Danioela Eugenia, México
NUBES DE TRISTEZA
No, mis ojos no lo han visto todo
pero han visto lujuria, pobreza, tristeza y locura
Como la del que se masturba
frente los niños
o la de ese hombre niño,
que hurga entre basura
y ríe a carcajadas sin sentido
Sí, mis ojos han visto lo suficiente
como para no querer mirar más
a aquella mujer arrastrarse con su hijo en brazos
o al niño que en su espalda lleva
la labor de un hombre
Levanto la mirada al cielo,
las nubes pasan
cargadas de tristeza
descargando su fría llovizna sobre mis ojos.
Yo lo sé
eso de no sentir nada, tener en vez de corazón,
sombras, rumores
olvidar el beso de despedida
qué más da.
No tiene sentido prolongar la
caricia
la mañana empieza a clarear y las sabanas
son frías
Yo lo sé
algo en la noche nos miente
nos hace pensar en un vago sentimiento olvidado
pero nuestras espaldas lo dicen todo
tan cerca y un abismo entre ellas
Yo lo sé
cuando todo es metódico, sombrío
y se besa la caricia sin sentir nada
Una noche quédate en la soledad de mi océano
seamos uno,
uno con la caricia, con el beso, actuemos,
y después, al despertar,
vivamos desde el abismo del olvido
vivamos sin saber el uno del otro
así, tan lejanos,
que si sabemos más morimos
que si leo en tus ojos un poco de luz, me pierdo.
Yo lo sé
es aún noche, mi ombligo cobija tus dedos complacido
hagamos,
hagamos como que somos uno
como que es lo cotidiano mi cuello sobre tu brazo
mi pelo haciéndote cosquillas en la nariz.
Ahora lo sé
lo siento, el palpitar de un corazón gris
perdido sobre unos pasos que hacen eco
en una calle vacía
de una mañana como todas.
UN SUEÑO CUALQUIERA
Sabes, el cuchillo que me regalaste
aquel para cortar nuestros medios días
ése de las tardes de asado
apareció en mi sueño.
Lo vi brillar entre algunos dedos largos
gastado y sin su poder común.
Doblado y tan suave cual hoja seca
se deshizo entre mis manos.
No pude detener las lágrimas.
¿Qué tonta soy verdad?
llorar por un cuchillo
Si, ése del pastel de cumpleaños
el que cortaba alguna flor violeta.
Que ojos tan cobardes los míos ¿verdad?
Pero sentí que te perdía
que te esfumabas
en ese polvillo de hoja seca.
NOTA SIN SENTIDO
Era navidad, quería dormir
me tome uno, dos, tres…
cuarenta y cinco somníferos
Todos celebraban y bebían
Pero yo,
no podía dejar de pensar en sus palabras
solo quería dormir.
Cuarenta y cinco somníferos…
Salí a la fiesta con la familia
tomé la guitarra, comencé a improvisar
dejando libre una nota vacía
sin sentido
Los recuerdos se disipan
como brisa cargada de tristeza
Era veinticuatro…
Me llevaron a tiempo
metieron tubos por todos lados
me lavaron el estómago
una enfermera dijo
¿Por qué lo hiciste?
mientras inyectaba
me quedé dormido
No hay comentarios:
Publicar un comentario