sábado, 8 de junio de 2013

LALO, UN SOBREVIVIENTE DEL EREBO

Eduardo Lalo.




LALO, UN SOBREVIVIENTE DEL EREBO



Por Yván Silén



¡Desde el año 2000, aproximadamente, he venido diciendo que en Puerto Rico se ha estado forjando y escribiendo una literatura radical, desafiante, antiburguesa y extraordinaria que no ha hecho otra cosa que serse, que cumplirse, que defenderse virulenta, delicada, neologística y líricamente como ha ocurrido en el caso de EDUARDO LALO!

Si no han surgido más premios latinoamericanos o españoles es porque España y Latinoamérica no nos conoce. Nosotros somos los desconocidos del español y la equis de una cultura que resiste deleitándose o despreciándose a sí misma. Una cultura que se canta o que se escupe a sí misma. Una cultura que se vende, que se denigra o una cultura que se desvende, se ensalza o se hybrisa. Unos escritores que trepan, que piden pon, que yanquizan y unos escritores que hemos apostado la salud mental y la vida misma a ser lo que tenemos que ser. La literatura puertorriqueña es una literatura límite lo mismo  cuando se viste de musgo que cuando se viste extraordinariamente de suicidio. Es una literatura de lo fatal lo mismo cuando se convierte en mercancía que cuando se desmercantiliza en una escritura de lo metagramatical, o cuando se convierte en la literatura del “make-up”, o cuando se convierte en los maniquíes de la vitrinas oscuras o en lo cosmético de los asesinos vacíos. Es una literatura en donde vuelan bumerangmente los epítetos, los boicot, las acusaciones, el panismo y las gangas. El esquizofrénico está delante del esquizo. El lírico tradicional está delante del pornolírico. El nihilista está delante del antinihilista. La rosa yace delante de la muerte. Y el zen está delante de la iluminación intermitente.

Sobre todo esto es que triunfa la literatura inusitada de EDUARDO LALO, aunque los que lo han premiado no lo sepan. LALO representa el conflicto de la colonia preciosista y acorralada líricamente, aunque él y ella (los plutocráticos, la oligarquía, los caciques) no lo sepan. Lo sorprendente y lo sorprendido nos han asaltado. El sorprendido, el feliz, el ambiguo, el luminoso está cruzando delante del espejo. Latinoamérica nos ha ubicado debajo de las lupas. España sospecha y paranoia; España aguarda. Las “Kodak” y las “Canon” flashean: LALO cruza con su cruz delante de las fotos. El país que no existe ha mostrado su fantasma. La pasión se está mostrando lírica, extraordinaria, poésica y desgarradoramente. Las coronas de espinas, como las coronas de laurel, nunca han dejado de ser hermosas. Las paradojas adornan a los poetas. El silencio ha producido su excelencia.


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8 de junio del 2013
Puerto Rico


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