Miguel Fajardo Korea
articulo
JOHNNY GARCÍA,
ARTISTA CON INTENSA MIRADA INTEGRADORA
Lic.
Miguel Fajardo Korea
Premio
Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica
Johnny
García Clachar (Liberia, 1938-2017) fue un artista ideológicamente humano. Fueron sus padres: Jorge García Marín y
Marina Clachar Cañas. Tiene dos hermanos: Jorge Arturo y Flory. Su hijo afectivo es Dennis Córdoba Pereira.
Proyectó
su trabajo escultórico en la inserción histórica de la sociedad. Pintó desde los seis años, motivado por la maestra Flora Emilia
Baltodano Muñoz. En el Instituto de Guanacaste, recibió el estímulo del profesor
suizo Herman Knudsen Lardergren.
Creó
un millar de obras, entre esculturas, pinturas, dibujos, portadas,
ilustraciones, afiches, rótulos y bocetos. Su legado es un espacio de luz, que precisa una
construcción pictórica, honesta y variada, entre óleos, acuarelas, tiza pastel
y tintas. El Museo de Arte Costarricense lo premió durante dos años con el
primer lugar del certamen paisaje rural.
La
obra escultórica de Johnny García inició en 1965, con la técnica del
ferrocemento. Su primera escultura la dedicó al sabanero, que se halla en la
entrada del hotel El Bramadero.
Es
un legado para que su trabajo escultórico perdure en diversos espacios, tanto
públicos como privados. Sus esculturas se localizan en Liberia, Cañas, Tilarán,
Las Juntas de Abangares, Carrillo, Santa Cruz o Nicoya, así como en Nicaragua. Sus pinturas se encuentran en colecciones
privadas en Costa Rica y el extranjero.
En
su arte integral, García Clachar efectuó tallados en madera, alto relieve,
pirograbados. La temática de su obra
reconoce significaciones visuales, acentuadas y convincentes. Su paleta reflejó su naturaleza íntima con
los elementos de la tierra, los animales, los paisajes y el ser humano.
Johnny
García Clachar testimonió con su obra diferentes épocas y motivaciones (sabaneros,
boyeros, leones, madre, mujer, lavanderas, tortilleras, aborígenes, peones, carretas,
montadores, vaqueteros, mineros, marimbas, la Virgen de Guadalupe, los toros: el
de Hacienda Los Ahogados o “El
Malacrianza”, La Nueva Esperanza, Playa Garza, Nicoya.
En
su espacio escultórico, le interesó la figura humana, entre las cuales destacan
las obras dedicadas a Ascensión Esquivel Ibarra, María Leal de Noguera, Jesús
Bonilla Chavarría, Héctor Zúñiga Rovira, Bernabela Ramos Sequeira, Marcial
Arrieta González, Recaredo Briceño Arauz, Edgardo Baltodano, Francisco Mayorga
Rivas, Rodolfo Salazar Solórzano, Alba Ocampo Alvarado, o bien, el Cacique
Diriá...
Su lenguaje artístico establece un sistema de
valores de hondo significado cultural. Alguna manifestó que su color predilecto
era el anaranjado. Su obra es una voluntad creadora, donde la riqueza
cromática y los tejidos le confieren transparencia y expresividad.
Johnny
García colaboró como dibujante de la
revista “Hojas líricas de Guanacaste”. Diseñó los afiches de los certámenes
Gobernación de Guanacaste y Chorotega de
la Universidad Nacional. Diseñó la portada de la revista “Zapandí”. Diseñó las portada de mis libros “Solo la noche” (1989) –la primera que realizó-
y “La
demora más larga” (2012).
Este
talentoso artista autodidacta fue un ser humano muy humilde, introvertido, de
trabajo silencioso, pero de una inmensa capacidad y vocación de trabajo. Sus
ojos vivísimos, su barba semipoblada, su rostro, altamente expresivo, con una entrada sin cabello, donde destacaba
la rapidez con que entrecerraba sus ojos, para mirar el aire, el mundo, los colores, la
vida completa.
La
periodista Carmen Juncos le dedicó el programa “Caleidoscopio” (1988). Nunca
supe que ningún gobierno local le encargara la restauración de sus obras en
espacios públicos. Sus obras públicas carecen de una placa que señale su
autoría. Cada municipalidad donde se
hallan sus esculturas debería hacerlo, como un compromiso ético y estético.
Johnny
García Clachar debió enfrentar y adaptarse a la realidad circundante de su
medio, muchas veces indiferente, pero él tuvo claro que debía propiciar su
propia obra, su auténtica vida histórica, desde el compromiso integral con el arte
escultórico y pictórico.
En
el campo literario publicó el cuento “Movimiento
de luna”. Dejó inédita su narración “La
Calle Real”. Incluido en el libro “Creadores
y artistas circuito cultural Ciudad de Liberia”, de Carlos Manuel Zamora
Hernández, Ministerio de Cultura (2014).
Las
facetas multipresentes en sus creaciones, confirman que el suyo fue un caso
inscrito en el pulso eterno de la región, que nos provoca un acudimiento
interior, de ajuste y cambio, como receptores activos de su oficio,
identificado con sus raíces, lleno de mudanzas, dentro de una concepción optimista
e itinerante, en Limón, Pérez Zeledón, Heredia, Puntarenas y diversos cantones
de Guanacaste. Su tránsito terrestre, casi alcanzó los 80 años.
Apelamos
a que las nuevas generaciones conozcan y
reconozcan la obra artística integral de Johnny García Clachar, porque su
pensamiento, razón y necesidad de exteriorización, fue una herencia sin
imposiciones, siempre identificado con nuestro pasado histórico, pero afincado
en el devenir que se construye, todos
los días, en libertad creadora.
Luego
del oficio religioso, el artista Manuel Chamorro le dedicó la canción “Pampa”. Quien escribe, leyó una
semblanza sobre el escultor intenso e integral. Durante el trayecto fúnebre,
fue acompañado por una cimarrona y, a pedido especial del artista, el boyero
Wicho Pizarro, llevó su féretro sobre su
carreta de bueyes, hasta el camposanto de su ciudad natal.
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de
Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica
minalusa-dra56@hotmail.com
Twitter: @mifajak
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