En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



miércoles, 4 de octubre de 2017

DESPLAZAMIENTOS CENTRÍFUGOS EN MUDANZA DE MAINOR GONZÁLEZ

Miguel Fajardo Korea





ARTÍCULO



DESPLAZAMIENTOS CENTRÍFUGOS
EN MUDANZA DE MAINOR GONZÁLEZ


Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural
minalusa-dra56@hotmail.com  



       
                (Moravia/Guanacaste, Costa Rica). Mainor González Calvo (San José, 1974) ha publicado nueve libros: ocho de poesía y una novela, a saber: Calvarios y catarsis (1977); La sombra inconclusa (1998); Poemas para desmentir y especular (2001), Prosas antropófagas (2005); Esbozos de un citadino cualquiera (2008); El desaire del agraviado (2011), Fijaciones (2014); Las aventuras del Oso mañoso (2015) y Mudanza (2017).
         Trabaja como Académico en la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica, desde 1999. Su tesis de Maestría, en Literatura Latinoamericana, se denomina: "El Emperador Tertuliano y la Legión de los Superlimpios: novela plurilingüista y desestabilizadora del discurso oficial de la identidad costarricense de finales del siglo XX". Ha participado en recitales, congresos y simposios de literatura, tanto en el país como en el extranjero. 
         Ha editado su poesía en revistas nacionales y del exterior. Desde la Universidad de Costa Rica, junto con el colega Sebastián Arce Oses, se ha convertido en un gran promotor de la cultura literaria en este polo interior de la cultura costarricense.
         Últimamente, coordina las actividades anuales del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica.  Dirige el Taller de las Seis, y participa con el Centro Literario de Guanacaste, fundado el 20 de marzo de 1974.
         Aduce  Mainor Calvo: “La poesía para mí significó un rescate, una razón de seguir mermando en este mundo inacabado. Sin ella, no habría hecho lo que llevé a cabo: ese buscar un significado en mi existencia. Por dicha la encontré. Sin ella, hubiera terminado siendo un músico frustrado o un profesor de secundaria con mal humor perenne”.
         El poemario de Mainor González Calvo. MUDANZAS (San José: Nuevas Perspectivas, 2017: 62), contó  con el respaldo de la Coordinación de Investigación de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica. Su consejo editorial lo integran la ML. Neldys Ramírez Vásquez, el Dr. Édgar Solano Muñoz y el M.Sc. Ronny Ruiz Navarrete.  La revisión de pruebas estuvo a cargo de la Licda. Margarita Alfaro y el autor. El diseño de la carátula es un bello aporte de la académica y pintora Norma Varela Marín.
(*)     Con epígrafes de Eliseo Diego, Amparo Osorio, Ian Rodríguez  y Héctor Hernández Montecinos, el libro está compuesto por 51 poemas, cuyos títulos son literales.
         Fernando Savater afirma que “todos somos a la vez el forastero recibido en casa ajena y el anfitrión que le aloja y debe preocuparse por su bienestar En ese sentido, el poemario de González Calvo refleja el contexto de la migración interna, que ha debido enfrentar desde hace casi dos décadas.
         En “La Odisea”, de Homero, abundan expresiones puntuales,  en relación con el tema de los seres humanos que emigran, no importa la  circunstancia que haya generado dicha condición de desplazamiento, sea de carácter interno o de índole externa.
         Mainor González Calvo se trasladó a Guanacaste, por motivos laborales. En relación con su trabajo en la docencia expresa que: “Es una bella oportunidad que se tiene, como aficionado a la literatura, de desperdigar semillas de instantes, instantes de belleza que uno acumula tras haber leído algo de literatura. Creo incitar en las nuevas generaciones esa búsqueda de libertad, de crítica y de humanismo que solo el arte, y los cursos de Estudios Generales, pueden brindar”.
         Asimismo, hace ver: “No podría entender la universidad sin las Humanidades, sin Repertorios, sin Seminarios de Realidad Nacional, sin cursos de arte ni deportivos. Sería una fábrica de autómatas, no de seres humanos preocupados por su entorno y sus acciones”.
         Desde hace casi cuatro lustros, debió planear su mudanza, del espacio urbano capitalino, a un polo interior del país. Este sustantivo  registra 34 sinónimos, entre ellos: intercambio, permuta, mutación, desplazamiento, traslado. Por naturaleza, el factor humanidad es una especie  migrante. El fenómeno migratorio es, hoy, uno de los temas más dolorosos en nuestro planeta.
         El libro presenta cuatro núcleos temáticos: nostalgia y comprensión; extrañamientos y diferencias; asimilación del cambio; revelaciones e ironías.  Asimismo, inicia con el texto que da título al poemario, con un enunciado declarativo “He empacado mis pertenencias/ para enfrentarme por fin a la novedad (…)/ y me preparo para la aventura/ en otra geografía”. 
         El desplazamiento desde San José hasta Liberia signa un movimiento centrípeto, toda vez que el desplazamiento es desde la capital del país hasta la capital de la provincia de Guanacaste. El hablante no tiene dudas de que debe enfrentar la vida en otra parte de la geografía nacional, por lo tanto, es la suya, una migración interna: desde la capital nacional hasta uno de los polos interiores de la geografía costarricense.
         En criterio de González Calvo: “Tres valores de la identidad guanacasteca son los siguientes: mestizaje (de muchas culturas, no solo la española y la indígena), naturaleza apasionante y rescate de tradiciones. Esos son pilares que sustentan el Guanacaste de hoy en día”.
         Una vez hecha la mudanza geográfica, el hablante vuelca su proyección al cronotopo de la casa “refugio/ contra los tormentos más feroces/ y los terremotos inadecuados que provoca la existencia/ Isla/ en donde solo pueden llegar/ los felices de sentimiento”.
         En el aquí y ahora, la casa es morada, fortaleza, encierro, caverna. “En esta casa/todos los días se rompe algo o algo se estropea de pronto/ quizá como un aviso de que la vida no será más fácil a partir de ahora”.
         En su intenso estadio de soledad, el yo lírico expresa dudas y temores alrededor de la casa de 100 m2. “dispuestos para el futuro/ a veces me asustan sus muros/ y sus rincones liberan mis fantasmas”. Al final, concluye que la casa es una morada-fortaleza “donde se respire el candor de la alegría/ y se sienta el armazón de la seguridad”.
         Una vez instalado en su nuevo espacio geográfico, el hablante visita su terruño natal “en donde retozan mi familia mis recuerdos mis amistades”. Una vez realizada dicha visita, es importante la conversión que se opera, en la dinámica centrífuga, de la capital nacional a la capital provincial-, pues ya el hablante habla de “Regreso a casa”, es decir, a su nueva casa, “donde debo continuar  machacando la vida/ a pesar de la añoranza y el cielo que se derrite por encima de mi sombra”.
         En su nueva fijeza territorial, el hablante extraña sus amistades, pues “aquí nadie me conoce ni yo los conozco”. Extraña los lugares que frecuentaba, pero decide seguir adelante.
         Entre las particularidades de la nueva territorialidad, establece un esquema recolectivo en relación con numerosas situaciones: el calor sofocante, los fuertes vientos, los intensos polvazales, las provocaciones de un Doberman, los perros callejeros, la música ranchera, que se escucha, irónicamente, en una provincia con un enorme y vernáculo registro musical, entre otros.
         Llama la atención el contenido del poema “Hábito adquirido”, donde el hablante lírico sostiene que “Le estoy tomando gusto/ a la visita inevitable a los supermercados”.  Todo el texto es un fresco poético, donde se describe “quién lo iba a decir/ que me ha terminado por gustar/ esta práctica ineludible de asistir a los supermercados”, cada quincena.
         El carácter de ver, mirar e incorporar los elementos de la naturaleza, en el contexto de su nuevo territorio es muy interesante. Existe una poetización sobre diversas especies animales, a saber: sapos, alacranes, zompopos, hormigas, gusanos, moscas, iguanas, grillos, zanates, perros, pericos, zopilotes, congos, perdices, reses, luciérnagas, pájaros y murciélagos.
         El hablante muestra sus fobias o perplejidades ante algunos de estos animales, y sus poetizaciones resultan muy interesantes desde lo interior, por ejemplo: “He construido una muralla de líquido/ contra los insectos que buscan usurpar mi vivienda”. Respecto de las hormigas: “termino soñando que deambulo en sus mansiones/y despierto a cada momento/ imaginando sus patas encima de mi inconsciencia”. Sobre las moscas expresa “se filtran con descaro en la hora del almuerzo/ y los miembros de la familia/ deben cuidar con sigilo sus guarniciones”.
         El hablante, una vez asimilada su nueva condición de migrante interior, es crítico contra situaciones de su nuevo estadio  territorial. Ahora ya es un nuevo miembro de este polo interior de cultura. Es su compromiso social, entonces, procurar su mejoramiento holístico.
         A lo largo de su poemario, el hablante va dejando, paulatinamente,  el tono inicial de los recuerdos selectivos de su lugar natal. En “Proclama a los cuatro vientos” se da una especie de poética de la actitud “Uno debe ser diferente/ impenetrable como una roca/invulnerable como el acero/uno debe ser indestructible (…) uno debe convertirse en escudo/ en coraza de virtudes y de sueños/ en lucha por conseguir la habilidad/ de nunca rendirse ante la niebla de la incertidumbre” (el destacado es mío).
         Los temores, miedos, e incertidumbres iniciales de su mudanza, han sufrido una metamorfosis.  El poema precitado es una toma de concienciación de que se puede alzar los brazos, alcanzar el empeño “con solo un corazón rebosante de caminos”.
         Es decir, la mudanza interior se completó.  Hay una asimilación de la nueva condición de su territorialidad.  Lo diferente y la diferencia de sus búsquedas. La metamorfosis es evidente: La mudanza se convirtió en un nuevo camino, sin embargo, el hablante habla de caminos,  como una manera de vislumbrar, alguna otra mudanza, porque la vida misma es un viaje de encuentros y desencuentros; de entradas y salidas; de altos y bajos; de campo y ciudad...
         Ante la consulta de recomendar cinco libros, he aquí su listado: "Prosas profanas", de Rubén Darío; "La insurrección solitaria", de Carlos Martínez Rivas; "Chistes para desorientar a la poesía", de Nicanor Parra; "Espantapájaros", de Oliverio Girondo e "Historias Polaroid", de Luis Chaves”.
         En su autorretrato, el poeta de “Mudanza”, sostiene: “Mainor González Calvo es un costarricense, profesor, que le da un sentido a su vida garabateando desánimos en la existencia. Un poeta de convicción pero, además, docente para subsistir”.
         Concluyo con una cita del Canto II de “La Odisea”, de Homero: “¿Por qué quieres marcharte de aquí, recorrer largas tierras, siendo querido en tu casa?
         Mainor: en tu nueva Casa Guanacaste, Costa Rica, se te reconoce y admira por tu trabajo académico, comprometido con los jóvenes universitarios, a quienes debés encenderles la pasión por la palabra, que, en sí, es una mudanza, antes de la muerte, cuando se cierre el ciclo de la vida, porque, como dijo el  poeta argentino Rubén Vela (1928) “La poesía es el futuro de la muerte”…

         El poemario se presentó en la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica, el 30-8-17, y en el Museo de Guanacaste, el  6-9-17, en el cierre de la XXXI Semana Cultural de Liberia. El grupo  Teatro de la Agonía, representó tres de sus  textos: Mudanza, Primer día y La Negrita.


Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costas Rica
minalusa-dra56@hotmail.com

No hay comentarios: