Miguel Fajardo Korea
artículo
INSTITUTO DE GUANACASTE:
SABIDURÍA INTEGRAL
DURANTE 72 AÑOS
Lic.
Miguel Fajardo Korea
Premio
Nacional de Educación de Costa Rica
minalusa-dra56@hotmail.com
La M.Sc. Mary Marchena
Gutiérrez, egresada y directora institucional (1986-1988), ha publicado un
libro documental sobre la trayectoria integral del Instituto de Guanacaste, con
un corte histórico (1945-1995), es decir, sus primeros 50 años de existencia.
El libro, de edición no
venal, de la M.Sc. Mary Marchena Gutiérrez. “El Capulín-Liberia. Al Instituto
de Guanacaste en su 50 aniversario”. (Heredia: Universidad Nacional,
2017: 360 pp.), es un aporte bibliográfico de alto significado intelectual, que
enriquece y aporta claridades, en relación con el quehacer educativo holístico
de tan relevante Institución Benemérita de la Cultura de Costa Rica. Libro presentado el 10 de noviembre del 2017.
La portada del libro es
de Erick Quirós. Asimismo, contiene 30 fotografías
de estudiantes –tres de ellas, del expresidente estudiantil en 1971, hoy, el destacado periodista, José Manuel
Peña Namoyure-, así como del personal docente, al igual que mapas, pinturas,
bustos, trofeos, banderines, invitaciones, afiches, informes al hogar,
declaratorias.
La M.Sc. Mary Marchena
Gutiérrez, nació en Belén de Carrillo. Estudios en la escuela mixta de Belén,
Instituto de Guanacaste, Escuela Normal de Guanacaste, Abiline Christian
College (EE.UU.), Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional y UNED. Ejerció
su trabajo docente en la UNED, el Liceo de Carrillo y Cañas, la Universidad
Nacional, el Instituto de Guanacaste.
Asesora de Ciencias en Liberia y Directora Regional en Cañas.
La investigación de la
M.Sc. Marchena Gutiérrez, se convierte en
un insumo histórico-educativo, de gran relevancia, pues significa la
aportación más integral que se ha publicado hasta el momento, en torno de la
primera Institución de Enseñanza Media en Guanacaste. El libro consta de un
orientador prólogo de la autora, siete
capítulos, un epílogo y 65 anexos, con fotografías y documentación atinente al
quehacer histórico y administrativo.
Su vivencia como
estudiante; su intenso trabajo como Directora y el seguimiento que ha dado a la Institución, como parte de la
comunidad civil, le permiten entregar este libro-archivo para el conocimiento sistémico
de las más nuevas generaciones. Hoy, nos nutrimos de su obra, para puntualizar
detalles desconocidos, o bien, poco conocidos, en relación con los pormenores
de la historia institucional, por lo que, como egresados y lectores, nos sentimos sumamente agradecidos con tan
fervorosa investigadora.
El Instituto abrió su
lucha para vencer a la ignorancia. Sin embargo, una minoría de poder estaba
opuesta al despertar de las conciencias. La historia pasa factura contra esos
nombres mezquinos. Es válido recordar, que hubo grupos y voces provinciales en
contra de la creación de este primer colegio, con el falaz argumento que se
iban a terminar los peones, los sabaneros y las cocineras.
La historia ya los
olvidó, por la chatez de sus miserables intereses creados. La creación del
primer colegio de enseñanza media en Guanacaste, sucede 121 años después de la
Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica (25 de julio de 1824).
El proyecto
para crear el Instituto de
Guanacaste se exteriorizó, durante el aniversario 120 de la Anexión del Partido de Nicoya.
El diputado alajuelense, Dr. Onofre Villalobos Soto, presentó
y defendió con vehemencia el proyecto de ley Núm. 126, el
cual fue aprobado, el 3 de agosto de 1944 (p. 30).
Entre (1945-1958), el
Colegio funcionó en diversas localidades del centro de Liberia. En 1959, se trasladó a las actuales
instalaciones, en barrio El Capulín, a los sétimos y octavos años. A partir de
1960, se completó con el resto de la
comunidad estudiantil.
Se propuso el nombre de
Instituto de Guanacaste, como símbolo de unión espiritual y emblemática con el
Instituto de Alajuela (1887). Es interesante la acotación de la investigadora
Marchena Gutiérrez, quien hace ver que, el Instituto, en dos ocasiones, perdió
su nombre original. En 1949, dejó de llamarse Instituto por Escuela Normal Rural de
Guanacaste y, en 1972-1973, el MEP le cambia el nombre por Instituto Agropecuario de Liberia. Desde
noviembre de 1973 recuperó su significativo nombre integrador.
El Dr. Francisco Vargas
Vargas (1909-1995), fundador del Partido Confraternidad
Guanacasteca y Benemérito de la Patria en el 2002,
dijo: “Guanacastecos: si queremos tener
hijos, luchad primero por su libertad y preparadles primero un terreno de mejor
ambiente cultural, moral y material”. La suya fue, sin duda, una de las primeras voces de autoridad moral
en exigir al gobierno, la visionaria creación del primer colegio
en Guanacaste.
En los anales de la
fundación del Instituto de Guanacaste,
destaca la figura del Lic. Teodoro Picado Michalski, presidente de Costa Rica
(1944-1948). Picado Michalski, quien fuera ministro de educación, durante el
tercer periodo de Ricardo Jiménez Oreamuno (1932-1936), conocía las necesidades
de crear un colegio de enseñanza media en Guanacaste.
El 11 de abril de 1945, se da la fundación del Instituto de Guanacaste, con 64 estudiantes. De esa manera, se
convierte en el primer centro de enseñanza media en la provincia, es decir, se
da otra de las revoluciones espirituales que ha ido oxigenando la Anexión en
proceso, conjuntamente con un Guanacaste que piensa, decide y actúa.
Entre 1945-1995 el
Instituto tuvo 17 directores, entre ellos, diez educadores oriundos de
Guanacaste: seis hombres y cuatro mujeres. El primer director institucional fue Rafael Cortés Chacón. Asimismo, Rafael
Rojas Rojas fue el primer educador guanacasteco en dirigirlo. La primera educadora
guanacasteca en regir sus destinos, fue la M.Sc. Mary Marchena Gutiérrez. No
cabe duda de que, quienes han tenido ese privilegio, supieron imprimirle energía e integralidad como
distintivo. De ahí, su ganado prestigio fundacional. En la actualidad, el Lic.
José Danilo González Espinoza es el director institucional.
El escudo del Instituto
de Guanacaste fue diseñado en 1945 por el dibujante herediano Víctor Manuel
Lépiz. Contiene los siguientes elementos: el árbol de Guanacaste, el suelo
sembrado en surco, el pico y la pala, el sol naciente, las montañas y nuestras
costas.
La bandera del colegio
fue diseñada por un grupo de profesores en 1960. Consta de dos franjas horizontales: amarillo y verde. El 17 de
octubre de 1986, en un consejo de profesores, presidido por la M.Sc. Mary
Marchena Gutiérrez, se ratifica y oficializa los colores de dicha bandera.
El Prof. Óscar Ruiz
Centeno fue quien escribió los Ideales del Instituto de Guanacaste, en 1945.
Sin duda, una labor visionaria, de gran alcance intelectual. Se adelantó con su
ideario honesto y transparente. Él fue Director del Instituto de Guanacaste
(1963-1969).
Instituto
de Guanacaste: Institución Benemérita, con
pasillos nómadas que acrecientan con su alma el griterío de la sirena, símbolo
perenne para combatir la injusticia enquistada en Guanacaste. El Instituto
marca el esplendor del saber en la geografía de sus hijos más humildes.
Otras voces objetivas
creyeron en el tiempo estelar para el Guanacaste inclusivo. Gracias históricas
por tantas generaciones que hemos bebido de su aura, de su conocimiento
abierto. Recuerdo a educadores y guías humanistas como Filita Ocampo, Hilda
Camacho, Pedro Donaldo Ruiz, Félix Torres, Sergio Granados, Eladio Cañas,
Esperanza Castrillo, José Joaquín Villegas, Vilma Chamorro, Daniel Espinoza,
Henry Canales, Orlando Armas, Maritza Sanabria, Roberto Núñez, Lourdes Agüero,
Sedy Guevara o Amalia Baltodano…
Cuando rememoro mi lustro
estudiantil en el INSTITUTO (1969-1973), recuerdo que fue el último año cuando
hubo Pruebas Nacionales de bachillerato. Luego se suspendieron y,
posteriormente, se restablecieron. Recuerdo su
lema: “Honor, lealtad,
perseverancia”.
El histórico y hermoso uniforme
del Instituto de Guanacaste se utilizó desde 1945 hasta 1974. Hombres: pantalón
blanco sin paletones con hiladilla negra a los lados; camisa blanca, con
la insignia a la altura del brazo
izquierdo. Zapatos negros. Mujeres: enagua blanca alineada con un paletón doble
al centro, y uno pequeño a cada lado del central; hiladilla negra a los lados.
Zapatos negros El uniforme era un distintivo de honor; un deber educativo, sin
excusa alguna. A partir de 1975, el MEP impuso el uniforme único.
El bello himno del Instituto
de Guanacaste (p. 302), letra de Gonzalo Dobles: “Somos heraldos de una cruzada / que va forjando nuestro ideal…”; música del recordado Maestro Ángel Tobías
Sanabria Castro, está compuesto por seis estrofas, donde se repite la primera
de ellas en la quinta estrofa.
Desde siempre, el 11 de abril de 1945 tiene un alto y
doble significado de esplendor cultural, educativo e histórico. El Instituto de
Guanacaste: seguirá creciendo en las pampas abiertas, porque llegarán otros
heraldos para continuar luchando contra
la ignorancia.
El Lic. Juan Santiago
Quirós Rodríguez redactó el documento para la declaratoria del benemeritazgo
institucional, y lo propuso al director de ese entonces, Lic. Álvaro Coronado
Salazar, quien lo presentó al Consejo de Profesores, comunidad educativa y
padres de familia. Luego se envió a la
Asamblea Legislativa.
Por su innegable aporte a
la educación costarricense, el Instituto de Guanacaste fue declarado Institución
Benemérita de la
Cultura de Costa
Rica. Dicho proyecto, solo contó con el voto negativo de
Alberto Cañas Escalante (p.88). Expediente 1206, Ley 7603,
proyecto publicado en La Gaceta Núm.234
del 9-12-1994, que fue sancionado el 2/5/1996, publicado en La Gaceta
Núm. 94 del 17/5/1996.
El Instituto de Guanacaste graduó
sus primeros bachilleres en ciencias y letras en 1947. Desde 1947 hasta 1995, el Instituto graduó a 3017
bachilleres, cuyos nombres se consigna entre las páginas (167-263).
Es interesante el detalle que la
investigadora acota en su libro. En 1946 se adoptó una frase como norte
institucional: “Nihil sine Deo” ~“Nada hay sin Dios”. El Prof. Óscar Ruiz
Centeno la confeccionó con alambre, en el taller de Artes Industriales, y se
colocó en la entrada, sin embargo, no se les dio mantenimiento, se deterioraron
y no se volvieron a poner. Sin embargo, en 1986, se retomó esa frase lema a la
entrada y, con el apoyo del INA y la Junta Administrativa, se volvió a colocar
dicha frase, pero en 1988 “fueron retiradas por razones desconocidas”. Todo un
misterio, a partir de una frase pedestal. Resulta inconcebible que las retiraran
subrepticiamente. Expresó Sófocles: “Decir una palabra será decirlo todo”.
El Instituto se enorgullece de su
banda estudiantil, su cuerpo de abanderados, sus clubes culturales, sus equipos
deportivos, su cuerpo de profesores y su conquistado prestigio durante más de
siete décadas de servicio a la sociedad civil nacional desde Guanacaste.
En la contracubierta del
libro se lee: “Usted y yo estamos a punto
de iniciar un viaje histórico que nos pondrá frente a personas visionarias y
situaciones vividas, todo con el propósito de abrir espacios en un sistema
selectivo que se daba en la época, con la apertura del primer centro de
secundaria en Guanacaste, que podemos recrear aquí”.
M.Sc. Mary Marchena
Gutiérrez, inmensas gracias, por todo su aporte bibliográfico, por señalarnos
la ruta, para seguir amando a nuestro
Instituto de Guanacaste fundacional, con la plena conciencia
institucional de la luz educativa y cultural.
En síntesis, el Instituto de Guanacaste (1945-2017) abrió
los espíritus de la sabiduría integral desde
hace 72 años. El siglo XXI seguirá creciendo con el Tempisque ritual de los
sueños posibles. La ruta del Complejo Educativo de El Capulín seguirá siendo
travesía iluminada, rumbo sin misterio, para completar en sus caminos, la Conciencia indoblegable, y seguir proponiendo
la lucha estelar de un Guanacaste eterno,
que sea ajeno a la ignorancia.
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