Yván Silén, Puerto Rico
¡a los palestinos---!
No me has podido derribar,
aunque esté muerto, porque
resucito en cada huelga general
para escribir mi nombre
en las paredes de los muertos.
No me hace falta la sed,
ni me falta lo saciado, ni
me hace falta el salario,
ni me faltan los orgasmos,
en las paredes escritas
por los muertos…
No me ha falta la sed,
ni me faltan los orgasmos,
porque la tierra abre sus surcos,
y la fábricas abren la muerte, y
el cielo abre un Dios
que se ha vestido de Arafat,
de Bolívar, del Che, de Albizu.
¡No me hace falta reír,
porque me estoy riendo con los muertos!
II
No me han podido derribar,
porque Palestina no ha caído,
ni han caído las estatuas de la fe,
y los héroes oscuros se morivivizan
contra los tanques y los aviones de Israel.
No me has podido arrancar la lengua,
ni me has podido matar
en los “espejos de Dios” de los desiertos,
o en la guerra santa de los santos,
en do los píos afilan los fusiles,
y los mártires, Israel,
afilan los falos
para darte por el culo, cabrona.
No me has podido
consumir en una taza,
ni en un dedal has podido
beberte el semen mío,
como té verde de noche,
como té rojo de muerte.
¡Jamás, Jamás, me has derribado,
yanquistamente, con tus tanques,
ni con la privatización de los canallas
en los bichos de tus profetas arruinados.
¡No me has podido derribar, Israel,
porque no has conquistados mis orgasmos!
27 de diciembre del 2008
Puerto Rico
_______________EL SILENCIO DE LOS POETAS-II
A los palestinos.
Rezo a Jahveh y golpeo
los espejos, me desgarro la luz
y me pico la lengua
para que Jehová castigue a Israel
con una plaga, con un bólido, con un cometa.
Porque el silencio de los poetas es peor
que la muerte, pero los vates y los aëdos,
los escribas, los teólogos,
se lavan las manos con la mierda
de los niños fundidos
y se liman las uñas, y se
besan al espejo.
Dos días de muerte y de sequía
encima del cielo, dos días debajo del Hades
y ni un sólo poema ha llegado
protestanto a mi pantalla;
ni un sólo camello (300 muertos)
lleno de sed
ha cruzado por el ojo de la aguja.
Cristo está de pie en las esquinas
picándose el falo con un cristal,
con una aguja, con un espejo.
Cristo está picándose la lengua
con tijeras, porque nadie
extraterrestremente
ha venido a recoger los niños.
Ni un solo ovni
ha disparado una bomba H
contra Jerusalén o Tel Aviv.
Porque de cierto, de cierto os digo
que no quedará
tanque sobre tanque
que no sea derribado.
Israel ha bombardeado con una hoja
y una espina y una rosa
la Universidad islámica de Gaza
y ha bombardeado
zelotemente
cuatro mezquitas
a la sombra, al sueño y a la muerte
y han caído
seiscientos sesenta y seis
ojos rotos,
huevos rotos han caído, senos rotos
en todas las alcantarillas del templo.
Y los poetas, esos cretinos del silencio,
orinan en los “confesorios”
de las sinagogas y se
esconden
cerdamente
en un caldero de sopa.
Se esconden en el silencio
como oscuras Barbies,
como las rameras lilas
del Apocalipsis.
Los poetas han escondido
el librito amargo y
modelan postmodernamente falsos
en la fama capitalista de los muertos.
¡Oh, Navidad, cretina,
debería darte vergüenza tu 25 de diciembre,
y tu año próspero y
tu felicidad de las vitrinas podridas!
¡Oh, Jerusalén, Jerusalén,
el silencio de los poetas
es peor que el silencio de la muerte!
28 de diciembre del 2008
Puerto Rico
_____________No me has podido derribar
¡a los palestinos---!
No me has podido derribar,
aunque esté muerto, porque
resucito en cada huelga general
para escribir mi nombre
en las paredes de los muertos.
No me hace falta la sed,
ni me falta lo saciado, ni
me hace falta el salario,
ni me faltan los orgasmos,
en las paredes escritas
por los muertos…
No me ha falta la sed,
ni me faltan los orgasmos,
porque la tierra abre sus surcos,
y la fábricas abren la muerte, y
el cielo abre un Dios
que se ha vestido de Arafat,
de Bolívar, del Che, de Albizu.
¡No me hace falta reír,
porque me estoy riendo con los muertos!
II
No me han podido derribar,
porque Palestina no ha caído,
ni han caído las estatuas de la fe,
y los héroes oscuros se morivivizan
contra los tanques y los aviones de Israel.
No me has podido arrancar la lengua,
ni me has podido matar
en los “espejos de Dios” de los desiertos,
o en la guerra santa de los santos,
en do los píos afilan los fusiles,
y los mártires, Israel,
afilan los falos
para darte por el culo, cabrona.
No me has podido
consumir en una taza,
ni en un dedal has podido
beberte el semen mío,
como té verde de noche,
como té rojo de muerte.
¡Jamás, Jamás, me has derribado,
yanquistamente, con tus tanques,
ni con la privatización de los canallas
en los bichos de tus profetas arruinados.
¡No me has podido derribar, Israel,
porque no has conquistados mis orgasmos!
27 de diciembre del 2008
Puerto Rico
_______________EL SILENCIO DE LOS POETAS-II
A los palestinos.
Rezo a Jahveh y golpeo
los espejos, me desgarro la luz
y me pico la lengua
para que Jehová castigue a Israel
con una plaga, con un bólido, con un cometa.
Porque el silencio de los poetas es peor
que la muerte, pero los vates y los aëdos,
los escribas, los teólogos,
se lavan las manos con la mierda
de los niños fundidos
y se liman las uñas, y se
besan al espejo.
Dos días de muerte y de sequía
encima del cielo, dos días debajo del Hades
y ni un sólo poema ha llegado
protestanto a mi pantalla;
ni un sólo camello (300 muertos)
lleno de sed
ha cruzado por el ojo de la aguja.
Cristo está de pie en las esquinas
picándose el falo con un cristal,
con una aguja, con un espejo.
Cristo está picándose la lengua
con tijeras, porque nadie
extraterrestremente
ha venido a recoger los niños.
Ni un solo ovni
ha disparado una bomba H
contra Jerusalén o Tel Aviv.
Porque de cierto, de cierto os digo
que no quedará
tanque sobre tanque
que no sea derribado.
Israel ha bombardeado con una hoja
y una espina y una rosa
la Universidad islámica de Gaza
y ha bombardeado
zelotemente
cuatro mezquitas
a la sombra, al sueño y a la muerte
y han caído
seiscientos sesenta y seis
ojos rotos,
huevos rotos han caído, senos rotos
en todas las alcantarillas del templo.
Y los poetas, esos cretinos del silencio,
orinan en los “confesorios”
de las sinagogas y se
esconden
cerdamente
en un caldero de sopa.
Se esconden en el silencio
como oscuras Barbies,
como las rameras lilas
del Apocalipsis.
Los poetas han escondido
el librito amargo y
modelan postmodernamente falsos
en la fama capitalista de los muertos.
¡Oh, Navidad, cretina,
debería darte vergüenza tu 25 de diciembre,
y tu año próspero y
tu felicidad de las vitrinas podridas!
¡Oh, Jerusalén, Jerusalén,
el silencio de los poetas
es peor que el silencio de la muerte!
28 de diciembre del 2008
Puerto Rico
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