Tomaso Pieragnolo, Italia
Del libro “L’oceano e altri giorni”, 2005, Venezia;
poemas publicados en español en el libro del 2009 “Poesía escogida”, Editorial de la Universidad de Costa
Rica.
NICARAGUA – EN EL CONFÍN
Subía en tus ojos la extensión
de un nombre que la tierra
retenía,
el abierto calor de las aguas
culminadas
en la ligereza de la
distancia,
el fuego retenido de los
volcanes
que ahuyentaba de las flores
el rocío,
el alba reunida en la frente
de las madres
que se hundían en el río,
el horizonte como una nube
rozada
sobre la línea desnuda de una
gota
y aquella gota sola
era mi boca que te besaba.
Amiga mía, mujer de agua, o
costa
donde aguardar un día sin
edad,
hendidura en la madera tardía
donde meses pacientes
aumentaron
la miel del amor de hora en
hora
en la noche impasible del bosque;
cuando volveremos, un día,
donde ya hemos nacido,
sabrás que nuestro mundo
es un reverso de medallas,
que un tiempo más perfecto no
existe
y que los recuerdos son peces
en los acuarios,
que una flor entre los
cabellos puede volar
si los días guardados no se
aclaran;
sabrás que los universos son
milímetros,
que tu nombre pertenece a todo
el mundo
y que el amor permanece un don
posible
si una fuerte cordillera lo
sostiene.
Sabrás, aquel día, tal vez
todo y tal vez nada
y como por fin nos rendimos
en el agua interminable de un
beso.
LAS TORTUGAS DE JUAN
Pescador arrepentido de ser
hombre,
cortado de aire denso
en la cavidad del día
Juan depone sus lanzas
arteriosas,
ciertas lianas que fijaron
sílex,
las rápidas redes de ingenio
vegetal
que cerraron en roncos
canastos
el conflicto de plata en
movimiento.
Espera la erupción del
atardecer
sobre el plúmbeo galope
oceánico,
el rumbo verde del follaje
que perpetúa latitudes,
el volumen del color que cae
en el pozo negro de la noche,
revelando lenguas de fuego
azul
en las moradas inhabitadas.
Sólidas cabezas como piedras
desnudas
de tortugas rumiantes
afloran a lapsos del agua
oscura
varándose, rendidas, en la
costa;
silencioso como la arena
sumerge entre los flujos
incendiados
el pequeño hombre Juan,
pescador arrepentido o nuevo
pez
desaparece en el tajo de la
sal
apagando su metamorfosis,
gravemente incorpóreo vuela
agarrado a la cáscara ciega
de sus inmensas mariposas.
Recuerdo que volverá a la
orilla
con la noche en la grávida
boca
y un don para mi que me quedé;
de las abismales evoluciones
un fragmento de gota, o
cáscara, o estrella,
que traigo como amuleto
nocturno
después de tantos lugares o
segundos;
¿ pero bastará esta fragancia
desnuda
para la sombra de una sola
eternidad ?
EL TREN QUE NUNCA LLEGA
Huye un reptil de escamas
ferrosas
rozando sobre rieles
interminables,
soplando sumergidos reinos
que un tiempo fueron cometas
en el arco de las abiertas
praderas,
llevándose un rebaño de
nombres crudos
que nunca aprendieron a
hablar,
a ser microbios de las minas,
bestias enyugadas en las
plantaciones;
pero este tren que nunca
llega,
que no parte, que no viaja más
donde lo esperan hirsutos
recuerdos
a la lucha del puro sol
irreparados,
hipnóticos mestizos al
horizonte
como severas estatuas
hincadas,
mujeres densas con hijos y
pollos
en las espaldas fibrosas como
troncos,
niños que jugaron desnudos,
leñosas estaciones que se
pudrieron
bajo el agua de siglos
elípticos
y viejos acurrucados en los
zapatos
que prestaron al viento
puntuales
sus orejas carcomidas
acogiendo fragores de otras
tierras,
perros vagabundos, rugosos e
insolentes,
compañeros de provisionales
patrones
en la huella de rieles
ingurgitados,
hasta que el día inicuo no
aflija
y nubes enfermas deshagan
arco iris como peces lucientes
en la hora del arbitrio
cotidiano
de este tren que nunca llega,
que no parte, que no viaja
más,
que también nosotros esperamos
rendidos
en la multitud silenciosa
de esta esencial soledad.
DESDE ARRIBA
Mira, alada,
el diamante humedecido del
día,
el enigma constante del
vientre
que retiene sus astros
diluidos,
la muda de emergido animal
abandonada en las disputas del
viento;
mira el verde amuleto de los
volcanes
colado del pigmento milenario,
el océano despertado de las
selvas
que huye inmóvil sin rendirse
a nuestros ojos coronados,
los ríos como túrgidas
culebras
que excavan las carnes de la
tierra
en asas de cotidianos
abandonos;
mira las dulces colinas de
lava y arena
surgidas como curvas belicosas
en las abiertas praderas de
olfato verde,
los pantanos intricados de
juncos
donde las ranas tiemblan de
amor,
el arco iris que salta del
agua
como un pez inaprensible,
doblando donde tus manos
finalmente me acarician.
Mira la flor roja de las
erupciones,
le resina versada sobre los
declives,
pueblos acumulados en los
altiplanos
todavía precarios,
las costas como anillos
abandonados
en los mutables arribos del
planeta,
la huella oculta del primer
rayo
que cayó sobre el mar,
incendiandonos.
Mira, alada, y sonríe;
hemos tenido todo,
todo en un sólo día,
todo en un sólo beso,
en una sóla palabra soltada;
hemos tenido todo
y no lo recordamos
si no para amarnos
como si fuera la primera vez.
Tomaso Pieragnolo
nació en 1965 en Padova, Italia. Desde hace veinte años vive entre Italia y America Central.
Sus libros más recientes son: nuovomondo (2010,
finalista en el Premio “Palmi” y ganador del “Premio Saturo d’Argento – Città
di Leporano”, finalista en el Premio “Metauro” y en el Premio “Minturnae” y
“Marazza”), L’oceano e altri giorni (2005, finalista en el Premio
“Libero de Libero”, ganador del Premio “Minturnae Giovani 2005”, finalista en el Premio “Gozzano di Belgirate 2005”, en el Premio “Ultima
Frontiera 2006”
de Volterra), el poemario Lettere lungo la strada (2002, premiado
en el “Premio Internazionale Città di Marineo - Sicilia 2003”, finalista en el Premio
“Gozzano di Belgirate 2004”)
y la antología en español “Poesía
escogida” (2009, Editorial de la Universidad de Costa Rica y Fundación Casa de
Poesía). Como traductor ha publicado Questo
è il bosco e altre poesie de Eunice Odio (2009, Premio Especial “Camaiore”
para la traducción), Gli infimi
crepuscoli (2010) y Poesie imperdonabili (2011) de Laureano
Albán (finalista el el “Premio Internacional Camaiore” y en el “Premio Marazza”
para la traducción. Colabora con revistas culturales y literarias y con
editoriales.