Reynaldo García Blanco, Cuba
Esto es un poema que tiene que ver con mi mujer
( Esos pedazos de ternura que Dios nos regala cada cien años)
Pero en realidad es un poema amargo
y tiene que ver con un caracol
les cuento
hace unos días
mi mujer fue a la playa con unas amigas
a meditar
a tratar de arreglar el mundo desde la fe
y yo le pedí humildemente un caracol
no importaba que fuera terrestre o lunar yo quería simplemente un caracol pero
YO VI TU CASA ENCENDIDA
Yo la vi
fue en los albores de junio
veníamos con el país a cuesta
en los jardines devastados caía la noche
se podía escuchar el fragor de las tejas francesas
el estallar de las vicarias
los sobresaltos del hedor
la pleitesía de los muros
Yo vi tu casa como una zarza
como árbol de fuego
como un dictamen de muerte y esplendor
sin más existencia que la nulidad
Tu casa en bandolera
barranca abajo
cuesta arriba
deleite de la memoria
Era junio
muy al principio de los desastres.
ELA O΄FARRYL ESTÁ CANTANDO ADIOS FELICIDAD
Aun no tenemos catorce provincias ni médanos de aire para empinar pájaros de papel estraza. Somos la lumbre detenida Allí donde cuelga la cimitarra, el arcabuz. No ha llegado el humo que mata los pájaros. No ha llegado mi padre con su diente de morder cebollas y escupir al cielo. La primavera se confunde con una mujer fluvial que se voltea y me muestra los pechos. Soy el que dibuja la rayuela en el mapa de la patria. La que salta es mi hermana. Al otro lado del patio conversan los difuntos que esperan a los ciclones, las guerritas chiquitas y mundiales. En el brasero del vecino se hunde la carne que un día fue sangre caliente del bosque. En las tendederas ondean las sábanas que en su día fueron las franjas blancas de la bandera. Del huerto familiar llega un olor que no saben los hospitales. Las frutas en ristre pasan en trenes veloces rumbo a la memoria. En el cuaderno de bitácora mi madre apunta los abortos, los nacimientos, los eclipses. Yo estoy al centro de la nada y bebo un agua nutricia mitad sangre mitad resurrección.
ME GUSTARÍA CONOCER A SHENG-NUNG
Hoy fui al mercado
y no pude con los gritos de los vendedores
con la escalerilla que lleva al área de las carnes
con la mujer que vende bolsas de nylon
Hoy fui al mercado
y quedé en éxtasis con un conejo en una jaula de madera
- creí leer en sus ojos la pleitesía de la muerte -
Fui al área de las frutas de estación
y tuve simpatías por los pregones
Me gustaría conocer a Sheng-nung inventor de la agricultura
para que me explique este asunto de los precios
en este miércoles
en el mercado municipal.
CARACOL
Esto es un poema que tiene que ver con mi mujer
( Esos pedazos de ternura que Dios nos regala cada cien años)
Pero en realidad es un poema amargo
y tiene que ver con un caracol
les cuento
hace unos días
mi mujer fue a la playa con unas amigas
a meditar
a tratar de arreglar el mundo desde la fe
y yo le pedí humildemente un caracol
no importaba que fuera terrestre o lunar yo quería simplemente un caracol pero
mi mujer llegó con las manos vacías y el espíritu alto
ahora repaso esos breves regalos que uno acumula como una herencia
caballitos de ajedrez torres de pizza libros en miniatura
pero no tengo un caracol
y es por ello que me siento a escribir un poema amargo pero no es contra mi
ahora repaso esos breves regalos que uno acumula como una herencia
caballitos de ajedrez torres de pizza libros en miniatura
pero no tengo un caracol
y es por ello que me siento a escribir un poema amargo pero no es contra mi
esposa ni nada parecido yo escribo contra esa amargura de no tener un caracol
ni terrestre ni lunar y pensar que somos una isla que estamos rodeados de
lentos moluscos que miran y sospechan de nuestras pasiones esa misma pasión
de querer tener algo que de repente !zas! así como el que no quiere las cosas se
convierte en madera para escribir un poema amargo por donde desfilan mi
mujer unas amigas una playa y los deseos de tener un caracol.
YO VI TU CASA ENCENDIDA
Yo la vi
fue en los albores de junio
veníamos con el país a cuesta
en los jardines devastados caía la noche
se podía escuchar el fragor de las tejas francesas
el estallar de las vicarias
los sobresaltos del hedor
la pleitesía de los muros
Yo vi tu casa como una zarza
como árbol de fuego
como un dictamen de muerte y esplendor
sin más existencia que la nulidad
Tu casa en bandolera
barranca abajo
cuesta arriba
deleite de la memoria
Era junio
muy al principio de los desastres.
ELA O΄FARRYL ESTÁ CANTANDO ADIOS FELICIDAD
Aun no tenemos catorce provincias ni médanos de aire para empinar pájaros de papel estraza. Somos la lumbre detenida Allí donde cuelga la cimitarra, el arcabuz. No ha llegado el humo que mata los pájaros. No ha llegado mi padre con su diente de morder cebollas y escupir al cielo. La primavera se confunde con una mujer fluvial que se voltea y me muestra los pechos. Soy el que dibuja la rayuela en el mapa de la patria. La que salta es mi hermana. Al otro lado del patio conversan los difuntos que esperan a los ciclones, las guerritas chiquitas y mundiales. En el brasero del vecino se hunde la carne que un día fue sangre caliente del bosque. En las tendederas ondean las sábanas que en su día fueron las franjas blancas de la bandera. Del huerto familiar llega un olor que no saben los hospitales. Las frutas en ristre pasan en trenes veloces rumbo a la memoria. En el cuaderno de bitácora mi madre apunta los abortos, los nacimientos, los eclipses. Yo estoy al centro de la nada y bebo un agua nutricia mitad sangre mitad resurrección.
ME GUSTARÍA CONOCER A SHENG-NUNG
Hoy fui al mercado
y no pude con los gritos de los vendedores
con la escalerilla que lleva al área de las carnes
con la mujer que vende bolsas de nylon
Hoy fui al mercado
y quedé en éxtasis con un conejo en una jaula de madera
- creí leer en sus ojos la pleitesía de la muerte -
Fui al área de las frutas de estación
y tuve simpatías por los pregones
Me gustaría conocer a Sheng-nung inventor de la agricultura
para que me explique este asunto de los precios
en este miércoles
en el mercado municipal.
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