El
influjo musical de Sacramento Villegas
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural
(Guanacaste/Moravia). La vida me ha permitió servir
de puente en la recuperación y difusión de la obra de artistas distinguidos de
nuestro Guanacaste eterno. Uno de ellos
es el Prof. Sacramento Villegas Villegas (1920-1997).
Miguel Fajardo. Sacramento
Villegas: canción en el tiempo. (San José: Ediciones Zúñiga y Cabal, 1994:
128). Portada de Virya Paniagua.
Hace 28 años publicamos ese
libro dedicado a don “Mento”, como se le conoció cariñosamente, en los círculos
artísticos, educativos y comunales. Reitero mi gratitud a la Asociación para la
Cultura de Liberia, así como a la Municipalidad de Liberia (1990-1994), por
apoyar dicho proyecto cultural, igualmente, a sui distinguida familia.
La artista y académica Nelly
Juárez Villegas realiza una decisiva cruzada para darle la justa dimensión
al influjo musical de don Sacramento Villegas. Su documental se denomina “Soliloquio
en el Tempisque” (2022).
En mi libro incluí 42
textos. De ellos, 29 son autoría de Sacramento Villegas. Igualmente, a 13
textos de otros autores, él les aportó la música. Ese detalle, evidencia lo
altruista e integral de su trabajo humanista, pues dio a conocer y popularizó
textos de otros artistas: Rodolfo Salazar Solórzano, Lía Bonilla Chavarría,
Edith Vargas Cubillo, Marco Tulio Gardela, Rafael Rojas, Alfonso Araya, Moisés
Sánchez o Medardo Guido Acevedo.
La densa e intensa obra
musical del Prof. Sacramento Villegas se agiganta cada día, pues en ella
convergen un danzón, boleros, parranderas, marchas, pasillos, canciones
escolares, himnos, temas religiosos, villancicos y música festiva.
Las diversas bandas
nacionales de Costa Rica tienen en su repertorio las composiciones del Prof.
Sacramento Villegas. Dichas piezas se interpretan en actividades públicas, en escenarios
abiertos y cerrados, y alcanzan a gran cantidad de personas.
El Prof. Sacramento
Villegas compuso la “Marcha a Miguel Fajardo” en 1993. Y escribió los pentagramas para diversos
instrumentos. Esa marcha fue estrenada por la Banda Nacional de Guanacaste en
1994. Un gesto muy noble que siempre guardo
con gratitud.
El largo recorrido
educativo y musical del Prof. Villegas Villegas lo llevó a formar parte de la
Banda Municipal de Filadelfia, de la marimba de los hermanos Pomares, de las
bandas de Liberia, Alajuela y Puntarenas. Además, organizó la escuela de Música
de Filadelfia. En 1968 ganó la dirección de la Banda Nacional de Liberia.
En el ámbito educativo,
trabajó en las escuelas del barrio San Josecito y la escuela José de San
Martín, de Alajuela, así como en la escuela Central y la de Paso Tempisque, en
Filadelfia. En 1956 continúa su labor como parte del personal docente del
Instituto de Guanacaste, primer centro educativo de enseñanza media de
Guanacaste, donde laboró durante cinco lustros.
Igualmente, ejerció como
profesor en la Escuela Normal de Guanacaste, el Colegio Santa Ana, el Centro
Universitario de Guanacaste, la Etapa Básica de Música de Santa Cruz y la
escuela Ascensión Esquivel. No cabe la menor duda de que su extendido ejercicio
docente ha sido muy importante para que miles de sus estudiantes valoremos su
legado, tanto educativo como musical.
Entre su repertorio
destacan piezas muy populares, tales como “Bolsoneña”, “Tu hidalguía”,
“Ansiedad”, “Eloy Cajuín”, “Del tope a la corrida”, “Serenata”, “En silencio”,
“En el río Tempisque”, “Bajo la lluvia”, “La garroba”, “El bombetero Cañas
Ruiz”, “Soliloquio en el Tempisque”, “Tu hidalguía”, “Mi morena” o “Me lo dijo
el río”, -letra de la Prof. Lía Bonilla Chavarría-.
El
documental “Soliloquio en el Tempisque”, de la M.Sc. Nelly Juárez Villegas es
un espaldarazo a la recuperación de la obra artística del Prof. Sacramento
Villegas Villegas, un ser humano entregado a sus dos pasiones: la docencia y la
música.
Me interesa destacar una
faceta poco difundida dentro de la producción musical del Prof. Villegas Villegas: los villancicos: canciones
en el tiempo.
Los villancicos son
composiciones breves y populares, que constan de uno, dos, tres o cuatro versos
como estrofa inicial, que se glosa en estrofas sucesivas. Hay diversas
acepciones y modalidades. Entre sus cultivadores destacan Ambrosio de
Montesino, Juan del Encina o Lope de Vega.
Los villancicos se han
popularizado como canciones propias de la Navidad. Uno de los villancicos más
populares es “Noche de paz”, estrenado el 24 de diciembre de 1818. Franz Gruber
ejecutó este significativo villancico, a propósito de unos versos escritos por
el sacerdote de la iglesia de San Nicolás, cerca de Salzburgo, en Obendorf,
Austria.
Los temas de los
villancicos giran en torno a los campos semánticos relacionados con la
festividad navideña y sus contextos de situación, a saber: Rey, cielo,
estrellas, pesebre, Niño, Dios, Padre, oremos, Nochebuena, paz, amor,
redención, Señor, humildad, gloria, portal, Belén, pájaros, Mesías, estrella,
David, Jesús, establo, pobre, cuna, buey, Virgen, María, José…
Los villancicos mantienen
predilección estructural por dos o tres estrofas de cuatro versos. Por tratarse
de canciones, incluyen estribillos: verso o conjunto de versos que se repiten
al final de alguna estrofa, lo que facilita su memorización.
En Costa Rica, el Prof.
Sacramento Villegas Villegas escribió varios villancicos: “El Rey de los Cielos”,
“Una canción de Navidad”, “Gloria, a ti, Señor”, “Este Niño Dios”, “Aquella
mañana”, “Bella estrella de David”, “En un humilde portal”. Sus títulos ofrecen
una importante carga de significados, en concordancia con los temas y el nivel
discursivo en comentario.
En sus villancicos, el
compositor Villegas plantea una enumeración ascendente por exaltación
“Cantemos, /oremos/El Rey de los cielos/cantemos, /oremos para nuestro bien”.
Se muestra la actancialidad del Padre Celestial. La presencia del Mesías campea
como un proceso de intensificación salvadora.
En “Una canción de
Navidad”, se maneja la anadiplosis “Cantemos todos una canción, / una canción
de Navidad”. Este villancico es una tierna alabanza al Señor. En ambos
villancicos, se da énfasis a que el Niño Dios “riega los campos con la
esperanza /de conseguir la salvación”. En los dos villancicos se consagra la
salvación como un anhelo universal del factor humano.
En otros textos de
Sacramento Villegas, el manejo es dicotómico: cielo/tierra, lo cual evidencia
un febril estado de adhesión con los elementos bisémicos paz/ amor. En “Este
Niño Dios”, coloca un dístico anafórico en el centro del villancico, que cumple
la función expresiva como refuerzo semántico “Dios Redentor, Divino Señor”.
La situación noctívaga
adquiere dimensiones que aluden a lo sacro “En esta noche de amor sagrado”, el
adjetivo funciona como una ruptura contra lo convencional. Asimismo, la noche
es de calma y paz, pues apela al sentido reflexivo de la época navideña.
En “Aquella mañana”, fija
los contextos de situación donde nació El Salvador. Los animales se integran,
buey/ mula, para darle calor en su cuna. Es como si asistiéramos a un mirar
pictórico de pobreza, pero de calidad humana y altos valores por seguir, que
tanta falta nos hacen.
El comportamiento de María
(riendo) y José (pensando) es interesante. Aquella mañana, el canto fue
escuchado en las alturas para animar la gloria del Niño Jesús.
En los villancicos del
Prof. Sacramento Villegas brilla la estrella de David alrededor de la palabra
esperanza. Gloria / Dios / altura son elementos coyunturales que polarizan la
dimensión Paz / seres humanos / tierra. La polarización la ensanchamos nosotros
con nuestros comportamientos, bastante desapegados de las enseñanzas del
Todopoderoso.
Los villancicos de don
Sacramento son cánticos de afirmación, de identidad con el espíritu y el alma;
con en el alma del espíritu. Su canto es una apelación de esperanza y
salvación. En “Un humilde portal”, Dios salva a su grey del pecado, quita las
cadenas para instaurar la fe, la primera de las virtudes teologales.
Otro de sus villancicos
pluraliza, tanto el sujeto como la acción verbal, como una manera de reafirmar
la alegría. María, Virgen y Madre, signan una energía protectora. Este
villancico apela como un portal abierto. El canto hace que la tarea sea regia.
El ejemplo está dado; basta seguirlo.
En síntesis, los
villancicos del Prof. Sacramento Villegas indagan presupuestos temáticos como
universales discursivos dentro del contexto epocal, navideño, para reflexionar
sobre nuestras actuaciones y trazarnos nuevos y coherentes objetivos por
cumplir durante el Año Nuevo.
Que la Paz del Creador nos
alcance a todos, continúa siendo una de las más sanas aspiraciones del ser
humano sobre la Tierra, aunque, la realidad se recrudece con tantos
enfrentamientos, producto de la insania de los seres humanos.
Facundo Cabral expresa:
“Una de las felicidades de la vida es cantar las Glorias del Señor”. Los
villancicos son un bálsamo reflexivo. ¡Aprovechémoslos!:M
He difundido su trabajo
musical en diversos artículos, a saber:
1. Fajardo, Miguel. “Los villancicos como canción en
el tiempo”. La Soga, Guanacaste, diciembre,
1993, p.14.
2. _____. “El matiz romántico y la canción en el
tiempo”. Anexión, Guanacaste, febrero, 1994, p.38.
3. _____. “Los
villancicos como canción en el tiempo”. I parte. El Heraldo.
Puebla-México, 15 de diciembre de 1994, p.19
4. _____. “El
Rey de los cielos”. II parte. El Heraldo. Puebla-México, 17 de diciembre
de 1994, p.19.
6. _____. “Los
villancicos de Sacramento Villegas como canción en el tiempo”. IV parte.
Puebla-México, 24 de diciembre de 1994, p. 20.
7. _____. “Sacramento
Villegas: canción en el tiempo”. “Casa Guanacaste” (San José: Uruk
editores, 2012, pp. 59-60).
8. _____. “Los
villancicos: canciones en el tiempo”. Diario Extra. Costa Rica, 23 de diciembre
del 2016, p.9
“Soliloquio en el río Tempisque” es un pasillo que se
estructura sobre la base del recordar selectivo, por esa razón, es un
soliloquio, un monólogo: discurso de una persona que va dirigido a sí mismo.
Incorpora los tiempos naturales: tarde y noche, Indaga como presupuesto
estético, en relación con la fauna: garzas o chocuacas. Además, incluye
elementos de la naturaleza: río, arboleda agua y flores.
¡Carpe diem,
albricias!