Yván Silén
ARTÍCULO
YVÁN SILÉN Y EL ACTO POÉTICO
Por Raúl Guadalupe de Jesús
“El “postmodernismo” es ya el fósil
cultural de la demokracia capitalista que está en decadencia”. Yván Silén
Yván Silén autor de, una
de las maravillas de la poesía puertorriqueña, Los poemas de Filí Melé
nos entrega a los lectores un nuevo ensayo en donde se pasa balance de la
situación actual de la producción poética y literaria en la colonia. Y es
claro que al desarrollar un juicio sobre la literatura más reciente es
inevitable, por que le es intrínseco, un análisis de la cultura y los
intelectuales.
El acto poético
para Silén tiene una dimensión ética, por ello la poesía piensa.
La ética se convierte en deber noseológico/epistemológico (Mijail Bajtin
y Luis Llorens Torres). No somos un apagado eco de los poderes
imperiales y sus centros universitarios (Lezama Lima). Ser o asumir la
repetición anticreativa de los poderes imperiales es aceptar la colonia, es
renunciar al principal derecho democrático de los pueblos colonizados, la lucha
por la independencia (Lenin).
El autor considera al ensayo como una criatura de
la poesía, por ello su texto La poesía piensa o la alegoría
del nihilismo, publicado por Editorial Tiempo Nuevo y
Publicaciones Gaviota en
el año 2010, contiene un acento poético que como caballo de Troya tomará
por asalto el argumento de fondo de la más reciente
literatura. Digamos de un fragmento de la producción literaria, el
más celebrado por los circuitos académicos coloniales. Silén se detiene
en un lugar común de esa poesía y esa narrativa celebrada, la insistencia en
negarse, en el noser, el asumir el proyecto de la cultura capitalista de
la no existencia de fronteras culturales ni nacionales, mientras se construyen
murallas en la frontera y los oligopolios, tan celebrados por Carlos Pabón y
cía, siguen destruyendo nuestro archipiélago. Silén les recuerda que la
palabra poética, no la prosificación del verso, es radicalmente
anticapitalista. El mundo de las mercancías no puede capturarla quienes
se dejan capturar son los poetas que escriben contra sí mismos, los poetas que
piensan que la palabra poética solo vive en sus libros. El nihilismo los
lleva a la más espantosa colaboración con los invasores.
Nos dice Silén: “Que la resistencia ( los sueños
como los poemas del inconsciente) está aquí como la poesía que piensa.
El interior mismo de la nación resiste la prostitución de la capital y
ese intento fallido del “Festival de la palabra anexionista” de los que
callan, de los colaboracionistas, de los nihilistas hacia el suicidio
colectivo.” (30)
Al comerse el texto imperialista de la
globalización comenzaron a ser payasos de la corte del imperio. Ahora bien,
ellos, los que Silén señala son responsables por lo que asumen. La
neutralidad no existe, cuando se es neutral en una colonia es porque se tiene
simpatías con la colonia. Sin embargo, la responsabilidad por la nación
no es solo individual es colectiva. Silén cumple con su responsabilidad
al señalar lo que es debido.
El plan de la entrega comenzó en la Universidad de
Puerto Rico. Recordemos que esta institución fue creada por los invasores
en 1903 y desde entonces, como todas las instituciones de la colonia, responden
al imperio. Sin negar que en momentos del seno de la UPR se han gestado
movimientos y acciones en defensa de la nación. Cuando ello ha ocurrido
es porque en el país la voluntad por la república ha tomado fuerza.
Desde los años ochenta la izquierda política se ha aburguesado
profundamente vertiéndose en un neomuñocismo que ha querido mantenerse en el
juego colonial con el proyecto posmoderno (Xerox). Si profesores
coloniales establecen que enseñar historia de la nación no debe ser
fundamental, si otros profesores coloniales se atreven enseñarles a sus
estudiantes que no es necesario estudiar la obra de Alejandro Tapia y Rivera,
de Abelardo Díaz Alfaro, de Juan Antonio Corretjer, etc, qué podemos esperar de
los nuevos escritores que son capaces de establecer públicamente que La víspera del hombre
fue escrita por Manuel Zeno Gandía.
Silén no deja espacio para la equivocación.
En su ensayo-poesófico sabe que la responsabilidad es histórica. Por ello
me comenta que su texto ha sido censurado por el independentismo burgués.
La censura también toma la forma del silencio. El discurso poético
de los escritores reseñados por el autor quiere vestirse de neovanguardia, sin
embargo el proyecto no persigue proponer una ruptura, una nueva propuesta
estética, sino navegar en el kitch superficial, en esconder el vacío con el
performance, los más atrevidos en ser portavoces culturales de la actual
administración colonial. En ese sentido, concuerdo con el poeta Félix Córdova Iturregui
al decir que el texto de Silén “… es un llamado al debate, tanto exterior como
interior, un alerta a la conciencia, un llamado a la inconformidad creativa.”
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