Juan Francisco González-Díaz, Cuba-Canarias
El caballo de San Jorge
Por las calles andan los inmortales.
El caballo de San Jorge pasta frente a la casa,
mientras comemos las alcachofas del jardín
condimentadas con el verdor de la impaciencia.
Todo es demasiado perfecto,
faltan los encendedores de la luz
y en el río no revienta
ni un milímetro de agua.
Juan Francisco González-Díaz
Del libro inédito “De un período muy especial”
Los frijoles y el polvo.
Por encima del antifaz
llevan las máscaras,
idénticas a sus rostros.
Olor a polvo viejo exhalan.
De soslayo,
evitan las miradas y aceptan
que el mundo sea los frijoles.
Los frijoles y el polvo.
Por entre los dedos,
en los zapatos,
el polvo corre.
Las liebres emigran hasta en cajas de cartón.
Devorados por las noches
los gatos
han dejado de maullar sobre los techos.
El amor cuando se hace es en silencio.
Hablan de marcas en las cartas,
de que los tahúres no existen
y prohibido está el hacer trampas.
Juan Francisco González-Díaz
Del libro inédito “De un período muy especial”
Nuevo oficio.
De otro mundo
no vienen
panes y peces.
¡Que nunca sepan de esas manos!
Los basureros reciclables
protestan,
rugen,
verdes de iras.
Los tribunos
pavonean de hombreras.
Trasladan los ripios de los trapos
al cándido prójimo: gozoso.
Bajo las troneras de los portales,
mostradores de por medio,
organizan a la bulliciosa plebe.
Luzbel
estrena
nuevo oficio.
Juan Francisco González-Díaz
Del libro inédito “De un período muy especial”
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