ARTÍCULO
EL DERECHO CÍVICO DEL
VOTO EN LIBERTAD
Lic. Miguel Fajardo Korea
Premio Nacional de Educación de Costas Rica
Los costarricenses tenemos un ineludible
compromiso ciudadano, este domingo 1° de abril del 2018. Nuestro sistema
democrático nos permite emitir el voto, para elegir al próximo Presidente de
nuestro país (2018-2022).
Este ejercicio cívico es un anhelo, o
bien, una utopía en muchísimos países del orbe. Millones de
habitantes en el mundo desearían tener esta excepcional oportunidad que, en
nuestro país, se desperdicia, increíblemente, con el alto porcentaje de
abstencionismo, que durante la primera ronda electoral, alcanzó el 34, 30 %.
Sé
que existe un marcado desencanto con la clase política costarricense; de hecho,
ningún sistema está exento de errores, en ninguna parte del
mundo. Sin embargo, a pesar de esos impoderables, tenemos un deber
cívico con el país. Si es que en verdad deseamos una patria, enrumbada por el
genuino camino costarricense.
¿Cúantos
pueblos del planeta desearían contar con el poder del voto para elegir
libremente a sus gobernantes? Por ello, no dejemos pasar esta oportunidad para
ejercer a plenitud este derecho conquistado. En febrero, lo ejercimos 2 182 764
de costarricenses, es decir, un 65,70 %, a pesar de disponer de 6612
juntas electorales en todo el territorio.
Las
nuevas generaciones disfrutan de tan preciado derecho, que han recibido, sin
costo de ninguna naturaleza, como sí les significó a miles de costarricenses en
diversos estadios históricos. Por ejemplo, el derecho al voto de la
mujer, representó grandes luchas de generaciones antecedentes.
Dijo el Dr. Francisco Vargas
Vargas (1909-1995): “Nosotros no somos más que el puente sobre el cual
pasarán las futuras generaciones”, por ello, debemos dejar bien
fortalecidas las bases de la democracia en libertad, para que nadie ose atentar
contra ellas.
Uno
sabe que esta campaña electoral ha estado llena de ofensas, promesas de
regalías poco creíbles y bajo perfil en el planteamiento de sus idearios, como
respuesta a la solución de los problemas del país. Uno encuentra en el panorama
a políticos emergentes, ocurrencias y criterios pocos reflexivos, ante las
diversas y reales problemáticas que presenta el país.
Pero, precisamente, ese es un
parámetro para elegir y poder votar, en favor del bienestar y los
intereses integrales del país. Todos anhelamos que progrese, pero también
depende de la actitud de cada uno de nosotros. Muchísimas personas creen que
los problemas del país son asuntos de los otros, de los demás.
Asimismo, las dos opciones presidenciales
resultan un enjambre de propuestas políticas, así como de adhesiones
insospechadas de último momento, y cambio de banderías políticas de
numerosas figuras públicas, dentro de los vaivenes coyunturales.
Los
pueblos aspiran a mejorar sus condiciones de vida, producto de una elección
personalizada, con la conciencia cívica ante el poder ciudadano del voto, un
derecho inalienable, por el cual lucharon, históricamente, las generaciones que
nos antecedieron.
Hay
dos candidatos jóvenes a la Presidencia de Costa Rica. El total de electores
con derecho al voto es de 3 322 329 personas. La mayoría son
mujeres, con 1 667 224; los hombres, con un total de 1 655 105. Para estas
elecciones, se registra una considerable cifra de 138 096 nuevos electores. Los
compatriotas, quienes podrán votar desde el exterior, serán 31 864, en 52
consulados de 42 países. Asimismo, en las zonas indígenas
marginadas existen 36 361 votantes. En los centros penitenciarios podrán votar
9 575 electores.
Como un homenaje a esa conquista
singular y a sus gestores históricos, nuestra cita ante las urnas será este 1°
de abril, sin excusas baladíes o desidia. No se vale, que alguien prefiera irse
a la playa, a la montaña, tener un día libre, si ese compromiso con la patria
es cada cuatrienio. Costa Rica tiene el voto directo desde
1913 y el voto secreto desde 1925. Asimismo,
en 1949 se estableció el voto femenino.
Debemos
analizar, muy bien, cada nombre, cada opción, cada alternativa, preguntarnos y
averiguar qué han hecho ambos candidatos, quiénes los asesorarán,
cuáles son sus planteamientos acerca de temas país dentro de la agenda del
siglo XXI. En ese contexto, debemos ser celosos al emitir el voto,
porque el Presidente de la República debe ser el guía del desarrollo y
mejoramiento integral del país. Que la coyuntura de la segunda
ronda electoral, que coincide con el Domingo de Resurrección, dentro de la
Semana Santa, no sea otra excusa para que no voten, y se sienten en la zona de
confort a ver los resultados que decidieron los demás. Hay mucho en juego en
esta elección presidencial. Aspiramos a seguir viviendo en paz, democracia y
libertad, con las condiciones que propicien una mejor calidad de vida para
todos los costarricenses, así como de quienes comparten con nosotros desde la
interculturalidad.
Este 1° de abril debe ser una fecha de
alegría cívica, de bienestar interior, por cuanto revalidamos un ejercicio de
conciencia para todos: el poder de un derecho cívico: el voto. Todos
tenemos una cuota de responsabilidad en nuestro destino. En mi caso, será la
décima vez que ejerceré este inalienable derecho cívico, que fortalece la
libertad y la democracia.
Reiteramos
nuestra confianza en el TSE, garante del escrutinio costarricense. Es una
cita para construir la Costa Rica de los próximos cuatro años, en paz y unión
costarricense, durante el cuatrienio del bicentenario de nuestra Independencia
(2021).
Conciudadanos: seamos protagonistas y no observadores
de nuestra propia historia. Cada voto suma y decide. Es único y secreto.
Ejerzamos ese compromiso de conciencia cívica. Recordemos con
José Martí, que “La patria es ara, no pedestal”.
Lic. Miguel
Fajardo Korea
Premio Nacional de
Educación Mauro Fernández
minalusa-dra56@hotmail.com
Twitter:
@mifajak