ALBERTO DESTÉPHEN, HONDURAS
IMAGEN TOMADA DE ARTE POÉTICA
BALANZA
Llega la noche con sus números.
Mide los pasos,
busca huellas.
Entrelaza
el relieve de manos y cruces.
El peso hunde la tierra.
El camino
es donde corren las lágrimas,
donde los números
se amontonan en la mirada.
Se cruzan las rosas.
En el filo de la tormenta
aumenta el cansancio;
la voz acude en las rocas.
Solo el delirio da los pasos...
Sigue el río de la sangre,
allí donde los números
retoman su sentido
y la noche pasa la balanza.
ERES
Eres entre el albor de las sábanas
el esplendor de la noche
donde no cumplo
ningún precepto de ángel.
Amorfa mi pureza que llora,
despliega imágenes
que me llevan a la sin razón
de no creer en los sortilegios de Dios
y sus promesas,
donde las pasiones de mi carne
no participan.
Eres, entrelazada en mi cuerpo,
filosa verdad
en donde nace
mi enfermedad filosófica
de anunciar faroles bajo la tierra.
Negarte es ocultar mi propio fin,
hacer algún poema
que me aniquile.
¿Cómo olvidarte entre las blancas sábanas?
Desde allí
inicio mis acercamientos a la tierra,
al alma llena de materia.
“LA NIÑA DEL OTRO ESPEJO”
¡OH Madona Asombrosa!
Pies blancos.
Un niño da vuelta
a las hojas de lo que lees.
He ido derribando el muro
de los ladrillos de mármol
que cubren tus espaldas.
Es inútil,
tu ternura es universo.
Simple como el dolor
que nos espera en las esquinas,
he de disolverme en las trampas
de cualquier ilusión torpe que me sofoque.
Piel de mujer
que escapas a las manos soberbias
de las fiestas de los triunfos.
Es la noche que clama a tu antojo.
Desvelado, aturdido,
¿Acaso es el jamás la causa del reproche?
¿He de latir más
entre las ruinas del corazón y la belleza?
Supe en desamparo
de mi ambigua inocencia.
A veces, inmenso de sangre,
salgo a defenderte al revés de mi suerte:
salgo a recordarte,
hacerte,
olvidarte;
a inventar el sueño que nutre los afanes.
Sólo,
con las palabras
que aumentan la osadía,
reconozco el desprecio,
el estupor de sonrojarme
por invadir tus secretos.