miércoles, 6 de noviembre de 2024

Adrián Díaz Aguirre: Invasión en la memoria de lo cuántico

 

Adrián Díaz Aguirre:

Invasión en la memoria de lo cuántico

 

Lic. MIGUEL FAJARDO KOREA

Premio Nacional de promoción y Difusión Cultural

minalusa-dra56@hotmail.com

MIGUEL FAJARDO KOREA


Adrián Díaz Aguirre nació en Nandayure, Guanacaste, Costa Rica, en 1947.

Escritor, actor, director escénico y educador. Ejerció como profesor de Español en 14 instituciones de secundaria. Académico en las áreas de español y didáctica, pedagogía transdisciplinar, Andragogía, Artes Escénicas, Expresión Corporal, Dicción y Vocalización. Trabajó en la UCR, UNA, ITCR, Universidad La Salle y Universidad San José.

Su formación académica incluye: Bachillerato en Teatro y Didáctica, Licenciatura en Educación de Adultos, Licenciatura en Didáctica y Enseñanza del Español, así como Licenciatura en Literatura y Lingüística.                        

 Asesor de Español. Dirección Región Educativa Liberia (2004-2005).  Asesor Nacional de Español, Educación para Jóvenes y Adultos (2006). Asesor Nacional de Español  I y II ciclos (2007-2012).

Dirige el Colectivo Literario (2018) y el Colectivo Escénico “Producciones Tulasi” (1985), donde realiza sus trabajos escénicos desde hace 40 años.

Actor y director teatral en una veintena de obras, en grupos como: Boruca, Talamanca, Sibú, Hora Cero, Teatro Universitario, Esfera o Burbuja.  Ha contado con direcciones escénicas de Jesús Cuadrado, Jean Moulaert o Stoyan Vladich

Obra publicada: Poemas de antes (1981 y 2022); Los pies del silencio (2011). Invasión: 7 alternativas poético-cuánticas para invadir tu YO Supremo (2021).

Incluido en la antología Hilos sueltos (2024), del Colectivo Literario y en GUANACASTE. POESÍA ENTRE SIGLOS (1824-2024), de Miguel Fajardo (Euned, 2024).

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Díaz Aguirre, Adrián. Invasión. 7 alternativas poético-cuánticas para invadir tu YO Supremo. Columbia, Estados Unidos: Amazon, 2021:187. Colección Utopía. Prefacio del escritor. Prólogo del novelista Francisco Vallejo Fernández. Portada e ilustraciones capitulares: William Sánchez Coto, Diagramación: Mercedes Moreno Loor.

El hablante lírico utiliza siete infinitivos verbales sobre los cuales traza los apartados de su denso e intenso poemario, a saber:  irrumpir, incursionar, ocupar, asaltar, conquistar, tomar e invadir. Los editores escriben: “la travesía la realiza el hablante, en un verdadero descenso y al final situarse, en un punto de partida, con las mochilas de libertad, para iniciar el ascenso, porque ha conquistado su propio yo, situación reflejada, con toda claridad. En el poema final” (p.6).

Inicia con un poema -A mi padre eterno-. Su final es un sistema recolectivo estupendo “¡Si me lo permites! / -te doy mi canto / te doy mi mente… / -Te doy mi cuerpo / te doy mi acción… / ¡TE DOY UN ABRAZO SUPREMO! (DESDE EL CENTRO INFINITESIMAL de mi existencia). Solo para celebrar Tu advenimiento” (p.25).

El tema amoroso en dual, tanto de alegría como de reproche; de gozo y despedida.  “Mi sacrificio se concreta / en una especie de compromiso / con tu cuerpo… / Me lanzo desde tu cuerpo, puerto seguro, / para consumar la elevación de tu vida (…) ¡Todo se consumó! / Nos bastaron 17 años para llegar hasta / el engaño y el cansancio” (pp.29-30).

En otro poema, se cita a otra mujer, Vlada, con una gran dosis sensual “Hoy solo percibo los filamentos eróticos de tu cuerpo / y los hilos que dibujan tus movimientos… / ¡Adorable, la más adorable! / No hay duda…” En este poema, el hablante refuta los encajes de la modernidad sobre el espacio corporal “Desprecio tus tatuajes que se emplastan sobre la ternura de tu piel, / aborrezco el mal gusto / de los mercachifles, que manipulan tu belleza para decorar tarros y / hojalatas” (p.32).  Es decir, una censura objetiva contra quienes ven el cuerpo de la mujer como un objeto mercantil, como un objeto de cambio.

En “Sentidos” se manifiesta otro tipo de experiencia en el amor materialista, es decir, en su caída, el desamor “¡De todos modos tenía carita de inocente! / Mis sentidos la encubrieron y la perdonaron… ¡Yo no! / Yo la juzgué. / Yo la condené. / Dicté sentencia, /y/ la olvidé… / ¡El tiempo me coronó la frente! / Con nuevas alegrías”. (pp.49-51)-

En “Ilona”, el hablante usa un lenguaje frontal “La política, la geopolítica, la expolítica, los apolíticos y los contrapolíticos. / ¡Me vale mierda! (p.36), y así con una serie de seres etiquetados, no necesariamente, como seres humanos.

El discurso sobre la “Libertad” es acusador “¡Libertad tonta en el planeta de los encierros! / ¡Cárcel cósmica” / Vestida de azul / girando en la órbita / de tus caprichos”. (p.39).  Ya sabemos que en nombre de la libertad mal entendida se han cometido atrocidades, se han inventado guerras, por eso el concepto de “Cárcel cósmica” que endiña el hablante.

El mercantilismo sexual encuentra eco en la denuncia de la voz lírica de este poemario de Adrián Díaz Aguirre: “me da igual venderte en un templo, / que en una escuela… Trasegarte en un barco / o en un furgón, en largas caminatas, chancheteando / mares y ríos… ME DA IGUAL!!! / En todo caso el negocio es “On-line” … / ¡Los verdaderos rostros! /Los oculta la Web. / Los disfrazo con tripledoblepuintocom /Me basta un hastag / ¿Para qué quiero las redes? / Para la pesca, solo requiero de tu afirmación…” (p.45)

“Plenilunio” aborda el tema de la corporalidad del factor humano “Somos aventura y marea baja, / plenilunio y crecida del infinito que se destaca entre las algas y / los corales de tus pies, perforando mi corporeidad… somo la / alegría escondida entre lo vulgar y lo profundo, eternos / buscadores de placer, abejorros estivales con margaritas / deshojadas y caracolas entre las manos…” (p.47).

En este orbe lírico hay un espacio para los “Compañeros”, en el año de los desencuentros (2012). “Adiós compañeros, las mariposas de la libertad acarician mi frente, / el sol ilumina mi marcha, las uvas de los vinos sagrados me acompañan para brindar / por sus vidas, para brindar por la alegría y por la fiesta que nos mantiene unidos” (p.55).

“Sonata en mí” es un texto muy intenso y de gran reflexión en las relaciones sentimentales y en las corporalidades: “Pintado de azul se oscureció el camino / ¡Ganaste la partida! / Las olas partieron en mil pedazos mis alegrías… / mi tabla se desliza en marea baja hacia los abismos / más obscuros de tus obscenidades (…) Mitad hombre / mitad jade. / Perfectamente dispuesto a sumergirme en los océanos / y en los horizontes de tu femineidad… / Dispuesto a hundirme en la obscuridad ominosa de mi / masculinidad fragmentada…, en el desayuno cósmico de los titanes patriarcales: / Mitad pájaro / Mitad vuelo / Mitad canción / Mitad luna, con la dualidad a cuestas / para tragarme tus dolores / mitad llanto / mitad océano. / Con las mitades girando contra el mundo…” (pp.67-68).

En la tercera alternativa dedica el poema “Albañil” a su padre Solón. Es un texto holístico desde el amor filial “En la albañilería de tu ternura, / palacios, templos, fortalezas, / bosques, pájaros y grillos / arena, cemento y mortero; / todos convivimos, como un abrazo / por la magia de tu plasticidad…” (p.74).

En “Ícono”, el hablante denuncia situaciones históricas en contextos reflexivos; “Somos un poquito más que eso: somos humildad sin realizar, / somos guitarra y óvulo / somos mariposa y esperma, saxo y paz… / somos negro y lamento, en la cuna de la esclavitud, somos negro / en la historia escrita por blancos, y llorada por mestizos. / Somos indio / barro, americanos / cobrizos, exploración fallida, / por la aberración de los marinos / abuelos, españoles, / sátrapas (…) Somos el holocausto que nadie relata, somos 70 millones de muertos / que construyó un continente en el silencio de la vergüenza” (pp.78-79).

En “Orgasmo”, el hablante lírico inquiere sobre su origen “Soy el producto de una / EXPLOSIÓN…/ Dentro de todos los absurdos posibles, soy, / “El big bang” de una relación en pareja… (…) / Ahora sé que soy el agradecimiento y la / gratitud orgasmizada de mis viejos” (p.83). Igualmente, en el libro se plantean inquietudes existenciales de su ser como parte del factor humanidad.

En el escenario político festivo de fin de año, el yo lírico explosiona con crítica mordaz: “Los techos herrumbrados de mi país / golpean mi frente, / todos los políticos se creen Pericles, / se pavonean en el desfilo del 26, / sobre caballos estresados, orgullosos de vivir, / en una “democracia centenaria” …/ entre birra y birra, todos pregonan lo mismo (…) / ¡Chile no se me olvida! / ¡Tlatelolco tampoco! / ¡Alcoa fue una diversión callejera! / ¡Qué planeta! / ¡Mi cumpleaños! / ¡Qué mierdero! / ¡No importa, vamos al tope! (…) ¿Quizás el mierdero lo limpien con inteligencia artificial, / o computación cuántica” (pp. 89 y 92).

En la sociedad materialistas en la que vivimos, la voz del bardo de Nandayure se deja escuchar para censurarla “Hoy me ganó el glamour… / Rusia ensaya su nuevo misil ¡Hipersónico! / Dos autos colisionan salvajemente, / ¡En la pantalla pequeña! / ¡Con toda la fuerza de la palabra! / ¡Con suma precisión! / Se modela mi mente, / ¡En la pantalla pequeña! / Hoy me ganó la demanda del consumo (…) ¡En la pantalla pequeña! / Todas mis emociones se transfirieron al celular…” (pp.95-96).

En “Hebras” menciona la sociedad de consumo en la que estamos metidos hasta las orejas “¿Y qué importa? / La canasta básica ya contempló, / el gasto de tu terapia, / el alimento del gato, / el mat de tu gym, /tu clase de yoga, / las lechugas de tu canario, / a tu psicólogo preferido, / creo que necesito un gel / de máxima fijación… para no / desfigurar los años” (p.103).

“Instantes” es una reflexión sobre la fugacidad del tiempo, o bien, la eternidad de presencias-ausentes: “Aunque tú no lo digas, / a escondidas sueñas conmigo. / Aunque tú no lo digas, / a escondidas lloras mi ausencia. / Aunque tú no lo digas, / crees que fui una mentira del destino. / Aunque tú no lo digas, / vives la mitad de tus días” (p.105).

“Akuti” es un texto hermoso desde el sentimiento amoroso de un padre por su hija, Adriana, que resume en un monoverso “Contigo, mis caminos tienen corazón…” (p.117).

 “Lengua: Madre” lo dedica a Mamalita, su madre. El sentido de gratitud es hermoso: “Porque las fábulas las aprendí en tus regazos / contando migas y boronas / de tus panes preferidos: / desde Darío hasta Esopo, / desde Homero hasta Martí… / Gracias Madre por tu oficio de lectora. / Gracias Lengua porque leíste mi vagancia / Gracias / Madre / Porque naciste / Y porque fuiste mi madre” (p.133).

“Blindaje” retoma el tema amoroso que traza el poemario en diversos contextos “Así como tu imagen entra en el espejo, penetro en tu cuerpo, / para trascenderlo…/ Porque Yo soy la eternidad. / Porque Yo soy el océano que / sacia tu sed…  (pp.141-142).

“Monólogo” es un grito de liberación, de exculpaciones, de fuerzas liberadoras “No quiero que importunen / mis momentos… / No quiero que invadan mis espacios / de luz y soledad. / Tengo escondrijos y apegos, / ¡Y a quién le importa? / Tengo obscuros pensamientos / y sensaciones criminales. / ¡Y quién es lo suficientemente fuerte para venir por mí / Y liberarme…” (p. 149).

“Pupilas” es un poema que se adentra en el alma crítica de “Guanacaste, mi Guanacaste: / cebo, tasajo y mulas, / territorio empobrecido, / siglo XVIII, vals y miseria… / marimba y latifundio, / tahona y esclavos disfrazados, / un poco de piel de jicote, para que / la fajina no sea tan amarga (…) Mis pupilas seguirán cerradas, / dentro del cerco de tus párpados… / y mi paz seguirá siendo tu paz, de los cementerios… / Y mi “Anexión”, seguirá siendo la venta de La Guanacastequidad… / Guanacaste, territorio de orejas, / que no supo oír las campanas de la AUTONOMÍA…” (pp. 156 y 159).

“Misil” “Con un misil teledirigido / se fragilizó mi masculinidad, / ¡Desde un iphone four, cinco o no sé! / ¡La Tecnología también ayuda! / ¡Las TIC’s no fallan! (p.179).

Albert Einstein (1879-1955) afirma: “El ser humano forma parte de la totalidad espacial y temporalmente limitada a la que denominamos universo y, en una especie de ilusión óptica, se experimenta a sí mismo, a sus pensamientos y a sus sentimientos, como algo separado del resto.  Esta ilusión es un tipo de prisión que nos circunscribe a nuestros deseos personales y al afecto por las personas que más cerca se hallan de nosotros.  Nuestra tarea es liberarnos de esa cárcel y ampliar el círculo de la compasión hasta llegar a abrazar a todas las criaturas vivas y a la totalidad de la naturaleza, en todo su esplendor” (en Araya Monge, R. 2006: 199-200).

Felicitamos al poeta Adrián Díaz Aguirre (Costa Rica, 1947), por esta densa e intensa obra integral, que muestra 7 alternativas cuánticas. INVASIÓN. Un libro para adentrarnos e invadirnos de la vida en sus múltiples dimensiones. Aquí y ahora. Hagámoslo, antes de que sea demasiado tarde. “Un día a la vez, sin ayeres ni mañanas. Un día a la vez”.  Ahora mismo.




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