Fotografía: Rolando Elías
Donde nadie te conoce ni tiene amigos
Te duele el corazón y estás como un extraño en la realidad
Despiertas
Y no sabes quién eres ni qué harás en la hora venidera
Es que la vida ha dado un giro de 180 grados
A tu alrededor
Llegas a casa donde pides paciencia
Y relatas la historia del último cansancio por la calle
Dices “mañana”
Y te vas a la cama con los ojos abiertos hasta el alba
Algo en ti pasa como de un mundo a otro
En lo que dura un sueño una hora de Dios
El despertar de una mañana en un país extraño
Y hostil
Donde nadie te conoce ni tienes amigos
Esto es grave te digo
Porque por encima de todo
El corazón anda dentro de ti como asustado.
©Herederos de Rolando Elías
Del libro: Esta palabra es mía. Editorial Rubén H. Dimas, El Salvador, 2006.
Donde nadie te conoce ni tiene amigos
Te duele el corazón y estás como un extraño en la realidad
Despiertas
Y no sabes quién eres ni qué harás en la hora venidera
Es que la vida ha dado un giro de 180 grados
A tu alrededor
Llegas a casa donde pides paciencia
Y relatas la historia del último cansancio por la calle
Dices “mañana”
Y te vas a la cama con los ojos abiertos hasta el alba
Algo en ti pasa como de un mundo a otro
En lo que dura un sueño una hora de Dios
El despertar de una mañana en un país extraño
Y hostil
Donde nadie te conoce ni tienes amigos
Esto es grave te digo
Porque por encima de todo
El corazón anda dentro de ti como asustado.
©Herederos de Rolando Elías
Del libro: Esta palabra es mía. Editorial Rubén H. Dimas, El Salvador, 2006.
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