Miguel Fajardo Korea, Costa Rica
Proceso de atención integral para el desarrollo humano
Lic. Miguel Fajardo Korea
Universidad Nacional de Costa Rica
Todas las acciones humanas en beneficio del mejoramiento actitudinal del ser humano merecen nuestro reconocimiento. En ese sentido, tuve la oportunidad de leer y revisar, filológicamente, el documento “Proceso de atención desarrollo humano”, elaborado por un gran equipo interdisciplinario del Centro Institucional Calle Real de Guanacaste, adscrito a la Dirección General de Adaptación Social del Ministerio de Justicia.
El equipo de trabajo del CAI estuvo integrado por reconocidos profesionales de diversas áreas del saber, tales como educadores, trabajadores sociales, sicólogos, abogados, orientadores, administradores y miembros de la seguridad, a saber:
Lic. José Mario Coronado Vargas, Licda. Sileny Chévez Mendoza, Licda. Sonia Umaña Torentes, Licda. Dinorah Montoya Álvarez, Licda. Ana Patsy Palma Zapata, Dr. Carlos Quirós Brenes, Dra. Leslie Obregón Santana, Licda. Ana María Chacón Barrantes, Licda. Catalina Méndez Sánchez, Lic. Sergio Sánchez García, M.Sc. Sarita Villegas Fernández, Licda. Ana Guiselle Barrientos Obregón, Licda. Edilce Sánchez Araya, Licda. Kattia Guevara Cascante, Licda. Yolanda Castillo Díaz y el señor Luis Hernán Brenes Moreno.
El proyecto “Atención de desarrollo humano” está dirigido a todos aquellos privados de libertad, quienes no cuentan con una atención específica. Por ello, se promueve una propuesta de trabajo para brindar atención integral a dicha población penal, a la que, hasta ahora, no se le ha brindado una atención específica en sus diversas necesidades: familiares, jurídicas, sociales o personales.
La propuesta de trabajo en comentario se perfila como una alternativa transformadora, dinámica, flexible y con una visión de futuro, donde se propicia espacios de convivencia, con la finalidad de promover mayores oportunidades de acceso y éxito a la población penal, cuyo papel social rehabilitador resulta de un valor incuestionable para el desarrollo del país.
El Centro Penal Calle Real de Liberia, está consciente del compromiso y de la necesidad de fortalecer la inversión del desarrollo humano destinado a los privados de libertad.
Por lo tanto, propicia las habilidades y destrezas necesarias para desempeñarse en diversos oficios y fortalecer su capacidad para la toma de decisiones, contribuir con el desarrollo de su autoestima, la conciencia de sí mismo y el entorno donde se desenvuelve, así como estimular, en cada privado de libertad, actitudes favorables hacia el aprendizaje permanente y autónomo. Tales preocupaciones están presentes en las motivaciones que dieron origen a la propuesta, por ello, se espera que sea un intenso proceso de aprendizaje y desarrollo personal. En ese sentido, es muy loable dicho proyecto.
La población penal de este centro ha aumentado considerablemente durante las dos últimas décadas. La sobrepoblación es el común denominador del sistema penitenciario. Los privados de libertad son admitidos y puestos en libertad, con mucha frecuencia, lo que les hace partícipes activos de la sociedad.
En muchos casos, entran y salen de la prisión, sin haber recibido una atención específica, debido al aumento de las formas de criminalidad que se presenta hoy. En ese orden, se ha producido un fuerte recargo en los servicios que brinda el sistema penitenciario, ya que las estadísticas revelan que dicha atención debe expandirse hacia otros tipos de delito, donde se evidencia un aumento considerable y del cual se requiere, en forma urgente, la atención profesional, que aborde el tema de la delincuencia, de manera integral, a la luz de los nuevos tiempos y las más recientes concepciones temáticas.
Con base en lo anterior, la planificación y desarrollo de la propuesta del proceso de atención “desarrollo humano”, busca atribuir un cambio de rumbo, donde esas preocupaciones vayan más allá del abordaje específico, ya que todo lo que se encuentra tipificado por el ordenamiento jurídico es delito, por ello, debe y merece dicho abordaje.
Asimismo, los delitos que no reciben dicha atención son parte de las estadísticas que presentan una constante en el incremento de la población penitenciaria, a la cual, también, es necesario brindarle atención.
La población general sentenciada en el CAI Calle Real, con corte hasta febrero del 2012 es de 577 personas. De ellos, 322 reciben atención específica y 255 aún no.
El documento preparado por los profesionales precitados tiene como finalidad dar a conocer una estrategia de atención técnica no específica, dirigida a la población penal sentenciada, tanto masculina como femenina del Centro Penal Calle Real de Liberia, Guanacaste.
Es una propuesta de trabajo que viene a dar respuesta a aquellas personas privadas de libertad que, desde los proyectos de atención específicos (atención a la drogodependencia, violencia sexual y violencia doméstica) no son incluidos, dada la naturaleza criminológica de su conducta, pero que tienen una gran necesidad de ser partícipes de procesos, para dar respuesta a su plan de atención holística, tanto técnica como profesional. Por esa particularidad, dicha propuesta podría extenderse como una praxis profesional a otros centros penitenciarios del país, dado que ese documento será publicado, próximamente, por el Ministerio de Justicia.
Dicho proyecto se estructura en 22 sesiones grupales, basadas en la participación activa de los asistentes, de acuerdo con la metodología del proceso grupal. Cada sesión dura dos horas y serán dirigidas por dos facilitadores. Se estructura en seis unidades, en las cuales se desarrollará los siguientes ejes temáticos:
I. Normas jurídicas y sociales.
II. Prevención de la violencia intrafamiliar.
III. Educación sexual.
IV. Fenómeno de la drogadicción.
V. Resolución alterna de conflictos y manejo emocional.
VI. Proyecto de vida.
Cada unidad es dinámica y favorece el crecimiento personal, ya que cuenta con una metodología interactiva y creativa, donde el facilitador y el privado de libertad entran en un constante y serio análisis de la realidad personal y social, tanto dentro del sistema como fuera de él, en aras de propiciar el mejoramiento de su calidad de vida. Por tal razón, es de vital importancia la creatividad, la motivación y el dinamismo del facilitador.
Con este proceso formativo-reflexivo, basado en la práctica de habilidades y actitudes necesarias, se espera que los participantes adquieran un comportamiento adecuado y positivo, que les favorezca para enfrentar, eficazmente, tanto las exigencias como los retos del diario vivir.
Durante el desarrollo de cada sesión se llevará una bitácora evaluativa-formativa, como indicador del proceso de comprensión y conocimientos adquiridos, así como la participación de cada integrante del grupo.
Asimismo, al finalizar todo el proceso, se aplicará una autoevaluación a los participantes, que permita a los facilitadores obtener índices de comprensión y conocimientos adquiridos, así como observaciones acerca del desarrollo integral del proceso, con el fin de realizar los ajustes correspondientes, en busca del mejoramiento integral del proyecto.
Para implementar este proyecto técnico, profesional e interdisciplinario en el sistema penal, es necesario el análisis de la situación actual de las prisiones donde se labora, antes de definir sus objetivos.
En este caso, es necesario contextualizar la situación actual del sistema penitenciario, con sus características de sobrepoblación que, a su vez, genera una demanda excesiva de la población penal, aunado a un hacinamiento crítico y preocupante, que eleva los costos de atención integral personalizada, tanto al Estado como a la sociedad.
Es por esto que se ofrece el planteamiento de estrategias eficaces y prácticas de cómo lograr una proyección a mediano plazo, acerca de las necesidades de la población penal, no solo para cumplir a cabalidad y en forma asertiva con los procesos de atención específica, sino que cada privado de libertad tenga acceso a participar en procesos de desarrollo personal y social, los cuales le permitan un desenvolvimiento pleno en su campo de acción o modo de vida colectivo o unipersonal, tanto dentro de la prisión como fuera de ella.
La esencia de este proyecto se basa en temáticas de aprendizaje para la vida en sociedad, pero debe contemplarse desde los aspectos de legalidad de la normativa institucional. El artículo 10 del reglamento técnico, decreto Nº 33876, del 3 de agosto del 2007, expresa:
De la atención profesional: Los procesos de atención profesional tendrán como finalidad el desarrollo de habilidades y destrezas para la vida, así como procurar que la persona sentenciada comprenda los aspectos sociales y personales que incidieron en la comisión de la conducta criminal, con el objetivo de facilitarle una vida futura sin delinquir.
La atención técnico-criminológica partirá del concepto de la persona como un ser integral y para el cual se requerirá de un abordaje disciplinario e interdisciplinario, dentro del marco del respeto a los derechos humanos.
Partiendo de lo anterior, se considera que en el proceso atención técnico profesional, toda persona privada de libertad requiere participar activamente en su propio proceso, que desembocará en descubrir y retroalimentar a un ser humano, quien cuenta con potencialidades y limitaciones esenciales para un equilibrio emocional y social que coadyuve a entender y a conocer las causas por las cuales cometió un delito y a adquirir compromisos de vida responsable, que le permitan ajustarse e insertarse activamente y dar una respuesta positiva a la sociedad.
Este proyecto, que se desarrolla en el CAI Calle Real en Guanacaste, es una alternativa integradora, conductual y social, que favorecerá a la población privada de libertad, para que construya e interiorice acerca de sus habilidades socio-afectivas y aprenda a valerse por sí misma, porque todos los seres humanos merecen una segunda oportunidad en los diversos órdenes, para reorientar, tanto la vida como la conducta social.
Felicitaciones a los coautores y ejecutores de esta iniciativa en el CAI CALLE REAL, Guanacaste, en pro de los demás, cuyo Consejo Técnico ha avalado la publicación de este artículo. Si trabajamos con clara conciencia de cambio haremos una mejor sociedad para todos. La propuesta debe nacer de nosotros para ayudar a los otros, como parte de la incompletitud humana.