Lic. Miguel Fajardo,
Costa Rica
La humanidad reflexiva en
los relatos
de orfandad de Mercedes Rojas López
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández
Mercedes Rojas López (Fortuna de Bagaces,
Guanacaste, 1966).
Inicia su educación formal en la Escuela
Fausto Guzmán Calvo, donde trabaja actualmente. La secundaria en el Colegio
Técnico Profesional de Fortuna de Bagaces.
Estudios universitarios en la UNED, donde
obtiene un Bachillerato en I y II Ciclos y un Bachillerato en Educación
Especial. Su licenciatura en Educación Especial en La Universidad Latina de
Costa Rica.
Los 21 textos
escritos por Mercedes Rojas López, en su libro de estreno, se engloban en el
género narrativo, en la categoría de relato, es decir, narraciones breves, con
personajes precisos y determinados. Abordan un conflicto eje: la orfandad de la
madre desde los tres años de edad.
La concisión de los
relatos se focaliza en la emoción e intensidad del momento, así como en el
apretado hilo argumental de sus íntimas reflexiones narrativas.
Los relatos de
Mercedes Rojas López son breves, centrados en el eje discursivo, el cual se
desarrolla en una línea argumental cronológica. Sus personajes forman parte de
su círculo familiar, o bien, de su entorno educativo, vecinal o comunitario,
con funciones concretas.
Los contextos
son espacios familiares, escolares o de la geografía circundante. Aparte de ser físicos, también la traza
simbólica permea sus relatos con la fijación de esperar un milagro: el
regreso de su madre, quien falleció, cuando la autora solo tenía tres años de
edad.
Por ello, la
voz narrativa es interna: es la hija que extraña a su madre ausente desde tan
corta edad.
La
estructuración crono espacial de sus relatos mantiene pliegues de linealidad.
En relación con las narraciones, son densas e intensas: generan un impacto
emocional en los lectores, dada la configuración de elementos que se incluye
para crear una atmósfera de solidaridad emotiva, tanto con los giros del
lenguaje, como con las situaciones límite que presenta en su narrativa.
Su finalidad
es crear una conciencia reflexiva en las personas lectoras, acerca de lo
difícil, para una niña de tres años, al quedar huérfana a los tres años de
edad. Asimismo, las secuelas y
consecuencias de tal ausencia que marcan la vida de la familia, y la suya, en
particular.
Los 21 relatos de Orfandad… esperando un milagro, ponen a
reflexionar sobre dicha condición, en las fibras del factor humanidad, ya que
muestra una visión personal del drama individual y familiar, en torno del
desamparo, producto de la ausencia esencial de la figura materna ausente (+).
La autora, como docente, sabe manejar los hilos discursivos de sus
relatos, con el alma y la sensibilidad de una gran educadora, quien escribe y
es una gran animadora cultural desde su provincia.
Cito 21 corpus de este libro, como una manera de aproximar partes
esenciales de la narrativa humana de Mercedes Rojas López, a las personas
lectoras. Asimismo, como una manera de invitarlos a leer este doloroso, pero
esencial libro, que nos da una lección de vida, con la perseverancia de la fe
en Dios, a saber:
1. No está la madre en casa y lo
que es peor: no estará nunca más.
2. solo esperaba algún movimiento
en la cocina: escuchar a mamá haciendo desayuno, aguardaba pasos en la casa…
esperaba un milagro.
3. Quizás con una madre en casa, la
pequeña mariposa habría ido a la escuela luciendo sus hermosas alas.
4. Una cicatriz de alrededor de cinco décadas, me recuerda esa noche, esa
quemada, esa parte ingrata de la vida que me correspondió vivir. Esa noche también
esperé un rescate materno, un milagro…
5. Eso esperaba siempre, un milagro, una obra divina, era como querer
despertar de un mal sueño.
6. La vida es cruel. ¿Quién cuida al huérfano?, ¿quién lo defiende?, ¿cómo se
detienen las burlas?, ¿acaso no es suficiente con la desventaja que la vida les
ha proporcionado?
7. Las avispas se enojaron tanto, que empezaron a picarnos a través de la tela
de los sacos.
(…) durante la huida, una de las hermanas se cayó, y tuvo una fractura en
su brazo.
(…) ¡No había una mamá que se encargara!
8. Solo corresponde volver a la casa, a ver si ya ocurrió el milagro, y todo
está en orden.
(…) Pero no, todo sigue igual.
Y es que mamá continúa sin estar ahí…
9. No estaba la mamá en la casa, es muy probable que, de haber estado, no me
hubiera ocurrido nada ese día.
(…) Eso, solo lo supongo, nunca lo sabré… pero sí, conjeturo que hubiese
sido así.
10. Entonces, ¿por qué en la única vida que iba a vivir, me correspondió estar
sin la mamá desde los tres años?
(…) Aunque siempre le pregunto a Dios: ¿Por qué?
11. Solo puedo imaginarme a una niña de tres años, viendo para arriba de la
mesa, donde estaba acostada su mamá, sin conciencia, en ese momento, de que su
progenitora ya no se iba a levantar nunca, que se había ido para siempre.
Yo no lo sabía, y supongo que, por eso, pasé parte de mi niñez, esperando
el milagro.
12. ¡Vaya crueldad!, ¿a quién se le ocurre poner a una huérfana a decir una
poesía del Día de las Madres?
Es algo que a la fecha aún me lo pregunto:
¿A quién se le ocurrió?
13. la niña venía bien preparada, yo que le mando mi descarga, y ella que me
contesta: -está bueno que se le murió la mamá.
¡Ah!, eso aún duele…nunca se me olvidó, y aún duele…
14. Sin la mamá en casa, cuando todavía se es pequeño, hay desorden, noches de
frío, de enfermedad, de llanto, de desconsuelo.
¿Quién consuela al huérfano?
No se sabe…nunca se sabe…
15. Porque esa es la vida en orfandad, una vida vacía, no hay ilusión, no hay
esperanza, no hay nada…
16. Porque en caso de haber tenido piojos, supongo, solo conjeturo que no
hubiera sido por mucho tiempo, porque también presumo que mamá se hubiera
encargado de eso. Solo lo supongo, nunca lo sabré…
“Mamá. Si no te hubieras ido tan pronto, todo hubiese sido muy diferente,
de eso estoy segura”.
17. ¿Cómo se sentirá el abrazo de una madre?
18. Son muchas las vivencias que podría describir de la niñez, pero las de
orfandad son de otra dimensión.
19. “Mamá, no sufrí tu muerte, pero sí sufrí tu ausencia”, algo así dice una de
mis poesías.
20. Ya estaba consciente de su muerte, alguien me había dicho que mamá estaba
en el cielo, entonces, yo la buscaba ahí, sin saber cómo era, porque no la
conocía, pero yo la buscaba entre las nubes, yo la buscaba en el cielo.
21. Vivir en orfandad nos lleva a solo imaginar…
En síntesis, Orfandad…esperando un milagro, de la Licda. Mercedes
Rojas López (Guanacaste, 1966), es su libro de estreno.
Sus relatos marcan una ruta
hacia el humanismo, la reflexión de los avatares difíciles de la vida para millones
de seres humanos en el universo, debido a pérdidas y ausencias que, muchas
veces, limitan la capacidad de crecimiento y de compartir la vida, como los
demás.
La sensibilidad de sus
relatos es un código de entrada para leerlos con atención y encontrarnos con la
dignidad de un libro escrito con el corazón, los sentimientos y un acendrado
espíritu de compartir con los demás, una experiencia de vida durísima, aleccionadora,
pero que enseña, asimismo, cómo la autora supo sobreponerse a la difícil
adversidad vital de su madre, para conquistar otros territorios espirituales:
la educación, la literatura y la vida.
Adentrémonos, pues, en la lectura de este libro de la Licda. Mercedes Rojas
López, porque sabrá darnos la inspiración para afrontar nuestros retos
personales, en una sociedad que vive con el semáforo en verde, con las altas
velocidades de la ciber comunicación, pero que, muchas veces olvida, que la
sensibilidad humana nace del amor y respeto por nuestros padres, nuestra
familia y el mundo que nos ha correspondido vivir, en pleno siglo XXI.
Mercedes Rojas López se une a las voces femeninas del Guanacaste Eterno,
que han publicado sus libros, a saber: María Leal, Lía Bonilla Chavarría,
Ofelia Gamboa, Amalia Martínez, Brunilda Rodríguez Martínez, Sophie Baltodano
Guillén, Fanny Salas Herrera, Edith Vargas, Ligia Zúñiga, Ana Lorena Camacho,
Ana Rita Apuy, Rosario Meléndez, Amparo Vargas, Soleida Bogantes, Guadalupe
Urbina, Milagro Obando Matarrrita, Martha Eugenia Fait Villalobos, Bárbara
Jiménez Vargas, Rocío Rodríguez Soto, Kattheen Sibaja, Aracelly Bianco, Kristy
Barrantes Brais y Génesis Martínez Sandoval.
Sé que otras autoras tienen sus libros en proceso, y pronto se sumarán a
este listado de honor.
¡Albricias!
Lic. Miguel Fajardo Korea
/ Centro Literario de
Guanacaste
A 190 años de la conformación
del Departamento de Guanacaste (1835-2025)
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