CECELO (1994-2025): LA
EDUCACIÓN INTEGRAL,
CIMENTADA
EN VALORES HUMANISTAS Y CRISTIANOS
Premio Nacional de
Educación Mauro Fernández
CONSTRUCCIÓN
E HISTORIA DEL CECELO
(COSTA RICA. Guanacaste
y Moravia). El Centro Educativo
Católico Eulogio López Obando es una institución educativa privada, que
atiende desde los niveles de guardería, materno infantil, transición, educación
primaria I y II ciclos, hasta la educación secundaria en III ciclo y la educación
diversificada. Dicha cobertura, en sus seis
modalidades, le permite, con gran ventaja, brindar una educación coherente,
cimentada sobre la base de los valores humanistas y cristianos, de hongo
arraigo. El objetivo fundamental de la Institución es ofrecerle al cantón de Cañas y a las familias de otras latitudes, que radiquen en Cañas, o en Guanacaste, una alternativa, de educación diferente. Asimismo, dar la seguridad a los padres y madres de familia, que sus hijos permanecerán en el centro educativo, sin riesgo alguno, de tal forma que garantiza la permanencia de ellos en sus salones de clase, lo cual evita el ausentismo y, por ende, eleva el rendimiento académico, uno de sus ejes académicos. Este Centro Educativo Católico fue fundado en 1994, por un grupo visionario de personas, quienes deseaban ofrecerle al cantón una nueva y mejor alternativa educativa en educación primaria, ya que al inicio solo se ofertaba I y II ciclos, con una matrícula de 38 estudiantes. Ese año se abrió con el nombre de CENTRO PRIVADO DE CAÑAS (C.E.P.C.A) S.A., liderado por un grupo de accionistas, quienes van a dirigir su curso hasta el año 2001. Su directora fue la profesora Marielos Herrera Ulate. En 1995 se traslada a sus actuales instalaciones. Contratan a la profesora Norma Román Zeledón, responsable de todo lo administrativo. Contó con 12 docentes. Durante 1996, los creadores se proponen asignarle un nombre a la institución. Abren un concurso comunal, con un premio de ¢50 000. El CEN CINAI ganó el certamen con la propuesta del nombre actual: Centro Educativo Eulogio López Obando.
EULOGIO LÓPEZ
OBANDO (Cañas: 1895-1982)
Don Eulogio fue un destacado educador,
contador, telegrafista y pintor desde muy joven. A sus 82 años, aún pintaba y
trabajaba en contabilidad. Tocaba el violín, durante muchos años fue maestro de música en la
escuela Monseñor Luis
Leipold. En 1967 forma la primera Orquesta Filarmónica de Cañas. Como pintor tuvo una formación autodidacta, sin embargo, recibió clases con el artista español Alberto Montenegro. Sus cuados abarcaban mucho color, siempre dio importancia emblemática al paisaje y acentuó con singular belleza a los árboles. Hizo un destacado trabajo artístico, documentó por medio de sus pinturas, la evolución de la Parroquia de Cañas, obras que contribuyen al visibilizar el patrimonio histórico. Fue un hombre talentoso, se
tramita la legalidad de su nombre,
y en el acto de clausura de 1997, se dio a conocer. Por ello, desde1998, es oficialmente
denominado Centro Educativo Eulogio López Obando (C.E.E.L.O). A principios del 2006,
se inicia las gestiones con
las Temporalidades de la Diócesis
de Tilarán-Liberia, y pasó a formar parte
de los Centros Católicos, por ello, en el
2007, abre sus puertas como Centro Educativo Católico Eulogio López Obando
(CECELO). En la actualidad, el Centro
Educativo está dirigido por el destacado educador y
académico, Dr. Orlando de la O Castañeda y su gran equipo de colaboradores en
el apoyo administrativo. Cuenta con 26 profesores, distribuidos en cada una de
sus materias académicas, así como las maestras de grado, quienes atienden a las
personas estudiantes, desde el nivel de guardería y preescolar, hasta sexto
grado. Además, se imparte talleres de inglés, catequesis, deporte, música,
educación financiera, danza folclórica, ajedrez, pintura y Matén. Para el curso lectivo 2025 se registra una población de 260 personas estudiantes. Y su norte institucional invariable: lograr un alto nivel académico, así como jóvenes con valores espirituales elevados, para que se integren a una sociedad competitiva, con una fuerte identidad y poseedoras de magníficas relaciones sociales. EL CENTRO EDUCATIVO CATÓLICO EULOGIO LÓPEZ OBANDO
MISIÓN
“Somos una Institución
Católica, que orienta procesos de educación integral, trascendente, dirigido
a los estudiantes y demás miembros de la comunidad educativa, en el marco de
la pedagogía de Jesús, con unos principios de humanización, e investigación,
interdisciplinaria, expresados en nuestro lema”.
VISIÓN
“En la
visión futurista y globalizante del mundo de hoy, el Colegio Católico Eulogio
López Obando, será una institución educativa, ampliamente reconocida y
caracterizada por el carisma propio que lo distingue y el nivel académico,
que le permita un accionar permanente, hacia la calidad, para que sus
estudiantes y egresados sean protagonistas de su desarrollo y agentes de
cambio en su entorno”.
VALORES
INSTITUCIONALES
La institución ha establecido
cuatro valores institucionales, a saber:
Ø Dignidad humana Ø Fe Ø Esperanza Ø Caridad
Estos se practican en la
comunidad institucional activa, que cuenta con 260 personas, junto con sus
padres y madres, así como con los miembros que completan cada familia. Consecuentemente,
los cuatro valores entrañan un compromiso y una responsabilidad integral en
la formación humanística y cristiana que brinda esta importante y
diferenciada institución educativa.
OBJETIVOS
INSTITUCIONALES
Objetivo General
Evangelizar la ciencia y la
cultura de hombres y mujeres, para que, mediante una educación integral, se
habiliten para un eficiente desempeño académico, artístico, humano y
religioso, que los lleve a la formación de una nueva sociedad, cimentada en
valores cristianos. Objetivos Específicos
a. Mantener un alto nivel académico. b. Fortalecer el espíritu religioso, como hecho
de vida desde la realidad del joven
de hoy. c. Actuar en forma
participativa con toda
la comunidad educativa. d. Brindar el servicio educativo de calidad,
acorde con las necesidades y expectativas de los usuarios, para lograr la
satisfacción y el beneficio de estos. e. Fortalecer el paquete académico con
lecciones prácticas y de fundamento, con el fin de formar buenos profesionales.
1.
EDUCACIÓN, HERRAMIENTA DE CAMBIO |
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El ser humano, desde
tiempos inmemoriales, ha utilizado la educación como una manera de mejorar
sus condiciones contextuales. En esa medida, cada faceta de dichas
acciones llevaba consigo, la imperiosa necesidad de buscar muevas
expectativas en su entorno vital, muy diferente, desde luego, de las que nos
preocupan, hoy, inmersos como estamos, en intrincados espacios
globalizadores. La educación siempre ha sido una herramienta de cambio y de mejoramiento socio-individual. Debemos estar conscientes, además, del privilegio por acceder a ella, si sabemos que su cobertura, nunca llegará a todos. Dicha inclusión es una de las utopías de este mundo tan dividido. Máxime, si nos referimos al ámbito superior, donde el sistema es tan selectivo entre quienes ingresan en él, tanto es así, que solo el 24 % de la población costarricense tiene estudios superiores. Ante dicho panorama, debemos aprovechar las condiciones, tiempo y recursos
que, tanto el Estado, el Ministerio de Educación Pública, los centros
educativos privados, así como las Universidades estatales y privadas y los
centros para universitarios, en conjunto con la sociedad civil, ponen a
nuestra disposición, por lo que debemos administrarlos con transparencia y
responsabilidad, pues dicha conducta encara una de nuestras más exigentes
competencias morales, tanto individuales, como colectivos, en todas y cada
una de las instituciones educativas. Educar es un término que tiene un amplio registro semántico, por lo que apela a conceptos coligados, tales como alimentar, cuidar, nutrir, instruir, formar y criar. Estamos ciertos, de entrada, que no todos estamos capacitados para el magisterio, porque aparte de vocación integral, signa una serie de competencias para el eficaz ejercicio de la praxis educativa. En esta oportunidad, me propongo compartir algunas reflexiones, forjadas durante siete lustros de compromiso docente, tanto en la enseñanza media, educación abierta, como en la educación superior.
2. HACER ES EL MEJOR DECIR
“Hacer es la mejor
manera de decir”, esta máxima del pensador José Martí (1853-1895) ha
sido mi norte de vida. Y de ahí se nutre, indudablemente, mi visión, la
práctica y el ejercicio educativo. Cada uno debe trazarse propósitos de vida, conductas y actitudes por seguir, porque de esa elección deviene el compromiso socio-personal ante la comunidad a la cual nos debemos. No podemos ir por la vida sin forjar nuestros proyectos de comportamiento, porque nosotros tenemos, tanto la capacidad como la responsabilidad de elegir las potencialidades que nos permitan alcanzar las metas vitales. Las competencias interiores para enfrentar la vida implican, entonces, el desarrollo de múltiples saberes, los cuales conviene recordar:
1. saber, 2. saber hacer, 3. saber ser y 4. saber
convivir.
3. LA
EDUCACIÓN PERMITE CRECER INTERIORMENTE
Las comunidades sociales
engrandecen, cuando sus habitantes se superan. La educación es el
instrumento por antonomasia para buscar la luz y cultivar la
inteligencia. Los pueblos, entonces, son el cúmulo de las
experiencias de cada uno de sus miembros. Las
nuevas generaciones no deben desaprovechar que el país cuenta con cinco
universidades públicas, 56 privadas, seis internacionales, y 22 centros para
universitarios. El caso del CENTRO EDUCATIVO CATÓLICO EULOGIO LÓPEZ OBANDO es muy interesante, desde donde se puede contribuir al mejoramiento de su condición personal, como un eje que posibilite un cambio real y positivo, a favor de nuestra patria. Sus 31 años de trabajo sostenido, posibilitan una educación de calidad y formación académica para forjar mejores expectativas de vida hacia el futuro. Una felicitación al director institucional, Dr. Orlando de la O Castañeda, a la comunidad estudiantil del CECELO, a su cuerpo docente y al personal administrativo de esta prestigiosa institución, asimismo, a la importantísima Asociación de Madres y padres de familia, por creer en una institución educativa diferente, cimentada en el humanismo solidario y los mejores y auténticos valores cristianos. Las nuevas generaciones no deben desaprovechar que el país cuenta con una gama de instituciones superiores, tanto públicas como privadas, desde donde pueden contribuir al mejoramiento de su condición personal, como un eje que posibilite un cambio real y positivo, a favor de nuestra patria, desde cualquier punto del país, donde nos corresponda ejercer el noble y sagrado ejercicio del trabajo profesional. Requerimos de una educación, no desapegada de los embates sociopolíticos, por ello, crítica; no ajena de las profundas transformaciones que sufre la sociedad, tanto costarricense como planetaria. Esta era de mundialización nos ha de comprometer con mayores ideales, con más renovados principios para aportar nuestros mejores esfuerzos, en aras de proponer una sociedad más justa, con rostro humano, que no dé paso a los degradantes procesos de impersonalización. La educación es una instancia de crecimiento interior hacia destinos superiores, por lo tanto, se debe fortalecer, todos los días, con plenas decisiones. Por el contrario, soy de la idea de que cada silla vacía en las aulas costarricenses es un golpe bajo contra nuestro sistema democrático, porque los destina a estrechas perspectivas de vida, tanto individual como socialmente, es decir, a situaciones que pueden devenir en coyunturas desfavorables y, quizá, degradatorias. Solo la educación permitirá el crecimiento individual para fortalecer el ámbito social. Por lo tanto, no debe ahorrarse en el quehacer educativo, por el contrario, tiene que procurarse las mejores condiciones infraestructurales y de apoyo a las comunidades estudiantiles. Solo el acendrado esfuerzo educativo logrará sacarlos de ese círculo de limitaciones, de ahí la importancia institucional del CECELO y su perspectiva brindada, dentro del sistema educativo costarricense, desde el Guanacaste que amamos.
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4. EL DIÁLOGO
HOGAREÑO ES EDUCACIÓN |
Un problema medular que incide en el proceso de enseñanza-aprendizaje es la falta de diálogo. Hoy, existe, lamentablemente, una comunicación monosilábica, en miles de hogares costarricenses y planetarios, cuyos efectos se manifiestan en la violencia, tanto en los espacios áulicos como en la sociedad civil.El hogar, no la casa, es una construcción cotidiana. En él, debemos procurar ser más dialógicos. La extrema velocidad del mundo nos está pasando cuotas de fraccionamiento en la convivencia socio-hogareña. Hay que revisar esa condición desfavorecedora, porque desestructura los cimientos de ese círculo de armonía, afectiva y protectora, que ha distinguido al hogar como célula primaria de la sociedad. Es decir, en esta explosión globalizadora del conocimiento hay cabida, tanto para la complejidad como para su celeridad en la obsolescencia, porque el conocimiento cambia, ahora, velozmente. El saber se ha multiplicado de manera vertiginosa, pero al mismo tiempo, se fragmentariza. En este momento, hay diversas redes competitivas de socialización, pero coexisten en espacios multidimensionales, en las tecnologías electrónicas inteligentes y, aunque resulte paradójico, las personas se están comunicando más, con individuos desconocidos y lejanos, que con aquellos a quienes tienen al alcance del abrazo, es decir, con los miembros del ámbito hogareño, a quienes, en muchas oportunidades, se invisibiliza, o se les mira de reojo. La comunicación hogareña
no se está practicando como se debe, porque estamos atrapados, en los
contextos próximos, por la velocidad de la ciber-comunicación; por una
envolvente y dinámica realidad en la que nunca estamos al día y,
por ello, somos portadores de niveles estresantes y estadios impersonales,
que atentan contra la salud y las relaciones confraternitarias. Los sistemas educativos, en todos sus niveles, son hogares espirituales, donde debemos compartir, con dignidad y ética, para hacer valer uno de los más inalienables derechos del individuo: ser mejores, para promover una óptima calidad de vida, es decir, redimensionar el concepto de una mayor apertura humana, para el disfrute de las libertades individuales, dentro de un respetuoso espíritu societario.
5. LA EDUCACIÓN ES UNA PRÁCTICA SOCIAL
Las prácticas de urbanidad
tienen que vivenciarse desde el hogar. Si en ese espacio no se
cultivan dichos valores, el sistema educativo va perdiendo esas
batallas. No es la imposición, sino el convencimiento, lo que hará
la praxis. Muchas veces, ni siquiera en la familia nuclear se practican
normas de cortesía, pues miles de hogares se han ido convirtiendo en hostales
de entrada y salida, nada más, sin los debidos procesos
comunicativos, donde se materialicen las relaciones interpersonales e
intrafamiliares. La educación, como práctica profesional, implica un ejercicio mayor de integridad e interrelaciones, conciencia de respeto por la dignidad de los otros; pensar y crear para crecer. La socialización del conocimiento cambia métodos, pero no debería transformar la particularidad de nuestra condición humana. En ese sentido, estamos claros del gran aporte que significa la cultura informática, pero concordamos con Carlos Tünnermann, cuando afirma:
evitar que una sobreestimación de las potencialidades que ofrecen
dichas tecnologías produzca un detrimento en la apreciación del papel del
docente. Estas tecnologías deben siempre ser vistas como instrumentos, como
medios de apoyo al profesor y nunca como sustitutos. La relación personal y
real docente-discípulo es fundamental y no puede jamás ser reemplazada por la
relación virtual máquina-usuario.
La relación personal y
real docente-discípulo es fundamental y, en esa dimensión, la enseñanza del
distinguido cuerpo docente del CECELO, tiene el compromiso ético y educativo,
de ser respetuoso con la comunidad estudiantil que atienden, desde la variada
oferta educativa de la institución, esencial en este mundo de acelerados
cambios.
6. LA EDUCACIÓN IMPLICA TOLERANCIA
Los educadores debemos
reencantar la educación, sobre la base de un componente con responsabilidad
social y cultural, en un compromiso de respeto a la dignidad
de los otros, servicio a los demás, tolerancia, y una adecuada preparación
académica, para el fortalecimiento integral de las diversas comunidades
estudiantiles, sin exclusiones odiosas. Ese reto es una de las tareas
ineludibles del verdadero educador. No podemos enquistarnos
solo en dar clases, sino que debemos ser guías y formadores comprometidos,
en contextos de globalización y sus asediantes procesos impersonales;
por ello, su compromiso debe construir una educación humanizada, sobre la
base de los valores cristianos para todos, que tome en cuenta, tanto la
diversidad social como cultural, y cuyo eje pretenda la formación de valores,
como instrumento adecuado para alcanzar el desarrollo digno e integral de las
personas. La tolerancia considera las opiniones y prácticas de los otros, aunque sean diferentes de las nuestras. La convivencia educativa se centra en la expresión del respeto y la comprensión por los demás. Mucho del clima emocional de violencia y agresión en el espacio áulico, se debe a la intolerancia, el irrespeto, la intransigencia, la insensibilidad y los excesivos niveles de autoridad impositiva, de parte de quienes no acuden al diálogo, y se comportan con arrogancia, en una profesión humanista, que requiere del componente y los espacios dialógicos para su disfrute y plenitud. La modalidad del CECELO es importante para ejercer todos los valores precitados, en un discurso de coherencia con la praxis educativa cotidiana.
7.EDUCAR ES
UNA CAPACIDAD PARA SERVIR A LOS DEMÁS
Los estudiantes significan
la razón de ser de nuestro trabajo, por ello, nunca deberán verse como los
enemigos por vencer. Todo lo contrario: la niñez, la juventud y los adultos
se encuentran ávidos de diálogo, comprensión y tolerancia. Para el maestro, educador, docente o académico, verdaderamente comprometido con el mejoramiento integral de la sociedad, ese es uno de los esenciales desafíos piramidales en el ejercicio de la docencia. La educación es una conjunción de voluntades y su respuesta social se encuentra fuertemente enraizada con las clases menos favorecidas, porque su aporte es innegable en la construcción de la vida nacional.
8. EDUCAR ES UN EJERCICIO
ÉTICO La Costa Rica inmediata cambiará, en el tanto nuestra actitud varíe.
Si no existe un compromiso individual, menos habrá uno social. La diferencia
depende de todos y cada uno de nosotros. No hay otros caminos, sino una nueva
perspectiva actitudinal, tanto es así, que todos tenemos la palabra, desde la
cual podemos mejorar el mundo. Los educadores estamos llamados a construir patria, desde la vocación del alma y con el espíritu de compromiso cotidiano por nuestra Costa Rica integral de siempre, que no debemos ver como un ente abstracto, sino como una tangible realidad intrínseca, en una especie de vigilia, que procura resultados, a fin de mejorar, cada día de la tierra, los índices de la condición humana de la mayoría de los congéneres, a quienes nos corresponda ayudar a forjar y crecer en su formación integral. La educación signa una de las más hermosas aperturas de los procesos democratizadores de la cultura, por ello, las aulas deben permanecer abiertas, para seguir sembrando el saber, sin marginaciones, pero con el norte académico y humano del compromiso con la realidad social, como un código moral que se vivencie, con estatura incorruptible, a prueba de siempre, con nuestro compromiso social, ético y con justicia humanizada. Respetable auditorio: nunca
vendamos nuestra conciencia. De las actitudes y de los valores aprendidos,
tanto en el hogar, en las aulas como en la vida, dependerá nuestra capacidad
ética: esa ciencia de la conducta, ese conjunto de deberes y derechos de
carácter moral, inmersos en los contextos sociales. Con nuestro grado de concienciación sabremos diseminar un código moral, que privilegie la dignidad, para redimensionar el compromiso de una mayor apertura en el goce de la libertad y como una respuesta cierta, para enfrentar los constantes desafíos a los que debemos dar soluciones, cada día de la tierra y de la vida esencial. Cada quien, con la racionalidad de su albedrío, debe establecer principios
éticos que guíen su ejercicio vital y profesional, donde exista una propuesta
de conciencia, fundamentada en la honestidad, el servicio y el prestigio,
tanto moral como individual y social. La ética es un insustituible valor
agregado en la vida interior, que nos atañe a todos, porque es un compromiso con
la honestidad, para seguir adelante y caminar por la vida con la frente en
alto.
9.
LA EDUCACIÓN ES UN LEGADO El
legado paradigmático de Mauro Fernández Acuña (1843-1905) seguirá vigente, en
el tanto los educadores, no dejemos de forjar caminos éticos de mejoramiento
holístico, en aras de propiciar una sociedad más justa, para beneficio de
todos, sin odiosas exclusiones de ninguna naturaleza, porque todos somos
iguales ante la ley. La función social de los sistemas educativos consiste en preparar individuos
con amplios conocimientos y actividades creativas para fortalecer todos los
estamentos de nuestra sociedad. En el caso específico de esta interesante
institución, Centro Educativo Cristiano Eulogio López Obando (CECELO), la
educación que ofrecen está cimentada en dos ejes excepcionales: el humanismo
y los valores cristianos. En este momento, Costa Rica tiene cinco universidades estatales, que dan cobertura a 127 863 universitarios, pero miles de ellos enfrentan las líneas sociales de pobreza, con insuficientes ingresos hogareños per cápita. El costo de la canasta básica se ha establecido en ¢46 763, a enero del 2025, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Como puede desprenderse, desde esos círculos de pobreza, miles de jóvenes
costarricenses libran su mayor esfuerzo y sacrificio, en aras de optar por
una mejor calidad de vida y, para ello, alzan la bandera de la educación como
su enseña más segura. Aunque
la vida se comporte así, debemos saber que la pobreza no debe convertirse en
un obstáculo para la superación, y poder alcanzar metas superiores de cambio
y mejoramiento en el destino del factor humanidad. Solo en la medida en que nos superemos como individuos, en que podamos
convivir en una relación interactiva, seremos mejores. Seamos honrados con
nuestro espíritu de servicio, no solo con los demás, sino con nosotros
mismos, para procurar el respeto y las buenas actitudes dentro de la difícil
sociedad de la que formamos parte. El individuo tiene que velar por un equilibrio armónico, entre la razón y su espíritu, para que pueda desenvolverse, con calidad y eficacia, en la compleja civilización de este tercer milenio. La sociedad nos conmina, entonces, a ser actores y no observadores en el dinámico proceso del cambio social de hoy.
10. CON LA MIRADA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR
La UNESCO, expresa en 1998 que:
La educación (…)
debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente
sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la
violencia, el analfabetismo, el hambre,
el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, principalmente mediante
un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario para analizar los
problemas y las cuestiones planteados.
Es
decir, estamos ante un planteamiento absolutamente humanista, como lo es uno
de los ejes de trabajo de este Centro Educativo Católico, cimentado en una
educación con rostro solidario, jamás indiferente de los grandes problemas
nacionales, que ameritan soluciones integrales, en favor de las mayorías. Su lema tridimensional “Estudio, trabajo y perseverancia” es plenamente significativo, y da fe cierta de sus esfuerzos, en pro de una educación integral, sobre la base de los valores humanistas y cristianos. Tuve la dicha y la bendición de Dios de estudiar y trabajar en una Universidad Humanista como lo es la Universidad Nacional. Ejercí el magisterio durante 34 años. En el Liceo Nocturno de Liberia (14), en el Liceo Laboratorio de Liberia (20), y 11 años como académico en la Universidad Nacional.
11.
GUANACASTE DESDE LA EDUCACIÓN
Guanacaste
proviene del azteca “Quauhnacaztli”, que significa “árbol de orejas”. En ese
contexto, nuestra provincia cuenta con 10 140 kilómetros cuadrados y 420 266
habitantes, según el INEC, desglosados de la siguiente manera: 207 321 mujeres
(el 49,3 %) y 212 945 hombres (el 50,7 %). Guanacaste representa el 7,8
% de la población nacional. Guanacaste registra 19 instituciones educativas privadas y una subvencionada. En conjunto, atienden a 2614 personas estudiantes, lo que representa un 7,4 % de la población estudiantil de Guanacaste. El INEC proyecta para el cantón de Cañas durante este 2025 una población de 34 400 personas, de ellas, 17 412 mujeres y 16 988 hombres. Se ubica en el quinto lugar de la provincia de Guanacaste por cantidad de habitantes. El primero lo ocupa Liberia, la capital de la provincia, con 83 325 personas. Sus pobladores resguardan el conjunto de características, símbolos y costumbres, que conforman el ser guanacasteco, forjado en el cotidiano discurrir y en los acontecimientos trascendentales. Así sobresalen la aportación de lo afro guanacasteco, el pasado indígena chorotega, el hecho extraordinario de la Anexión, la hacienda ganadera, la participación heroica del Batallón de Moracia, las minas de Abangares, o la Gesta del Partido Confraternidad Guanacasteca, liderado por Benemérito de la Patria desde el 2000, el Dr. Francisco Vargas Vargas (1909-1995). Destacan, también, los elementos vernaculares representativos, como el himno,
el sabanero, el espeque, el árbol de guanacaste, el quijongo, la pampa
soleada, es decir, el moderno concepto, acuñado por el escritor Marco Tulio
Gardela, denominado Guanacastequidad,
porque la vida de nuestros pueblos se forja en las manifestaciones cotidianas
y en la transición de sus herencias más genuinas.
José
Rosales Obando señala que:
En la identidad de Guanacaste subyace la simbiosis de lo regional y lo
universal en América. Aunque no es exclusivo de aquí, es innegable que tiene
una etiqueta cultural que la distingue entre las demás. La cultura guanacasteca es el producto de la praxis constante que
recrea y repele, simultáneamente, los retazos de otros acervos, en aras de
mantener su identidad. (…) durante la conquista y colonización, el trasiego de soldados y de
mercancías fue el primer síntoma de la desestructuración de la sociedad
indígena y del fermento de una fuerte mestización étnica, cultural y
económica que se mantiene hasta nuestros días. La simbiosis de lo indígena, lo europeo, lo africano y,
posteriormente, lo asiático conforman una nueva etnia y cultura regional y
universal, simultáneamente” (Rosales Obando, 1996: pp. 50-51).
Esos aprendizajes andan en nuestro corazón y en el alma. Una relectura histórica permite decir que han sido el puente espiritual y solidario que forjaron la ruta de muchas generaciones de guanacastecos de bien. Hace 80 años, el 11 de abril de 1945, se fundó el INSTITUTO DE GUANACASTE, el primer colegio de la provincia. El CECELO tiene 31 años de existencia. Sus contextos fueron difíciles, pero allí se cimentó el temple de la lucha, al sobreponerse a las adversidades y establecer un compromiso telúrico, desde la docencia integral para los seres humanos, pues se comprometieron a enseñar, y a formar el bien, en beneficio de múltiples generaciones, en favor de la niñez y la juventud. Por lo tanto, cada estudiante debe convertirse en una respuesta de mejoramiento social, porque como dijera el gran líder regional, desde su ideal de la Confraternidad Guanacasteca, el humanista y Benemérito de la Patria, el Dr. Francisco Vargas Vargas (1909-1995): “Nosotros no somos más que el puente sobre el cual pasarán las futuras generaciones”. La educación se humaniza en cada uno de nosotros, porque todos somos una llave de lucha, un instrumento de superación, un pan de bienestar social. Bien dijo Juan Pablo II: “La juventud es el periodo de la personalización de la vida humana”. Esa perspectiva, capitaliza un mayor servicio de proyección social. La educación debe democratizar, no como un discurso, sino como una práctica, desde la multiculturalidad en que se inscribe el Guanacaste actual, dentro de los procesos de mundialización. Distinguido auditorio: es importante ser protagonistas de la historia institucional y no observadores de ella. Por eso, ustedes tienen, ahora, la posibilidad de ser sujetos protagónicos. No desaprovechen esta oportunidad que les da la vida y la institución, para forjar ese protagonismo socio-educativo. Siendo mejores, luchando con esfuerzo, honestidad y fe en Dios, guía por excelencia de nuestro destino terrenal. Los conmino, entonces, a dejar huella trascendente en sus espacios áulicos, en sus estudios y su acción social, dinamizando la vida educativa desde el Guanacaste que nos desvela. Estamos ciertos, también, que el saber, el maestro y el discípulo son la trinidad de la vida educativa. El Centro Educativo Católico Eulogio López Obando, por lo tanto, llena un vacío socioeducativo, que reivindica las mejores vocaciones, con el espíritu participativo de la sociedad civil, con la formación humanística y cristiana, y con el pensamiento raigal que los caracteriza. Asimismo, demos gracias a Guanacaste, porque siempre debe ser presencia estelar y no fondo decorativo, en todos los frentes de lucha por la superación integral de esta y las próximas generaciones de discentes. Cierro esta lección inaugural, en esta prestigiosa institución, con un pensamiento del gran Maestro y pensador costarricense de excepción, don Joaquín García Monge (1881-1958):
Este mutuo
conocimiento de cuanto somos (…) esta generosa aspiración a ir juntos a la
cita con nuestro común destino nos hará invencibles. Estaremos
unidos por la cultura, amasada con sangre y espíritu.
Muchas gracias. ¡Carpe diem!
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