Segundo Antares, Chile
Retrato de mis zapatos
Mis zapatos no son grandes ni chicos;
caminan esquivando las líneas de la vereda;
son algo infantiles en su andar;
me llevan donde ellos quieren llevarme,
sin mucha premura,
pero no por ello lentamente;
dan pisadas firmes y seguras en el suelo
y chapotean inseguros en el agua;
están gastados y cansados por el uso,
pero no por eso demuestran menos vigor al correr;
son una prolongación de mi pensamiento
y son compañía y abrigo de mis pies vírgenes;
están muy sucios en la suela
y brillan en las puntas
como un auto recién lavado;
caminan conmigo desde que me los puse
y morirán cuando me los saque.
Retrato de mis zapatos
Mis zapatos no son grandes ni chicos;
caminan esquivando las líneas de la vereda;
son algo infantiles en su andar;
me llevan donde ellos quieren llevarme,
sin mucha premura,
pero no por ello lentamente;
dan pisadas firmes y seguras en el suelo
y chapotean inseguros en el agua;
están gastados y cansados por el uso,
pero no por eso demuestran menos vigor al correr;
son una prolongación de mi pensamiento
y son compañía y abrigo de mis pies vírgenes;
están muy sucios en la suela
y brillan en las puntas
como un auto recién lavado;
caminan conmigo desde que me los puse
y morirán cuando me los saque.
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