Pintura: Juan Ramón Jiménez
El niño cojo sueña
SUEÑA que es mariposa; que es un esmalte
polícromo de flores nuevas
retiene el vuelo grácil
de sus alas de luz; que en una fresca
brisa de mayo, va por los arroyos
rizando un vuelo entre la tierna yerba...
El niño cojo
sueña...
SUEÑA que es ciervo, que por matinales
praderas,
en un trote fugaz llega a una aurora
roja y blanca, que incendia,
lo mismo que en un cuento, de colores
los fragantes confines de la selva...
El niño cojo
sueña...
SUEÑA que es golondrina; que una tibia
tarde de primavera
lo lleva al nido antiguo
del pozo de la huerta
que, negro y blanco, entre las rosas rosas
su plata y su cristal gorjea
entre risas de niños cojos
que miran al cielo,
que inútilmente corren tras de ella...
El niño cojo
aún, en un sueño entrecortado, sueña...
Y la aurora abre – en el cielo- su armonía espléndida.
Cuando su madre entreabre la ventana
que da a la calle, triste de miseria,
en un rincón de sombra
lo primero que mira es la muleta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario