jueves, 21 de marzo de 2013

TRES POEMAS DE ANGÉLICA SANTA OLAYA

Angélica Santa Olaya, México




BUSCANDO



Revuelvo frases de errática huella
con la esperanza de encontrar
en las entrañas de una nube
la punta del ovillo que guíe los urgentes dedos,

orugas perdidas que se ofrecen
incrédulas
a la confirmación de la palabra.

Hay que escarbar en el barro
y lamer el numen
que aluza la noche del topo
para aprender la indivisible
colectividad de los granos de arena

Hay que acariciar al ser de los oscuros tactos
que no conoce las transparencias del halcón
pero sobrevive a fuerza de ganas y tozudos andares.

Hay que navegar las angulosas raíces
que se niegan a ser tragadas por la sombra
sólo para decir que alguna vez
aunque fuera con las patas para arriba
tocamos los dedos del sol.

No todo es azul ni todo es negro.
El cristal más claro
oscurece con el vaho
de los que no saben respirar
al compás del universo.


Angélica Santa Olaya D. R. ©
“Árbol de la Esperanza”
Ed. Catarsis Literaria El Drenaje,
México, 2011,
2ª. Edición





TRANSGRESIONES



Es preciso a veces
romperle las patas a la realidad
y navegar sin salvavidas
en el estómago de algún cetáceo.

Vibrar con la molécula
que deviene trozo de cantera
en el útero del mundo.

Beber la copa de hiel
fermentada en las células
de la propia humanidad.

No hay hechizo que transgreda
la alquimia de los colores rotos
por la ausencia de luz en un prisma.

Azul como las secreciones de la tierra
es el espectro donde reposan las cicatrices
que espigan la cáscara de los caminos.

Un día, tal vez, pueda entenderse
el vuelo de la mariposa
y  su intempestivo crujir de alas.




Angélica Santa Olaya D. R. ©
“Árbol de la Esperanza”*
Ed. Catarsis Literaria El Drenaje,
México, 2011,
2ª. Edición




SANTA MARÍA

I

Teje y teje la tejedora,
lanza la lanzadera y
arroja en ella su furia,
furia de hambre de sus hijos
y de siete pesos la hora,
lanza la lanzadera,
lanza que cruza la aurora.

II

Rebozo que no cobija
la mano que lo tejió,
urdimbre de pies cansados
y caderas generosas
que tensan las libertades,
sueños de seda que huyen
para ornar las vanidades.

III

Cuando vuelve con sus hijos
muy tarde al anochecer
va dejando rastro de hilos.
Llora y llora la tejedora
copos de nieve en la tela,
sus manos son dos luceros
que iluminan la vereda.



Angélica Santa Olaya  D. R.  ©
Del libro “Habitar el Tiempo”
Tintanueva, México, 2005.


___________________
Angélica Santa Olaya nació en 1962 en la ciudad de México. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva, con mención honorífica por la ENEP Acatlán, UNAM y Maestra en Historia y Etnohistoria, con mención honorífica por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).  Becaria del Consejo Nacional para el Consejo de la Ciencia y la Tecnología (CONACYT) programa 2008-2010 con la tesis Futuros vasallos de la monarquía española. Textos para niños novohispanos en la segunda mitad del siglo XVIII”.  Egresada de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Forma parte del Diccionario Biobibliográfico de Escritores de México del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ha trabajado en radio, televisión y  prensa escrita.  Formó parte de un grupo de teatro independiente y estudió pintura. Obtuvo el Primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981, con el diario El Nacional y 2004, dentro del programa Alas y Raíces a los niños del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato) así como también el Segundo Lugar en el V Certamen Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2008" celebrado en Entre Ríos, Argentina, por su poema Dos más una, ocho.

Ha participado en diversos encuentros literarios en México, Argentina, Brasil, España, Cuba y Uruguay.  Ha sido publicada en numerosas antologías latino e iberoamericanas de cuento, poesía y teatro. Autora de Habitar el tiempo (Editorial Tintanueva, México, 2005); Miro la tarde (Editorial La Rana, Guanajuato, 2006); El Sollozo (Ed. Tintanueva, México, 2006); Dedos de agua (Ed. Tintanueva, México, 2006); El lado oscuro del espejo (Editorial La Bohemia, Argentina, 2007), Del aprendizaje del aire (Editorial Fivestar, Brasil, 2009) como traductora en coautoría con Tanussi Cardoso y Leo Lobos y Árbol de la Esperanza (miCielo Ediciones, México, 2011, 1ª. Edición / Catarsis Literaria El Drenaje, México, 2011, 2ª. Edición) y Sala de Esperas (Eterno Femenino Ediciones, México, 2012. Las dos últimas antologías en que ha sido publicada (2009) fueron editadas en España e Italia. 

Ha participado, también, en revistas electrónicas de Chile, Brasil, Cuba, España, Italia, Argentina, Venezuela, Panamá, Rumania y México así como en las revistas impresas Alforja, Solar, Navegaciones Zur, El Universo del Búho, Acalán, Parteaguas, Archipiélago, Convocatoria, El puro cuento, Plan de los pájaros, Yuku Jeeka, Avance, Registro, Oráculo, Grietas, Rojo Siena, Letras en Rebeldía, AM, Cultura de Veracruz, Papalotzi, Castálida, Convocatoria, Chispas para la Inteligencia (CONAFE- donde formó parte del Consejo Editorial), Alas para la Equidad (CONAFE- donde coordinó y participa de una serie de once artículos con motivo del Bicentenario de la Independencia y Revolución Mexicanas publicados a lo largo del 2010), Fórnix (Perú) y Nord Literar (Rumania); periódicos El Nacional, Milenio Diario, La Jornada, Periódico de Poesía (México-UNAM), Carajo (Chile) y Panorama da Palabra (Brasil)Su obra ha sido traducida al rumano, portugués, catalán, italiano y próximamente al árabe. Su obra poética y dramática ha sido expuesta en el Museo Nacional de Arte de la ciudad de México (MUNAL) así como en exposiciones públicas en los andenes del Sistema de Transporte Colectivo Metro (diciembre 2012) y Metrobús (febrero 2008) de la ciudad de México.  Su poemario Rumor de Arcilla se encuentra en proceso de publicación en Nueva York a través de la editorial Homo Scriptum.  Es profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Miembro del Círculo Internacional de Literatura Vanguardista LALUPE.  


Puede leer más de esta poeta en ARTEPOÉTICA-ROSTROS Y VERSOS.

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