Fotografía: Mauricio Vallejo Márquez, El Salvador
¿Alguna vez hemos visto un ángel? Muchos responderán que no, pero otros afirmarán que los han visto en sus momentos difíciles e incluso que los encuentran en todas partes. Para el poeta René Chacón los ángeles están en todas partes.
Los ángeles son seres celestiales concebidos dentro del pensamiento monoteísta del judaísmo y posteriormente adaptado por el cristianismo y el Islamismo. Deriva de la palabra hebrea Malak que traducida al griego es ángel y significa mensajero, a quién se le confía un mensaje o anuncio. Es decir que pueden ser tanto hombres como seres celestiales. Estos llevan por lo general encomiendas importantes de Dios, como el caso de Gabriel en la anunciación a María, el mensaje del Apocalipsis del apóstol Juan y en otros casos que podemos encontrar en la Biblia como el de Jonás para Nínive, aunque a Jonás se le llama profeta también.
En el caso de Chacón estos mensajeros son personas que deambulan a su alrededor, personas que viven en la urbe de la capital salvadoreña, en los círculos de sus amigos, en su familia, en la gente que él ama. Para él todos somos ángeles pero en la connotación de seres maravillosos y únicos a pesar de ser imperfectos. Así podemos ver que no importan los defectos normales de los humanos, pues siguen siendo personajes fantásticos dignos de ser llamados ángeles. Como el significado que en la actualidad tiene para las: alguien bello o bueno.
El autor busca en honda desesperación aquel momento en que era joven y compara su belleza y su inocencia con la angelitud, como lo demuestra en el poema Ángel inocente; pero versos más adelantes en el poema Esos Ángeles habla de “hechos para el pecado”. El poeta es conciente de que el ángel puede ser bueno o malo, es decir Ángel o demonio. Aunque el ángel es clasificado en: los que sirven a Dios, Satanás junto a sus demonios, Azrael el ángel de la muerte y los ángeles rebeldes que se acostaban con las mujeres de la época prediluviana.
El poemario divide a estos seres en: Ángeles gozosos, ángeles enamorados, ángeles en desamor, ángeles caídos y ángeles tristes. Curiosa imagen pues las religiones monoteístas proponen a estos seres como ecuánimes y serenos, no tristes, aunque si gozosos cuando celebran a Dios. Podemos observar estos mensajes como una clara alusión a que habla de hombres y mujeres que ante los ojos del poeta se han vuelto especiales, a veces buenos, a veces bellos y en ocasiones también liberales o pecadores.
La Fiera de un ángel es importante porque demuestra que en cada uno de nosotros habita un ángel.
Leer más en: www.artepoetica.net
Ángeles en todas partes
Por Mauricio Vallejo Márquez
(Comentario al poemario: La fiera de un ángel de René Chacón Linares)
Por Mauricio Vallejo Márquez
(Comentario al poemario: La fiera de un ángel de René Chacón Linares)
¿Alguna vez hemos visto un ángel? Muchos responderán que no, pero otros afirmarán que los han visto en sus momentos difíciles e incluso que los encuentran en todas partes. Para el poeta René Chacón los ángeles están en todas partes.
Los ángeles son seres celestiales concebidos dentro del pensamiento monoteísta del judaísmo y posteriormente adaptado por el cristianismo y el Islamismo. Deriva de la palabra hebrea Malak que traducida al griego es ángel y significa mensajero, a quién se le confía un mensaje o anuncio. Es decir que pueden ser tanto hombres como seres celestiales. Estos llevan por lo general encomiendas importantes de Dios, como el caso de Gabriel en la anunciación a María, el mensaje del Apocalipsis del apóstol Juan y en otros casos que podemos encontrar en la Biblia como el de Jonás para Nínive, aunque a Jonás se le llama profeta también.
En el caso de Chacón estos mensajeros son personas que deambulan a su alrededor, personas que viven en la urbe de la capital salvadoreña, en los círculos de sus amigos, en su familia, en la gente que él ama. Para él todos somos ángeles pero en la connotación de seres maravillosos y únicos a pesar de ser imperfectos. Así podemos ver que no importan los defectos normales de los humanos, pues siguen siendo personajes fantásticos dignos de ser llamados ángeles. Como el significado que en la actualidad tiene para las: alguien bello o bueno.
El autor busca en honda desesperación aquel momento en que era joven y compara su belleza y su inocencia con la angelitud, como lo demuestra en el poema Ángel inocente; pero versos más adelantes en el poema Esos Ángeles habla de “hechos para el pecado”. El poeta es conciente de que el ángel puede ser bueno o malo, es decir Ángel o demonio. Aunque el ángel es clasificado en: los que sirven a Dios, Satanás junto a sus demonios, Azrael el ángel de la muerte y los ángeles rebeldes que se acostaban con las mujeres de la época prediluviana.
El poemario divide a estos seres en: Ángeles gozosos, ángeles enamorados, ángeles en desamor, ángeles caídos y ángeles tristes. Curiosa imagen pues las religiones monoteístas proponen a estos seres como ecuánimes y serenos, no tristes, aunque si gozosos cuando celebran a Dios. Podemos observar estos mensajes como una clara alusión a que habla de hombres y mujeres que ante los ojos del poeta se han vuelto especiales, a veces buenos, a veces bellos y en ocasiones también liberales o pecadores.
La Fiera de un ángel es importante porque demuestra que en cada uno de nosotros habita un ángel.
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