Fotografía: Ricardo Llopesa
POEMA PARA PILAR
Autor Ricardo Llopesa
A Pilar Sánchez,
un 12 de octubre.
Ella tenía entonces el marfil de los dientes
esculpidos
por la plata
y su cabello
negro escondía, como Diana,
la sombra de
un rostro macerado por la divinidad.
Era bella
como una reina erguida
en aquel
recinto opaco que olía a formol.
Sí, en
realidad, es bella,
su rostro,
su frente, sus labios,
sus manos
infinitamente
encantadoras.
De sus ojos
escapaban las brasas de Saturno
y quemaron
los míos. ¿Cómo no recordarla?
Cuando la veo
mis ojos no
se cansan de mirarla
ni mis
impulsos de perseguirla.
Una y otra
vez.
Hoy he vuelto a verla
más bella y
más divina,
parecía una
niña risueña
y mi corazón
no cesa
de pensar en
ella,
con ella he
de vivir
abrazado a
su espíritu.
Han dado las dos
y aún
pienso.
Me pregunto,
cuándo volverá.
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