Juan Carlos Gómez Rodríguez, España
EN
MITAD DEL SILENCIO Y LA CANÍCULA
Inspirado por el
jazz de St Germain
La
música flota ordenando el caos
con
acordes que desatan el incendio
ordenando
el ritmo existencial de las estrellas
lentas
constelaciones explosiones de luz meteoritos veloces
hondo espacio sin fin
precipitando
tonos
espacios
delineados
escaleras
mecánicas en todas direcciones
bajo
la bóveda translucida de los pensamientos
acorralándolos
en
un paréntesis de estrábica pasión donde el espíritu
inventa
piruetas sincopadas
acrobacias
en móviles acordes
lección
de vértigo
tribal
construye
el laberinto magnético
cadencia
que arde en él
alongando los ríos caudalosos
meandros enroscados como colas doradas de
reptil
caen
sonoros torrentes
en
inmutables saltos de arco iris
y
explota policroma la selva plena en trinos
gruñidos
y graznidos
simultáneas
visiones de un tiempo primitivo se suceden
cuando
la sangre oculta
un
aroma de savia y clorofila
cuando
la savia oculta
un
aroma de semen y de sangre
en
mitad del silencio y la canícula
CON
LA EBRIA ABSTINENCIA
DE UN PREDICADOR
SOÑANDO EN BLUES
Oh!
sí nena
sería
una bendición
brillar
toda la noche
en
la tibia ciudad de tus caderas
grito en la soledad
con
la ebria abstinencia de un predicador
¡sí! ¡empuja mi pasión!
hasta
el límite ardiente de las sombras
donde
se aviva el fuego entre piel y saliva
mujer
que nunca duermes
compás
de mi nostalgia
¿en
dónde te has metido que no puedo encontrarte?
saltan
por el espacio ocultos desafíos
bordados
en alcohol color corinto
y
en el fondo del vaso
se
dibuja el vaivén de tu canícula
Oh!
sí nena aparece
¡sé
mi respiración!
¡vuelve
esta noche casta en clandestina!
que
el swing sea la fuga que rompa la cordura
y
el brillo de tu pelo se enroque en mi costado
como
un loco piano que quiere devorarme
LA
VOZ PROFUNDA Y CALMA
Las
gotas de sudor son mí rocío
atrás
quedan los nombres
como
hojas caídas al pie de los raíles
delante
solamente
la
línea desangrada de un anuncio
que
ilumina el crepúsculo
me
llama con su guiño
¡ven hasta aquí!
parece
que me dice en su distancia
yo
lo miro con ojos de abandono
y
siento muy adentro
la
voz profunda y calma
de
un blues de John Lee Hooker
que
me impulsa a ser noche
EL
PIANO DE THELONIOUS MONK SE
ABRE PASO EN LA NOCHE
Como
un suspiro nos atraviesa el tiempo
cierro
los ojos
y el álbum de la vida muestra cuanto elegí
días
de estreno para la vieja función de la existencia
días
de gloria que alivian el peso de la mediocridad
alto
voltaje para achicharrar a la inocencia
abro
los ojos
y
se caen las epístolas
las
fotos
los
roídos calendarios
los
sabores ocultos detrás de la cortina del pasado
las
voces ya apagadas
como
pétalos yacentes sobre mármol
¡ah
las caricias! también ellas
cayeron
la
serpiente erguida de unos pechos
que
lancearon mi pecho
esa primera vez
en
la que atravesé las dunas de la carne
en
la que descorrimos los velos con el sexo
trémulos
e inexpertos
como
gotas que bailan
en
la copa de burbon compartida
entre
el sudor y el miedo
entre
el sabor y el tacto
una
fiebre que en medio de la noche
trasformara
el deseo en piano dislocado y sonoro
escalera
hasta el cielo donde maúllan lunáticos los gatos
esta
noche azogada de recuerdos
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