Yuslenis Molina, Cuba
MONÓLOGO DE RAQUEL CUANDO JACOB SE CASÓ CON LEA
Voy a nombrar el pasado
como se nombra un presente.
Un presente que está ausente
porque vive tan aislado,
y no encuentra en mi costado
un pedazo de mentira.
Voy a nombrar a la lira
si entre mis ramas escoge
siluetas, y las recoge
sin la sombra que delira,
porque mentir compra un día
de engaños y de hospitales
se saturan los cristales
sin creer la profecía
lanzada con ironía
por ultravoz, los escombros,
escalo rauda los hombros,
y me lanza meteoritos
sobre esos versos escritos
sin páginas, sin asombros.
Quieren tatuarme la voz
con rayos, con sepultura,
con esa miel que conjura
por siglos, milenios. Dios,
escúchame. Esta tos
de ausencia me deja frío
el nombre. Voy al vacío
por palabras de un ateo…
Quedo trunca y solo veo
todo oscuro en torno mío.
En 1980, un día como hoy, nació en Las Tunas una niña que con el tiempo llegó a ser la escritora y actriz que es hoy Yuslenis Molina, con lauros cosechados y libros dados a conocer. Pero, por suerte, niña no ha dejado de ser. Y ahí está, para confirmarlo, esa payasita que creó para el deleite de los infantes en espectáculos teatrales dedicados a ellos. Por eso, al enviarle un beso de cumpleaños, va también un ruego: Que no deje de seguir sabiendo ser pequeñita, aunque en su poesía para adultos prefiera los rumbos temáticos de las angustias existenciales de este mundo en que vivimos, como puede apreciarse por ejemplo en su ópera prima, el poemario Razón del labio (Editorial Sanlope, 2007).
Yuslenis tiene la curiosa condición de ganadora del Premio Décima al filo en el sexto concurso nacional Ala Décima (2006) y del Premio Ala Décima en el tercer concurso Décima al filo (2007), con su obra Naufragio. Compartimos ahora, con los visitantes a este sitio, otro de sus textos poéticos en estrofas de diez versos.
Cortesía de Pedro Péglez, coordinador de Cuba AlaDécima.
MONÓLOGO DE RAQUEL CUANDO JACOB SE CASÓ CON LEA
Voy a nombrar el pasado
como se nombra un presente.
Un presente que está ausente
porque vive tan aislado,
y no encuentra en mi costado
un pedazo de mentira.
Voy a nombrar a la lira
si entre mis ramas escoge
siluetas, y las recoge
sin la sombra que delira,
porque mentir compra un día
de engaños y de hospitales
se saturan los cristales
sin creer la profecía
lanzada con ironía
por ultravoz, los escombros,
escalo rauda los hombros,
y me lanza meteoritos
sobre esos versos escritos
sin páginas, sin asombros.
Quieren tatuarme la voz
con rayos, con sepultura,
con esa miel que conjura
por siglos, milenios. Dios,
escúchame. Esta tos
de ausencia me deja frío
el nombre. Voy al vacío
por palabras de un ateo…
Quedo trunca y solo veo
todo oscuro en torno mío.
En 1980, un día como hoy, nació en Las Tunas una niña que con el tiempo llegó a ser la escritora y actriz que es hoy Yuslenis Molina, con lauros cosechados y libros dados a conocer. Pero, por suerte, niña no ha dejado de ser. Y ahí está, para confirmarlo, esa payasita que creó para el deleite de los infantes en espectáculos teatrales dedicados a ellos. Por eso, al enviarle un beso de cumpleaños, va también un ruego: Que no deje de seguir sabiendo ser pequeñita, aunque en su poesía para adultos prefiera los rumbos temáticos de las angustias existenciales de este mundo en que vivimos, como puede apreciarse por ejemplo en su ópera prima, el poemario Razón del labio (Editorial Sanlope, 2007).
Yuslenis tiene la curiosa condición de ganadora del Premio Décima al filo en el sexto concurso nacional Ala Décima (2006) y del Premio Ala Décima en el tercer concurso Décima al filo (2007), con su obra Naufragio. Compartimos ahora, con los visitantes a este sitio, otro de sus textos poéticos en estrofas de diez versos.
Cortesía de Pedro Péglez, coordinador de Cuba AlaDécima.
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