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martes, 2 de febrero de 2016

ANÍBAL RENI REVITALIZÓ EL IMAGINARIO GUANACASTECO

Miguel Fajardo Korea




ARTÍCULO

 


ANÍBAL RENI REVITALIZÓ EL IMAGINARIO GUANACASTECO

Lic. Miguel Fajardo Korea

Premio Nacional de Educación de Costa Rica

(Guanacaste/Moravia) La literatura guanacasteca escrita, va alcanzando, poco a poco, mayores dimensiones. En ese sentido, señalo a diversos autores nacionales que han validado a Guanacaste como tema: ANÍBAL RENI, Hernán Elizondo, Constantino Láscaris, Joaquín Vargas Coto, José León Sánchez, Joaquín Gutiérrez, Edelmira González, Rodolfo Dada, Mario Gätjens, Miguel Salguero, Víctor Quirós, José Gamboa, Florentino Cruz, Miguel Ángel Quesada, Juan Ortiz Guier, Carlos Cruz  o Juan Diego Castro, entre una honorable lista.
En el cincuentenario de su deceso (1966-2016), centraré este artículo en la figura del escritor alajuelense, Eulogio Porras Ramírez (1895-1966), mejor conocido con el seudónimo  ANÍBAL RENI, el cual formó Moisés Vincenzi, a partir de los nombres de Annibale Carraci y Guido Reni, pintores boloñeses del siglo XVII.
Aníbal Reni es un autor decisivo para conocer la evolución de las letras de Guanacaste. En mis diversas investigaciones sobre escritores y compositores guanacastecos, su nombre surge con frecuencia, pues fue un eterno enamorado del acontecer integral de Guanacaste en los planos culturales y humanos.
 Sus comentarios y artículos fueron muy puntuales para reconocer el trabajo de los artistas de la pampa, abierta y sincera, que él advirtió. Aníbal Reni vivió y trabajó en Guanacaste, como funcionario del Ministerio de Salubridad Pública –microscopista-, durante la primera mitad del siglo anterior.
La producción literaria de Reni comprende sus libros: “Serranías”, 1923; “Campiña huetar”, 1927; “Berilos”, 1930”, “SACANJUCHES”, 1936”, “Recados criollos”, 1944; “Arañitas de cristal”, 1967. El gran Luis Ferrero Acosta (1930-2005) menciona tres obras de Aníbal Reni  que no pudo localizar: “Cruz Monte” (novela), “Pastizal maduro” (cuentos) y “Cuando el eco no vuelve” (poesía). Asimismo, se le atribuye la autoría de varias canciones del repertorio artístico costarricense.
Sé que existen diversos textos de opinión de Aníbal Reni sobre escritores, compositores y temas valiosos de la realidad guanacasteca. Reni fue un visionario y mantuvo un gran espíritu  humanista.
No es nuestro interés, en esta oportunidad, realizar un análisis crítico de su obra, sino mostrar su vigencia en la revitalización del imaginario guanacasteco en su producción integral. Sin embargo, incluimos dos criterios analíticos sobre su obra, donde destaca el cuentario “Sacanjuches” (1936), su libro más conocido, publicado hace 80 años.
            Luko Hilje Quirós señala en su artículo “Aníbal Reni, desde la pampa guanacasteca”:
sin duda, fue Guanacaste el que más lo marcó y del que aspiró los envolventes aromas de su tierra y su vegetación, captó sus exagerados colores y sonidos, palpó su contrastante naturaleza de alucinantes verdores o desoladoras sequías, y escuchó con genuino afecto y atención el espontáneo y hondo palpitar de tantos humildes corazones de origen chorotega, para convertir todas estas percepciones en poderosas e imperecederas imágenes del mundo guanacasteco (Tribuna democrática, San José, 22 de julio del 2008).

             Las académicas Amanda Vargas Corrales y Cristina Vargas Ramírez, en su ensayo crítico “La narración folclórica guanacasteca y lo mítico simbólico como programadores sociales y vehículos identitarios en Sacanjuches de Aníbal Reni” (2013) plantean que:

Los cuentos de Aníbal Reni, tomados de la tradición guanacasteca, expresan más sobre lo mítico de lo que podríamos percibir al llevar a cabo una lectura rápida de los relatos. Debemos recordar que, si bien estos relatos se comprenden como cuentos, también se nutren de una variedad muy amplia de voces, las cuales a través del tiempo y de las generaciones, han moldeado muy diversos discursos. Lo importante aquí es notar cómo los elementos del pensamiento mítico perviven aún en las narraciones y de qué manera dichos elementos configuran una tradición nueva, que ha generado todo un corpus folclórico en la región de Guanacaste. (https://discursoytradicion.wordpress.com/...)

            Nos interesa, ahora, dar a conocer algunos textos de Reni, relacionados con sus percepciones sobre Guanacaste. Por ejemplo, en su artículo “La música de Jesús Bonilla y la razón de su folklor”, incluido en el libro “Jesús Bonilla…dimensiones” (Fajardo y Gutiérrez, 2011: 239 pp.). En la p. 93 se señala:

Se ha dicho que el hombre y el paisaje se complementan conjugándose en un todo anímico y estético. Que una puesta de sol tiene derivaciones musicales que tan solo el espíritu fino de un compositor puede percibir e igualmente el aroma de la floresta y además, involucrados en ella, los mil ruidos que suelen animarla.  Ya sabemos que el hombre se mueve en el ambiente contagiado por modo subjetivo y hurgado en lo más íntimo en su aspecto emocional.  Que tiene tristeza o tiene alegría, que el tiempo es embrujado por el plenilunio o por la oscuridad, que los vientos norteños le animan la fronda en juego con sus pesares o con sus ilusiones, allí que, los opuestos, nacen unos de otros (Reni, ~ 1950).

En dicho libro,  incluimos la letra de dos canciones escritas por Aníbal Reni: PAMPA (p.167) y Atardecer guanacasteco (pp.172-173); música de Jesús Bonilla. Dionisio Cabal Antillón aduce: “Reconocemos al alajuelense  Reni su fecunda incursión en el paisaje social y natural del Guanacaste” (Áncora, La Nación, 19 de julio del 2015).
            Guillermo García Murillo en el libro “Mario Cañas… un artista guanacasteco” (San José, 1977: 349 pp.) incluye dos comentarios de Aníbal Reni sobre Mario Cañas donde expresa:
            Su estilo musical contempla muy variadas facetas y en todas ellas sabe triunfar sencillamente porque gusta.  Un galopar lejano de potros que se acercan poco a poco para perderse en el horizonte: soslayos y medios tonos en melodiosa tristeza; a veces gritos de hombres que rasgan la quietud de la noche o alegres sincopados que de pronto alteran el ritmo o invitan a alzar los brazos en alto y lanzar al aire la copla (…)
Ana Victoria Badilla expresa sobre “Pampa”, de Aníbal Reni:
Recuerdo la canción Pampa y pienso que, sin duda, don Aníbal Reni, autor de la letra de dicha canción, fue divinamente inspirado para concebir y plasmar una descripción tan perfecta del paisaje guanacasteco. Por su parte don Jesús Bonilla, bajo un efecto similar, escribió la música de tan hermosa pieza, creando en esa fusión una preciosa obra pictórica y musical (las notas musicales transmiten colores). (Diario Extra, 4-8-2015).
Se transcribe la letra de “Pampa”, una de las piezas más hermosas del repertorio musical guanacasteco y sus respectivos pentagramas, los cuales se encuentran incluidos en las pp. 223-225 del libro “Jesús Bonilla… dimensiones” (Fajardo y Gutiérrez, 2011: 239).


Pampa
Letra: Aníbal Reni
Música: Jesús Bonilla
 Sale el sol por la linda llanura
bajo el cielo de limpio cristal
luce el bello amatista del roble
y el malinche de rojo coral.
¡Qué bonita se ve la colina!
más parece una perla del mar
que engarzada en la pampa bravía
una joya viniera a formar.
¡Pampa, pampa! Te vio el sabanero
y ya nunca te puede olvidar;
en su potro se escapa ligero
tras el fiero novillo puntal.
Luego viene la tarde divina
y el contorno se mira  sangrar;
hay marimbas que treman lejanas
y la pampa se vuelve inmortal.


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