En el presente blog puede leer poemas selectos, extraídos de la Antología Mundial de Poesía que publica Arte Poética- Rostros y versos, Fundada por André Cruchaga. También puede leer reseñas, ensayos, entrevistas, teatro. Puede ingresar, para ampliar su lectura a ARTE POÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.



miércoles, 1 de diciembre de 2021

LA RUTA DE LOS SUSTOS DE OCHO VOCES FEMENINAS

 

Lic. Miguel Fajardo Korea



LA RUTA DE LOS SUSTOS DE OCHO VOCES FEMENINAS

 

 

Lic. Miguel Fajardo Korea

Premio Nacional de Educación Mauro Fernández

minalusa-dra56@hotmail.com

 

  

(Guanacaste / Moravia. Costa Rica).- He tenido la feliz oportunidad de leer las narraciones de las ocho académicas, coautoras del libro “La ruta de los sustos”, a saber:

Mayra Aguirre Hernández

Ana Lorena Camacho Camacho

Darinka Grbic Grbic (Croacia)

Olga Guzmán Mora

Gaudy Jiménez Ordóñez

Margot Miranda Rosales

Johana Rodríguez Hernández

Helen Ureña Ureña

El volumen está integrado por el eje temático que se expresa en la atinada reflexión de las autoras. El título de la obra lo señala con precisión “La ruta de los sustos”.

 

El Diccionario de la Real Academia Española define el sustantivo “ruta” de la siguiente manera: “”camino o dirección que se toma para un propósito” (RAE, 2001: 1998). Asimismo, la RAE aduce lo siguiente sobre el sustantivo “susto” “impresión repentina causada por miedo, espanto o pavor. Preocupación por alguna adversidad o daño que se teme” (RAE, 2011: 2115).

 

Esta vez, he querido realizar una mostración temática de cada producción de todas las autores que integran este libro. Considero más productivo en bosquejar cada universo de las narradoras, toda vez que así se puede confrontar diversas versiones de algunos textos, que giran sobre el mismo eje temático.

 

La puerta de la medianoche queda abierta: usted decide, si apaga la luz, se duerme, a enciende la lámpara, y se pone a leer estas sugestivas narraciones escritas por ocho académicas y autoras, sin miedo a los sustos colectivos.

 

1.              Mayra Aguirre Hernández

 

Niños vestidos de rojo querían robarse a dos niños de una comunidad.

Daniela habla con niños imaginarios, que solo ella ve.

El niño se esconde en una cueva y su familia lo busca.

Las encantadoras enloquecen a dos jóvenes, quienes luego se curan.

Un hermano practica brujería y su otro hermano se desilusiona.

Una niña espera 12 años su regalo de Navidad: una muñeca.

Una niña de 12 años se pierde en una montaña. La envían sola a hacer un mandado a 10 kilómetros de su casa.

Un hombre le corta el rabo a una chancha.  Era una mujer que se convertía.

Carlota ve pasar a un animal negro en las madrugadas, pero no supo qué era, por su vejez.

Juan recuerda los momentos maravillosos en la escuela, cuando ve pasar a los niños a la escuela Las Brisas.

El hombre sin cabeza salía en San Ramón.  Una pareja quiere agarrarlo con una manila, pero nunca lo alcanzan y regresan sin el objetivo.

La mona sale en una casa en Colonia La Libertad de Upala. Rezan el rosario y al quinto día dejó de llegar.

Un hombre ve una sombra que sonríe a medianoche y es un bebé que pregunta por su paaaapiiii, por lo que huye de esa casa.

Gerardo asistió a una fiesta. Se retiró muy tarde de ella. De regreso le sale una mujer, de entre los árboles, vestida de blanco, con el pelo largo, pero su caballo corría tan fuerte que no lo alcanzó.

Rafael visita a la mujer que le gusta en El Jobo.

Dos hermanos deben ir por carbón en horas de la madrugada, pero les da temor que les aparezca la bruja Zárate, pero por temor al castigo del padre, van con miedo.

Una prostituta se confiesa y el sacerdote le dice que continúe con esa vida, sin embargo, después de la confesión, nadie la determina. Una lección aprendida.

Pedrito tiene una pesadilla con su madre, pero se aferra a la oración.

En Semana Santa no se juega fuera de la casa.

A Román no le agrada el ruido de los niños frente a su casa. Los invitó al cementerio a la tumba del Viejo Toledo, donde debían acostarse sobre la bóveda, pero al último de ellos, Federico, se lo llevó al fondo del cementerio y lo dejaron a la deriva.

 

2.              Ana Lorena Camacho

La ironía con su reloj nuevo por no leer las instrucciones, pues activaba alarmas. El niño no las leyó y le jugó una mala pasada.

Una mujer convertida en mona hace ruido sobre el zinc de una casa, donde se encontraba su enamorado, pues estaba dispuesta a crear pánico, en Birmania de Upala.

En una carnicería humana se narra una masacre.  Decide volver al sitio, después de salir de la cárcel, y una tela oscura la cubrió, desde entonces, vaga solitaria por el mundo.

Esmeralda tiene presentimientos negativos. Ve un espectáculo de terror: presencia un asesinato, pero la amenazan, y perdió el habla.

Una hija no tiene consideración por la madre y la desobedece para irse a la calle.  Se le aparece un ser horrendo –águila-, la hace cambiar de actitud y promete no desobedecer.

Un hijo, asesina a su madre, debido a un pacto diabólico.  A las diez de la noche encienden y apagan las luces en esa casa, y se escucha una estruendosa carcajada.

Un joven es malcriado con sus abuelitos, hasta que un día se llevó una gran lección: un pájaro gigante se lo llevó al cielo, y cuando lo regresan, juró que nunca volvería a ser malcriado.

Durante una pijamada en la escuela, una mano velluda asusta a 35 niños y también se va la luz eléctrica.  Todos salieron rápido a esperar a sus padres.

La nueva directora de escuela, trata de matar al búho que anida ahí. Le roció agua bendita al animal y reza un Padre Nuestro.

Un hombre se roba a una chola guanacasteca.  Tienen muchos hijos.  El texto tiene un final trágico.

Una mujer regresa 30 años después de donde fue abusada, pero un día huyó. Salió la conciencia, y le dijo “Qué esperas para volar”.

Juan es perdonado por el jefe de los enanos por ser un hombre bueno.

Él le tenía miedo a la oscuridad y a estar solo.

Pablo llega a visitar a los abuelos en El Silencio, San Vicente de Nicoya, y se va directo a la cantina.  De noche, le sale una chancha con 10 chanchitos: él pretende robárselos, pero están embrujados.  La chancha le sonríe, lo persiguen y lo dejan sin habla, en un puro temblor, durante seis meses. El miedo lo paralizó.

En barrio Pueblo Nuevo, una bruja se enamora del maestro, quien acude al sacerdote en busca de consejos.  Al final, el educador, y el bien, ganan la batalla.

 

 

3. Darinka Grbic Grbic (Croacia)

Una voz insólita proviene de los bosques y se lleva el trípode en un camino de agua, por el paso de las sombras de la Llorona,

El Espíritu Creador se aparece en Nandayure donde las hormigas adivinan los buenos y los malos pensamientos.

Un joven que padece de insomnio perseguidor logra ver cómo una carreta sin bueyes choca contra la tapia de un vecino, arrastrada por el mismo diablo.

Ana Julia siente un fuerte temblor en Guanacaste y observa el baile de una silueta negra.  Solo ella observa lo ocurrido, el vecindario no vio nada.

Victoria realiza sus quehaceres hogareños, los cuales se ven interrumpidos por unos hombrecitos barbudos de 30 centímetros, con gorras de colores.

Un sabanero es testigo del fantasma de la sabana, que lo asusta a él y al toro, ambos se refugian en el corral.

Ramón es acosado por una sombra oscura y transparente, con cabellos largos, cara seca, triste, inexpresiva e intimidante.

Varios jóvenes son asustados en la Cuesta del Plátano por una sombra negra que les invade su espacio de recreación.

En las miradas se presenta la metamorfosis de un ciervo en tigre.

El abuelo Alejandro y su caballo Intrépido regresan a Cañas, para acortar distancia deciden pasar por el cementerio solitario y oscuro, entonces, una criatura misteriosa lo llama. El abuelo, con terror, evita el encuentro, y oculta la mirada para evitar el embrujamiento.

El sacerdote Vicente es asustado por una mujer en un camisón largo, blanco, con la cara escondida entre pelos cenizos y cuerpo encorvado. Una vez que reza, huye en su viejo pickup Saveiro.

David intenta encender el interruptor y una mano peluda, con uñas alargadas roza con la suya. Cuando enciende la lámpara, comprueba que no había nadie.

Alfredo visita a su novia en un lugar alejado.  Durante una medianoche observa una procesión de espectros que se mueven con candelas, cruces y cánticos. Él se aleja para evitar tan desagradable encuentro.

María del Mar va a la playa y encuentra una tinaja.  De inmediato, todo se mueve espantosamente: mar, viento, arena.  Escucha una voz que pide auxilio: la princesa Nosara. María se da cuenta de que la tinaja no le pertenece a ella, sino a la princesa y la devuelve donde la encontró.

Margarita realiza una visita al cementerio en Semana Santa.

Mientras descansa, un joven le ofrece ayuda.  Cuando llega al cementerio ante la tumba de su esposo, agradece la ayuda del joven, pero se percata de que no hay nadie.

Al abuelo Luis Fernando le gusta contar anécdotas a sus nietos. Narra que, en la casa, frente al corral, asustaban, pues se veía que intercambiaban luces, se escuchaba voces y risas.  Recomienda no ir ahí.

Un grupo de jóvenes festeja bajo la luna llena. De pronto, hay un apagón. Escuchan un sonido espantoso de garras que arañan el zinc.

A un hombre que le gustaba despilfarrar el dinero en guaro, fiestas, topes y mujeres se la apareció un espanto azulado que arrojaba gruñidos y chispas.

Juan oye música en la cochera. Escuchaba un ruido en su casa.  Pretende entrar, pero se rozó con otro ser, áspero, fuerte, de pelos parados y uñas alargadas.

Mariángel escucha un ruido y ve luces saltarinas.  Acude y cierra la puerta con doble llavín, pero la puerta sigue abierta.

 

4. Olga Guzmán Mora

A un grupo de niños que no obedecían les salen tres duendes con ojos rojizos, los encierran en círculos, hasta que don Claudio llega con un palo grueso y los duendes se esfuman.

En un hogar aparece un niño que no habla y desaparece.  Los esposos, angustiados por su niña, montan guardia.  Cansados de esa situación, llaman a un sacerdote, quien esparce agua bendita y el niño no se volvió a ver más.

Un guarda de El Castillo Azul se asusta cuando se encienden y se activan los ascensores, pero no es nadie y se descompensa.

Unos muchachos se organizan para ir a Puntarenas.  Deciden caminar por la plaza.  Camilo se queda rezagado y alguien le da un manotazo por la espalda.  Le quedó marcada una mano.

Unos niños juegan a “Las escondidas”, pero una de ellas logra ver a una imagen oscura, con ojos negros, cabellos oscuros y desordenados.  Todos deciden ir a buscarla, pero la bruja del espejo había desaparecido.

Dos cogedores de café ven, después de su jornada de trabajo, destellos desde el cielo.  Llegan sin articular palabras donde la dueña de la casa.

Durante la exhumación de una viejecita, sale una mano de la bóveda y siguió saliendo hasta que quedó parada frente al cofre. Todos lo vieron.  Todo quedó grabado en el video.

Una joven universitaria consigue un trabajo y escribe su tesis, por lo que debe quedarse investigando. En las noches escucha movimiento de acomodo de sillas y ruido.  Cuando pregunta al guarda quiénes se dedicaban a estudiar, este le responde “aquí la única que se queda es usted”.

Un señor de un retrato ayuda a llegar a una casa donde está enferma una abuelita.

Un guarda ve que una de las Hermanas sale a caminar en horas de la noche.  Le dice a la Superiora, y ella responde que ninguna hermana sale a caminar a esas horas.

Durante un 25 de diciembre se escuchan ruidos extraños en una casa.  Todo está quebrado, pero no ven a nadie.  En el segundo piso todo estaba en orden.

Dentro de un carro un chofer logra ver sombras oscuras que quería atacar a unas jóvenes.  Llega hasta la casa de ellas, le explica al padre, verifican que había aruñazos de garras enormes a los cobertores de los asientos delanteros.

Desde una casa abandonada se escucha un caballo sobre un camino de piedra inexistente y a un jinete que maldice.

Una niña es encargada de mover un gran espejo, pero choca contra el espejo que está detrás de ella, a pesar de que ya lo había colocado frente de ella.

Karla pierde a su esposo. Él se le aparece en sueños. De manera insistente la visitaba en sueños, la miraba y le hablaba.

Un hombre asiste a una iglesia y se vistió con camiseta negra con una calavera.  Cuando realizan la unción, se vio a sí mismo fuera de su cuerpo, y sintió temor, desde ese día entendió que las fuerzas malignas existen y hay regalos que vienen pactados.

Una niña tiene pocos amigos, pero los amigos más cercanos que ha tenido, solo ella los puede ver.

Un hombre, camino a su trabajo, logra ver a una mujer en estado de levitación, con cabello oscuro y vestido blanco.

Un hombre atrapa a un cusuco, pero el armadillo le dice: “Te gustan mis uñitas” Se necesitó un sacerdote para ayudarlo a salir de ese trance incómodo.

Unos huaqueros salen despavoridos al escuchar lamentaciones y sentir los temblores, para no quedar enterrados, porque estaban violando el territorio sagrado de los indígenas con sus espíritus guardianes.

 

5. Gaudy Jiménez Ordóñez

            La mona sale únicamente a los hombres.  Las mujeres solo la pueden escuchar.  A los hombres los deja tontos.

         Una niña agarra luciérnagas y las mete en una caja para liberarlos. Un día no lo hace, y todo se mueve en su casa, porque había olvidado soltarlos. La abuela le dice que esos insectos son del diablo.

         El chiquitío es un niño que llora desconsoladamente y cuando le preguntan por qué lo hace, dice “¡Mira mis uñitas!”, y se sienta en otra esquina.

         Una mujer decide empezar otra relación amorosa, pero el novio es un sicópata y asesino.  Luis se escondió debajo de su cama. Después de 26 años, sigue revisando debajo de su cama, pues se convirtió en un hábito.

         A unos niños les advierten que si juegan bendito escondido les puede salir el diablo.  Cuando realizan el juego y se esconden debajo de la cama, una mano invisible roza sus piernas y se asustan.

El chipiscuilo aparece cada 1300 años con la súper luna.  Es una bestia de tres cabezas, con un cacho en cada una.  No tenía nariz ni manos, pero sí el cuerpo de hombre, peludo y gris.

Mauricio tenía un gallo y una gata, regalos de su abuelo.  Entre los animales pelean. El gallo pica los ojos del niño hasta sacárselos y le da muerte.

Una niña tiene a su perro Seo.  Un día sueña que su can no tiene orejas, ojos ni dientes.  Era espeluznante.  Nunca volvió a saber de él.

 

6. Margot Miranda Rosales

            Pablo es un muchacho con un aura débil.  Un día se rebela y decide enfrentar a los malos espíritus.  Realizó un sahumerio de eucalipto, romero y agua de florida, que alejaron a los malos espíritus.

         El pajarón de la Pila Honda medía entre 120 -140 centímetros, y lloraba como un güila. Cada verano el animal cambia de características.  Al final, el pajarón pasa por una finca y provoca un ciclón por sus alas gigantes.

       La educadora Delmiria se enfrenta a la mona, una mujer que deja dormido a su esposo, y a medianoche deja su carne en una batea de madera.  Cuando le ofrecen sal, se asusta y desaparece.

         El Sisimique es un espíritu maligno, por eso no hay que caminar hacia atrás, porque asusta.  La huella medía como 60 centímetros de largo y 30 centímetros de ancho.

El panteón de los perros es un lugar maléfico. La mona juega y pierde a quien pase por ahí.  Solo saldrán, si otra persona pasa y los saca de ahí.

El abuelo va al pueblo a comprar el diario.  Dura seis horas a caballo, ida y regreso.  En ese trayecto, la mica lo espera en el cerro de La Danta donde se le monta a la polca.

El abuelo reprende a sus dos nietos que visitaron el cementerio, pero no se persignaron ni pidieron permiso a los muertos y, al llegar a casa, todo se cae, pero solo ellos lo notan. Los vecinos: no.

La madre advierte a sus hijos no salir de noche.  Pero la hija mayor desoye sus recomendaciones, por lo que suceden una serie de extraños acontecimientos de terror en la casa.

Las madres saben mucho, por eso hay que hacerles caso.

Una familia de 13 personas de San José alquila una casa, pero está embrujada y deben llamar a una señora que ahuyente los malos espíritus.  Rezan las trece palabras al derecho y al revés y todo vuelve a la normalidad.

El padre de 15 hijos hace compras para la familia, pero se quedó tomando.  Cuando llega a la casa, en su cama hay un mozo con frenillos de caballo con un perro negro.  Desde ese entonces, Juan María, el fiestero, no volvió a tomar.

El autobús se retrasa y la mica aprovecha para asustar a los hijos de la familia campesina.

Unos jóvenes visitan a sus novias en San Blas, pero al pasar por el cementerio un espanto pasa volando sobre ellos, por lo que deciden no volver a pasar por ahí.  Las mujeres quedan esperándolos.

Los transeúntes se encuentran con un bulto por el cementerio. Son los malos espíritus.

En una finca se extravía la canfinera, lo que provoca insultos por la oscuridad de la casa.  De pronto, aparece la canfinera y los animales braman, relinchan, cacarean y aúllan, al mismo tiempo, producto de un ciclón.

Sindulfo es un curandero y hechicero al que le gusta asustar, más que curar, como venganza por resentimientos, hasta que el abuelo lo sentencia con amarrarlo y exhibirlo y dejó de molestar.

Tachito es un curandero y brujo que habla en diferentes tonos para hablar con el Más Allá. Cuando muere, da miedo pasar por su casa, porque hasta el árbol de mango mueve sus ramas.

Varios hermanos van a palomear y garrobear.  Una vez deciden agarrar a un mono que era la mona y la dejan colgada en un alambre, pero cuando regresan no la encuentran.  Algún espíritu la desapareció de El Verdún.

 

7. Johana Rodríguez Hernández

Un gigante con aullidos caminaba sobre los tejados, lo que provoca el terror del pueblo: era un soldado que había pertenecido al ejército y quien se había ahorcado.

En una casa suena que se caen los trastos, pero cuando van a revisar, nada se había caído.  Según la historia, las jornadas eran tan largas, que los platos y vasos también se iban a dormir, y por eso debían caerse.

Rafaela es una mujer de trabajo.  Vende sus tortillas a las mujeres de la vida. Cierto día le relinchó un caballo y paró las patas.  Desde ese día colocó un rótulo: “Al diablo no se le venden tortillas”.

Unos amigos se reúnen a contar historias cerca del cementerio de Heredia, porque “los hombres no le temen a nada”, pero de regreso a sus casas, deben caminar bastante.  Juan Palotes, hablador, se jacta y dice “si yo me encuentro a la muerte, bailo con ella y les cuento como baila”. Cuando regresa escucha pasos con tacones de la mujer que le repite la misma expresión con la que él se jactaba ante los demás.

Los hombres saludan a doña María, quien ha muerto.  Van a la vela y comprueban su deceso.  Cuando regresan a sus casas la vuelven a ver traspasar los alambres y echándose una carcajada: la pelona.

Rafaela Rojas es muy celosa con su esposo.  Ella habla y pelea dormida.  Su esposo Domingo ve dos perros enormes, con grandes dientes alrededor de su casa.  Desde ese día, todo su amor es para su esposa.

En una casa rebota una bola, pero es invisible, porque un niño de ocho años había muerto en esa casa y la bola era su juguete preferido.

Para los escépticos, el acompañante nocturno los hace creer.

Alejandro es un panadero que reparte su producto desde las tres de la madrugada, cuando ve un bulto negro que le dice “sigue caminando que te estoy acompañando”.

Dos lavanderas en el río ven un trapo que vuela, pero no lo encuentran.  Era la ropa de un niño fallecido. El trapo quería jugar.

Hernán se marcha a trabajar en las bananeras, pero contrae malaria. Regresa a su casa y es cuidado por su padre y su madrastra. Él escucha voces que lo llaman tres veces.  Era su madre, llamándolo a su lado.

Nélida acostumbra trabajar hasta altas horas de la noche y escucha sonidos y casquillos, que le suenan a las mujeres que siguen trabajando cuando era la hora de descansar.

Óscar es un mujeriego.  Una noche se le atravesó una criatura con un velo blanco.  Era una mona, le peló los dientes y le dijo: “quieres jugar conmigo”.  Desde ese día formalizó su vida y hoy tiene 50 años de casado.

Pedro es muy trabajador.  Acostumbra ponerse un paño en el cuello al levantarse para no airearse.  Es incrédulo, pero le jalan y botan el paño de la nuca y se asusta.  Escucha cuando le decían “solo historias pa’ meter miedo, ja, ja, ja”.

Una familia está a punto de encontrar una botija, pero se olvidaron de una regla: nadie más debía verla y llega una hermana de Isolina, entonces, la botija se va volando.

Una hija se avergüenza de su madre costurera, y dice que ella jamás será costurera, que tendrían que caerle las agujas del cielo en las manos, y eso es lo que sucede, para que no se avergonzara del oficio de su madre.

José cuenta que hay una piedra viva en los techos que brinca, corre y camina.

Producto de la peste del Cólera y de los muertos enterrados sin ceremonias, se escuchan quejidos y los muertos salen de sus fosas.  Tuvieron que pedirle a Dios que los muertos pudieran descansar en paz y ellos también.

La abuela Candelaria ve a una dama elegante, pero nadie más lo hace. Desde ese día, no volvió a salir, porque no quiere ver a la dama elegante, que solo ella veía.

Una familia compra una casa donde ´practicaban la brujería, por eso, los niños ven a una mujer fea en el armario.

 

8. Helen Ureña Ureña

Una mujer enojada visualiza a un niño.  Su mano traspasa la cabeza del niño.  Ella no creía en mitos.

Marieta tiene varios pretendientes, por lo que otras mujeres le tienen envidia. Un día le lanzan agua y cuando va a secarse se da cuenta de que está seca.  Las brujas de Monterrey no lograron su objetivo.

A Azucena la asusta el Cadejos, de ojos rojizos brillantes.  Nunca volvieron a cerrar la puerta.

Juan sube a su carro a una bella mujer que le pide parada.  En algún sitio oscuro intenta besarla, pero la mujer convierte su rostro en el de una yegua. Promete que nunca subirá a nadie más en su coche.

Un joven desea ser profesional, pero no tiene dónde dormir.  Le dan prestada una oficina, pero escucha risas de niños, sin embargo, la casa está desocupada y le preguntan cómo entró ahí.

Durante una pijamada en La Cruz, se aparece un hombre que las vigila en silencio.  Nunca más esa experiencia.

Santos es taxista, realiza un viaje a Curridabat y le da prestada su jacket a la pasajera, pero cuando va a retirarla, la madre de la joven le die que su hija ya murió, pero que ella sale a bailar y cuando regresa deja la jacket sobre su tumba.

Una joven se enamora de un hombre casado. La esposa muere y sentencia que no se puede casar con Lucrecia.  Como la desacata, les hace apariciones vestida de Carmelo y la joven decide terminar la relación.

Unos ruidos extraños asustan a la familia Solórzano. La familia ora y pide a Dios, entonces, el espíritu maligno aruñó su rostro y brazos.  Desde ese día, prometió no desobedecerlos.

En Salitrillos no se debe pasar por un trillo, porque los asusta un pajarillo.

Una abuela queda sola en la casa y ve cómo una candela encendida va flotando hacia ella, por lo cual se desmaya.  La familia promete no volver a dejarla sola.

Un taxista le hace un viaje a una mujer misteriosa, quien flota y huele a azufre.

Una niña debe quemar su muñeca repolla, porque le abrió y le cerró los ojos.

La mona llega a un árbol, el padre decide cortarlo y se acabó el problema.

Karla es asustada en un restaurante de Ocotal, pero ella se enfrenta a los espíritus ay les dice “yo estoy con Dios”.  La dejan en paz y no la volvieron a molestar. Eran los indígenas que peleaban sus territorios.

Una bola de fuego persigue a una familia que acampaba en una quebrada.

Toño acepta cuidar una casa grande, pero escucha estruendos y apagan las luces.  Su esposa le había advertido esa situación.

Él no creía en las fuerzas del mal, pero ahora sí.

En el túnel del Zurquí aparece un hombre con traje gris que traspasa la montaña.  Hay que encomendarse a Dios.

En un pueblo, las puertas de las casas aparecen aruñadas, pero nadie sale a ver lo sucedido por temor.

 

 

Lic. Miguel Fajardo Korea

Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural

Premio Omar Dengo, Universidad Nacional

minalusa-dra56@hotmail.com




sábado, 20 de noviembre de 2021

LAS SITUACIONES LÍMITE EN LA NARRATIVA DE JACQUELINE COTO

 

Miguel Fajardo



LAS SITUACIONES LÍMITE EN LA NARRATIVA DE JACQUELINE COTO

 

 

 

Lic. Miguel Fajardo Korea

Premio Nacional de Promoción y Difusión cultural de Costa Rica

 

            

Jacqueline Coto Torres (Cartago, 1985). Es Licda. en Psicología, poeta, escritora y columnista.

         Columnista en “Valle de Orosi” y “Guanacaste a la Altura”, donde escribe su columna mensual “Psicología en la vida”. Ha realizado programas de Psicología en Radio Chorotega, Radio Paraíso, y en Santa CruzTV. Atiende consultas clínicas en su especialidad, a niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, individualmente o en pareja.

         Tiene una certificación en hipoterapia y equinoterapia, en Tequendama Hourse Connection. Atiende consultas clínicas en el Centro de Equinioterapia Facundo.

Entre sus obras literarias: “Una tarde para Ofelia”, poesía, 2019; “El pájaro que no canta”, cuento, 2020. Y, en proceso de edición “La ternura duerme en una cama oscura”.

 

***

 

          Hoy haré un acercamiento de lectura sobre el cuentario El pájaro que no canta (San José: Arboleda, 2020:168 pp.), de Jacqueline Coto Torres, conformado por 138 textos.  Ella reside y trabaja actualmente en Guanacaste.

         1. El tiempo mata la infancia. Lo conforman 23 textos. La narradora realiza un abordaje dicotómico entre dos sustantivos: tiempo e infancia.  En ese sentido, los contrapuntea para reflejar que la infancia no es, necesariamente, una época lúdica. Por el contrario, signa un periodo de reconocimiento, de búsqueda, de acatamiento o desacato, de acción/reacción ante los hechos de la cotidianeidad infantil.

Plantea una voz que formula diversas situaciones narrativas disruptivas. Sus lectores deben estar atentos al pulso de la narración de estos textos, toda vez que la voz narrativa no nos lleva de la mano, sino que nos suelta donde menos se espera.

         Su narrativa apela a algunas estructuras a modo de sentencias, que guían o desconciertan en el contenido textual: “Nací gobernada por Tánatos”. Explora el disfrute de la tortura de ciertos animales, a saber: gallinas, perros, gatos.

         La infancia aborda y contradice el tópico del “Beatus ille” –dichoso aquel-, en referencia a la alabanza de la vida sencilla del campo frente a la ciudad, es decir, el “locus amoenus” –idealización de la realidad- en ese periodo de la vida humana.

         En sus textos no toda la infancia es feliz, de ahí, entonces, que haya niños cobardes, tontos, idiotas, sucios, comediantes, fracasados, estúpidos, mentirosos, pillos, mimados, deseados o indeseados.  Muchas veces, la rutina de lo estático y de lo circular atenta contra la esperada felicidad de este grupo etario. Los textos solo se limitan a reflejar todas esas posibilidades.

         Es recurrente la denuncia de la voz narrativa, en relación con la falta del poder del logos –la palabra-, por parte de los niños, como un disvalor y manera de marginación en el entramado social. La negación de la voz infantil se convierte en una cadena, en busca de la “niña buena” o del “niño obediente”.

         En algunos de sus textos, se perfila una denuncia contra el rapto, relaciones no deseadas, el incesto, el ocultamiento de las realidades y las mentiras grandes.

         Lazo fraterno presenta la relación entre el caballo de madera y una niña: son huérfanos de madre, pero no piensan en ella. Son torpes y tiesos.  Ella se conforma con un biberón viejo; él con mirar el atardecer.  Al final, el caballo de madera se humaniza y se despierta, mira a la niña dormida, pálida, flaca y tiesa.   Comparten el sufrimiento como destino.

         La niña y la abuela muestra los roles generacionales.  La niña atiende a la abuela, la asea y le dice que se porte bien.  Parece una muñeca callada, y no habla, porque le quitaron los dientes, y si habla se ve muy fea. El texto refleja la sugerencia del trabajo infantil.  Asimismo, en el juego de roles generacionales, tanto la niña como la abuela comparten carencias y el tópico de la mujer muñeca es una crítica frontal contra la sociedad de consumo, que tiende a mostrar a la mujer como objeto de cambio.

         2. Mujeres maternales. Este apartado consta de 20 narraciones donde la figura de la madre se presenta en diversas facetas no convencionales, en situaciones límite, por ejemplo, una madre asegura que el hijo la odia y este la mató con una mirada.

         La mujer que desde los 20 años quiere tener un hijo por la presión social, pero excluyendo al hombre.  Un día, la mujer tuvo un hombre y cerca de los 40 años, procreó a su hijo.

         En Profeta, Alicia de 14 años profetiza sin fallar. A los 40 años le nace otra hija con ese don profético, quien a los tres años le dice “exprofeta” a su madre.

         El libro suma la categoría narrativa de la ironía.  Otra mujer, Rigoberta, solo piensa en la comida.  Le nace un niño y desea comérselo.  Entonces, su abuela lo regala a unos extranjeros y recibe paga.  Desde ese momento, la madre come a sus anchas por la trata de su hijo. En diversos textos, los hijos aparecen con taras: mudos, tartamudos, tuertos, con manchas rojas o aninalizados (mona, conejos).

Asimismo, el tópico ser/parecer cumple la función de una madre de querer parecerse a su hija, cuando ella está al borde de los 40.

El horario de clases que Rodolfo le dio a su madre, incluía 18 horas lectivas, desde las seis de la mañana hasta la medianoche, esa fue la razón para que él no regresara a la casa.

Asimismo, se muestra el interés de una madre por leer el diario de su hija y enterarse de su contenido juvenil.

Otra madre se casa con un indio y procrea tres hijas.  Las dos primeras realizan comparaciones corporales de su madre con los pelos de elote y con los puercos, razón por la cual reciben castigos. La tercera hija no pregunta nada y la madre queda feliz, pues piensa que es muda (ausencia de logos: palabra).

A otra madre, que había tenido dos hijos muertos y un aborto, le nace una hija peluda y la llamó Mona, una denominación descalificadora.

En otro cuento, Josías nació tuerto y su otro hermano tonto.  Cuando iban de paseo, los creían comediantes y les pagaban.  Aquí se expone la explotación infantil, debido a sus discapacidades.

Marina tiene nueve conejos y refiere que son sus hijos. Prefiere a Porfilio y no a Dionisio, al que debe pellizcar para que trabaje, pero a su madre tampoco le gusta trabajar. Se presenta en este apartado la recurrencia de las mujeres embarazadas a los 40 años, una edad, que se ha convertido en un tabú o límite social para las mujeres con proyectos de maternidad.

3. Lo que queda del amor. Esta parte la conforman 25 textos. El amor, uno de los temas eternos, es tratado con plurisignificaciones insospechadas. A él le gustaba la música que así la llama a ella, como diminutivo de musa, está lejos.  Por ello, él la manda, entonces, lejísimos.

 

Este eje temático posibilita los juegos de las parejas. El nombre del secreto plantea el tema de la identidad de la mujer, Danelia. Él realiza toda una serie de estrategias para conocer la identidad secreta de la mujer que canta en tabernas y recita en los parques.  Una vez que conoce el secreto, la abandona. Curiosamente, aquí importa la mujer-sujeto y no la mujer-objeto, sin embargo, el abandono es una negación.

Se aborda a una pareja del mismo sexo, quienes acuden idénticos a una entrevista. Les preguntan cuál es el secreto para permanecer juntos tantos años, a lo que responden “hacer ambos lo mismo”.

En otro texto, los motociclistas tienen admiradoras. René conquista a Aurora con un silbido, sin embargo, no los vuelve a ver más: ¿Fuga, escape, rapto?

La mujer del ventrílocuo pierde el movimiento y el habla, el esposo cree entender que le pide el divorcio por las expresiones.

Nota uno, dos, y tres fueron encontrados en el ámbito C de la penitenciaría y expresan declaraciones eróticas. Los dos primeros concluyen con la típica expresión ¡Te amo! Son textos, producto de la reclusión carcelaria.

En Amor del domingo, la pareja establece juegos y diversos intercambios como una manera de evitar la rutina y el aburrimiento de sobrellevar los problemas de pareja. Compran panecillos como potenciadores sexuales y se muestra la agresión de la mujer al hombre.

La humanización de las cosas, un muñeco (objeto) cree amar a una condesa o a una marquesa.  Su condición no le permite dejar de amarla, porque nunca lo sabrá.

En Amor, él es pez; ella pájaro.  Ella decide volar.  Cuando están en lo alto, ella abrió sus patas, y él cayó en un estanque.  Pero experimentaron el deseo de libertad mutua.

En Dulzura, Jazmín desea casarse con un hombre dulce.  A Víctor se le suben hormigas a la pierna y toman su cuerpo como un hormiguero.  Jazmín solo quiere que su boca quede libre para poder besar a su esposo, pero la hormiga reina le inyectó su veneno.  Este texto plantea un acercamiento al mundo de los animales que dominan a los seres humanos.

En Miel, “dos gusanos que se arrastran por el mueble de la cocina se parecen tanto a nosotros”.  Aquí el intertexto es La  metamorfosis, de Franz Kafka.

En Apuntes, el viejo infeliz muere y la vieja infeliz espera. “Y se aburre de no tener a quién preguntarle que cuándo vienen” (los cronistas). La inferencia intertextual es Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez. El tiempo aquí es  psicológico.

En Gemelos, aparte del abordaje del feísmo, se plantea, igualmente, juegos discursivos, pero el final es irónico. “De adultos le nació a una esposa un hijo con la nariz tan grande… ¡por fin el segundo llegó primero”. Tema del engaño sexual entre hermanos.

La dicotomía arriba (cielo) y abajo (realidad terrestre) enfoca un universo integral. Se plantea una generalización peligrosa: la agresión floral.  A Alberto le dicen que las mujeres aman las rosas; a Berta que los hombres regalan rosas cuando son culpables de otro querer. La interpretación queda abierta, de ahora en adelante.

Asimismo, se formulan síes y noes. Los estados de locura y pasión; el vacío matrimonial representado en un piano, por eso, las teclas enfurecen a la mujer.

En La metáfora, la mujer golpea al marido que va a quitar los barrotes que le estorban a Marta.  Aquí el intertexto es el cuento “La ventana”, de Carlos Salazar Herrera, en sus Cuentos de angustias y paisajes.

Trueno es una bestia. Se humaniza a los animales.  Bella, su dueña, juega y le lee. Aspira a verle chispas de amor y suavidad de príncipe para casarse con él.

En La voz del pétalo, el personaje desea que lo quiera una flor, la margarita. Si no se hace realidad en lo no dicho del final del texto, se envenenará.

Vivo tormento esboza el amor no correspondido, porque “el placer del hombre no es lo que consigue, sino lo que persigue”. La mujer que siempre amó, pero nunca se le declara, ella se cambia de ciudad. El hombre enferma, y en su lecho de agonía, el clérigo hace llamar a la mujer y, el enamorado, al verla: muere.

4. Del clero incorpora 20 textos.  Ana guarda los milagros en un cofre.  Su fe hace que le resuelvan sus problemas.  No sucede así con dos personas que se apropian de sus creencias, por lo que reciben el castigo de ella.

Fray Antonio era negro. Murió crucificado como Jesús. “No lo vimos sino hasta el tercer día, que ya había resucitado”. Es una lectura paralela, confrontativa y de ruptura.

Cambio de dirección      muestra una contraposición entre Mirta y Zaida.  Mirta es una fervorosa creyente y Zaida una dama de la noche. En una ocasión chocan entre sí y sus ropas se ponen rosadas, y sucede un cambio y fusión y, en lo no dicho “parece que ya no saben hacia dónde van”.

Elías se anuncia como profeta de la familia, pero solo vaticina desgracias.  En una oportunidad, una familia comandada por mujeres se mudó a su pueblo y él predijo que cada una tendría un niño “y como él, fueron todos muy graciosos.  La carga semántica crítica e irónica es evidente y delatora.

 

En Fe hay otro discurso disruptivo.  La florecilla nunca se marchita, era del obispo.  Solo la Virgen puede tocarla. “Todos dicen que es ella quien cuida la flor y quien recoge sus ofrendas”.

Él odiaba su nombre, pero debía anularlo siendo otra persona. “Y se dio fin a sí mismo. / Y no pudo cambiarse el nombre”.

En La monja, a Arturo le parecen pingüinos y ellas a él, un banano con manchas. Cuando él y sus padres visitan el convento, él se ríe mucho y todo lo que ahí observan sería un secreto. “Sabemos qué ha visto, pero no lo queremos decir”. Nuevamente, lo no dicho es una estrategia discursiva muy valiosa para el nivel de sugerencia narrativa del cuentario de Jacqueline Coto.

Adolfo se enamora de la Virgen Negra, clara alusión a la Virgen de Los Ángeles.  Para su sorpresa lo besó y desde ese día sus labios son negros.  Ese discurso narrativo es también disruptivo de lo convencional.

Una monja vieja y fea y con bigote dice que Dios le había dado la fuerza de un hombre y la de resucitar a los muertos.  Otra monja le entrega el corazón a Cristo, pero la monja de los poderes no puede hacer nada, porque “era la voluntad de Dios”.

En Dones, Sibilino tiene el don de lenguas. Pero hubo un don que nadie quiso: “el de la profecía, pues temen al futuro.

En Confesión, el feligrés confiesa al sacerdote tantos pecados que “terminó con los ojos muy abiertos y terminada su confesión, por penitencia, lo mandó al correccional”.

La Superiora del Convento de la Agonía, al ver la muerte de sus religiosas, decide cambiarle el nombre por Las Hermanas del Claustro y jamás abren la puerta.  Todo queda oculto.

En Comunicación con el abuelo, el abuelo ha muerto y está dentro de una caja.  Luego lo entierran y, finalmente, el niño le tira besos al abuelo “y él me los devuelve cuando sueño con él”.

Mireya cae en tentación y el diablo llega en forma de hombre apuesto que la tentó cerca del confesionario “y le hablaba palabras que la feligresía no alcanzó a oír”.

En Niños malos, se da la confesión.  Marcos repasa nervioso sus pecados veniales y capitales.  El sacerdote pide que le den agua, pero el niño se orina.  NO confesó sus pecados, pero el sacerdote “le dijo que estaba perdonado. Desde esa ocasión, antes de confesarse, Marcos se pasea cerca de la pileta”.

Relato fantástico, sobrepone otra lectura del texto bíblico Dios te Salve María.  Magdalena supo que esperaba a un niño, es decir, el proceso de la maternidad.

La señora de la casa guarda el agua bendita y rotula “Solo para Emergencias”.  El hijo del difunto llora y extraña a su padre. En su angustia ve el rótulo, echó agua en el vaso y la escupió”. Llena otro, pero con licor y grita.  Su madre acude y con el mismo frasco, le partió la cabeza en dos.

5. Pasiones y ocupaciones consta de 20 relatos.  El hijo del conserje prepara galletas de coco. Al venderlas, todos eran felices, menos él que, por la gula, no dejaba de comerlas, a tal extremo que lo apodan Galleta de coco inflada.

La mujer que le teme al dinero, tuvo mucho dinero, pero lo despilfarró en fiestas.  La llamaron La Reina de los Carnavales.  Al final le roban el dinero que guardaba en cofres dorados “Desde entonces, la mujer que le tema al dinero, le teme”.

Durante una plaga la familia de siete hijos se encierra en una mansión y despilfarran en gastos.  Cuando llega el padre les dijo “la mansión es nuestra”.

El escritor y la lora es un texto de alta tensión irónica.  Él no tiene ideas; pretende que la lora le dicte sus escritos, pero solo dice Buenas noches.  Cuando va a la editorial con su manuscrito, este lo lee y le dice “¡Buenas noches! Y le cerró la puerta”.  El nivel de lectura de lo no dicho está explícito.

El carpintero pobre solo tiene un martillo y con él se gana la vida.  Gracias a su verbo y humor donde lo contratan se vuelve otro comensal cíclico, porque “todos los días, daba en el clavo”.

En La biblioteca, hay un juego dicotómico semántico hombre/biblioteca.  Raúl le habla, saluda y reverencia, le pide perdón y permiso cuando la limpia.  Temeroso de que lo abandone cuando muera, compra un cementerio para que los entierren juntos.  Como no se sabe si enterrará vivos a los libros “los hemos ido matando uno a uno, hasta que llegue su turno”.

En El mal del bien, “el mal solo actúa a través del hombre ocioso” en presencia de una Hermana, “quien obligada por sus votos guardó silencio”.

En Muñeca, se establece el engaño con el valor de un producto defectuoso: la muñeca con los dedos quebrados.  El ser/parecer, producto del engaño no es insaciable “hasta que no encontramos con qué comprar el precio de la muñeca”.

En Astucia el valor del cambio hace que una lora adivine el futuro.  Pertenece a una anciana que casi lo había perdido todo.  Al final se retira del negocio con la lora y ella dijo: “que había ganado una anciana sin dientes”.

En Jefe, Rigoberto “en el odio encuentra el mal que busca”. Es una actitud que simboliza una involución de vida.

En El sobre rojo, un hombre envía mensajes anónimos con amenazas. Él mira nerviosos a sus lectores.  “El terror de ellos equivale a mi felicidad”, pero al final se le cae el ardid y se vuelve contra él, pues encuentra un sobre en su buzón “ya pueden imaginarse de qué color”.

El hombre que quiso ser joven no tuvo empleo ni familia. “Se dedicó a vagar por las calles con la desfachatez de un niño”, es decir, un vagabundo.

La ironía es clave en Agenda, pues por su oficio de actriz “cuando dice que estudia para médico creemos que está actuando”, El eje ser/parecer es recurrente en este cuentario de Jacqueline Coto.

En “Oficio” se lee: “Cuando él era un pájaro, volaba tan alto como ahora, que es un hombre.  Sabe con perfección el manejo de las alas y del pico. Fue laureado hasta que un día, voló en picada” (p.124).

Cuando los hermanos se ponen de acuerdo para deshacerse de La vaca, la tiran al barranco. “Se necesitaron dos hombres para sacar a la vaca del barranco. Y tres para comérsela”.  Adivinen quiénes fueron…

En Segundo trabajo, la ironía es hilaridad. Le gusta coleccionar las listas de empleo de los periódicos, pero no acude a las entrevistas y da nombres falsos. Igual hace con los sitios de citas y un día se descuida y se cita con una entrevistadora que al verlo le dice: “Está contratado”.

En Trabajadores, la rutina los hace masificarse.   Remigio y Rumualdo exponen su rutina.  Pedro quiere sentir algo, pero su indiferencia no se lo permite.  Por ello, una serpiente se mete en su bota: “Pedro sintió algo, por última vez en su vida”.

6. Cuentos finales lo integran 25 textos.  Agustín siempre buscó un tesoro, pero nunca lo halló, pues su amigo le robó.

Lo inverosímil aparece en La vieja joven con sus trucos, que se estira la piel con tenazas, “desde los cincuenta años duerme estirada en un tendero”. El tópico de la aspiración a la eterna juventud. Un intertexto que asocio con este texto, me recuerda la joven vieja, de la novela Viaje al reino de los deseos, de Rafael Ángel Herra.

La lucha realidad/imaginación aparece en Las ocho de la noche, cuando Gabriel toma su merienda y cuando no, se la imagina, y es cuando mejor come, pues “nada hay en la vida del hombre más real que la imaginación”.  Nuevamente nos encontramos ante otra situación límite.

La olla vieja con un hueco es por donde sale un caldo que calienta los pies de la abuela.

Benjamín siempre quiso comprarse un carro.  Cumplió su sueño “hasta que una curva lo recibió y le ahogó el grito”.

En el juicio todos increpan al acusado “Me mandaron a la celda de barrotes blancos, azucarados, y me fui comiendo… y me fui liberando”.

 

Por el rumor abandonan el pueblo, ya que los perseguían los zopilotes, pues “en nuestra familia algo estaba muerto”.

Malgastar el tiempo enterrando relojes y olvidando dónde es una inútil manera de perder el tiempo”.

En Lengua larga, a una mujer le crece la lengua y el vecindario decide cortársela.  Cuando el leñador va a cortarla, la mujer suplica que para salvar su lengua “no volverá a hablar”.  Nuevamente, la ausencia de logos, la palabra, enclaustra a la mujer a no decir, a no hablar.

En Sarnoso se muestra el feísmo.  Eugenio es confundido con un perro.  No era capaz de oler las podredumbres.  Era visitante feliz de las cloacas.

En otro texto, un hombre toca las puertas, pero cuando le abren, él se ha ido.  Es un círculo reiterativo como la vida.  Llegamos y nos vamos del estadio terrenal, en una franja corta, si lo comparamos con la existencia del mundo.

Facturas es un caso límite de muerte por deudas.  La actual pandemia ha dejado numerosos casos de este tipo.

El cuento Democracia lo publiqué en el suplemento anual del periódico ANEXIÓN (julio, 2021: 2).

El suicidio se presenta en Ardor, por un joven que odiaba su calor de piel blanca por su semejanza con la leche “y vencido por el suplicio, se arrojó a la fogata”.

En síntesis, “El pájaro que no canta”, der Jacqueline Coto Torres es un texto atrevido, de rupturas, que no busca ser complaciente con sus lectores, sino que ofrece sus puntos de vista desde la narración, como una manera de ver el mundo desde otras perspectivas: la ironía, la hilaridad, lo menos común, el desenfado, la crítica.