Pedro Péglez González, Cuba
El 11 de julio —día en que también, por cierto, cumple años nuestro hermano José Antonio Vilaseca—, entre varios saludos cariñosos que nunca agradeceré lo suficiente, recibí como regalo este simpático diálogo poético ente tres cubanos. Uno radicado en México, otro residente en Miami, EEUU, y otro que vive en Alamar, en La Habana. No pensé divulgarlo, por ser asunto tan personal, pero al leerlo a varios hermanos se rieron tanto que me entusiasmaron con la idea de darlo a conocer en nuestro sitio. Y aquí va, no sin disculparme por darle publicidad a tal demostración de afecto, acaso desmedida, a mi persona.
¡Está de fiesta Alamar!
¡Alamar está de fiesta!
Péglez, si quieres mi orquesta
yo te la puedo mandar.
Verso y música en tu hogar
perfumarán el pistilo.
Genial corrector de estilo
llegaste a SESENTA Y SIETE,
¡turbia edad para un machete
que va quedando sin filo!
Cuba / México.
Yo a Péglez nunca le creo
esa edad que Ramón cuenta,
porque cuando se presenta
a un hombre más joven veo.
Me podrán decir que es feo,
como una Venus sin Milo,
pero él se siente tranquilo
y no lo perturba el brete;
¡aun contando ciento siete
Péglez no perderá el filo!
Cuba / EUA.
En honor a la verdad
y en defensa del amigo,
Mongo, yo he sido testigo
de otra viril realidad.
Péglez no oculta la edad,
ya tiene 67.
Este gigante arremete
con fuerza cada peldaño.
Podrá faltarle tamaño,
pero le sobra machete.
Modesto Caballero
y en defensa del amigo,
Mongo, yo he sido testigo
de otra viril realidad.
Péglez no oculta la edad,
ya tiene 67.
Este gigante arremete
con fuerza cada peldaño.
Podrá faltarle tamaño,
pero le sobra machete.
Modesto Caballero
Alamar, La Habana , Cuba.
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