Esferas
de la memoria en ÁCRONOS,
de Francisco Vallejo
Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
Premio Nacional de Promoción y Difusión
Cultural de Costa Rica
(Guanacaste y Moravia). Al
final del primer semestre del 2022, llegó
a mis manos la segunda, densa e intensa novela de Francisco Vallejo Fernández,
cuyo título es Ácronos. Las memorias del tiempo. Columbia,
Estados Unidos: Grupo Delirium, 2022: 570. El novelista duró dos décadas de
trabajo interrumpido para escribir esta extensa novela (2000-2021). Tanto en
esta novela, como en su obra de estreno, “Del circo Hermanos Muerte: secretos”.
(Estados Unidos: Delirium Dei, 2020: 336), Francisco no gusta en consignar su
nombre en la portada, solo sobre el lomo de cada volumen.
Francisco Vallejo Fernández nació en Costa
Rica, el 11-11-1970. Es Licenciado en Derecho por la Universidad de Costa
Rica, 1993. Asistió a talleres literarios en el 2001, 2002 y 2003. Ha
publicado en antologías de dichos talleres, así como en revistas digitales. Textos
suyos aparecerán próximamente en la antología “Nudos Sueltos”, del Colectivo
Literario capitalino, al que pertenece, dirigido por el poeta y académico Adrián
Díaz Aguirre.
Ácronos. Las memorias del tiempo, de
Francisco Vallejos está integrado por 16 capítulos y un epílogo. Tanto al
inicio como al final, la novela consigna epígrafes del libro Del Catecismo de
la Santa Iglesia Multiuniversal.
Dichos textos son
muy importantes, Ambos son creación del novelista, a partir del libro ficcional
“Del Catecismo de la Santa Iglesia Multiuniversal”, y expresan lo siguiente:
1.
“Todo
lo dicho aquí puede ser exacto.
Todo lo dicho aquí puede
ser inexacto.
Todo según el universo en
el que se mire.
Sé un mendigo en este,
porque en otro has de ser un rey.
Sé un mártir en este,
porque en otro has de ser un tirano.
Goza el tiempo que te
corresponde, porque en otro has de ser su esclavo.
Salva una vida, porque
también has de ser su homicida” (p.1).
2.
“Muchos
universos, una sola conciencia…” (p.569).
A mi juicio, ambos
textos apuntan a la circularidad de la novela. El texto final es una síntesis
del abordaje temático que realiza la novela-dossier. Ambos textos funcionan
como intratextualidad.
Para Bajtín: “Todo texto se construye como un
mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto. En el
lugar de la noción de «intersubjetividad» se instala la de «intertextualidad», y
el lenguaje se lee, por lo menos, como «doble».
La novela tiene la
siguiente estructuración de ejes temáticos internos de los 16 capítulos:
a. 1 al 4: Jezabel
se libera del ídolo.
b. 5 y 6: Liberación
de Lilith.
c. 7 al 11: Kipling se
libera de Jezabel.
d. 12 al 16: Kundera se
libera. Muerte de Luna Morán y Sol
Montealegre.
Arcos libera a los inmortales.
Los
16 capítulos de la nueva novela de Vallejo Fernández consignan epígrafes y
textos de tres libros ficcionales: Libro de los magos, Libro de los dioses y
Libro de los demonios. Funcionan como paratextos y están marcados con letra
cursiva. Su funcionalidad es la de introducción contextual. Cada uno de
los textos con su respectiva clasificación citada se podría integrar como una
lectura holística y paralela dentro de la misma novela.
La
novela de Francisco Vallejo se fija como un dossier que aborda ejes narrativos sobre
las religiones, al crear historias como un discurso paralelo y crítico, donde
se evidencian los extremismos de muchas sectas y religiones. El pasado vuelve a
la palestra con la presencia de las sectas oscuras, o el ocultismo. Aduce el
narrador que en el siglo XIX son remanentes de religiones muertas.
El
título Ácronos responde a lo intemporal, sin tiempo o fuera del
tiempo. A pesar de ellos, el íncipit se
completa con la otra parte de su título Las memorias del tiempo. De ahí,
entonces, que su título sea lúdico, es un tiempo eterno, por diversas etapas,
fases o periodos, cuyos lapsos están definidos por índices de acciones
narrativas, muchas veces inverosímiles.
La
trazabilidad de los marcos temporales de la novela ofrece anacronías, es decir,
rupturas del tiempo cronológico de la historia narrada, sea hacia adelante o
hacia atrás. Esa alteración temporal puede obedecer a criterios, tanto
voluntarios como accidentales, con el propósito de fijar un marco situacional, sea
antes como después del límite epocal donde se desarrollan los hechos o actúan los
personajes.
La anacronía tiene dos categorías: la analepsis (hacia atrás) y la
prolepsis (hacia adelante). La analepsis altera una secuencia
narrativa, hacia el pasado, cambia el momento presente a una visión
retrospectiva o un recuerdo del pasado, de modo imprevisto y luego retoma la
temporalidad de la historia narrada.
Por su parte, la prolepsis alude a una
anticipación. El narrador adelanta hechos posteriores. Asimismo, puede ser un
salto temporal un tanto violento hacia el futuro, lo cual genera la alteración
del orden lineal de los acontecimientos.
La figura del anticuario es decisiva en el marco de
las temporalidades de la novela, toda vez que “Es la persona que hace profesión
o estudio del conocimiento de las cosas antiguas. / Persona que las colecciona
o negocia con ellas” (RAE, 2001:165).
La presencia del anticuario como personaje
justifica la trama narrativa de “Ácronos” y su apuesta por la ruptura de los
marcos tempo-espaciales de la novela, que es densa, extensa e intensa. Kundera
tiene interés en objetos del pasado al presente, para recuperar el pasado.
Otro elemento sumamente importante del narrador
costarricense es la dinámica física de los movimientos, tanto centrípetos como
centrífugos. Los personajes con dinámicas de movimiento centrífugo se alejan
del centro, por lo contrario, los de movimiento centrípeto, se mueven hacia el
centro o los atrae hacia él. De hecho, el listado de lugares citados en la obra
plantea una cosmovisión de conjunto sumamente dinámica, de grandes movimientos,
tanto al pasado como al futuro en el presente narrativo.
Uno de los ejes temáticos de la novela es el tema
de la inmortalidad. Se plantea una marcada focalización sobre la reencarnación
acrónica. En ese sentido, la idea de la
muerte operacionaliza como un leit motiv.
Es acaso una visión pesimista de la vida o una reflexión de la
perentoriedad terrenal. Aquí, la inmortalidad -las resurrecciones en otra
vida-, operacionaliza como castigo, pues la muerte no funciona como un acto de liberación
terrenal.
En otro orden, los personajes se desviven en la
búsqueda por encontrar objetos simbólicos, robados o extraviados: estatuilla de
ébano, cráneos, espadas, perla negra, corazón.
Jorge Luis Kundera es el personaje paradigma que atraviesa la narrativa
de la novela a lo largo de sus 570 páginas.
Kundera es el anticuario y, por su trabajo, desea recuperar el pasado
para hacer una traslación del pasado al presente. Aunque sus acciones dentro de
la novela, lo llevan a estar en el presente, en constante búsqueda por
revitalizar el conocimiento holístico del pasado.
La novela repasa una gran cantidad de acontecimientos
en sus diversos cronotopos, del
griego kronos= tiempo y topos= espacio,
utilizado por Mijaíl Bajtín, en “Teoría y estética de la novela” (Madrid:
Taurus, 1989), quien logra establecer relaciones de forma y contenido, tanto temporales
y espaciales que asimila la obra artística.
En
ese sentido, Bajtín sostiene que: “El tiempo se condensa aquí, se comprime, se
convierte en visible desde el punto de vista artístico; y el espacio, a su vez,
se intensifica, penetra en el movimiento del tiempo, del argumento, de la
historia. Los elementos del tiempo se revelan en el espacio, y el espacio es
entendido y medido a través del tiempo. La intersección de las series y uniones
de esos elementos constituye la característica del cronotopo artístico” (Bajtín, 1989: 238).
La novela presenta
escenas de situaciones límite con gran violencia, crueldad, muertes, transfiguraciones,
dobles, las cuales obedecen a los diversos escenarios cronotópicos
mostrados. En ese sentido, se muestra el
feísmo y tremendismo naturalistas. El narrador no duda en mostrar, de manera
objetiva, lo crudo y desagradable del comportamiento social.
En esa línea, hay
numerosísimos pasajes degradatorios, que califican como feísmo naturalista:
sexo con personas muertas. La necrofilia se caracteriza por una atracción sexual
hacia los cadáveres. Además, esclavitud, ritos de magia negra, ejecuciones
masivas.
Las historias amorosas
son inestables, conflictivas, con altas dosis de violencia y transgresiones. En
la confrontación del espacio terrenal con los otros, se advierte una
descalificación de los terrícolas. La recurrencia de esas historias amorosas
con otros nombres, y en otros contextos, siguen siendo complejas y violentas.
¿Es tan difícil el amor?
En ese sentido, surgen
personajes crueles, sin ninguna piedad por el ser humano en los contextos de la
inmortalidad, toda vez que hay una rivalización entre los habitantes terrícolas
con los seres de otros mundos.
Las figuras politeístas
de su narrativa implican el conocimiento de diferentes corpus históricos de esa
apuesta, donde se ofrece diversas perspectivas de situaciones y actuaciones de
culturas tan disímiles.
La novela deja entrever,
paralelamente, en la última línea “MUCHOS UNIVERSOS, UNA SOLA CONCIENCIA” (p.
569), la noción del multiverso y el principio cosmológico del ajuste
fino. Temas muy complejos y con diversidad de opiniones, desde el plano de
la física, o bien, desde las perspectivas teológicas.
La teoría del Multiverso fue propuesta en el siglo XIX por el filósofo
William James, al señalar que en el mundo existen universos paralelos. A Fred Hoyle (1915-2001) se le debe la expresión: «ajuste
fino de las constantes universales». La inquietud queda para que cada lector dirija su criterio,
según sus propias creencias, sean estas religiosas, científicas o de otra
índole.
“El multiverso es un término que los científicos usan para
describir la idea de que más allá del universo observable, también pueden
existir otros universos. Los multiversos (…) describen diferentes
escenarios posibles, desde regiones del espacio en diferentes planos
que nuestro universo, hasta universos en burbujas separadas que están
constantemente brotando” (https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2022/05/existe-el-multiverso-lo-que-dice-la-ciencia).
“En el terreno de la
física, la noción de ajuste fino hace
referencia a que, cuando este concepto se traslada a la cosmología, se entiende
que las condiciones que permiten la vida en el Universo únicamente pueden
concretarse cuando determinadas constantes fundamentales se ubican en un rango
muy preciso de valores”. (Miriam Frankel (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/02/08/universo-afinado-vida-pensamos-estudio-62450946.html).
En el primer intratexto
ficcional del capítulo 1 se lee “Las deidades ácronas ostentan la virtud de
leer las memorias del tiempo”, Libro de los demonios. Aquí se condensa
la semántica del título de la novela.
Incluyo algunos corpus
narrativos de la novela, porque esos textos ejemplifican y resignifican algunas
de las diversas posiciones que el narrador asume frente al universo novelesco expuesto:
1.
“Justo como algunos que reniegan de Dios porque, tras buscarlo, ni
supieron descubrirlo en sus corazones” (Cap. 1, p.29).
2.
“El nombre evocaba también al de un personaje temible del siglo XVI,
Erzsébet Báthory, apodada la condesa sangrienta, que torturó y asesinó a
seiscientas cincuenta muchachas en un castillo de los Cárpatos. Se dice que fue
hermosa, lesbiana e iniciada en el vampirismo y ritos de magia negra” (Cap.
III, p,67).
La gran poeta argentina, Alejandra Pizarnik (1936-1972), de quien este
25-9-2022 se cumplen 50 años de su ausencia (1972-2022), publicó el libro “La
condesa sangrienta” (Buenos Aires: Aquarius, 1971), con base en ese eje
temático, tan desgarrador.
3.
“Teníamos más o menos clara la existencia de una estirpe de seres
inmortales, seguidos por sectarios que adoraban a la Serpiente de Ébano,
perdida en el país” (Cap. IV, p. 95).
4.
“El anticuario estupefacto, no menos que Sol que la interrumpió; -No
entiendo… Si Popea llegó a la anticuaría años atrás, ¡por qué lo robó esta
noche?, minutos antes de que usted llegara” (Cap. V, p. 149).
5.
- ¿Cómo se volvió inmortal este Klinschor, el mago? No lo sé- dijo
ella-, apenas conozco su leyenda. (…) Amante del ocultismo, mantuvo
encarceladas a más de 400 mujeres, sometidas a vejámenes diversos,
prostituyéndolas a todas” (Cap. VI, p. 171).
6.
“Una leyenda de Catay refería que, milenios atrás los mundos de los
reflejos y de los hombres se comunicaban. Sus habitantes iban y venían
valiéndose de espejos como puertas dimensionales para comerciar e intercambiar
conocimientos” (Cap. VIII, p. 236).
7.
“Una correntada de miedo trepó por la espina dorsal del anticuario que
alzó la mirada para descubrir las luces que flotaban sobre la carretera a unos
cincuenta metros adelante. El objeto volador era esférico” (Cap. IX, p. 274).
8.
“Los cuatro desterrados, hijos del rayo, no conocían la muerte única y
definitiva. Tres de ellos reencarnan, es
parte de su condena, volverán en repetidas ocasiones olvidando vidas pasadas,
hasta que purgan su culpa” (Cap. X, p. 281).
9.
Amazona Bruna: “Vosotros tenéis un don del que carecemos. Sois las
únicas criaturas capaces de volver a la vida, solo los landarianos lo hacéis,
la muerte definitiva no os ha llegado, estáis exentos de ella” (Cap. XI, p.323).
10. “La muerte trágica de Sol Montealegre lo ha lo
ha conmovido, y a ella también. Podría
alegrarse de una rival menos, pero no, de alguna forma también quería a la
teóloga. Fue amiga fiel durante el rapto
de Kipling y, además, amante tierna durante alguna que otra escapada secreta,
de amigas fogosas y borrachas, a espaldas de sus parejas” (Cap. XIII, p. 406).
11. “No debí hacerlo, al verla desnuda fui poseso.
En vida, muchas veces ansié tenerla de esa manera y pese a que salimos durante
años, nunca se dio. Irónicamente, debió morir para que mi deseo se volviera
realidad” (Cap. XIV, p. 437).
12. “Hoy se habla de tiempo lineal y, en oposición
a este, de bloques de espacio tiempo; por así decirlo., Esto último sería,
creo, la Teoría B del tiempo; postula que todos los eventos suceden a la vez,
pasado, presente y futuro, como bloques (…) el eternalismo, como corriente
filosófica, se sustenta en la noción del tiempo como una dimensión más del
universo físico, además, de la del espacio. Se le opone el presentismo que
parte del presente como el tiempo real, pasado y futuro como ilusiones, las
que, más o menos, iría acorde con la Teoría A del tiempo, la del tiempo lineal,
según creo comprender” (Cap. XV, pp.510-511).
13. “Sin embargo, durante regresiones y
progresiones, había abierto puertas de la conciencia, que conducían de manera
simultánea al futuro y al pasado, puertas inmateriales que continuaban de par
en par, por las que, creía viajaba el tiempo y a universos paralelos, sin
quebrantar limitaciones físicas” (XVI, p. 544).
En síntesis, ÁCRONOS. LAS MEMORIAS DEL TIEMPO, del Lic. Francisco
Vallejo Fernández, ofrece una novela/dossier, de muchísimos recursos y
abordajes novedosos dentro de la narrativa costarricense.
La presencia plurisignificativa de diversos ejes temáticos le confieren
una alta intensidad y suspenso al lector, quien debe estar atento a pistas,
claves y nudos de significación con abordajes insospechados.
La pregunta ¿Por qué estamos aquí?”, es clave para tratar de desentrañar
los hilos sueltos de las temporalidades tripartitas, solas, o integradas. Hay
un principio de los tiempos. Acaso otros
universos paralelos. ¿Por qué estamos aquí?, una interrogante que nos
corresponde responder individualmente.
Estamos leyendo y meditando sobre la memoria del tiempo, en un espacio
de enlaces ácronos. ¿Cuántos años yacieron Adán y Eva en el paraíso terrenal?
¿Un día, un año, una centuria? Acaso, ¿una eternidad? Libro de los magos
(Cap. IV, p. 87).
Por esa razón: nunca dejés de soñar con las esferas del tiempo, en otro
tiempo, sin tiempo.
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