Yván Silén
Yván Silén:
EL ÚLTIMO MANIFIESTO
La poesía es una cisne en el orificio del falo. . . Y Dios sufre la semejanza del hombre . . . Hoy nadie podrá sustituirme.
Darío de Dies
[Y] la letra se escribe con la mano babosa.
Martín Adán
El éxtasis no explica nada.
George Bataille
Hoy estamos rompiendo la censura y cualquier tipo de boicot demokrático-fascista contra la literatura. Hoy marchamos y cantamos metagramaticalmente contra cualquier tipo de moral. Hoy metaonirizamos el terror de los sueños y el gozo de ser el inconsciente. Hoy volvemos a romper todos los partidos, todas las iglesias y todas las madres-anexionistas y statusquosistas. Hoy difiero para que puedan diferir conmigo y contra mí toda la muerte. Hoy boicoteamos a los necrofílicos, a los pietistas y a los catequistas. Hoy mastico palabras y navajas. Hoy navego los espejos. Hoy, pese al escándalo d’estar vivo, al escándalo del Existenciario, somos el espía de Jesús (el voyerista de Dios: me hologramas, me plagias el canto de mi ser contra tu nada) y hurgamos la literatura de las meretrices y de las pelanduscas de las universidades demokráticas (que venden el pus, que venden la fama, que venden el sida, que venden el semen, que venden los adjetivos y venden los clítoris de Venus, d’Helena, de Magda, d’Eva y de las madres que cuelgan desarmadas de los portones de la calle Fortaleza). Pero leo más que tú y escribo más que tú y soy más que tú. Zeno, y no podrás alcanzarme en el viaje de la muerte. Lo que se pudre en ti es mi holograma (mis fotos, mis palabras). Robar las palabras es como robar el dinero de los niños. Robarte las palabras es como cortar la lengua del poeta. Querer la “fama” es querer la explotación capitalista. ¡Niégate, pues, y te cubrirán las palabras! ¡Olvídate y te cantarán las musas! ¡Muérete y serás eterno! ¡Desapréndete, desescríbete, desríete, despoesíate!
¡Los plagiarios…deberían ser asesinados![1]
¡Sólo soy zen! (Mi sombrero de copa, llamándome —1970—a gritos, es el sombrero del zen. El sombrero de copa del zen me iluminó intermitentemente por muchos días.) El poeta era y es (anduve) el cisne lila del Hudson. No hacía nada: ¡escribía poesía2! ¡Sólo la libertá2! ¡Sólo lo esquizo2! La rosa es la basura del mundo. El poeta no puede concebirse. El poeta es la nada de Dios. Estoy totalmente desnudo. Sólo me cubre la poesía. Soy el “Exhibicionista” de Dios. Soy el que ha de matar siete veces a su enemigo. La razón ha caído. (La locura de la razón y la razón de la locura han caído.) ¡Sólo hay, sólo queda, sólo habita el inconsciente! La realidad ha caído en Iraq. Cada tres minutos muere un niño de hambre. Cada tres minutos un poeta colaboracionista, un aëda-deicida, un copero, habla de la mierda. Dios es el Señor de los ruiseñores (del estiércol de los caballos amarillos) y del universo que avanza sobre nosotros. Dios se masturba en las esquinas de los espejos extraviados. La realidad es total como la ficción: ¡El sida ha muerto! Los autohomofóbicos y los independentistas están pidiendo mi cabeza. La ficción no significa nada. La nada no significa la ficción. (El bicho simboliza al falo.) ¡Minotauro! ¡Sólo roso, sólo espino, sólo escribo!
Las rosas son los falos del zen. Estrello.
Dios se ha arrojado en paracaídas (Ícaro, Acteón, Altazor) esta semana. Dios trabaja. Estoy desapareciendo en Samadhi. Estoy en el último paso del suicidio (con mi falo-rosa dentro de tu vulva-azul). Dios es anaranjado, brutal, esquizo como una estrella rota. Dios es el espanto de las cosas. Caíno contra ti abelmente. Sólo soy el zen que pasa del tiempo curvo a la eternidad de las rosas. (Estoy estudiando el tiempo oscuro de morir.) La luz no puede alcanzarse en los instantes. Es nochemente. Es diosmente. La luz es angosta y estoy entre Satori y Samadhi. EL zen me serestá llamando a las puertas. Soy la puerta, y nadie abrirá mi puerta abierta. ¡Soy inmoral! ¡Soy precario! ¡Soy bello! Mi corazón es una lata de carne-beef poblada de gusanos.[2] Dios es amarillo, el infierno es amarillo, la muerte es amarilla. Girasolo como si estuviera acompañado. Sólo soy zen como un sombrero de copa. ¡El poeta es! ¡El poeta acontece!
Hoy estamos quebrando todos los manifiestos del mundo y de las vanguardias. Hoy neovanguardizamos. ¡Hoy somos los espías de la poesía! ¡Hoy somos los espías del zen! ¡Porque el ser no es una filosofía! ¡Dios no es una filosofía! (Dios está alcanzando su pubertad.) Así habló Zaratustra no es una filosofía, sino la no-mente de Nietzsche. Cioran y Bataille no son una filosofía. ¡El poeta no es una filosofía! ¡La escritura no es una filosofía! ¡El orgasmo no es una filosofía! ¡La muerte del universo no es una filosofía, sino una forma de ser! ¡La poesía es el desgarramiento total (como si fuera un falo erecto antes las navajas)! La poesía es un descojonamiento. Dios es un descojonamiento. Las rosas, la lluvia, las orquídeas y la belleza misma son un descojonamiento. ¡Troya ha caído! ¡Jericó ha caído! ¡La demokracia ha caído! ¡Ovidio está publicando Metamorfosis! ¡Kafka está publicando La metamorfosis! ¡Yván Silén está publicando Kafka o el sentido de las navajas!
Yo poesío, tú poesías, él poesía… El budismo no es una filosofía. D. T. Suzuki no es una filosofía. ¡Cristo no es una filosofía! ¡Realidamos! Inventemos el lenguaje radical que somos: yo orgasmo, tú orgasmas, ella orgasma. ¡Sólo el serzen! (¡Sólo el soyzen!) ¡Sólo el zenser! (¡Sólo el zensoy!) Hoy la metagramaticalidad[3] avanza. Hoy derrotaremos rabiosamente la censura.[4]
20 de octubre del 2012
Puerto Rico
[1] Antonio de Herrera es la rata que plagió al Inca Garcilaso de la Vega.
[2] Véase la tercera edición de Los poemas de Filí-Melé (1976, 1984, 2008).
[3] Recuérdese la actividad del 15 de marzo del 2012: Los metagramaticales.
[4] Véase El maricón o los señores de la noche (2012) en el Index librorum Prohibitorum de los “autohomofóbicos”, de los “libreros” y de los “editores colaboracionistas”. Véase también Las novias de la aurora (2012).
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