(Fotografía de la
marimbista guanacasteca,
doña María Bolandi, tomada por Miguel Fajardo)
MARÍA
BOLANDI,
LA
MARIMBISTA MATRONA
DE
GUANACASTE
Lic.
MIGUEL FAJARDO KOREA
Premio Nacional de
Promoción y Difusión Cultural
minalusa-dra56@hotmail.com
La vida es un encuentro y un desencuentro. En ese sentido, nos ha
permitido conocer a personas de gran calidad humana, dentro de su sencillez
elemental. Es el caso de doña María Bolandi Gorgona, quien nació en Liberia, el
2 de noviembre de 1922, el Día de los Difuntos. Ella se acerca a la edad
centenaria de la zona azul de Guanacaste. Está por cumplir los 97 años.
Procreó a 10 hijos: Rosemary, Alfonso, Eliel, Emilio, Marco, Juan Carlos,
Jenney, Dora Elena, Ana Balbina y Xinia, -quien se esmera en brindarle una gran
calidad de vida y cuidados a su madre-. Los primeros nueve hijos fueron
atendidos por una partera en su casa.
Su marco genealógico se compone de cinco generaciones: Su decena de
hijos le ha dado 51 nietos. A quienes se suman bisnietos, tataranietos y
choznos (hijos de los tataranietos). La descendencia conjunta de doña
María, suma 166 personas.
Cada 2 de noviembre, Xinia, su hija menor, organiza una fiestecita para
agasajarla. Pero ese festejo se convierte en un fiestón, pues cuando llega la
marimba, doña María se pone a tocar y deja de ser la homenajeada, para rendir
tributo a su pasión por la marimba.
Ella lo dice y sonríe. Sacó adelante a sus hijos “trabajando,
trabajando”, sin excusas, sin rendirse, en diversos trabajos. Fue
cocinera en la finca “Las Delicias”. Trabajó en el área de cocina en el
Hospital Dr. Enrique Baltodano Briceño, de donde se pensionó.
Ella vivió en Los Cerros, Los Ángeles, Colorado, Moracia y, en barrio San
Roque, desde 1966, hace 53 años. Cuando le pregunto por el barrio San Roque,
queda pensativa y exclama con seguridad “Este es mi barrio. Para mí es
un barrio sano. Tengo mi casa propia. Nadie me molesta, ni yo molesto a
nadie. Vivo aquí, tranquilamente”.
La Licda. Pilar Rodríguez Brizuela, adujo el 8-8-2017: “Sin temor a
equivocarme, fue la primera mujer marimbista que tuvo Liberia y, posiblemente,
Guanacaste”.
Explica
doña María Bolandi, que la marimba empezó a llamarle la atención desde los ocho
años. Refiere que en la década de los cuarenta, su madre Balbina Gorgona
Bolandi, era la dueña de un hospedaje y del salón de baile denominado “La
Prángana”. Según el Diccionario de costarriqueñismos, prángana
significa “parranda, juerga”. Dicho salón se ubicaba, diagonal a la casa del
Dr. Enrique Baltodano Briceño. Hoy es una casa restaurada y es patrimonio, a un
costado del parque Mario Cañas Ruiz de Liberia.
En
ese salón, propiedad de su madre Balbina, doña María Bolandi inició su
pasión por tocar marimba. Reconoce que “yo me inspiré por ella”,
en referencia a su madre. Los frecuentes y prolongados bailongos en “La
Prángana”, que iniciaban a las 8 p.m. y concluían a la 1 a.m., fueron los
que despertaron su interés por tocar marimba.
“En
la casa hacían bailes, le gustaba la música y ponía mucho cuidado.
Recuerda que las primeras piezas que interpretó fueron “Adolorido”, “La
Cachita” y “La Coca Leca”. En los bailes le pedían “El Punto
Guanacasteco”.
Además
del salón “La Prángana”, tocó en “El Mango”, “El Chunquín”, “Los Naranjos”, “La
Reynalda”, “El Yomalé”, “El Brasilia”. Rememora los lugares de la
geografía liberiana donde se ubicaron dichos salones.
Con
pesar, recuerda que en su época no había otras mujeres marimbistas.
Sin embargo, recuerda que una vez trajeron a una de Santa Cruz, establecieron
un concurso entre ellas, y con sonrisa pícara dice “Pero yo le gané”.
Doña
María Bolandi no compuso; solo tocaba, pues memorizaba las piezas con bastante
facilidad. No recibió estudios formales para dominar el instrumento,
únicamente se fijaba, “al puro ojo”, dice jocosamente.
Tocó
al lado de marimbistas de la talla de Alberto Rodríguez, Julio Rodríguez,
Rafael de la O, Mercedes Velásquez, Matías Palomino, Luis Blandón o Juan
Valdés.
Aduce
que el Ing. Héctor Zúñiga Rovira (1913-1995) le llevaba música. Recuerda,
asimismo, que el marimbista Rafael de la O la invitó para ir a Palmira a
llevarle una serenata al Dr. Francisco Vargas Vargas (1909-1995), líder del
Partido Confraternidad Guanacasteca. En esa ocasión se desplazó a caballo.
Hace
ver que su padre, José Ortiz, quien tocaba trompeta en la Banda de Liberia,
componía música. De ahí procede, quizá, su inclinación y pasión por
tocar la marimba, desde hace más de 85 años. Al inicio también tocaba la
guitarra. Luego solo la marimba. Además, toca “el güiro”, cuando se lo
dan prestado.
Es
enfática y apasionada cuando nos dice “Si me buscan yo me voy a tocar.
Dejaré de hacerlo solo cuando me muera”. Inclusive, expresa que durante sus
10 partos, solo dejó de tocar la marimba durante los nueve meses de cada uno de
los embarazos.
Doña
María Bolandi, la marimbista matrona de Guanacaste, ha superado problemas de
salud, entre ellos, dos cánceres y una fractura de cadera. Pero nada la
detiene. Este año estuvo muy activa, en diversas actividades en la Cámara de
Ganaderos de Liberia y en la Guardería Infantil Las Ardillitas, para las
festividades del Mes de la Anexión de Guanacaste.
Entre
sus descendientes, su hijo Alfonso, su nieta Francini y sus bisnietas Diana
Carolina y Yiriana, tocan algún instrumento, y manifiestan interés por la
música. A pesar de ello, queda pensativa, y expresa “a los jóvenes de hoy no
los paso. No les gusta la música nuestra”.
Durante
la visita que le hice a su casa, el 3-8-2019, gentilmente atendido por su
hija Xinia Sandoval Gorgona, en el fresco patio de su casa, junto a una
taza de café de la tarde, doña María Bolandi nos contó una anécdota jocosa,
pero aleccionadora. En una ocasión, se fue en carreta hasta La
Cruz. La invitó doña Rosa Alán y durante tres días pasó tocando
marimba. Los asistentes se admiraban en verla tocar dicho instrumento.
Por
esa época, estaba de moda el corrido “La borracha”. Un
nicaragüense le pedía con insistencia que le tocara esa pieza, y como ella no
lo complaciera, el hombre quiso pegarle, sin embargo, su mamá doña Balbina,
llevó dos policías para que la cuidaran. Así que tocó la marimba, con
escolta policial, pero no tocó “La borracha”, porque el hombre quería agredirla
por ello. Sacó su carácter de mujer, ante el desplante machista del
sujeto de marras.
La talentosa cantautora guanacasteca, Pilar Rodríguez Brizuela (8-8-2017),
nuestra apreciada “Pili”, reseña una anécdota que le refirió el Maestro
Ulpiano Duarte Briceño (1929-2015), Director de la Marimba Nacional Diriá, en
el marco de un homenaje a él, en la Cámara de Ganaderos, durante el mes de
julio, a inicios del 2000:
“Llegué
muy güila a Liberia a hacer un mandado. Cerca del hotel donde nos hospedamos
quedaba un salón de baile llamado “La Prángana”. Clarito, desde mi cama,
escuchaba una alegre marimba sonar, y decidí ir a ver quién tocaba.
Como
era aún muy joven, casi un niño, me fui al salón, corriendo el riesgo de que la
policía me sacara del lugar.
Quedé
admirado, cuando al entrar, vi que quien tocaba la marimba era una jovencita.
Nunca antes había visto algo así, ni en mi tierra, ya que este instrumento
era asunto solo de hombres (las negritas son mías).
Y
después de un suspiro nostálgico, Ulpiano terminó diciéndonos...
Me
impresionó tanto, que a partir de ese día, me dediqué, con mayor fuerza, a la
marimba, ya que una jovencita liberiana, me acababa de retar"... y después
de un silencio cargado de emoción, Solo se escuchó el aplauso cerrado del
público presente”.
Considero
que son pocos los reconocimientos que ha recibido doña María Bolandi: “Reina
matrona de Liberia”, por parte del Colegio Artístico Prof. Felipe Pérez, 2017;
“Hija Predilecta de Liberia”, Municipalidad de Liberia, 2018: “Por su aporte a
la cultura regional y su trayectoria como exponente de la marimba
guanacasteca”. Además, la Cámara de Ganaderos de Liberia, 2019: “Por su aporte
a la cultura del cantón de Liberia”. En esta última oportunidad, tocó la
marimba, al lado del Prof. Abel Guadamuz Mendoza, destacado exponente del
estudio y la difusión de la marimba.
Para el sostenido aporte cultural que ha hecho doña María Bolandi, quien me
confesó que se considera: “una persona natural, voluntaria, bondadosa, buena
gente, chineadora, contenta, sencilla y artista”, creo que no se le han hechos
los homenajes a que ella se ha hecho acreedora, por tocar un instrumento
de tanto arraigo popular como la marimba, pues ella, desde Liberia, es la
matrona de las teclas de madera de Guanacaste.
Doña
María Bolandi, es nuestra marimbista matrona de Guanacaste. Gracias por
regalarme dos horas de su tiempo, para compartir un poco de su trabajo
artístico en este artículo, y se valore, con mayor justicia, su aporte a la
cultura popular, desde la sencillez de su amor inclaudicable por las maderas de
la emoción y el sentimiento arraigado en sus ritmos.
Dios mediante, doña María Bolandi está por cumplir los 97 años. Toca la
marimba desde hace 85 años. Me precio de su cálida amistad desde
siempre. Vive a 50 metros de mi hogar y a l00 metros de la casa de
los padres del triathonista Leonardo Chacón Corrales, quien fue mi alumno en el
Liceo Laboratorio de Liberia. En la calle adoquinada del barrio San Roque de
Liberia, que ya califica para ser un nuevo distrito de Liberia.
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