
Leo Zelada, Perú, David Escobar Galindo, El Salvador.

LA VIGILIA
[Fragmento]
1Frente a la mar rompiente
frente a la noche incierta
mirando al horizonte y esperando
que aparezca la aurora
es cuando el hombre escucha
el siseo silencioso de este vasto
dominio que no le pertenece y le descubre
toda su pequeñez y su grandeza
sobre acantilados enigmáticos
proas imaginarias barcos perpetuos
y con el viento ajustándose a su cuerpo
contempla
sabe
que nada ha de cambiar cuando él se haya ido
el agua seguirá chocando
dura y blanda a la vez
con la robusta roca de aristas vivas
que no logran herirla
más al contrario
ella irá pulverizando milímetro a milímetro al duro mineral
orgulloso muro escarpado
que ostenta cicatrices y oquedades
2
NADA es inmóvil totalmente
nada escapa
a la acción corrosiva del salitre
y a la devastadora garra de la espuma
cautivas están la vida y la muerte en cada golpe intermitente
presentes ciertas y seguras
altivamente expuestas a ese sordo azotar de la marea milenaria
a cada instante alguna se produce
desdobladamente se desata el forcejeo del ser
una vida una muerte
una vida una muerte
cautivadora o liberadora
pero ambas necesarias reales tangibles
la mar es portadora del azote del tiempo
imperturbable desde sus bellos ojos esmeralda y su abrazo salado
desde sus hondas simas jamás holladas
desde sus felinos desafíos que abren proa a proa sus brazos de mujer
la mar incógnita
lecho nupcial
sarcófago
¿por qué estás aquí
de pie frente a la mar rompiente
desde el principio
preguntando
preguntándote
escudriñando
escudriñándoteen cada y a cada ola y espuma
rezando al horizonte
por ti que eres aquellos
que se osaron y fueron devorados
por ti que eres aquellos
que volvieron también para siempre devorados
por ti que eres también aquellos
que se irán en busca de su huella y su batalla?
¿qué esperas?
abre los brazos
respira hondo
cierra los ojos
¡entrégate!
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Poemas del libro: Frente a la Mar Rompiente. Leer más de Juan Carlos Gómez Rodríguez en RINCÓN DE POESÍA