Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación Mauro Fernández
minalusa-dra56@hotmail.com
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“En tiempos de epidemia es más fácil
entender que un mundo construido sobre la indiferencia, la injusticia social y
las profundas desigualdades es un mundo sin futuro”.
Albert Camus
(1913-1960); autor de la novela “La peste”
(1947)
I
(*) Fajardo, Miguel.
Cadena cohesiva léxica en tiempos de pandemia. Periódico Guanacaste a la
Altura. Octubre 2020, p.4.
El idioma es una de las
herramientas más preciadas del ser humano. En ese sentido, la pandemia ha
permitido enlistar una cadena cohesiva léxica, acerca del Covid-19. Es una
manera de familiarizarnos con segmentos de la terminología y expresiones, que
se han hecho de uso común como parte del problema pandémico, a saber:
Acatamiento de medidas, aislamiento,
burbuja social.
Cambio
en el sentido del gusto, caretas protectoras, casos importados, clases
virtuales, cobertura en vacunación, confinamiento, conglomerados o “cluster”,
contagiados, crisis del coronavirus, cuarentena.
Desconfinamiento se acelera,
desinfección en la casa, detener la propagación del coronavirus,
distanciamiento físico, distanciamiento social, el mundo pospandemia, el pico
de la pandemia, enemigo invisible, ensayos clínicos, equipo de protección,
equipos de ventilación artificial, estados de bienestar, evitar sepelios por
miedo a los contagios.
Fases de reapertura, fronteras cerradas, gotículas respiratorias,
guardar la distancia, guerreros y héroes olvidados, horarios ampliados,
infecciones confirmadas, Influenza, inmunidad de rebaño (nunca me gustó esa
expresión), inmunidad colectiva, insomnio tecnológico, instinto de
supervivencia, “kit” de extracción.
La
reapertura, lavarse las manos, limpiar las superficies, línea de batalla,
mascarillas, medidas de contención, medidas sanitarias, migración masiva,
mortalidad, número de casos, número de muertes, OMS y OPS.
Pandemia, parejas en confinamiento, pérdida del sentido del olfato,
personas en condición de calle, personas repatriadas, propuestas de mitigación,
protectores faciales, protocolo de cubrirse al toser y estornudar, prueba de
diagnóstico, quedarnos en casa, quédate en casa.
Reaprender la docencia, recuperar el espíritu, relajan las
restricciones, restricción vehicular, restricciones a la movilidad,
restricciones de desplazamiento, retorno a la normalidad, revivir la economía,
riesgo de complicación, riesgo de propagación del nuevo coronavirus, rutinas
interrumpidas, síntomas, sistema inmunitario.
Tasas de letalidad,
tocarse la cara, transmisión comunitaria, tratamiento contra Covid-19, trío de
síntomas, turismo pos-covid-19, Unidad de Cuidados intensivos (UCI), virtualización
de servicios, Wuhan (China).
Esta muestra de la cadena
cohesiva léxica, en relación con la pandemia, es una manera de ir dominando
integralmente una serie de indicaciones y prescripciones que se han girado.
El léxico expuesto es una
selección integrada de dicho registro del habla cotidiana, incorporada en
tiempos pandémicos, tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Su propósito es visualizar el encadenamiento
léxico que se acumuló sobre un tema específico para la comunidad hablante. Y,
aunque sea un léxico, producto específico de una pandemia, son términos que
forman parte de nuestro idioma.
II
La pandemia (del griego πανδημία, de παν, pan,
"todo", y δήμος, demos, ‘pueblo’,
expresión que significa ‘todo el pueblo’) es una epidemia de una enfermedad infecciosa que se ha propagado en un área geográficamente extensa,
por ejemplo, en varios continentes o en todo el mundo, afectando a un número considerable
de personas.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Pandemia).
La pandemia de gripe de
1918, conocida como gripe española, causó alrededor de 50 millones de muertos
en el mundo. Un siglo después, nos ha
correspondido ser testigos de la pandemia del COVID-19. Nos centraremos en el
título de esta mesa redonda.
Estos tres años de
pandemia han permitido la publicación de una gran cantidad de libros en diversas
áreas del conocimiento, a modo de muestra, cito algunos de ellos:
a. Los
días que todos se detuvo, libro ilustrado,
infantil, adaptado a Costa Rica, producido por Pilexlati (2020).
b. Cuenticos
infantiles: en tiempos de pandemia. Biblioteca
Nacional, Redcudi y Carretica cuentera (2020).
c. Retorna
la peste. Microrrelatos covidianos. CIHAD
(2020). Incluye textos de Alí Víquez, Arabela Salaverry, Ana Cristina Rossi,
Uriel Quesada, Iván Molina, Elizabeth Jiménez y David Díaz.
d. La
Caja y la pandemia por Covid-19.
Experiencias durante la crisis del 2020.
Carlos Zamora (editor)
e. Costa
Rica covidiana. Pandemia politizada y desmantelamiento republicano,
de Iván Molina Jiménez (2021).
f. Diario
de un tico en pandemia, de José Ricardo Carballo
(2022).
g. Bailando
con el enemigo. El cerco neoliberal en tiempos de pandemia,
de Álvaro Vega, por editarse en el 2023.
III
Producto de la pandemia, las
actividades presenciales sufrieron una drástica reducción, debido a los
lineamientos del Ministerio de Salud, para evitar las aglomeraciones y los
espacios cerrados con hacinamiento, para no propiciar la propagación de la
pandemia.
Por ello, se suspendieron
presentaciones de libros, recitales, conferencias, seminarios, simposios,
viajes culturales.
A pesar de ello, la
producción cultural buscó otras opciones de difusión y promoción para no
estancarse. Por ello, se presentó una proliferación de actividades culturales a
través de la virtualidad: charlas, conferencias, recitales o lecturas.
Dicha modalidad extendió
los alcances de esas actividades a otros públicos y países, sin importar dónde
se originaba la actividad. Fue muy frecuente ver a escritores costarricenses
participar en congresos y recitales o mesas redondas en otros países, mediante
la virtualidad. Ese detalle ha sido muy positivo y evitó caer en el
silenciamiento creativo.
Desde luego que dicha
modalidad implicó un reacomodo de las tradicionales maneras de la promoción de
la cultura, que tiene tanto ventajas como desventajas. Entre lo positivo, se logra borrar fronteras
para extender el alcance de las actividades culturales y literarias.
Sin embargo, el calor
humano, el compartir personal y directamente entre los autores y el público
resultó un drástico cambio en el paradigma convencional del que se había
dispuesto hasta antes de la pandemia.
IV
Por otra parte, la
creación literaria propicia un nuevo núcleo temático por escribir: la pandemia
del siglo XXI. Aún está en proceso de plena incorporación en sus diversos
géneros literarios. Es un filón temático universal, por lo que se esperarían
importantes y novedosos aportes creativos, que no queden en lo convencional del
conocimiento general.
Siempre se ha dicho que,
en tiempos de crisis, la creación humana crece. En mi caso, por el Covid tuve
la pérdida del esposo de mi hermana, quien estuvo internado 55 días y a pesar
de todos los esfuerzos médicos, no fue posible salvarlo.
He empezado a incorporar
ese eje temático, muy sutilmente, en algunos versos de ciertos poemas de mi
libro Ningún lugar es lejos (2022), a saber:
“No hay nadie en la respuesta del desorden,
en la distancia establecida entre nosotros
por la pandemia”. (NLEL, 2022:29).
“Despedimos a los amigos,
quienes lucharon contra la pandemia,
pero el aire quedó en deuda, y apagó sus vidas.
Pienso en Víctor Manuel.
El ahogamiento ha de ser cruel,
como la tierra sin frutos,
el cuerpo con hambre,
los caminos vigilados,
la libertad confiscada,
el libre tránsito en asalto” (NLEL, 2022: 35).
“La cuarentena acrecienta la rutina
en la pandemia de la indiferencia.
A toda hora, la palabra
Es la reconstrucción del mundo.
(…) Amo el mar sin el código QR:
Sus secretos cautivos, sus aguas gélidas” (NLEL,
2022:38).
“El cautiverio es un estadio
inferior en los rebaños
que termina devorándose
en el hacinamiento,
sin testigos ni vestigios,
en el retorno de la sombra” (NLEL, 2022: 50).
“Se muere,
como todo en el mundo,
en la desesperación
de los abrazos negados
en la pandemia,
que forzó el distanciamiento
a una ceremonia virtual,
sin la emoción armónica
de nuestros cuerpos resilientes.
Tendremos oportunidades
Para saldar los abrazos
No dados durante la pandemia” (NLEL, 2022:51).
V
El periodista José
Eduardo Mora, en su artículo “Investigación revela auge y caída de editoriales
en el país (“Semanario Universidad, 28 de setiembre del 2022”, hace ver que, en
el estudio “Surgimiento y desarrollo de la actividad editorial en Costa Rica
(1918-2019)” del historiador Iván Molina, para la Universidad de Costa Rica, se
determinó que:
Entre 1990-2021 se dio un
auge y caída de las editoriales en ese lapso. De cada diez, no sobrevivieron
ocho. Se crearon 70 editoriales (el 19,8
%) para que los fundadores publicaran sus propios textos. Es el caso de Marino
Ramírez Huertas, cuyo sello Editorial Industrias Marino, editó 161 libros de su
autor entre el 2006 y el 2020.
Costa Rica registra 353
editoriales privadas entre (1990-2021). De un total de 1113 productoras de
libros, lo cual significa un 31,7 %. De ahí se infiere que 85 (un 24,1 %) de esas
editoriales solo publicaron un libro.
En general, fueron pequeños emprendimientos
con poca capacidad para competir en el mercado editorial, lo cual se agravó con
la pandemia, por ello, el proceso de venta y distribución del arte literario,
producto de la pandemia, ha afectado la sobrevivencia de las pequeñas
editoriales. Asimismo, 113 (el 32 %)
solo estuvieron activas durante un año, o menos.
Dicho estudio aduce que
se han creado14 editoriales religiosas. Asimismo, se han creado numerosas
editoriales en Derecho.
En otro orden, Molina
aduce que, durante los últimos 31 años, en el ámbito literario la reacción fue
inversa. Es decir, aumentaron las editoriales por tres razones: el acceso a las
computadoras generalizó los programas de diagramación que abarató los procesos
de preprensa; nuevas tecnologías de impresión, que realizan tirajes a costos
competitivos y la creación de editoriales privadas, las cuales venden el
servicio de publicación a personas, empresas, instituciones y editoriales.
También, se da el caso de
la creación de editoriales regionales en diversos lugares del país: Liberia,
Santa Cruz, Pérez Zeledón, Ciudad
Neily, entre otros lugares.
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Para Generif
Traña Vargas, funcionario de la Editorial Costa Rica: se debe apostar más al
libro electrónico y el audiolibro. Él aduce que el futuro del libro
será digital o, simplemente, no será. Asimismo, sostiene que el libro
electrónico podría permitir la subsistencia del libro impreso a largo plazo.
Por ello, expresa: ¿A qué otro lugar podríamos dirigir
nuestros esfuerzos por acercarnos al lector, si no es en ese dispositivo con
pantalla led, en el cual pasa la mayor parte de su tiempo? Llámese Kindle, teléfono
celular, tablet o su computadora personal: (https://lectomania.net/author/generif/
11-5-2022).
En síntesis, la pandemia
ha sido un elemento que ha permitido reacomodar y reajustar nuevas estrategias
de promoción y difusión de la literatura, acorde con los tiempos en pleno siglo
XXI.
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