Miguel Fajardo Korea
ARTÍCULO
LA IRRUPCIÓN BOREAL DE
JOSUÉ TORRES EN LA POESÍA DE GUANACASTE
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Promoción
y Difusión Cultural
minalusa-dra56@hotmail.com
(Moravia y Guanacaste).- Celebro que Josué
Torres Morales (Guanacaste, Costa Rica, 1990), publique su libro de estreno “Boreal”. (San José: Editorial Nuevas
Perspectivas, 2017: 70). El poemario está compuesto por 47 textos. El libro se
presentó en el miniauditorio de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa
Rica, ante una nutrida asistencia.
Josué Torres Morales cursa la
carrera de Informática Empresarial. Es miembro del Centro Literario de
Guanacaste desde el 2009, así como del
Taller de las Seis, desde el 2016. En el 2013 publicó en la revista Intersedes.
Incluí su poema “Era digital” en el suplemento “Convergencias culturales en la
pampa” del periódico Anexión (N.25,
2017: 2).
El libro “Boreal”
contiene prólogo de Mainor González Calvo; portada de Xochilt Sierralta; diseño
y diagramación de Soren Vargas; revisión de pruebas de Margarita Alfaro. El Consejo
editorial lo integran los académicos: Édgar Solano Muñoz, Maritza Olivares
Miranda, Mainor González Calvo, Neldys Ramírez Vásquez y Ronny Ruiz Navarrete.
En la contracubierta, se incluye un criterio
de lectura de Miguel Fajardo. Dicho volumen, forma parte del catálogo de la
Coordinación de Investigación de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa
Rica, de muy meritoria labor de difusión editorial.
Para las letras desde el Norte G., la
poesía de Josué Torres significa un fuerte sacudimiento en la lírica de este
polo interior, como la voz poética joven más prometedora de Guanacaste. La voz
lírica de Josué Torres muestra una poesía revestida de tonos reflexivos, porque “La hora menguante /del
verso / no se escribe aún”.
Inquiere “¿Dónde está la noche / que ambos conocemos”. El espacio de
nocturnidad le confiere tonos solemnes o misteriosos, en medio de sueños y
palabras. Y, en ese recordar selectivo, apunta que “La mente engaña, el tiempo memoriza. / Solo calla / donde renace el
sentido”. El poeta sabe del espejo: “anochece,
aunque es de madrugada / para soñar con lo improbable”.
“Cometa” signa un texto donde se
confronta lo terrestre contra lo infinito, mediante un juego de imágenes
expresivas “Tal vez el cielo esté /
ilustrado de sombras y astros / () Donde nos lleva / el viento ártico de la
distancia, / los sueños / que ya no cruzan las miradas / y despiertan / los abrazos en las palabras”. Este texto se construye con palabras nucleares:
cielo, sombras, astros, viento, distancia, sueños, miradas, abrazos, palabras.
En “Abstracción” poetiza con
profundidad: “Invocar la razón /no es
vestir el pensamiento. / También es, a veces, /soñar con lo improbable”.
Las probabilidades de la razón pueden ser sueños, pero dichos elementos otorgan
mayor dinamicidad a lo cotidiano.
“Descripción II” es un acercamiento
a uno de los temas medulares de la actualidad “Las fronteras son banderas. / Pájaros en estampas de cartón / que
emigran como tambores sin ritmo / atravesados por la tempestad del silencio”.
El hablante lírico establece una apuesta social para recordarnos el problema
global que padecen los inmigrantes.
El elemento marino se rastrea en su
universo lírico, en una provincia que debe prestarle mayor importancia a la
condición de sus litorales, ya que es una presencia e incorporación geográfica
muy significativa. “Pero no pienso en la
muerte, / solo en un lugar cercano / a los vuelos que se van con el mar”; “Amanece por la pradera y la montaña, / en el
sollozante mar; / como la caricia transparente de los fantasmas”. El poeta reconstruye los aromas del río que no llegan al mar.
El universo femenino tiene su
espacio en este poemario de Josué Torres. “Porque
ese lugar tuyo / ubicado entre tus pómulos y cejas / es mejor que todas las
estrellas / o los cristales dejados por el mar”. “Así como una estrella se silencia / entre la sombra del universo /
quedan esculpidas migajas de lluvia en la mirada”. “Después del último abrazo /
la calidez de un cuerpo se queda / como una palabra sin respiro”.
En su mundo, se presenta el acento,
tanto de lo alto como de lo bajo corporal,
como elemento vehiculizador de lo
amatorio y lo erótico “Todo
depende de la simple coincidencia / que se libera con los dados de la
seducción”; “Cuando se llega a la determinación / que la cama ya no es tan
excitante / se deben explorar todas las regiones de la casa / como el paladar
cuando se confunde / entre los manjares exclusivos de la espesura Venus”.
O bien, “y la habitación con las luces apagadas / me obliga otra vez / a sentir
tu presencia al otro lado de la cama”.
Obsérvese que la cama opera como un cronotopo, un límite espacial donde
se presiente el deseo por el placer o el gozo de la carnalidad. “Y tu recuerdo de ensueños germina / con
todas las boreales que aún me quedan por vivir”.
En este ámbito, existe una
preocupación por la palabra y el oficio de la creación poética “las palabras nacen con el vacío / cuando la
muerte / tiende sus confines como nebulosa”. Y el hablante toma partido “Porque sin los poetas / el mundo es frágil,
fingido, desigual / ( ) Porque en sus poemas / siempre habrá cuchillos que
atraviesen corruptos”. Nuevamente el
tema de la inextinguible corrupción, que nos asedia. Los poetas debemos cuidarnos de no formar
parte del coro de los corruptos, que ahora usan saco y corbata de marcas
corruptas para realizar transacciones en los paraísos fiscales desde donde
continúan robándole al erario, es decir, a toda la sociedad civil.
Josué Torres estudia Informática. En
ese sentido, es crítico de los procesos deshumanizadores que puede ocasionar el
uso indiscriminado de dichas tecnologías de punta, por eso, aduce: “Algún día lejano dejaré este mundo / ( ) y
los jóvenes / sed reconciliarán con las pláticas cara a cara / y el instinto de
ver la carne sin imágenes digitales / los mensajes de texto sin emociones / y
ese abuso de la tecnología / tras radiaciones de la pantalla touch”.
En ese sentido, aboga por
una rehumanización, por ello “Odio los
chats / esa nueva costumbre / de abolir emociones / ese concepto de tecnologías
/ donde se suprime lo humano / el eco vibrante de una voz / que tecla por tecla
se vuelve afónica”. Es interesante como la personificación de las teclas
apuntaría, en todo caso, al escenario de lo deseable, a un proceso de rehumanización.
La honda preocupación del hablante lo hace expresar “He llegado al punto sin retorno / donde el vacío no es una metáfora”.
Paralelamente, existe una preocupación
por la misantropía, al decir de la RAE (2001: 1514) “Persona que, por su humor
tétrico, manifiestan aversión al trato humano”. En “Boreal” se poetiza así “¿Dónde están las madres / que llaman a sus
hijos desde la tierra firme? / ( ) entre el desarraigo / el disturbio de
abrazos homínidas / y una madre que llama a su hijo desde el mar”.
El poemario de Josué Torres
Morales accede la mirada sobre la estresante cotidianeidad dentro del orbe
globalizado, muchas veces, por el consumismo desmedido de los seres humanos, como
que “El cansancio en las bolsas del
pantalón / se acuesta con marginales conversaciones / de medianoche / y una
libreta llena de deudas”.
En un libro integral como el de Torres
Morales, no podía faltar la honda mirada crítica en torno de la realidad
histórica de nuestro continente “América
/ hace cientos de años fue erradicada / por los homicidas que hoy mismo nos
gobiernan”. El tono es frontal, con
una realidad histórica de siglos como evidencia.
Asimismo, poetiza sobre el soundtrack
y la sociedad líquida –conceptualizada por Zygmunt Bauman-. En ciertas regiones
de Guanacaste, el agua contiene arsénico. Un problema de salud que aún no se ha
tratado con la rigurosidad que amerita
una problemática social, toda vez que atenta contra la fuerza laboral de
quienes realizan actividades productivas
de gran esfuerzo físico, bajo el abrasante sol de la pampa.
En
síntesis, “Boreal”, de Josué Torres,
incorpora cernida crítica contra ejes temáticos: autoengaño, consumismo,
politiquería, medioambiente, mundo tecnológico, memoria histórica de América,
despersonalización frente a la era digital, deshumanización capitalista,
desafíos ideológicos, vacíos societarios, patriotismo adocenado y la pobreza de
las mayorías. Es un poemario holístico para repensar, reconversar, reflexionar
y leer con música de fondo.
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio
Nacional de Promoción y Difusión Cultural
minalusa-dra56@hotmail.com
Twitter:
@mifajak
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