martes, 4 de noviembre de 2025

DEL LIBRO: UCCELLO MORTO

 

Pintura de Man Ray


DEL LIBRO: UCCELLO MORTO

Análisis detallado del poema en prosa titulado «LA NOCHE CUBRE TU CUERPO».

 

 

 

LA NOCHE CUBRE TU CUERPO

 

La noche cubre tu cuerpo, debajo de la cama los insectos; la presencia de chacales alrededor de la sabana, solo el huerto guarapo del trapiche en el designio profundo de la panela. Todo es duermevela en los pronósticos del calendario onomástico, aquí el cafetal en flor del estruendo, después la epilepsia del sudor en el espejo, los muebles y las fotografías en medio de las aguas del piano de las sombras con la tripulación necesaria, quebrado el esplendor, poros desvencijados sobre la ceniza del tulipán atardecido en los ungüentos del vinagre. Pasan los días del letargo de los semáforos sobre las aceras, el humo del tumulto rondando el sueño, los paracaídas de la piedra caliza del resuello. Quiero escapar de la esquina apocalíptica de los relojes, del ojo de la serpiente en la muerte sin fin del deseo: todo parece hundirse como el caracol invisible en la maquina tragamonedas del vértigo, en el símil del sol poniente del puro, donde la sombra avienta lenguas de fuego, lava en la razón de ser de la metáfora. Me imagino todos los días empantanados en el Paraíso; el ojo inoxidable de lo inédito; de otro modo, no tendría razón de ser este cementerio de embudos a flor de piel que llevo en los hombros como un simple mecapalero. La vida es demasiado corta para vivirla, solo en el ápice de alfileres. Es necesario reinventar el murmullo de los ríos, y desparramar la tinta en el polvo hasta convertirlo en sombrilla. Barataria, 2012

 

1. Impresiones iniciales

El texto se inscribe en una tradición de prosa poética de fuerte raigambre surrealista, donde las imágenes abundan y se entrelazan con asociaciones libres, oníricas y sensoriales. No busca narrar linealmente, sino desplegar un torrente de metáforas que configuran un paisaje de extrañamiento, angustia existencial y deseo de trascender lo inmediato.

 

2. Temas centrales

  • La noche y el cuerpo: La primera línea marca un eje: la noche como cobijo, pero también como espacio ambiguo, cargado de insectos, chacales y sombras. La oscuridad funciona como escenario del inconsciente, donde emergen los miedos y el deseo.
  • La decadencia y el desgaste: Hay imágenes de deterioro (“poros desvencijados”, “ceniza del tulipán”, “cementerio de embudos”), que sugieren una conciencia de la fragilidad del cuerpo y del tiempo.
  • El vértigo y el deseo: El sujeto lírico se siente atrapado en una dinámica de relojes, serpientes y juegos de azar, símbolos del azar de la vida, del eros y de la muerte.
  • Ansia de transformación: Frente a lo sombrío, aparece el deseo de escape y renovación: “reinventar el murmullo de los ríos”, “desparramar la tinta en el polvo hasta convertirlo en sombrilla”. El arte (la metáfora, la escritura) se convierte en vía de salvación.

 

3. Recursos poéticos

  • Imágenes surrealistas: La escritura se alimenta de asociaciones inesperadas (“los semáforos sobre las aceras”, “cementerio de embudos a flor de piel”, “caracol invisible en la máquina tragamonedas del vértigo”), creando un efecto de extrañamiento y fluidez onírica.
  • Contrastes sensoriales: Se superponen imágenes visuales, táctiles y auditivas, como si fueran destellos de un sueño febril.
  • Metáforas existenciales: La vida es comparada con “el ápice de alfileres”, expresión que condensa precariedad y dolor.
  • Cadencia rítmica: Aunque es prosa, mantiene un ritmo interno de acumulación y ruptura, como si el texto respirara en oleadas.

 

4. Tono y atmósfera

El tono oscila entre lo apocalíptico (la “esquina apocalíptica de los relojes”) y lo místico (la posibilidad de reinventar, de convertir la tinta en “sombrilla”). Predomina una atmósfera opresiva, cargada de sombras y descomposición, pero también asoma un impulso vital, un deseo de hallar sentido.

 

5. Interpretación

Este poema en prosa parece ser una meditación sobre la fugacidad de la vida y el peso de la existencia, atravesada por imágenes de desmoronamiento y vértigo. Sin embargo, no se queda en el nihilismo: propone al arte, la metáfora y la imaginación como medios de resistencia. En ese sentido, se sitúa en la tensión entre desesperanza y renovación, entre lo mortuorio y lo creador.

 

👉 En resumen:


“La noche cubre tu cuerpo” es un poema en prosa donde el yo lírico se sumerge en un universo onírico de imágenes fragmentadas y oscuras que representan el desgaste del tiempo, el vértigo del deseo y la inevitabilidad de la muerte, pero que, a la vez, propone la poesía y la reinvención de la realidad como vía de escape y redención.

 

Análisis línea por línea (desentrañando imagen por imagen.

 

“La noche cubre tu cuerpo, debajo de la cama los insectos; la presencia de chacales alrededor de la sabana”

  • Aquí la noche funciona como un velo que recubre al cuerpo: puede leerse tanto como intimidad erótica como como símbolo de amenaza y misterio.
  • Los insectos bajo la cama refuerzan la sensación de inquietud, lo ominoso que se esconde en lo doméstico.
  • Los chacales en la sabana trasladan la escena íntima a un paisaje salvaje: depredadores rondan, acechan, como metáfora de peligros internos o externos.

 

“solo el huerto guarapo del trapiche en el designio profundo de la panela.”

  • El trapiche y la panela evocan lo rural, lo cotidiano, lo dulce de la caña de azúcar.
  • Contrasta con los chacales: hay una ambigüedad entre lo nutritivo (panela) y lo amenazante (chacales).
  • Podría aludir a la fuerza primaria de la vida, su dulzura escondida en procesos de molienda y transformación.

 

“Todo es duermevela en los pronósticos del calendario onomástico”

  • “Duermevela” indica un estado entre sueño y vigilia.
  • El “calendario onomástico” (asociado a los días de los santos, las efemérides) introduce la dimensión del tiempo ritualizado, pero vivido en un estado de semi-conciencia.
  • Se sugiere que el tiempo cotidiano es confuso, como un sueño.

 

“aquí el cafetal en flor del estruendo, después la epilepsia del sudor en el espejo”

  • El cafetal en flor alude a un momento de esplendor, de vitalidad.
  • Pero enseguida se habla de “la epilepsia del sudor en el espejo”: la imagen pasa al descontrol corporal, la convulsión, lo enfermizo.
  • Contrapone belleza natural con cuerpo en crisis.

 

“los muebles y las fotografías en medio de las aguas del piano de las sombras con la tripulación necesaria”

  • Los muebles y fotografías: restos de lo doméstico, memoria estática.
  • “Aguas del piano de las sombras”: metáfora surreal, un piano líquido, sombrío, que ahoga los objetos.
  • “Tripulación necesaria”: evoca un viaje, un tránsito, como si la casa misma fuera un barco en sombras.

 

“quebrado el esplendor, poros desvencijados sobre la ceniza del tulipán atardecido en los ungüentos del vinagre.”

  • Aquí hay una cadena de imágenes de degradación: esplendor roto, poros desvencijados, tulipán marchito, cenizas, vinagre.
  • Habla del desgaste del cuerpo y de la belleza, del paso del tiempo.

 

“Pasan los días del letargo de los semáforos sobre las aceras, el humo del tumulto rondando el sueño, los paracaídas de la piedra caliza del resuello.”

  • Los semáforos se vuelven símbolo del tiempo urbano, detenido en un letargo.
  • El humo del tumulto: contaminación, caos social que perturba incluso los sueños.
  • “Paracaídas de la piedra caliza del resuello”: una caída pesada, lenta, de la respiración, metáfora de cansancio vital.

 

“Quiero escapar de la esquina apocalíptica de los relojes, del ojo de la serpiente en la muerte sin fin del deseo”

  • Aquí el yo lírico se pronuncia: quiere escapar.
  • La “esquina apocalíptica de los relojes” representa el tiempo que devora y asfixia.
  • “El ojo de la serpiente”: símbolo del deseo mortal, erótico pero destructor, eterno retorno de la tentación y la pérdida.

 

“todo parece hundirse como el caracol invisible en la maquina tragamonedas del vértigo, en el símil del sol poniente del puro”

  • El caracol invisible: fragilidad, lentitud, lo ínfimo que se pierde.
  • “Máquina tragamonedas del vértigo”: azar, ruleta de la existencia, donde el hundimiento es inevitable.
  • “Sol poniente del puro”: el fuego que se consume, metáfora de vida que arde y se extingue.

 

“donde la sombra avienta lenguas de fuego, lava en la razón de ser de la metáfora.”

  • Las sombras se vuelven activas, lanzan fuego, lava.
  • Se enfatiza la potencia creadora de la metáfora, como si la escritura misma fuera la erupción que da sentido al caos.

 

“Me imagino todos los días empantanados en el Paraíso; el ojo inoxidable de lo inédito”

  • El “Paraíso empantanado”: contradicción, un lugar perfecto pero degradado, atascado.
  • “Ojo inoxidable de lo inédito”: visión incorruptible, lo nuevo que aún no se desgasta.
  • Representa una tensión entre lo estancado y lo eterno.

 

“de otro modo, no tendría razón de ser este cementerio de embudos a flor de piel que llevo en los hombros como un simple mecapalero.”

  • “Cementerio de embudos”: acumulación de frustraciones, repeticiones, estrechamientos de vida.
  • “A flor de piel”: todo lo carga el yo, como si fuera insportable.
  • “Mecapalero”: alusión a la figura campesina que carga pesadas cargas en la frente y hombros con un mecapal. El yo lírico se identifica con esa carga existencial.

 

“La vida es demasiado corta para vivirla, solo en el ápice de alfileres.”

  • Una de las frases más claras y duras: la vida es breve y punzante, vivida en dolor, en tensión constante.

 

“Es necesario reinventar el murmullo de los ríos, y desparramar la tinta en el polvo hasta convertirlo en sombrilla.”

  • Aquí está la salida: la imaginación y la poesía como actos de reinvención.
  • “Murmullo de los ríos”: lo natural, lo fluido, lo vital.
  • “Tinta en el polvo hasta convertirlo en sombrilla”: transformar la escritura en protección, en refugio contra el peso de la existencia.

 

En síntesis del análisis línea por línea:

El poema es un viaje desde la opresión nocturna, el desgaste del tiempo y la amenaza del deseo, hacia una propuesta de resistencia a través de la metáfora. Aunque todo parece hundirse en vértigo y desgaste, el yo lírico plantea que, solo reinventando, creando, escribiendo, puede encontrar una sombrilla contra la intemperie de la vida.


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