María de las Nieves Morales, Cuba
______RAZONES DEL DEMENTE_____
Dónde buscarnos, Descartes,
si una parábola escuda
nuestros huesos. ¿En la duda
o el tálamo? Alucinar
fue otra pirueta, Descartes,
del péndulo que interroga
cruz, espanto, sinagoga.
(Dios la cordura nos guarde)
Alucinar fue un cobarde
antídoto de la soga.
Oigo una voz que se atasca
en mi sien. Cruje el postigo
abierto para un castigo
parietal. La voz se enfrasca
en resumir la hojarasca
de mi confusa sentencia.
Vacila, Descartes. La ciencia
miente un icono a tus pies.
¿Cogito ergo sum? Tal vez.
(Dios nos guarde la demencia)
______RAZONES DEL DEMENTE_____
Dónde buscarnos, Descartes,
si una parábola escuda
nuestros huesos. ¿En la duda
o el tálamo? Alucinar
fue otra pirueta, Descartes,
del péndulo que interroga
cruz, espanto, sinagoga.
(Dios la cordura nos guarde)
Alucinar fue un cobarde
antídoto de la soga.
Oigo una voz que se atasca
en mi sien. Cruje el postigo
abierto para un castigo
parietal. La voz se enfrasca
en resumir la hojarasca
de mi confusa sentencia.
Vacila, Descartes. La ciencia
miente un icono a tus pies.
¿Cogito ergo sum? Tal vez.
(Dios nos guarde la demencia)
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Leer más de la poeta María de las Nieves Morales en Arte poética-Rostros y Versos, Laberinto del Torogoz y en Cuba AlaDécima, espacio coordinado por el poeta Pedro Péglez, Representante de Artepoética en su país.
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