde todos siguen las ideas impuestas por la tradición. Su obra ha permanecido y sigue inédita, debido a principios morales que todavía siguen latentes en una sociedad marcada por el respeto al pasado y los principios rígidos de la moral cristiana.
            Formó para del grupo de poetas seleccionados para la primera antología que se editó en España: “Parnaso Nicaragüense” Antología completa de sus mejores poetas, compilada por Alberto Ortiz y publicada en Barcelona por la célebre Casa Editorial Maucci, en 1912, pp. 126-135. Posteriormente, apareció en otra antología publicada en Santiago de Chile, “Nicaragua Lírica“. Antología de poetas nicaragüenses, recopilado por el presbítero Augusto Oviedo Reyes y publicada por otra casa también célebre, la Editorial Nascimiento en 1937. Había dirigido en su juventud la revista Castalia (1916-18), pero la inflexibilidad de los hombres que dirigían la cultura lo llevó a abandonar la fe en ellos y se retiró a la soledad.
            Como Homenaje a su amistad y recuerdo doy a conocer este poema que me regaló hace varios años el poeta y jurista Raúl Sánchez Aráuz y ahora se publica gracias a la amabilidad de un salvadoreño de dimensión centroamericana, André Cruchaga, que le dará la difusión que él poeta habría deseado en su tierra.

RICARDO LLOPESA




VERSO DE SORTILEGIO
Abecedario de Amor
y una Deprecación


                        A Sensación Solares.
                        En el mundo.


El verso A se abrió en explosión rosa
y zarpó rumbo hacia tu cabellera,
semejante a una barca deliciosa
que te trae una carga perfumera.

El verso B es hombrón entre bombones,
dulzor Standard que realmente encanta,
y que por endulzar tus gustaciones
se está cruzando ya por tu garganta.

El verso C florece igual que un loto,
un loto grande, azul, de gracia pura,
loto a quien nadie excusaría el voto
para que sea eterna tu ventura.

El verso D tremola sus banderas,
sus banderas de sol y de alegría
para hacer el oregón de tus maneras,
de reina que hace que se encianda el día.

El verso E encabrítase encantado
como un feliz corcel que suspirara,
por ir cargando, desequilibrado,
en sus lomos tu ideal belleza rara.


El verso F es frasco de frescores,
un ramaje que tiembla estremecido
de abanicar y que derrama flores
en tu pecho elegante y repulido.

El verso G es de gemas un escriño
cristalizado, al parecer, de estrellas,
que se te prenden con lilial cariño
cual un racimo de mentiras bellas.

El verso H como harmonio suena
de nítidas cadencias musicales,
que elogia la dulzura de azucena
de tus frágiles formas imperiales.

El verso I tal el imán atrae
hacia sí todo prodigiosamente,
pero a ti, rendido, se retrae
y besa los rosales de tu frente.

El verso J era un jarrón florido
que por las artes mágicas de embrujo
se trocó en un violín cuyo sonido
dice muy quedo que es de amor tu influjo.

El verso K no es kiosco pintoresco
de un parque de ilusión selecto ornato,
sino un sueño mil y una nochesco
que preconiza tu gentil recato.

El verso L no es de luna un lampo
que intercambia palabras con la fronda,
pero es lirio que embriaga todo el campo
y cuyo aroma sin cesar te ronda.

El verso LL se hizo lluvia de oro
que nació de un crepúsculo inefable
que derramó a los pies de tu tesoro
su canción de un color inencontrable.

El verso M es tierna mañanita
ebria de pájaros y de fragancias,
y en que un áureo liróforo recita
para ti sus recónditas sustancias.

Nenúfar claro que se balancea
en un estanque de aguas asedadas,
el verso Ñ, oh palpitante dea,
te enamora con frases increadas.

Ñambar faral de corazón de acero
que del tiempo los látigos resiste,
el verso Ñ es fuerte caballero
que en ofrecerte pleitesía insiste.

Oh! Verso O, la ola alegre y loca
que los inmensos litorales baña,
y que lame con manso afán la roca
de tus frialdades de beldad extraña.

Prodigando fanfarrias, orgullo y mando,
y entre ritmos y entre emociones,
yérguese el verso P, preconizando
tus percusiones y repercusiones.

Q de querer, Q de inquirir, el verso
Q es un reto de sangre a los abismos,
mudo de asombro ante el abismo terso
de tus maravillosos espejismos.

R de Rusia, R de rezo, R en la renga
reina, en reir, en razonar, en risa,
y es red el verso R que sostenga
por siempre tu claror de pitonisa.

Sobre el sendero de su loco foco
de extravagancias en que amor se pesca,
verso R doble es el terror de un loco,
loco por tu sonrisa gigantesca.

S de sierpe, de sabiduría,
el verso S desarrolla su alma
tal una serpentina de alegría
que en rodear tu primor halla su palma.

Y de taquigrafía que se mueve
captando ideas enderezadoras,
el verso T se inflama y se conmueve
frente a tus manos maravilladotas.

Usina de productos delicados,
álzase el verso U, loco de pitos,
para dar sus encantos ponderados
a tus tremendas portes exquisitas.

Varita y virtud que echa luceros,
el verso V te arroja resplandores
porque eres la fantástica, sin peros,
luz de las luces y flor de las flores.

Lánguida, desmayada porcelana,
walkiria que se inclina hasta la muerte,
el verso W es la wertheriana
pistola en la tragedia de quererte.

Desesperadamente, en infinita
ansia de trastornados y opresores,
el verso Y es el que ya que ya te grita,
dame ya los Ofires de tus besos.

En romance que sangra y vieja y mustia
historias de aflicción reconstruyéndote,
el verso X es la larga angustia
de un xilófono o llanto conmoviéndote.

Y toda palidez y faz enjuta,
oye que pasa el más potente encanto,
el verso Z es la zozobra bruta
en que me creo, de adorarte tanto.


DEPRECACIÓN

Cuando de las entrañas de la noche,
haciendo de dolor lento derroche,
fluya algo que indagar siempre escatimas,
piensa que se arrodilla, silenciario
y temblón, ante ti este Abedecedario
de Amor, y te encarece: Ah, no me oprimas.


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