Portada: Lietarura Salvadoreña 1960-2000
___Homenaje a la literatura salvadoreña____
André Cruchaga
Barataria, 13.II.2009.
___Homenaje a la literatura salvadoreña____
Está circulando desde hace un par de meses en El Salvador, la antología: Literatura Salvadoreña 1960-2000, preparada por el escritor Jorge Vargas Méndez y J. A. Morasán. En realidad,se trata de un trabajo sumamente encomiable. La terea de antologar siempre es dificil y casi nunca se queda bien. Siempre hay alguien que denosta este tipo de trabajos que es la acción más generosa que conozco tratándose de estos temas.
La antología está, ciertamente, en consonancia con el Panorama de la literatura salvadoreña de don Luis Gallegos Valdés, a quien conocí hace años en la Dirección de Publucaciones, hoy DPI, hombre generoso y de gran altura cultural; Desarrollo Literario de El Salvador, de don juan Felipe Toruño; y no con el Ídice Antológico de la Poesía Salvadorela, del doctor David escobar Galindo, Cien años de Poesía en El Salvador, de Rafael Góchez Sosa y Tirso Canales, Antología Poética de José Roberto Cea, etc para mencionar los esfuerzos más representativos.
La antología trata de dar una panorámica de la literatura en general, sin primar un género en particular. José Roberto Cea se encarga de escribir el prólogo y es interesante porque hace todo un periplo histórico de la misma. Laobra está dividida en cuatro grandes apartados: La literatura salvadoreña en la década del sesenta, Grupos literarios de la década del sesenta, la expresión literaria en la década de los ochentas, Grupos y talñleres de la década de los noventas y finaliza con un colofón: emtrevistas con algunas personas del período 1960-2000.
Y algo encomiable, los antólogos tuvieron a bien como justo homenaje y rescate de la memoria y para la memoria, las voces de un período dificil en nuestro país. Poetas que murieron bajo cinscunstancias de guerra. En este contexto resulta más que interesante y esclarecedora la entrevista que los antólogos le hacen a lilian Coto en torno a la figura de ese gran poeta que fue Chema Cuéllar.
Falta,desde luego, ahora que tenemos esta obra capital para nuestra literatura, empezar a trabajar una antología general de la poesía salvadoreña, una de narrrativa, pero con sentido globalizador, sin prejuicios. Ya no es posible seguir atomizando nuestra literatura en antologías de dos o tres personas. La trascendencia de un escritor ya no es problema del antólogo, sino del propio desarrollo personal del creador de la palabra. Trascender implica un trabajo de ardua perseverancia y escribir todos los días como si se tratase del primer poema o narración.
La antología está, ciertamente, en consonancia con el Panorama de la literatura salvadoreña de don Luis Gallegos Valdés, a quien conocí hace años en la Dirección de Publucaciones, hoy DPI, hombre generoso y de gran altura cultural; Desarrollo Literario de El Salvador, de don juan Felipe Toruño; y no con el Ídice Antológico de la Poesía Salvadorela, del doctor David escobar Galindo, Cien años de Poesía en El Salvador, de Rafael Góchez Sosa y Tirso Canales, Antología Poética de José Roberto Cea, etc para mencionar los esfuerzos más representativos.
La antología trata de dar una panorámica de la literatura en general, sin primar un género en particular. José Roberto Cea se encarga de escribir el prólogo y es interesante porque hace todo un periplo histórico de la misma. Laobra está dividida en cuatro grandes apartados: La literatura salvadoreña en la década del sesenta, Grupos literarios de la década del sesenta, la expresión literaria en la década de los ochentas, Grupos y talñleres de la década de los noventas y finaliza con un colofón: emtrevistas con algunas personas del período 1960-2000.
Y algo encomiable, los antólogos tuvieron a bien como justo homenaje y rescate de la memoria y para la memoria, las voces de un período dificil en nuestro país. Poetas que murieron bajo cinscunstancias de guerra. En este contexto resulta más que interesante y esclarecedora la entrevista que los antólogos le hacen a lilian Coto en torno a la figura de ese gran poeta que fue Chema Cuéllar.
Falta,desde luego, ahora que tenemos esta obra capital para nuestra literatura, empezar a trabajar una antología general de la poesía salvadoreña, una de narrrativa, pero con sentido globalizador, sin prejuicios. Ya no es posible seguir atomizando nuestra literatura en antologías de dos o tres personas. La trascendencia de un escritor ya no es problema del antólogo, sino del propio desarrollo personal del creador de la palabra. Trascender implica un trabajo de ardua perseverancia y escribir todos los días como si se tratase del primer poema o narración.
André Cruchaga
Barataria, 13.II.2009.
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