Lic. MIGUEL
FAJARDO KOREA
La
perspectiva humanística y educativa en la película RADICAL
Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA
Premio
Nacional de Educación Mauro Fernández
Ficha técnica: RADICAL. Guion y dirección
Christopher Zalla. Música: Pascual Reyes y Juan Pablo Villa. País: México.
Género: Drama. Duración: 125 minutos. Reparto: Eugenio
Derbez como Sergio; Daniel Haddad como Chucho; Jennifer Trejo como Paloma; Mía
Fernanda Solís como Lupe; Danilo Guardiola como Nico, y Víctor Estrada como Chepe.
La educación siempre ha sido una herramienta de cambio y de mejoramiento socio-individual. Debemos estar conscientes, además, del privilegio por acceder a ella, si sabemos que su cobertura, nunca llegará a todos.
Educar es un término que tiene un
amplio registro semántico, por lo que apela a conceptos coligados, tales como
alimentar, cuidar, nutrir, instruir, formar y criar.
La película RADICAL genera un importante estado de concienciación sobre la educación pública. La escuela José Urbina López, en Matamoros, México, es una institución colindante con un basurero, en un lugar fronterizo, abandonado, con alta violencia, corrupción, inmigrantes y narcos, cuyo estudiantado tiene los peores rendimientos académicos y donde se presenta la explotación del trabajo infantil.
En ese entorno, surge la figura del Maestro Sergio Juárez Correa, quien choca con sus colegas conformistas, con métodos rígidos y padres desconfiados. Él muestra resistencia a las reglas, se olvida de los programas rigurosos que imperan en “La escuela del castigo”. Sergio utiliza el método de Sugata Mitra (Calcuta, India):
“que se basa en el concepto de "Educación Autoorganizada", el cual postula que los estudiantes son naturalmente curiosos y pueden aprender de manera efectiva cuando se les brinda la libertad de explorar temas que les interesan. Enfatiza métodos de enseñanza mínimamente invasivos donde se formulan preguntas amplias y los estudiantes se ven obligados a utilizar habilidades colaborativas y técnicas activas de resolución de problemas para formular hipótesis y llegar a conclusiones por sí mismos”. (https://es.wikipedia.org/wiki/Sugata_Mitra). Ejemplifica, por ejemplo, ¿por qué flota un bote o las cosas?, o bien, la historia del burro y el pozo.
Chucho, el director, -quien representa la disciplina y la autoridad-, al inicio desconfía del trabajo del maestro, pero luego lo apoya. La lucha del maestro es contra la disciplina autoritaria, sin oportunidades de crecimiento ni mejoramiento individual para el aprendizaje.
RADICAL presenta la historia real de la estudiante Paloma Loyola (la niña Jobs), quien, a pesar de provenir de dicho contexto, alcanza el más alto puntaje en la Prueba de Enlace de matemáticas, en México, con lo cual se demuestra que la educación es un “bote salvavidas”. Asimismo, incluye las historias de Lupe (filósofa) y Nico (mensajero de bandas).
El Maestro Sergio no está muy de acuerdo con las máximas: “El silencio es la base de la obediencia. La obediencia es la base de la disciplina. La disciplina es la base del aprendizaje”. Sergio hizo las cosas diferentes. Para él, el “patio de recreo” puede convertirse en un espacio áulico. Los alienta a creer en sí mismos, porque cada quien tiene un potencial para usarlo, y para descubrir el conocimiento por sí mismo.
Como educador, él tiene voluntad para escuchar, como cuando Nico le pregunta cómo hace para enamorar a una compañera. Él no impone: pregunta “¿Qué quieren aprender?”. Aboga por la aplicación de conocimientos en la vida. Aprendemos de nuestros errores. Debemos hacernos responsables de nuestra propia vida. Refiere que él decidió ser maestro, porque “yo podía cambiar el mundo” y, en esa línea, decide vender su carro para adquirir una computadora.
Citica que a nadie le importa lo que pasa aquí”, en alusión al robo de las computadoras para dicha escuela. O la burocracia escolar para acceder a los libros de la biblioteca por no tener una cita.
Es muy clara la intención de la película en señalar los procesos evaluativos, en relación con los conocimientos adquiridos. La película focaliza dos materias, ciencias y matemáticas.
El maestro se ve afectado cuando lo suspenden 15 días por parte de las autoridades superiores. La tragedia afecta al maestro Sergio Juárez Correa, cuando Nico muere, porque no acepta ser pandillero.
Paloma expresa un discurso reflexivo: “La realidad es la realidad. Esta es mi realidad. No hay escapatorias. Gente como yo no es capaz”, cuando Paloma decide no ir más a la escuela, para atender la salud de su padre, un pepenador anciano y enfermo. Sin embargo, como se tiene fe, se presenta al límite de empezar las pruebas de Enlace. El maestro expresa: “Ustedes pueden”. Sergio refiere que ese pinche examen solo da resultados medibles.
En la película se hace mención al filósofo británico John Stuart Mill (1806-1873), quien “defendía la libertad por dos motivos: porque la sociedad como conjunto maximiza su utilidad, si cada persona es libre de tomar sus propias decisiones, y porque la libertad es necesaria para el desarrollo de cada persona como una persona completa”. (https://es.wikipedia.org/wiki/John_Stuart_Mill).
El hogar, no la casa, es una
construcción cotidiana. En ellos, debemos procurar ser más dialógicos. La
extrema velocidad del mundo nos está pasando cuotas de fraccionamiento en la
convivencia socio-hogareña. Hay que revisar esa condición, porque desestructura
los cimientos de ese círculo de armonía, afectiva y protectora, que
históricamente ha distinguido al hogar como célula primaria de la sociedad.
En este momento, hay
diversas redes competitivas de socialización, pero coexisten en espacios
multidimensionales, en las tecnologías inteligentes y, aunque resulte
paradójico, las personas se están comunicando más con individuos desconocidos y
lejanos, que con aquellos a quienes tienen al alcance del abrazo, es decir, los
miembros del ámbito hogareño, a quienes, en muchas oportunidades, se les
invisibiliza.
La comunicación hogareña no se practica como se debe, porque estamos atrapados, en los contextos próximos, por la velocidad de la ciber-comunicación; por una envolvente y dinámica realidad en la que nunca estamos al día y, por ello, somos portadores de niveles estresantes y estadios impersonales, que atentan contra las relaciones confraternitarias.
Los sistemas educativos, en todos sus niveles, son hogares espirituales, donde debemos compartir, con dignidad y ética, para hacer valer uno de los más inalienables derechos del individuo: ser mejores, para promover una óptima calidad de vida, es decir, redimensionar el concepto de una mayor apertura humana, para el disfrute de las libertades individuales, dentro de un respetuoso espíritu societario.
Los educadores debemos reencantar la educación, sobre la base de un componente con responsabilidad social y cultural, en un compromiso de respeto a la dignidad de los otros, servicio a los demás, tolerancia, y una adecuada preparación académica, para el fortalecimiento integral de las diversas comunidades estudiantiles, sin exclusiones odiosas.
No podemos enquistarnos solo
en dar clases, sino que debemos ser guías y formadores comprometidos, en
contextos de globalización y sus asediantes procesos impersonales; por ello, su
compromiso debe construir una educación humanizada para todos, que tome en
cuenta, tanto la diversidad social como cultural, y cuyo eje pretenda la
formación de valores, como instrumento adecuado para alcanzar el desarrollo
pleno, digno y holista de cada una de las personas que nos corresponda el
privilegio de formar.
El estudiantado significa la razón de ser de nuestro trabajo, por ello, nunca deberán verse como los enemigos por vencer. Todo lo contrario: la niñez y la juventud se encuentran ávidos de diálogo, respeto, comprensión y tolerancia. Para el educador verdaderamente comprometido con el mejoramiento integral de la sociedad, ese es uno de los desafíos piramidales en el ejercicio de la docencia. La educación es un enlace de voluntades en la construcción de la vida país, a partir de la pasión por la enseñanza humanizada, cada día de la tierra.
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