Pepe Mas por gabriel Alonso
PEPE MAS
Por Ricardo Llopesa
Pepe Mas, esa voz cálida como las notas del piano que siempre tocó con manos de artista o los versos sensibles escritos para deslumbrar con su luz, ha muerto. Y lo ha hecho en la plenitud de su vida, cuando más esperábamos de él, él que lo había dado todo con alma de poeta y corazón de trovador. Así fue su vida, fugaz como el meteorito que cruza el cielo y deja la estela en su trayecto.
De Pepe nos quedan muchas cosas que son obras. La sombra que padeció en forma de ceguera le dio muchas alegrías. Tuvo una mujer, que fue farol y guía, Teresa Mateu, escritora, afortunada porque en Madrid dio con Pepe cuando ambos estudiaban en la Universidad y tuvieron la suerte de tener como profesor a Dámaso Alonso, el poeta y gran maestro de la literatura española. De él aprendieron la sabiduría de la paciencia y la precisión de estilo. Pepe fue el primer profesor de España que asumió su cargo siendo ciego, porque en España los ciegos tenían prohibido ser profesores. Fue poeta ciego como Borges y su palabra brotó de su pensamiento con raza de gran lírica. Nos quedan sus libros, porque los libros son la vida después de la muerte.
Doctor en Filología Románica por la Universidad Complutense de Madrid, Pepe Mas (1939-2012) fue Catedrático de Lengua y Literatura españolas, y su vida la dedicó a la enseñanza. A raíz de esta experiencia nació en él la vocación de crítico literario, músico, poeta, amante del arte, el teatro, antólogo y autor de varios libros destinados a la enseñanza secundaria. Toda esta labor habría sido imposible sin Teresa Mateu. No fue espejo sino realidad, tampoco guía sino maestra. Teresa fue la otra cara de Pepe o Pepe la otra cara de Teresa.
Trabajaron para Cátedra, una de las editoriales españolas de mayor prestigio en el mundo hispánico. Juntos publicaron varios volúmenes del novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez, en ediciones críticas y anotadas. Dirigieron, también, la colección "Cátedra Base", cuyo fondo edita las obras maestras de los clásicos españoles.
La aportación de esta pareja, unida por el amor y la literatura, es un dato curioso a tener en cuenta en la vida literaria.
Pepe Mas empezó a publicar sus libros de poesía en 2002. Es, por tanto, un poeta tardío difícil de encasillar en una u otra generación estética de poetas. No siguió modas ni escuelas, fue él y escribió una poesía personal, que fue a la búsqueda de su propia verdad, entre la palabra y la música. Pues, no hay más verdad que aquella que reside en el alma. Cerró el círculo de sus publicaciones en 2012, con un libro bellísimo, titulado "La Ondina y el ciego príncipe", editado por Renacimiento, donde apareció el primero. Así se cierran diez años de constante hacer poético. El que fue su último libro recrea una historia de amor, posiblemente la suya, recurriendo a la técnica del teatro, mediante diálogos, entre Ondina, la bella del mar y el príncipe ciego.
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