En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



domingo, 25 de septiembre de 2022

Festival Internacional de Poesía (FIPCR) 2022

Miguel Fajardo Korea



Festival Internacional de Poesía (FIPCR) 2022

 

 

 

Lic. Miguel Fajardo Korea

 Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural

 

 

 

         (minalusa-dra56@hotmail.com).- El Festival Internacional de Poesía de Costa Rica se realiza desde el 2001, cuando lo fundaron un grupo de artistas costarricenses, liderados por los escritores Norberto Salinas, Rodolfo Dada y Julieta Dobles, así como el trabajo incansable de la organización Casa de Poesía, con el apoyo de un selecto grupo de colaboradores. Es una organización sin fines de lucro.

 Uno de esos estandartes benéficos para la cultura costarricense ha sido la organización del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, que acumula 21 años de trabajo voluntario cultural ininterrumpido. Durante la afectación de la pandemia (2020-2021), se llevó a cabo de manera virtual. El Festival ha sido declarado “de Interés Educativo”, por el Ministerio de Educación Pública, y “de Interés Cultural”, por parte del Ministerio de Cultura y Juventud”.

Su propuesta cultural es decisiva: confrontar el trabajo poético nacional con las voces de escritores de diversas partes del mundo; promover la lectura; ofrecer talleres; fomentar la hermandad entre nuestro pueblo, distintas culturas y países. Además, realizar sus recitales, lecturas en bibliotecas y presentaciones de libros en escuelas, parques, colegios, universidades, centros de cultura, museos, hospitales, cárceles o teatros.

Asimismo, es el único festival de poesía del planeta, donde a cada autor invitado se le publica un libro. En este momento, se han editado 271 libros a poetas de todas las latitudes del orbe, cuyas colecciones signan un esfuerzo loable de promoción y difusión cultural. Entre sus publicaciones han editado a privados de libertad y a jóvenes de diversos talleres literarios, coordinados por el escritor Norberto Salinas Ollé.

A lo largo de más de cuatro lustros, han establecido más de 20 sedes regionales, que afirman el trabajo cultural, y han logrado descentralizar la cultura, toda vez que los poetas invitados, deben desplazarse y compartir su trabajo con los autores e instituciones de las localidades visitadas. Todas las actividades realizadas por el FIPCR son públicas y gratuitas.

En esa línea, el Festival ha llegado, aparte de la capital, a numerosísimas comunidades del país: San Antonio de Belén, Turrialba, Sarapiquí, Guápiles, Guácimo, San Ramón, San Carlos, Pérez Zeledón, Liberia, Nicoya, Paraíso, Esparza, Orotina, Monteverde, Tortuguero, Cartago, Heredia, Alajuela. Así como a espacios novedosos como el CAI Reforma y CAI El Buen Pastor.

Guanacaste se unió al Festival como sede desde el 2003. En el 2004, se le asignó la inauguración regional. Para dichos encuentros, se ha contado con el apoyo del FIPCR, Universidad Nacional, Universidad de Costa Rica, Centro Literario de Guanacaste, Museo de Guanacaste, Liceo Laboratorio de Liberia, Liceo de Cuajiniquil, Colegio Artístico Felipe Pérez, entre otros. Han visitado Guanacaste, escritores como Roberto Sosa, Otto Raúl González, Joaquín Pérez Azaústre, Carola Brantome, Vicente Muleiro, Celedonio Orjuela, Luis Alberto Ambroggio, Guadalupe Elizalde, Luis Rocha, Talat Shalim, Luis Thenon, Natalia Toledo, John Andion, Carlos Aguasaco y, este año, será la argentina Sabrina Usach

Para los escritores y gestores culturales Salinas, Dada y Dobles, resulta difícil el intenso trabajo organizativo de cada festival, sin embargo, veintiún años después, el Festival es altamente reconocido, tanto nacional como internacionalmente, lo que ha permitido alianzas estratégicas y el apoyo de amigos de la cultura.

En este momento, el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica cuenta con un valioso equipo editorial, encabezado por Norberto Salinas, Mónica Salas Nieto, Daniela González Fuentes, Fernando Alvarado Araya y Eric Segura Ledezma. La Editorial Casa de Poesía cuenta con el apoyo de la sección de impresión del Siedin, de la Universidad de Costa Rica. La rectoría continúa con ojos tripartitas, con la experiencia de Julieta Dobles, Rodolfo Sada y Norberto Salinas.

Este año (desde el 30 octubre hasta el 7 de noviembre del 2022), vendrán al festival, poetas de Argentina, Chile, China, Cuba, El Salvador, Honduras, India, Kurdistan, México, Brasil y Estados Unidos, a saber: Ana Pedernera, Cristian Aliaga, Sabrina Usach, Mario Meléndez, Xi Chuan, Norberto Codina, Vladimir Amaya, Kris Vallejo, Shiva Prakash, Hussein Habasch, Itzela Sosa, Lisi Turrá, Tiago Geboveze, Sergio Zamora y Chary Gumeta. Asimismo, los autores que representarán al país en el FIPCR 2022 son Julia Hernández y Miguel Fajardo, de Limón y Guanacaste.

Otro acierto del Festival Internacional de Poesía es el acercamiento y la integración con los grupos organizados que existen en el país, así como la incorporación de varias de las organizaciones comunitarias, culturales, talleres, gobiernos locales, negocios, de cada uno de los lugares visitados, tanto en la GAM  como en los diversos polos interiores de la cultura. 

En esa línea, se reconoce haber hecho posible la confluencia de la mayoría de integrantes de grupos y talleres poéticos diversos, toda vez que la poesía es una sola voz de conciencia de libertad, más allá de postulados éticos, estéticos o ideológicos. 

Al final de las jornadas comunitarias, los invitados se reúnen con el auspicio de Laguna Lodge Tortuguero y Rodolfo Dada, para efectuar un taller seminario entre los poetas internacionales invitados y un selecto grupo de poetas costarricenses. 

Los más de cuatro lustros de intenso trabajo cultural del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica (FIPCR) han sido beneficiosos para el desarrollo de la poesía costarricense, pues ha abierto nuestro país a voces multiculturales, de las cuales se han nutrido las comunidades y los creadores costarricenses, quienes han podido confrontar su trabajo con las manifestaciones artísticas de otras latitudes, muchas de ellas, a miles de kilómetros de distancia física, pero de cercanía espiritual y creativa, para los afanes del factor humano.

 

Programa por realizar FIPC 2022:

 

30 de octubre, 1 p.m.: Inauguración Teatro Popular Melico Salazar.

31 de octubre, 9 a.m.: presentación en la Universidad de Costa Rica.

31 de octubre, 7 p.m.: Museo del Jade, Colección literaria FIPCR 2022.

  1 de noviembre, 10 a.m.: Parque Morazán: Fiesta poesía joven 2022.

  2 al 4 noviembre: los poetas de desplazan a las diversas sedes en el país.

  4 de noviembre, 7 p.m. Instituto México, clausura del FIPCR 2022.

  5 al 7 noviembre: taller seminario en el hotel Laguna Lodge Tortuguero.

 

Gestores directivos del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica

                                       Norberto Salinas                                  Julieta Dobles
Rodolfo Dada


La poesía es un acto de alarma

Rubén Vela (1928-2018)





 

martes, 13 de septiembre de 2022

Esferas de la memoria en ÁCRONOS, de Francisco Vallejo

 

Miguel Fajardo Korea


Esferas de la memoria en ÁCRONOS,

de Francisco Vallejo

 

Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA

Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica

minalusa-dra56@hotmail.com

 

 

 (Guanacaste y Moravia). Al final del primer semestre del 2022, llegó a mis manos la segunda, densa e intensa novela de Francisco Vallejo Fernández, cuyo título es Ácronos. Las memorias del tiempo. Columbia, Estados Unidos: Grupo Delirium, 2022: 570. El novelista duró dos décadas de trabajo interrumpido para escribir esta extensa novela (2000-2021). Tanto en esta novela, como en su obra de estreno, “Del circo Hermanos Muerte: secretos”. (Estados Unidos: Delirium Dei, 2020: 336), Francisco no gusta en consignar su nombre en la portada, solo sobre el lomo de cada volumen.

         Francisco Vallejo Fernández nació en Costa Rica, el 11-11-1970.  Es Licenciado en Derecho por la Universidad de Costa Rica, 1993.  Asistió a talleres literarios en el 2001, 2002 y 2003. Ha publicado en antologías de dichos talleres, así como en revistas digitales. Textos suyos aparecerán próximamente en la antología “Nudos Sueltos”, del Colectivo Literario capitalino, al que pertenece, dirigido por el poeta y académico Adrián Díaz Aguirre.

 

         Ácronos. Las memorias del tiempo, de Francisco Vallejos está integrado por 16 capítulos y un epílogo. Tanto al inicio como al final, la novela consigna epígrafes del libro Del Catecismo de la Santa Iglesia Multiuniversal.

Dichos textos son muy importantes, Ambos son creación del novelista, a partir del libro ficcional “Del Catecismo de la Santa Iglesia Multiuniversal”, y expresan lo siguiente:

1.     “Todo lo dicho aquí puede ser exacto.

Todo lo dicho aquí puede ser inexacto.

Todo según el universo en el que se mire.

Sé un mendigo en este, porque en otro has de ser un rey.

Sé un mártir en este, porque en otro has de ser un tirano.

Goza el tiempo que te corresponde, porque en otro has de ser su esclavo.

Salva una vida, porque también has de ser su homicida” (p.1).

 

2.     “Muchos universos, una sola conciencia…” (p.569).

 

A mi juicio, ambos textos apuntan a la circularidad de la novela. El texto final es una síntesis del abordaje temático que realiza la novela-dossier. Ambos textos funcionan como intratextualidad.

      Para Bajtín: “Todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto. En el lugar de la noción de «intersubjetividad» se instala la de «intertextualidad», y el lenguaje se lee, por lo menos, como «doble».

La novela tiene la siguiente estructuración de ejes temáticos internos de los 16 capítulos:

a. 1 al 4:                  Jezabel se libera del ídolo.

b. 5 y 6:                   Liberación de Lilith.

c. 7 al 11:       Kipling se libera de Jezabel.

d. 12 al 16:     Kundera se libera.  Muerte de Luna Morán y Sol Montealegre.

                       Arcos libera a los inmortales.

 

Los 16 capítulos de la nueva novela de Vallejo Fernández consignan epígrafes y textos de tres libros ficcionales: Libro de los magos, Libro de los dioses y Libro de los demonios. Funcionan como paratextos y están marcados con letra cursiva. Su funcionalidad es la de introducción contextualCada uno de los textos con su respectiva clasificación citada se podría integrar como una lectura holística y paralela dentro de la misma novela.

La novela de Francisco Vallejo se fija como un dossier que aborda ejes narrativos sobre las religiones, al crear historias como un discurso paralelo y crítico, donde se evidencian los extremismos de muchas sectas y religiones. El pasado vuelve a la palestra con la presencia de las sectas oscuras, o el ocultismo. Aduce el narrador que en el siglo XIX son remanentes de religiones muertas.

El título Ácronos responde a lo intemporal, sin tiempo o fuera del tiempo.  A pesar de ellos, el íncipit se completa con la otra parte de su título Las memorias del tiempo. De ahí, entonces, que su título sea lúdico, es un tiempo eterno, por diversas etapas, fases o periodos, cuyos lapsos están definidos por índices de acciones narrativas, muchas veces inverosímiles.

 

La trazabilidad de los marcos temporales de la novela ofrece anacronías, es decir, rupturas del tiempo cronológico de la historia narrada, sea hacia adelante o hacia atrás. Esa alteración temporal puede obedecer a criterios, tanto voluntarios como accidentales, con el propósito de fijar un marco situacional, sea antes como después del límite epocal donde se desarrollan los hechos o actúan los personajes.

La anacronía tiene dos categorías: la analepsis (hacia atrás) y la prolepsis (hacia adelante). La analepsis altera una secuencia narrativa, hacia el pasado, cambia el momento presente a una visión retrospectiva o un recuerdo del pasado, de modo imprevisto y luego retoma la temporalidad de la historia narrada.

Por su parte, la prolepsis alude a una anticipación. El narrador adelanta hechos posteriores. Asimismo, puede ser un salto temporal un tanto violento hacia el futuro, lo cual genera la alteración del orden lineal de los acontecimientos.

La figura del anticuario es decisiva en el marco de las temporalidades de la novela, toda vez que “Es la persona que hace profesión o estudio del conocimiento de las cosas antiguas. / Persona que las colecciona o negocia con ellas” (RAE, 2001:165).

La presencia del anticuario como personaje justifica la trama narrativa de “Ácronos” y su apuesta por la ruptura de los marcos tempo-espaciales de la novela, que es densa, extensa e intensa. Kundera tiene interés en objetos del pasado al presente, para recuperar el pasado.

Otro elemento sumamente importante del narrador costarricense es la dinámica física de los movimientos, tanto centrípetos como centrífugos. Los personajes con dinámicas de movimiento centrífugo se alejan del centro, por lo contrario, los de movimiento centrípeto, se mueven hacia el centro o los atrae hacia él. De hecho, el listado de lugares citados en la obra plantea una cosmovisión de conjunto sumamente dinámica, de grandes movimientos, tanto al pasado como al futuro en el presente narrativo.

Uno de los ejes temáticos de la novela es el tema de la inmortalidad. Se plantea una marcada focalización sobre la reencarnación acrónica.  En ese sentido, la idea de la muerte operacionaliza como un leit motiv.  Es acaso una visión pesimista de la vida o una reflexión de la perentoriedad terrenal. Aquí, la inmortalidad -las resurrecciones en otra vida-, operacionaliza como castigo, pues la muerte no funciona como un acto de liberación terrenal.

En otro orden, los personajes se desviven en la búsqueda por encontrar objetos simbólicos, robados o extraviados: estatuilla de ébano, cráneos, espadas, perla negra, corazón.  Jorge Luis Kundera es el personaje paradigma que atraviesa la narrativa de la novela a lo largo de sus 570 páginas.  Kundera es el anticuario y, por su trabajo, desea recuperar el pasado para hacer una traslación del pasado al presente. Aunque sus acciones dentro de la novela, lo llevan a estar en el presente, en constante búsqueda por revitalizar el conocimiento holístico del pasado.

La novela repasa una gran cantidad de acontecimientos en sus diversos cronotopos, del griego kronos= tiempo y topos= espacio, utilizado por Mijaíl Bajtín, en “Teoría y estética de la novela” (Madrid: Taurus, 1989), quien logra establecer relaciones de forma y contenido, tanto temporales y espaciales que asimila la obra artística.

En ese sentido, Bajtín sostiene que: “El tiempo se condensa aquí, se comprime, se convierte en visible desde el punto de vista artístico; y el espacio, a su vez, se intensifica, penetra en el movimiento del tiempo, del argumento, de la historia. Los elementos del tiempo se revelan en el espacio, y el espacio es entendido y medido a través del tiempo. La intersección de las series y uniones de esos elementos constituye la característica del cronotopo artístico” (Bajtín, 1989: 238).

La novela presenta escenas de situaciones límite con gran violencia, crueldad, muertes, transfiguraciones, dobles, las cuales obedecen a los diversos escenarios cronotópicos mostrados.  En ese sentido, se muestra el feísmo y tremendismo naturalistas. El narrador no duda en mostrar, de manera objetiva, lo crudo y desagradable del comportamiento social.

En esa línea, hay numerosísimos pasajes degradatorios, que califican como feísmo naturalista: sexo con personas muertas. La necrofilia se caracteriza por una atracción sexual hacia los cadáveres. Además, esclavitud, ritos de magia negra, ejecuciones masivas.

Las historias amorosas son inestables, conflictivas, con altas dosis de violencia y transgresiones. En la confrontación del espacio terrenal con los otros, se advierte una descalificación de los terrícolas. La recurrencia de esas historias amorosas con otros nombres, y en otros contextos, siguen siendo complejas y violentas. ¿Es tan difícil el amor?

En ese sentido, surgen personajes crueles, sin ninguna piedad por el ser humano en los contextos de la inmortalidad, toda vez que hay una rivalización entre los habitantes terrícolas con los seres de otros mundos.

Las figuras politeístas de su narrativa implican el conocimiento de diferentes corpus históricos de esa apuesta, donde se ofrece diversas perspectivas de situaciones y actuaciones de culturas tan disímiles.

La novela deja entrever, paralelamente, en la última línea “MUCHOS UNIVERSOS, UNA SOLA CONCIENCIA” (p. 569), la noción del multiverso y el principio cosmológico del ajuste fino. Temas muy complejos y con diversidad de opiniones, desde el plano de la física, o bien, desde las perspectivas teológicas.

La teoría del Multiverso fue propuesta en el siglo XIX por el filósofo William James, al señalar que en el mundo existen universos paralelos.  A Fred Hoyle (1915-2001) se le debe la expresión: «ajuste fino de las constantes universales». La inquietud queda para que cada lector dirija su criterio, según sus propias creencias, sean estas religiosas, científicas o de otra índole.

El multiverso es un término que los científicos usan para describir la idea de que más allá del universo observable, también pueden existir otros universos. Los multiversos (…) describen diferentes escenarios posibles, desde regiones del espacio en diferentes planos que nuestro universo, hasta universos en burbujas separadas que están constantemente brotando” (https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2022/05/existe-el-multiverso-lo-que-dice-la-ciencia).

“En el terreno de la física, la noción de ajuste fino hace referencia a que, cuando este concepto se traslada a la cosmología, se entiende que las condiciones que permiten la vida en el Universo únicamente pueden concretarse cuando determinadas constantes fundamentales se ubican en un rango muy preciso de valores”. (Miriam Frankel  (https://www.levante-emv.com/tendencias21/2022/02/08/universo-afinado-vida-pensamos-estudio-62450946.html).

En el primer intratexto ficcional del capítulo 1 se lee “Las deidades ácronas ostentan la virtud de leer las memorias del tiempo”, Libro de los demonios. Aquí se condensa la semántica del título de la novela.

Incluyo algunos corpus narrativos de la novela, porque esos textos ejemplifican y resignifican algunas de las diversas posiciones que el narrador asume frente al universo novelesco expuesto:

1.      “Justo como algunos que reniegan de Dios porque, tras buscarlo, ni supieron descubrirlo en sus corazones” (Cap. 1, p.29).

2.      “El nombre evocaba también al de un personaje temible del siglo XVI, Erzsébet Báthory, apodada la condesa sangrienta, que torturó y asesinó a seiscientas cincuenta muchachas en un castillo de los Cárpatos. Se dice que fue hermosa, lesbiana e iniciada en el vampirismo y ritos de magia negra” (Cap. III, p,67).

 

La gran poeta argentina, Alejandra Pizarnik (1936-1972), de quien este 25-9-2022 se cumplen 50 años de su ausencia (1972-2022), publicó el libro “La condesa sangrienta” (Buenos Aires: Aquarius, 1971), con base en ese eje temático, tan desgarrador.

3.      “Teníamos más o menos clara la existencia de una estirpe de seres inmortales, seguidos por sectarios que adoraban a la Serpiente de Ébano, perdida en el país” (Cap. IV, p. 95).

4.      “El anticuario estupefacto, no menos que Sol que la interrumpió; -No entiendo… Si Popea llegó a la anticuaría años atrás, ¡por qué lo robó esta noche?, minutos antes de que usted llegara” (Cap. V, p. 149).

5.      - ¿Cómo se volvió inmortal este Klinschor, el mago? No lo sé- dijo ella-, apenas conozco su leyenda. (…) Amante del ocultismo, mantuvo encarceladas a más de 400 mujeres, sometidas a vejámenes diversos, prostituyéndolas a todas” (Cap. VI, p. 171).

6.      “Una leyenda de Catay refería que, milenios atrás los mundos de los reflejos y de los hombres se comunicaban. Sus habitantes iban y venían valiéndose de espejos como puertas dimensionales para comerciar e intercambiar conocimientos” (Cap. VIII, p. 236).

7.      “Una correntada de miedo trepó por la espina dorsal del anticuario que alzó la mirada para descubrir las luces que flotaban sobre la carretera a unos cincuenta metros adelante. El objeto volador era esférico” (Cap. IX, p. 274).

8.      “Los cuatro desterrados, hijos del rayo, no conocían la muerte única y definitiva.  Tres de ellos reencarnan, es parte de su condena, volverán en repetidas ocasiones olvidando vidas pasadas, hasta que purgan su culpa” (Cap. X, p. 281).

9.      Amazona Bruna: “Vosotros tenéis un don del que carecemos. Sois las únicas criaturas capaces de volver a la vida, solo los landarianos lo hacéis, la muerte definitiva no os ha llegado, estáis exentos de ella” (Cap. XI, p.323).

10.  “La muerte trágica de Sol Montealegre lo ha lo ha conmovido, y a ella también.  Podría alegrarse de una rival menos, pero no, de alguna forma también quería a la teóloga.  Fue amiga fiel durante el rapto de Kipling y, además, amante tierna durante alguna que otra escapada secreta, de amigas fogosas y borrachas, a espaldas de sus parejas” (Cap. XIII, p. 406).

11.  “No debí hacerlo, al verla desnuda fui poseso. En vida, muchas veces ansié tenerla de esa manera y pese a que salimos durante años, nunca se dio. Irónicamente, debió morir para que mi deseo se volviera realidad” (Cap. XIV, p. 437).

12.  “Hoy se habla de tiempo lineal y, en oposición a este, de bloques de espacio tiempo; por así decirlo., Esto último sería, creo, la Teoría B del tiempo; postula que todos los eventos suceden a la vez, pasado, presente y futuro, como bloques (…) el eternalismo, como corriente filosófica, se sustenta en la noción del tiempo como una dimensión más del universo físico, además, de la del espacio. Se le opone el presentismo que parte del presente como el tiempo real, pasado y futuro como ilusiones, las que, más o menos, iría acorde con la Teoría A del tiempo, la del tiempo lineal, según creo comprender” (Cap. XV, pp.510-511).

13.  “Sin embargo, durante regresiones y progresiones, había abierto puertas de la conciencia, que conducían de manera simultánea al futuro y al pasado, puertas inmateriales que continuaban de par en par, por las que, creía viajaba el tiempo y a universos paralelos, sin quebrantar limitaciones físicas” (XVI, p. 544).

En síntesis, ÁCRONOS. LAS MEMORIAS DEL TIEMPO, del Lic. Francisco Vallejo Fernández, ofrece una novela/dossier, de muchísimos recursos y abordajes novedosos dentro de la narrativa costarricense.

La presencia plurisignificativa de diversos ejes temáticos le confieren una alta intensidad y suspenso al lector, quien debe estar atento a pistas, claves y nudos de significación con abordajes insospechados.

La pregunta ¿Por qué estamos aquí?”, es clave para tratar de desentrañar los hilos sueltos de las temporalidades tripartitas, solas, o integradas. Hay un principio de los tiempos.  Acaso otros universos paralelos. ¿Por qué estamos aquí?, una interrogante que nos corresponde responder individualmente.

Estamos leyendo y meditando sobre la memoria del tiempo, en un espacio de enlaces ácronos. ¿Cuántos años yacieron Adán y Eva en el paraíso terrenal? ¿Un día, un año, una centuria? Acaso, ¿una eternidad? Libro de los magos (Cap. IV, p. 87).

Por esa razón: nunca dejés de soñar con las esferas del tiempo, en otro tiempo, sin tiempo.

 





jueves, 8 de septiembre de 2022

ALEJANDRA PIZARNIK: 50 AÑOS DE PRESENCIA/AUSENTE

Miguel Fajardo Korea



ALEJANDRA PIZARNIK: 50 AÑOS DE PRESENCIA/AUSENTE

 

Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA

Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica

minalusa-dra56@hotmail.com

 

(Costa Rica). Alejandra Pizarnik (1936-1972), a 50 años de su ausencia (1972-2022), su poderosa y desgarrada voz poética sigue creciendo en innumerables confines de la poesía. Con motivo del cincuentenario de su ausencia, he leído un maravilloso libro de dos de las más exigentes estudiosas e investigadoras de la obra de la Pizarnik. 

Cristina Piña y Patricia Venti. Alejandra Pizarnik.  Biografía de un mito. Madrid: Lumen, 2022: 428 pp. Libro dividido en cinco capítulos.

Entré en contacto con el universo poético de Alejandra Pizarnik, cuando el escritor argentino Marcelo Constanzó me envió el libro “Los trabajos y las noches, en 1981. Luego, durante mi visita a Buenos Aires, en 1988, encontré dos de sus libros en una venta de frutas “Árbol de Diana” y “Poemas”.

Luego adquirí dos textos: Ivonne Bordelois y Pedro Cuperman. Point of contact. Alejandra.  Syracuse University Press, New York, 2010: 227. En otro orden, el libro antológico de Ana Becciú. “Alejandra Pizarnik. Poesía completa (1955-1972)”. 10ª. reimp. Barcelona: Lumen, 2021: 470 pp.

La revista “Hojas de Guanacaste”, Costa Rica, en la portada de su número inicial (setiembre-octubre de 1982), incluyó el poema “Decido llamarte”, de Alejandra Pizarnik.  Posteriormente, en el núm. 5 (mayo-junio 1983:17-24), el poeta argentino Rubén Vela le dedicó el artículo “Alejandra Pizarnik: una poesía existencial”, e incluyó siete poemas de la Pizarnik.

Rubén Vela (+), José Antonio Porras (+) y Miguel Fajardo, fundamos la revista literaria Hojas de Guanacaste (1982-1984), durante un almuerzo de trabajo en el hotel “El Bramadero”, Liberia, Costa Rica, el 30 de julio de 1982, a las 11:20 a.m. Como testigos, su familia: Nina, Alejandra, Fernanda Nicolás.  Ese día lo conservo en mi memoria con la emoción y la nostalgia del hacer, antes que el decir. Fue un proyecto espiritual, único. El auspicio y apoyo del diplomático y poeta argentino Rubén Vela fue increíble y será irrepetible.

En mi libro “Extensión del agua” (Costa Rica: Ministerio de Cultura, 1981: pp.21-22), le dediqué el poema “Alejandra Pizarnik” -que se incluye al final de este artículo-.  Asimismo, publiqué los artículos “Alejandra Pizarnik: la pequeña dormida”. Diario “La República”, San José, Costa Rica, 8-12-1981, p. 11, y “Alejandra Pizarnik: perseguidora de la noche”. Diario “La República”, San José, Costa Rica, 5-1-1991, p. 9 A. Además, tres de mis libros de poesía consignan epígrafes suyos.

El gran poeta argentino, Dr. Rubén Vela (1928-2018) la describe así: “¡Cómo era Alejandra Pizarnik a los 19 años? Menuda, no sobrepasaba el metro sesenta de estatura, usaba melena corta y un flequillo rebelde parecía no terminar nunca de acomodarse sobre su frente amplia.  Cejas espesas y firmes, nariz pequeña muy proporcionada en relación con su rostro (apenas ovalado) y marcado insistentemente por las huellas de un acné moroso que debía haberla torturado durante los primeros años de su adolescencia.  Su boca y sus labios finos y apretados, sin pintar. Iba envuelta en un sacón gris, sin forma, demasiado grande para su cuerpo; y salvo sus ojos brillantes, profundos, todo en ella pasaba inadvertido. ¿Pero sus ojos, Dios mío, esos ojos de Alejandra parecían abrirse en sorpresas desde un país lejano y distinto que solo a ella pertenecía! Sus ojos -que podían ser marrones claros o de pronto volverse verduscos- transformaban ese rostro gris, esas ropas demasiados grandes, esos zapatones desgastados, ese desaliño que en ocasiones era casi negación exterior y que, en muchos momentos cruciales de su vida, se transformó en un doloroso y patético abandono.

Pero de pronto, Alejandra se transformaba, adquiría una gracia distinta. Era cuando vestía “sus mejores mortajas de gala”, (como ella decía con su terrible y penetrante humor), pintaba su rostro e irradiaba felicidad” (Rubén Vela. Hojas de Guanacaste, Costa Rica. Número 5 (mayo-junio, 1983:17).

Alejandra Pizarnik ganó el Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires en 1965. Asimismo, la Beca Guggenheim, en 1968, y en 1971 la Beca Fulbright, que no aceptó.

La gran obra de investigación de las dos talentosas y exigentes investigadoras ahonda en innumerables detalles de vida y obra de Alejandra Pizarnik (Argentina, 29 de abril de 1936; 25 de setiembre de 1972). Sus padres Elías Pizarnik y Rosa Bromiker. Dos hijas: Myriam y ella.

El documentado libro de las investigadoras y académicas Cristina Piña y Patricia Venti cita “cinco nombres para un mismo desamparo”: Buma, Flora, Blímele, Alejandra y Sasha. Cada uno utilizado en un contexto diferente.

Alejandra tuvo que enfrentar adversas condiciones corporales que la afectaron: gordura, acné, tartamudeo, asma. Padeció de escarlatina, miedo, angustia, desamparo, tristeza, adicciones, intentos suicidas previos, temores a lugares públicos, inseguridades, entre otras, de una serie de condiciones negativas que enumera el libro.

“Quiero lograr que la gente no me dañe. Es lo único que me impide vivir en paz” (Diarios: 6-1-1955:259). “Los libros serán mis únicos hijos, los únicos que deseo, los únicos que me corresponde entregar para embellecer un poco la suciedad de este mundo” (Papeles Pizarnik). “Afuera hay sol. / Yo me visto de cenizas”.

Su familia depositó todos sus diarios, cuadernos, borradores, textos inéditos, papeles y correspondencia a la Biblioteca de la Universidad de Princeton. Alejandra frecuentó los grupos culturales más importantes de Argentina.  Igualmente, tuvo acceso a un círculo selecto de escritores y artistas en París.

De ahí, entonces, que pueden citarse grandes y renombrados escritores y artistas de diversos países, con quienes compartió tiempo de vida cultural, entre ellos: Olga Orozco, Ana Becciú, Ivonne Bordelois, Rubén Vela, Juan Jacobo Bajarlía, Antonio Porchia, Antonio Requeni, Enrique Molina, Raúl Gustavo Aguirre, Elizabeth Azcona, Rodolfo Alonso, Antonio Beneyto, Octavio Paz, Victoria Ocampo, Julio Cortázar, Roberto Juarroz, Orestes Silva, Silvina Ocampo, Martha Moia, Alberto Girri, Édgar Bayley, Leda Valladares, Roberto Yahni, Edgardo Cozarinsky, León Ostrov, Jorge Gaitán Durán, Marguerite Duras, José Bianco, Fernando Noy, Juan José Hernández, Raúl Vera Ocampo, Arturo Carrera, Pablo Azcona, Antonio López Crespo, entre un lujoso etcétera.

Los 36 años de vida de Alejandra fueron intensos. Su obra así lo constata, a saber: La tierra más ajena,1955; La última inocencia, 1956; Las aventuras perdidas, 1958; Árbol de Diana, 1962; Los trabajos y las noches, 1965; Extracción de la piedra de locura, 1968; El infierno musical, 1971; La condesa sangrienta, 1971; Textos de sombras y últimos poemas, 1982; La Bucanera de Pernambuco o Hilda la Polígrafa, 1982.

Asimismo, se han publicado diversos compendios y estudios de la integral obra pizarnikiana, entre ellos: Poesía completa y prosa selecta, 1993; Correspondencia Pizarnik, 1998; Diarios, 2013; Nueva correspondencia Pizarnik, 2014; Prosa completa, 2016; Poesía completa, 2021.  Y un considerable número de ediciones de su obra, así como estudios sobre su obra en diversos países del mundo.

Las investigadoras sostienen que “Los continuos desengaños la condujeron al abismo” (2022, p.165). en otro orden, aducen que a Alejandra le costó “Reinterpretar esa incapacidad de hacerse cargo de su propia vida en lo material y la ubicación de su rebeldía en el plano de las convenciones laborales, sexuales, simbólicas” (p.244).

La selección de algunos poemas de Alejandra Pizarnik, ofrece algunas perspectivas de sus universos humanos y creativos, a saber:

 

1.     “alejandra alejandra

debajo estoy yo

alejandra”.

 

 

2.     “del otro lado de la noche

la espera su nombre,

un subrepticio anhelo de vivir,

¡del otro lado de la noche!

 

3.     “espacio de color cerrado.

Alguien golpea y arma

un ataúd para la hora,

otro ataúd para la luz”.

 

4.     “solo la sed

el silencio

ningún encuentro”.

 

5.     “Alguien entra en silencio y me abandona.

Ahora la soledad no está sola.

Tú hablas como la noche.

Te anuncias como la sed”.

 

6.     “he sido toda ofrenda

un puro errar

de loba en el bosque

en la noche de los cuerpos

para decir la palabra inocente”.

 

7.     “La muerte siempre al lado.

Escucho su decir,

solo me oigo”.

 

8.     “no

las palabras

no hacen el amor

hacen la ausencia”.

 

9.     “una mirada desde la alcantarilla

puede ser una visión del mundo”.

 

10.                       La última inocencia

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más formar fila para morir.

He de partir

Pero arremete, ¡viajera!

En mi criterio, ella fue una oficiante.  En su universo interior existe un empeño de transformación y misterio; de concentración e intensidad, de angustia celebrada.  Es, por decirlo así, una convocatoria onírica, honda, traviesa, de patética inteligencia, de ternura y sueño, de conmoción.  Es el suyo. Un mundo de análisis, de contención y delirio, de experiencias y búsquedas.  No exento de la desolación y lo patético, es el de Alejandra un nudo de pérdidas y carencias, tanto es así, que la experiencia vital, incesante, es cauce para tratar de buscar una salvación, un asidero noctívago de silencio, soledad, vacío, amores y desamores o luchas.

En Alejandra, su actitud poética fue una vocación irrenunciable.  Los mundos secretos, inapresados, las galerías ocultas, desvestidas; el yo ejerciendo en forma plural; la voz de la memoria desgastándose, el temor de ser la otra, todo lo posible y lo imposible, la convergencia mandálica. Su caso tipifica una voz personalísima frente a las situaciones límites de la existencia, la vida, la soledad, la poesía, el existir poético.

La trágica muerte de Alejandra Pizarnik, el 25 de setiembre de 1972, hace medio siglo, cuando ingirió 50 pastillas de Seconal sódico, puso fin a su vida difícil y a su obra extraordinaria, en su departamento de la Calle Montevideo, de Buenos Aires. Ese suicidio significó su ausencia física, pero dio inicio al mito de Alejandra Pizarnik.

Un adaggio de Albinoni la había acompañado durante esos momentos. Dejó la angustiosa nota final: “NO QUIERO IR NADA MÁS QUE HASTA EL FINAL”.  En opinión de Piña y Venti, “había entendido, definitivamente, que la palabra no es patria ni refugio sino la intemperie y la desolación” (p. 403)

Asimismo, su obra literaria sigue acrecentándose. El libro de Piña y Venti contiene un documentado registro de 107 entradas de bibliografía crítica, así como 43 entradas de referencias con textos de Alejandra Pizarnik.

En criterio de Cristina Piña, el material aportado por este libro “nos sitúa frente a una nueva Alejandra, mucho más compleja, desgarradora, entrañable, transgresora e insufrible que la que conocíamos hasta ahora” (Piña, 2022: 15).

Por su parte, Patricia Venti manifiesta que “En mis investigaciones sobre su biografía “atormentada y conflictiva”, para algunos, y “genial y transgresora”, para otros, me he topado con mucho secretismo, eso sí, procurando cubrirlo todo bajo un manto de idealización, admiración y reverencia en torno a su persona” (Venti, 2022: 23).

         En mi libro “Extensión del agua”. (Costa Rica: Ministerio de Cultura, 1981: pp.21-22), le dediqué el poema titulado “Alejandra Pizarnik”. 

 

ALEJANDRA PIZARNIK

      Por: Miguel Fajardo

                           (Costa Rica)

Lejos estoy en el vuelo de la alondra

con tu labio que retorna,

porque el dolor

que tenemos es un dolor de todos,

en la sangre de lo raro,

en la luz de las raíces

donde tu labio brilla

más allá de las magnolias.

Compañera de la brisa

en las estaciones del sueño.

Voz de alga

desnuda entre el abrojo.

Compañera de todos

a partir del idioma

de tu Árbol de Diana,

La tierra más ajena,

Las aventuras perdidas,

y La última inocencia

de Los trabajos y las noches.

Tu silencio huela a viento,

a condesa sangrienta,

a sueño traducido,

a espejo de miedos,

a pequeños fuegos

donde Dios nos sigue

con voz desconocida.

Alejandra, amor de vino,

rostro inocente en el silencio de las voces,

las espumas de lo puro,

las heridas de la lluvia.

Alejandra, lo voy sabiendo

               desde ahora que hoy es

                            nunca

y que en este       nunca

te voy buscando.

          A 50 años de su presencia/ausente, Alejandra Pizarnik sigue iluminando la poesía del mundo.  Mi hija Saray Alejandra lleva su nombre, en su honor. Desde Costa Rica la seguimos leyendo y admirando, porque no se puede “explicar con palabras de este mundo / que partió de mí un barco llevándome” (A.P.)