Andrés García Ferré
FESTIVAL INTERNACIONAL DE LA
LUZ
Por Ricardo Llopesa
El Festival Internacional de la Luz tiene su contenido en la luz del
conocimiento que anualmente ofrece a sus participantes, a través de actividades
y seminarios dedicados a la ciencia de la alimentación sana, la energía y el
poder que puede brindar la mente, a través del control de la salud. Este año se
celebró su octava edición, en la ciudad de Oliva, cuna del poeta Francisco
Brines. Son años de éxito, bajo la coordinación y la dirección sabia de Andrés
García Ferré, un muchacho joven y dinámico que se nueve en el ámbito de la
cultura y la alimentación.
El mérito del Festival
reside en su carácter monográfico, dedicado anualmente a la agricultura
ecológica y sana para mejora de la salud. La actividad académica es intensa,
mañana y tarde. Incluso a la hora de comer, la experiencia, en lugar de
limitarse a un descanso, se convierte en un momento exquisito al paladar, con
la presencia de reputados cocineros.
Hay conferencias y
talleres a cada hora. Asisten especialistas de distintas ramas, que pertenecen
a esta ciencia nueva que surge con sorprendentes propuestas de salud y
alimentación, al margen de la tradición convencional que tanto daño ha causado
en la sociedad. Pero tenemos que descubrir los nuevos métodos, que nada tienen
que ver con la alimentación sino con el ejercicio corporal, como el caso de la
práctica del Chi Kung, el Tai Chi o el Yoga, que ayudan al rejuvenecimiento del
cuerpo y eliminan los dolores.
De cada sesión se sale
lleno de preguntas, que somos incapaces de plantearnos en la vida cotidiana.
Sabemos que, además de la lectura, la mente necesita de otros alimentos, a
través de la concentración, siguiendo los métodos antes citados. He aprendido
que es fácil. Lo difícil es apartarnos de los vicios adquirido en la sociedad
moderna, que promueve el enlatado o el empaquetado, para comodidad del
consumidor.
La verdad es que
Andrés, alma mater del festival, no para en ningún momento. Hace
verdadera gala de salud y dinamismo. El año pasado, en el 2014, pasaron por el
festival los profesores Ferrán Bonet, Adriana Pastor, Julio Palomino y muchos
más. Desde la concentración de las artes del espíritu hasta las del cuerpo.
Pudimos ver la actuación magistral de dos artistas locales. María Verdú dio un
espectáculo de vientre y Sáhara Gómez de flamenco árabe. Dos espectáculos que
sirvieron para poner broche de oro a un festival nacido para enriquecer la
salud.
Este año se espera
mayor afluencia de público. Pues el festival, de edición en edición va ganando
la presencia de visitantes, nacionales e internacionales, interesados en saber
qué hay más allá de la alimentación convencional que nos ofrece el mercado de
los enlatados y los embutidos.
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