Lic. Miguel Fajardo Korea
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de
Educación Mauro Fernández-2008
(COSTA RICA). Guanacaste
proviene del azteca “Quauhnacaztli”, que significa “árbol de orejas”. En ese contexto, hoy, 10 140 kilómetros
cuadrados y 412 808 habitantes resguardan el conjunto de características,
símbolos, costumbres tradiciones e historia, que conforman el ser guanacasteco
integral.
En 1904 se funda la escuela
Ascensión Esquivel de Liberia. En 1945 se crea el Instituto de Guanacaste. El 8
de febrero de 1949, mediante
Con la Escuela
Normal de Guanacaste, se dio atención
al desarrollo de la educación y la cultura, con derecho de primacía de aquellos
sectores de la población nacional, los cuales permanecían semiatendidos por el
Estado.
Han transcurrido 76 años desde su acto fundacional y
Hoy, muchas personas educadoras acumulan grados, pero uno se pregunta: ¿Y la vocación? ¿Y el humanismo? ¿Y la entrega? ¿Y la responsabilidad? ¿Y el compromiso social?
Todos somos deudores del aprendizaje de un Maestro, de una Maestra. Nos han enseñado a ser sujetos protagónicos de la historia y no observadores de ella. Mujeres y hombres, desde el recinto áulico dejaron huellas imborrables. En mi caso, recuerdo con viva emoción a mis maestros: Hilda Rivas, Mercedes Rodríguez, Rosemary Nassar y Rogelio Pineda, quienes, con sus enseñanzas, me ayudaron a crecer como persona. Por ello, desde mis responsabilidades educativas, di lo mejor de mí, a favor de los seres integrales y de las instituciones donde me correspondió trabajar.
Esos aprendizajes de vida
andan en nuestro corazón y anidan en el alma, porque como dijera, desde su
ideal humanista, el Benemérito de
Sé que el contexto educativo de los Maestros Normalistas fue difícil, pero cimentó en ustedes, el temple de la lucha, el sobreponerse a las adversidades y establecer un compromiso telúrico, desde la docencia holística de los seres humanos, a quienes se comprometieron a enseñar y a formar, para el bien de la sociedad civil.
Como educador activo durante 34 años, tanto en secundaria como en
la Universidad, la vida me ha bendecido, al obtener dos premios, tanto en el
Ministerio de Educación Pública (MEP), como en
Sé, que, por mi medio, se ha galardonado a los educadores que me
ayudaron a crecer, desde la pobreza y las limitaciones familiares: desde la
ceguera de mi padre, quien me enseñó el valor del diálogo y la responsabilidad
en el trabajo; desde las jornadas abnegadas y sin horario de mi madre. Las
enseñanzas y la vocación de servicio de mis Maestros -con mayúscula-, así como las atenciones que recibí como
ser humano, sembraron fértiles semillas de compromiso social en mi corazón,
desde Guanacaste.
MAESTROS NORMALISTAS: a ninguno de ustedes los asustaron los retos, porque los supieron enfrentar con categoría y convicción. Con su empeño y espacios de conciencia humanística y social, desde su propia responsabilidad, con las coyunturas del siglo XX, cuando les correspondió trabajar. Ustedes signan una llave de lucha, un instrumento de superación, un pan de bienestar para las generaciones que formaron.
Este encuentro de educadores normalistas, destaca la vigencia de su trabajo honesto, desde la memoria histórica, enraizada en el Guanacaste auténtico y eterno, por el que ustedes lucharon, con decidido compromiso y entrega, sin horarios de comodidad.
La relectura del aporte educativo de las generaciones Normalistas
continúa vigente, y se inscribe, con derecho propio, en el libro “RESIGNIFICANDO
La obra es un “dossier”, un archivo de alma normalista más genuina. Su travesía educativa se encuentra en las entrañas filiales más transparentes de Guanacaste. Como educador, puedo atestiguar que el trabajo de los Maestros Normalistas marcó un periodo decisivo en la historia regional y nacional, pues aportó: disciplina, rigor, humanismo, vocación, compromiso, interrelación hogar-escuela, visita a los hogares, impecable presentación personal, respeto, liderazgo y credibilidad comunitaria, entre otros valores.
Las personas educadoras Normalistas signan las mejores tradiciones de la democracia, con el espíritu participativo de la sociedad, en la formación humanística del pensamiento crítico, el cual ayudaron a conformar las generaciones de normalistas de Guanacaste, desde 1949. Su ejemplo ha dado frutos, y hay que aprehenderlo, e incluirlo en nuestra agenda diaria, para volver a reencantar el ejercicio magisterial.
Como dijera el Maestro Omar Dengo Guerrero (1888-1928): “¿Qué hacéis por el porvenir de las generaciones ahora en crecimiento?” Normalistas: ustedes lo hicieron, y muy bien, porque han sido protagonistas de la historia, no observadores de ella. Hay mucho por reaprender de ustedes. ¡Mi afectuoso reconocimiento a los Normalistas de siempre, donde sea que se encuentren! A los aquí presentes, un abrazo de luz, Dios los bendiga, por educar a la Costa Rica que nos ha distinguido siempre.
Nota: Discurso pronunciado por el Lic. Miguel Fajardo, en el CECELO, el 13-11-2025.
Dr. Orlando de la O Castañeda, Director Colegio
CECELO,
CAÑAS, Guanacaste, Costa Rica.



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